Vides Casanova revive anticomunismo para evitar deportación
10/02/2014
- Opinión
Ex general se describe ante tribunal de apelaciones como “aliado estadounidense” durante guerra en El Salvador.
Carlos Eugenio Vides Casanova. Foto: ContraPunto |
El proceso de expulsión de EEUU del ex Ministro de Defensa salvadoreño Eugenio Vides Casanova avanzó un paso más: la Junta de Apelaciones de Inmigración escuchó con escepticismo su petición de anular una orden judicial de deportación, con el argumento de ser un aliado de Washington en la “batalla contra el comunismo” y que los hechos ocurrieron “hace mucho tiempo”.
Un panel de tres jueces de la Junta de Apelaciones examinó el jueves pasado, durante una hora, los argumentos orales de la defensa de Vides Casanova para que sea invalidada la orden del Juez de Inmigración James Grim, de Orlando, Florida, que pesa en su contra desde agosto de 2012, de acuerdo con un reporte de la audiencia emitido por los abogados de las víctimas de tortura, del Centro por la Justicia y la Responsabilidad (CJA, en inglés), con sede en San Francisco.
Diego Handel, abogado de Vides Casanova, argumentó que el apoyo del gobierno de EEUU otorgado al régimen salvadoreño en la década de 1980, cuando el acusado de violaciones a los derechos humanos fue director de la Guardia Nacional y Ministro de Defensa de El Salvador, impedía a la Junta de Apelaciones apoyar la decisión de expulsión emitida por el juez Grim.
Handel esgrimió como defensa que el caso debía ser replanteado como una cuestión política no judicial; o como “una cuestión de preclusión equitativa”, un término legal que supone la imposibilidad de ejercer un derecho fuera del momento oportuno en que una víctima pudo haberlo hecho, es decir, por ser extemporáneo.
En otras palabras, Vides Casanova sostiene que “el gobierno de EEUU debe ser impedido de tratar de expulsar ahora de su territorio a alguien que alguna vez fue su aliado en la ‘batalla contra el comunismo’”, de acuerdo con un reporte escrito por Lisa Cohen del CJA.
“Los miembros de la Junta parecían escépticos”, señala Cohen al reseñar el ambiente de la audiencia de la Junta de Apelaciones celebrada en la ciudad de Falls Church, Virginia, donde Vides lucha por evitar la deportación.
Un hombre cercano al ex presidente Alfredo Cristiani
Vides Casanova no sólo es una figura militar de los siniestros años 80, sino que se emparentó con la elite política cuando enviudó y se casó en segundas nupcias con Lourdes Llach, hermana de la ex Primera Dama, Margarita Llach de Cristiani (esposa del Presidente Alfredo Cristiani, 1989-1994). Ambas son hijas de un terrateniente cafetalero y ex embajador de El Salvador durante la guerra civil ante la Santa Sede del Vaticano (1977-1991), Prudencio Llach Schonenberg. Cristiani es el primero de los cuatro presidentes del derechista partido Arena, fundado por Roberto D’Aubuisson que gobernaron 20 años desde 1989 hasta 2009.
Además de los casos de tortura que lo involucran, cinco oficiales que estuvieron bajo el mando del entonces general Vides Casanova han sido acusados por el asesinato de cuatro monjas norteamericanas de la orden Maryknoll, y otros dos han resultado involucrados en la muerte a tiros de dos consejeros laborales estadounidenses que estaban en una misión oficial en San Salvador, conocida como la masacre del Hotel Sheraton (hoy Crowne Plaza).
Un miembro de la Junta de Apelaciones, Garry Malphrus, recordó en los alegatos el testimonio de Daniel Alvarado, quien es representado por el CJA como una víctima de torturas. El juez de la junta enfatizó que el gobierno de EEUU ha llevado a cabo una investigación independiente “en la cual determinó que Daniel Alvarado había sido torturado y acusado injustamente de matar a un consejero militar estadounidense. Y, además, en una reunión en su oficina, el embajador de EEUU en El Salvador había pedido a Vides Casanova directamente que liberara a Alvarado y castigara a su abusador”.
Malphrus señaló que Vides Casanova no hizo nada ante las peticiones del representante de Washington. "Eso no fue un liderazgo pasivo, esa fue una negativa a actuar". Así quedó registrado en la audiencia.
