Las reuniones del Grupo del Mercado Común concluyeron con la aceptación Venezuela como miembro pleno, la creación de un parlamento regional y otras medidas en favor de una mayor institucionalización. Sin sorpresas de último momento, concluyó en esta capital la XXIX Reunión Ordinaria del Consejo Mercado Común. El ingreso de Venezuela como miembro plano, la creación de los Fondos de Convergencia Estructural y el Parlamento regional son los puntos más destacables del cónclave que se inició el miércoles y concluyó anoche. Luego de estas jornadas de debate y diplomacia, a los presidentes de las naciones intervinientes sólo les resta rubricar lo acordado y sacarse la fotografía de rigor. Mucho se había hablado sobre la cuestión venezolana. Y la mayoría de lo que se dijo, se cumplió: Venezuela se va a convertir en el quinto miembro pleno del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) aunque no en forma inmediata. Se estableció un “mix” entre la posición “inmediatista” defendida por la delegación argentina, y la postura “gradualista” sostenida por la diplomacia de Itamarati. Caracas puede participar de todos los encuentros políticos y técnicos que se realicen de aquí en adelante, pero no tendrá derecho a voto. Cuando haya adecuado toda su normativa a las disposiciones que rigen el funcionamiento del mercado austral entonces sí el Palacio de Miraflores va a exhibir la membresía de pertenencia. El estatus de Venezuela fue definido como “miembro pleno en proceso de adhesión”, en palabras del Subsecretario de Integración Económica de la Cancillería argentina, Eduardo Sigal. La letra del acuerdo marco de integración establece que las negociaciones definitivas -la letra fina- debe comenzar a más tardar el 15 de mayo próximo. ¿Qué debe negociar en lo inmediato la diplomacia de Caracas? Definir la reglamentación de la eliminación del doble cobro a los bienes que ingresen a su mercado doméstico. La aprobación del reglamento que va a regir la aplicación de los Fondos de Convergencia Estructural es de suma importancia para Asunción y Montevideo, los socios menores del bloque. Este fondo se asemeja a los que fueron establecidos en la Unión Europea (UE) hace años, previstos para que las naciones más atrasadas a nivel infraestructura reciban recursos para mejorarla. Dentro del Mercosur, le toca a Brasil cargar con la parte más abultada de la cuenta. Para 2006 están estipulados fondos por 100 millones de dólares, de los cuales la tesorería de Brasilia debe aportar 70 millones. Como contrapartida, Paraguay se va a ver beneficiado con inversiones en su territorio por 36 millones de la moneda norteamericana. Al igual que la UE dispone del Parlamento Europeo, el Mercosur decidió la creación de un equivalente regional. Su sede va a estar establecida en esta capital y partir de diciembre de 2006 debe comenzar a sesionar. A su vez, se retomó la iniciativa para realizar una reforma institucional amplia, que abarque la Secretaría del Mercosur, el mecanismo de toma de decisiones en el Consejo, y el funcionamiento del Grupo Mercado Común (GMC) entre otras iniciativas. México también mereció una mención de los diplomáticos. La nación azteca insistió con sus deseos de integración con el bloque austral, pero se le hizo saber que antes debe existir un acuerdo de libre comercio entre ambos actores, aunque se hizo saber a las autoridades mexicanas la disposición de los cuatro por reanudar las tratativas tendientes a su incorporación como Estado Asociado, carácter que revisten Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela. Las fuentes consultadas también destacaron la creación del Reglamento del Tribunal Permanente de Revisión, el Tribunal Judicial de Segunda Instancia del Mercosur, que completó el proceso de instalación jurídica existente. Los diplomáticos destacaron la importancia de este instrumento como vehículo de solución de diferencias. En referencia a las negociaciones que el Mercosur mantiene con otros bloques comerciales se acordó realizar una reunión de coordinación interna antes de cualquier otra negociación. En una decisión de alto peso ambiental, la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay reafirmaron su soberanía sobre el Acuífero Guaraní que en distintas oportunidades se especuló con declararlo patrimonio supranacional. Al firmar el Proyecto de Acuerdo sobre la citada reserva de agua dulce que se ubica en el subsuelo regional, el Mercosur sostiene como bloque la no injerencia en este valiosísimo recurso natural. Se puede sostener que en este encuentro a nivel técnico se cumplió con lo que se esperaba. Venezuela no podía bajo ninguna circunstancia convertirse en la quinta estrella de la bandera sudamericana de un día para otro. Pero se demostró que existe una sana intención de integrar a América del Sur. Ahora, sólo falta la firma de los presidentes. - Pablo Ramos, enviado especial a Montevideo, Agencia Periodística del MERCOSUR. http://www.prensamercosur.com.ar/