Cumbre de Córdoba

A las puertas de un nuevo MERCOSUR

23/07/2006
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Luego de tantos años perdidos, y a pesar de las dificultades, la Cumbre del Mercosur realizada en la ciudad de Córdoba el 21 de julio se presenta como un punto de inflexión. Hasta entonces, el Mercosur fue concebido con los buenos discursos protocolares de forma, pero de fondo no era más que ofrecerle a las corporaciones transnacionales un mercado atractivo para las famosas inversiones necesarias para nuestra subsistencia. Ahora, el Mercosur se plantea la existencia con lo nuestro. Los mandatarios ayer reunidos discutieron sobre proyectos que apuntan tanto a la soberanía nacional y regional, como a la independencia económica como trampolín para solucionar las desigualdades sociales. Está claro que estas políticas se verán a largo plazo y deberán sortear los palos en la rueda que se preparan para abundar más que para escasear. El debate que se deben cada uno de los países miembros del bloque, no es otro que discutir el futuro, más allá del presidente y corriente política de turno. Este es uno de los pies de barro que tiene el Mercosur, en cuanto no sea una política de Estado inalterable. La historia reciente nos demuestra el carácter cipayo del Mercosur comandado por Cardoso, Menem y Batlle, frente a las intenciones de un bloque con Chávez, Kirchner, Lula y Tabaré Vázquez; cuando antes los aliados eran Fujimori y Lagos (aunque en este último caso, el chileno, el signo no cambió demasiado). Las cumbres suelen ser minivacaciones presidenciales donde confluyen en un punto con sus comitivas a sacarse fotos con sonrisas dibujadas mientras sus comitivas llevan las negociaciones (y negocios) en los lobbys de los hoteles. Sonrisa, foto, abrazo, chiste al oído y hasta la próxima. El largo plazo, eso que se llama “política de Estado”, tiene que ser un debate central en todos los países miembros para redefinir el futuro latinoamericano, máxime hoy cuando el entendimiento es el más esperanzador. De no ser así, una nueva oportunidad histórica habrá pasado ante nuestros ojos si los dirigentes no llegan a estar a la altura de las circunstancias. Puntos destacados de la Cumbre del Mercosur •Integración económica: Hace tres años, el presidente venezolano Hugo Chávez comenzó a impulsar la idea de crear una banca sudamericana para que los países de la región no tengan que recurrir al Fondo Monetario Internacional en caso de necesidad por emergencia financiera. Lula fue la única voz que llamó a no crear más burocracia, pero lo cierto es que el proyecto integrador para un bloque avanzará hacia los carriles de una moneda única con una banca regional, y en tal sentido juega la estrategia de desendeudamiento del FMI de los países de la región. • Integración energética: El punto más conocido es el gasoducto propuesto por Chávez y Kirchner de crear un ducto que además de gas, pueda transportar otros hidrocarburos, que partiría desde Venezuela hasta la Argentina. El proyecto, ciertamente faraónico, jugaría un papel determinante en la región y más allá de aquellos medios que lo tildan de “delirante”, lo cierto es que las corporaciones (defendidas por los mismos medios) como Techint y Roggio, pugnan por entrar en esta construcción que tendrá un presupuesto imperdible. Desde el punto de vista político, dicho ducto atravesará Brasil, y en contra de los que dicen que es pura retórica, apenas asumió Evo Morales la presidencia, se plegó al proyecto para que el mismo pase por Bolivia mejorando las condiciones económicas del país. • Integración política: Esta cumbre presentó como flamante país miembro del Mercosur a Venezuela, que además es el país con mayores reservas petrolíferas del mundo, con capacidad de ser explotadas por 200 años, superando ya a Arabia Saudita. De este modo, las tres principales economías de Sudamérica, Brasil, Argentina y Venezuela, son parte de un mismo grupo que aún debe discutir el rol que jugarán los socios menores, como Uruguay y Paraguay. Como marcara Chávez en su discurso, “solos no vamos a ninguna parte”, y en ese sentido pareció entenderlo el mandatario uruguayo Tabaré Vázquez. Más allá de los problemas bilaterales por las papeleras de Fray Bentos, Uruguay comenzó a buscar señales de distensión con la Argentina y especialmente, a retroceder en las negociaciones de Tratados de Libre Comercio con los Estados Unidos ya que, en la práctica, el gobierno uruguayo sabe que obtendrá mejores beneficios económicos dentro del bloque que con las asimetrías con las que deberán lidiar con los Estados Unidos. Al mismo tiempo, cabe destacarse que no buscó tensar la cuerda como lo hiciera el presidente del Paraguay, Duarte Frutos, cuando mientras esperaba a Kirchner para discutir el futuro energético de la región, particularmente de Yaciretá, lanzó a correr por los medios que la Argentina condonaría una deuda al Paraguay por más de 5.000 millones de dólares, abortando la reunión bilateral antes que comenzara, tal como pretendían los Estados Unidos. En la zona paraguaya de la Triple Frontera, Estados Unidos instaló una base militar con el permiso de Duarte Frutos, bajo el pretexto de combatir al terrorismo, mientras monitorean y estudian las reservas del acuífero guaraní. Desde hace más de un mes, Estados Unidos