David Landau, abogado de apelación para el Departamento de Seguridad Interior del Gobierno de EEUU (DHS) indicó por su parte en la audiencia que “el sentido llano de la ley es que un acto de tortura o ejecución extrajudicial es suficiente para desencadenar la aplicación de la ley”.
Una ley antiterrorismo permitiría la expulsión del militar; fue aprobada a raíz de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 contra EEUU, para prohibir que violadores de derechos humanos entren o vivan en Estados Unidos. Ahora ha dado un giro hacia el pasado.
Los propios alegatos del ex ministro de Defensa se volvieron en su contra como un boomerang: el portavoz del organismo gubernamental señaló que incluso los propios testigos de Vides que son miembros del gobierno estadounidense, como los ex embajadores de EEUU David Passage y Edwin Corr, “admitieron que EEUU apoyó las investigaciones de violaciones de derechos humanos en El Salvador y aceptó que las violaciones de los derechos humanos se estaban produciendo en ese país durante el tiempo en que Vides Casanova fue ministro de Defensa”.
¿Hace mucho tiempo?: Una ley retroactiva
Landau, representante del Gobierno estadounidense (DHS), respondió a la queja frecuente del abogado Handel, quien menciona que estos eventos criminales de los cuales es señalado Vides Casanova “ocurrieron hace mucho tiempo en un país extranjero y, esto los hacía un tema inapropiado para la revisión de las decisiones del BIA”, el Bureau of Indian Affairs, una oficina gubernamental encargada de temas internos.
El representante de Washington reviró a la defensa de Vides que el BIA ha tomado muchas decisiones en las que estaba implicada la Política Exterior de EEUU, y que la Corte Suprema de EEUU ha establecido que el BIA es un "órgano de expertos" autorizado para hacer esos juicios sobre temas de Política Exterior.
En sus declaraciones finales, Landau destacó que no existen excepciones sobre el alcance de la ley: “si una persona ha asistido o participado de otro modo en un acto de tortura o ejecución extrajudicial, se le puede expulsar de EEUU”.
Landau abatió el argumento de que los delitos ocurrieron hace más de 30 años, al recordar a la sala de audiencias que la ley se aplica de manera retroactiva: “La tortura y el asesinato extrajudicial podrían haber ocurrido la semana pasada, el año pasado o hace 50 años, pero Vides era todavía susceptible de expulsión por su asistencia y participación en los mismos”.
Finalmente, la Junta tomó el caso bajo consideración y emitirá su decisión por escrito, en un tiempo próximo aún no determinado, de acuerdo con el reporte sobre la audiencia, que se desarrolló en un clima de escepticismo hacia los desesperados argumentos políticos del ex alto mando.
Entre los mayores crímenes en el mundo
En la sentencia tomada por el juez James Grim de Orlando, Florida, en agosto de 2012, fueron escuchadas y tomadas en consideración las conclusiones de la experta de la Universidad de Harvard, profesora Terry L. Karl, quien sobre la base de su experiencia en El Salvador, Centroamérica y EEUU llegado a las siguientes conclusiones, que son un extracto de un documento de casi 60 páginas:
1. Durante el mandato de Carlos Eugenio Vides Casanova, quien se desempeñó como Director General de la Guardia Nacional (octubre 1979-abril 1983) y más tarde como Ministro de Defensa (abril 1983-junio 1989), las Fuerzas Armadas de El Salvador y las fuerzas de seguridad participaron en un patrón y práctica de la tortura, detenciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones y otras violaciones graves de los derechos humanos. En la década en la que el general Vides Casanova ejerció comando y control decisivo sobre los efectivos de la Guardia Nacional y posteriormente la totalidad de las Fuerzas Armadas de El Salvador, estas violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos se encuentran entre las más altas tanto en el mundo como en la historia de América Latina.
2. Las Fuerzas Armadas, incluidos los militares y las fuerzas de seguridad salvadoreñas, fueron los responsables de la inmensa mayoría de estos abusos contra los derechos humanos. No obstante, a lo largo de la gestión de Vides Casanova como Director General de la Guardia Nacional y Ministro de Defensa, ningún oficial fue considerado responsable o procesado por estos abusos, ni una sola vez.
3. Carlos Eugenio Vides Casanova - como Director General de la Guardia Nacional y más tarde como Ministro de Defensa - apoyó activamente una estrategia de Terrorismo de Estado. Una línea dura conocida en uno de los regímenes militares más largos de América Latina: formó una alianza con los extremistas de derecha para llevar a cabo esta estrategia, llevó a cabo una de las fuerzas de seguridad más represivas de El Salvador, y permitió que un Escuadrón de la Muerte militar operara desde el interior de la Unidad de Inteligencia de la Guardia Nacional (S-2 o G-2, operada bajo el mando del fundador de ARENA, mayor Roberto D’Abuisson, N. de R.), donde él fue Director general. Él declaró abiertamente su apoyo a la represión, y amenazó personalmente a los civiles reformistas con la perspectiva de terror estatal.
4. Vides Casanova, tanto como Director General de la Guardia Nacional y como ministro de Defensa, sabía en forma explícita de la tortura, las detenciones arbitrarias y ejecuciones extrajudiciales cometidas por sus subordinados directos. Muchos incidentes de abusos graves contra los derechos humanos fueron llevados a su atención por el Vicepresidente de EEUU, el Secretario de Estado, y los embajadores de El Salvador, y por los partidos políticos salvadoreños, las Naciones Unidas y las organizaciones regionales de derechos humanos de América Latina.
5 Vides Casanova desarrolló en sus cargos una conducta de negación marcada por la intimidación, el engaño, la duplicidad, y la ofuscación de proteger a los violadores de derechos humanos, a encubrir la responsabilidad por crímenes contra los derechos humanos y obstaculizar justicia. Al hacerlo, se convirtió en un participante activo en estos abusos.
6. Este patrón se documenta en diez casos específicos: En las desapariciones de los casos Ventura/Mejia, Vides Casanova obstruyó la investigación. En los asesinatos de Bazzaglia/Toledo, Vides Casanova ignoró las evidencias e intentó intimidar a los testigos. En los asesinatos de líder del FDR, Vides Casanova no investigó los asesinatos de los miembros más prominentes de la oposición política civil. En la tortura del Dr. Juan Romagoza, Vides Casanova estuvo involucrado, directamente, no investigó y participó en el encubrimiento. En la masacre de Las Hojas, Vides Casanova no investigó y participó en el encubrimiento. En la tortura de Daniel Alvarado, Vides Casanova promovió a un autor conocido de torturas, lo que daría luz verde al abuso. En la detención y tortura de Carlos Mauricio, Vides Casanova no investigó, participó en el encubrimiento. En la masacre de San Sebastián, Vides Casanova falló inicialmente para llevar a cabo una investigación imparcial, con la ayuda de un oficial superior en el encubrimiento, y actuó finalmente sólo bajo la presión directa de EEUU. En el asesinato de cuatro religiosas estadounidenses, Vides Casanova tuvo pleno conocimiento de este crimen, no tomó medidas para enjuiciar a los uniformados involucrados y los protegía. En los crímenes del Ex Hotel Sheraton (hoy Princess) Vides Casanova está comprometido en un encubrimiento, protección de los autores conocidos, y más tarde los promovidos.
7. Como Ministro de Defensa, Vides Casanova no pudo castigar a los conocidos abusadores de los derechos humanos y, en varios casos prominentes, promovió estos violadores de los derechos humanos, señalando con ello que estos abusos eran aceptables. Mediante la colocación de funcionarios abusivos en posiciones de mando, como Ministro de Defensa dio una luz verde para la comisión de nuevos abusos contra los derechos humanos. De hecho, este tipo de abusos, especialmente las ejecuciones extrajudiciales, se siguieron produciendo.
8. En resumen, al no tomar las medidas razonables y necesarias para prevenir o detener a sus subordinados de cometer el asesinato, la tortura y las desapariciones; al encubrir el alcance de sus violaciones, y mediante la protección y la promoción de autores conocidos, Vides Casanova participó activamente en el ser humano abusos de derechos cometidos por otros miembros de las Fuerzas Armadas.
Contra esa masa de evidencias hay poca defensa posible. Junto con el general Guillermo García, ex ministro de Defensa, su antecesor, esos jefes militares dominaron las campañas contrainsurgentes desde el golpe de Estado contra el gobierno del general Carlos Humberto Romero, en octubre de 1979, hasta junio de 1989, poco antes de la masacre de seis jesuitas de la UCA y sus dos empleadas, cometida en noviembre de ese mismo año crucial. El CJA, con la abogada Almudena Bernabéu al frente, también lleva el caso de extradición a España del alto mando involucrado en el asesinato de los sacerdotes encabezados por Ignacio Ellacuría, denegada por la Corte Suprema de Justicia.
Martes, 11 Febrero 2014
https://www.alainet.org/en/node/83098?language=es
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