está realizando ejercicios militares en la zona, junto a los ejércitos de Paraguay, Chile, Ecuador, Perú y Colombia. La señal política es que se negaron a participar de los mismos Uruguay, Argentina, Brasil, Bolivia y Venezuela. Por último, más alentador es aún la manifiesta intención de Evo Morales anunciando que Bolivia pretendía seguir el camino venezolano e ingresar como miembro pleno del Mercosur, por lo que el bloque no sólo se vería más fortalecido sino que sería la sentencia de muerte para la Comunidad Andina de Naciones, conformada por los acólitos de Washington, llámese Colombia, Ecuador, Perú y Chile. Así, Paraguay además se verá forzada a negociar dentro de los márgenes del Mercosur y no chicanear con acuerdos con los Estados Unidos para llamar la atención. Una señal de la soberanía política que pretende tejerse en el bloque, es la admisión de Venezuela al Mercosur en el preciso momento en que Estados Unidos comienza a ubicar a Chávez como uno de los miembros del famoso “Eje del Mal”. Aunque no se hizo público, Chávez fue respaldado por los mandatarios ante su próxima gira a Irán y Corea del Norte. •Integración militar: los agregados militares de todas las comitivas de los países del Mercosur, si bien admitieron que falta tiempo de maduración, el proyecto de un tratado de Defensa del Atlántico Sur es un hecho y se está avanzando, lentamente, sobre el mismo. Los principales problemas para esto son las asimetrías: Uruguay cuenta con fuerzas mínimas mientras que el presupuesto de las FF.AA. argentinas no está a la altura de sus pares, junto al clima de tensión que mantienen la vieja guardia represora ante el avance de la Justicia por los Derechos Humanos. Ese es el gran escollo argentino, con gran parte de la alta oficialidad adoctrinada por los Estados Unidos y la Doctrina de Seguridad Nacional. No obstante, una vez redefinido el rol de las FF.AA. argentinas, Brasil pudo preservar su desarrollo nuclear y avanzó sobre el desarrollo de tecnología de punta, siendo el único país sudamericano con capacidad de realizar lanzamientos espaciales, que se traducen en desarrollo de balística y aviación. Brasil tiene una considerable industria militar altamente desarrollada, mientras que Argentina cuenta con los mejores técnicos de la región y Venezuela con la mayor capacidad financiera para abaratar los costos de Defensa, aprovechando las condiciones a desarrollar en el bloque, ya que hasta ahora debe llevar una política de rearme con la compra de aviones caza, de transporte, helicópteros, tanques, submarinos y buques de guerra a Rusa, Francia y España, ante la constante amenaza de Estados Unidos. El Tratado del Atlántico Sur busca enterrar la falsedad de la OEA, conducida por Estados Unidos, que se patentó en el la guerra de las Malvinas, en 1982, cuando el único país del continente que ofreció asistencia concreta con efectivos a la Argentina fue Perú. Los dos diarios más importantes de la Argentina, Clarín y La Nación, buscaron poner como eje de la participación de Fidel Castro en la Cumbre del Mercosur, el conflicto por la médica Hilda Molina, imposibilitada de salir de Cuba, cuando la presencia del mandatario cubano respondía a un hecho histórico: la ruptura del bloqueo a Cuba impuesto por los Estados Unidos desde hace más de cuatro décadas. Desde la caída de la Unión Soviética y el Bloque Socialista, Cuba permaneció prácticamente aislada hasta el arribo de Hugo Chávez con quien comenzaron a llevar negocios adelante, con carácter solidario. Cuba, potencia mundial en el terreno de la Salud y la Educación, asiste a Venezuela en ambos campos, especialmente enviando médicos a las zonas más deterioradas de Venezuela, pero con la misión de capacitar a los médicos venezolanos. Este proyecto de capacitación, fue ofrecido por Fidel Castro al resto de los miembros del bloque. Asimismo, Venezuela vende a Cuba petróleo a un valor de 25 dólares el barril de crudo, cuando en el mundo supera el valor de 75 dólares. El bloque en su conjunto anunció la duplicación de los productos que podrán ser adquiridos por Cuba sin aranceles. En el caso argentino, Cuba tiene preferencia arancelaria sobre 1.300 productos y será elevado a 2.700 antes de fin de año. Trasladado esto al marco del Mercosur, Cuba tendrá acceso ahora no sólo a los hidrocarburos venezolanos, sino a la industria alimenticia argentina como también de otras materias prima, y a la industria automotriz argentina y brasileña, que no sólo abarca a los autos particulares, sino a las de mayor interés, que son los automotores de transporte, tractores y maquinaria. En este mismo terreno Brasil podrá proveer a Cuba de su industria pesada desarrollada en el polo de San Pablo, la industria farmacéutica que llevan adelante desde hace años con una política seria de asistencia social, y tecnología medicinal en todo los terrenos. Esto como base. Si bien no se habló abiertamente de la “ruptura del bloqueo”, lo cierto que este avanza progresivamente y luego de la resistencia cubana, Fidel Castro tendrá asegurado mejores vientos en lo que queda de su vida, y esta determinación soberana de los países del Mercosur, es además una mojada de oreja para el Imperio. Fuente: Investigaciones Rodolfo Walsh http://www.rodolfowalsh.org/

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