Caía la tarde de un primero de agosto y don Sebastián Romero, llegó a su humilde casa de Loma Pyta, en la periferia de Asunción, con el resonar fresco aún en sus oídos de la tragedia ocurrida hace exactamente dos años en el Supermercado Ikua Bolaños. Todos los medios sin distinción, durante esa jornada se hacían eco del segundo aniversario de la tragedia que se llevó a más de 400 paraguayos y paraguayas de todas las edades que aún esperan justicia. Una familia de 7 hijos con solo una madre con trabajo estable, se disponían a cenar. Romero, un ex albañil que viene esperando desde hace varios años la reparación económica y moral que lo tuvo como víctima de apremios ilegales y tortura durante la dictadura de Strossner, pensó entre preocupado y satisfecho, que la tortilla que estaba cocinándose como único plato, repondría las fuerzas de esa prole numerosa. “En la cena nunca tenemos mucho mas” le dijo secamente al ministro de hacienda de Paraguay, Ernst Bergen, luego de su periplo por las altura de la torre de FM TRINIDAD. “Cuando estábamos a punto de cenar se acabó el gas y ahí se acabó todo”. “Lo único que teníamos eran 5000 Guaraníes (menos de 1 dólar) para el pasaje de mi mujer hacia su trabajo. Esto no puede seguir así y allí tomé la determinación. Hace varios años que espero la indemnización a las víctimas de la dictadura. Ahí mismo hice la carta explicando los motivos, solicitando la presencia del ministro de hacienda, una periodista de la radio me recibiría la carta dado que me conoce pues varias veces he hecho mi reclamos por esa emisora sin ninguna respuesta y como puedo llegar caminando elegí ese lugar. Al día siguiente muy temprano, carta en mano y con la decisión de aguantar hasta las 12:30 hs, llegue a Radio Trinidad, entregue el sobre en la recepción y luego de despedirme de mi amiga periodista en el segundo piso, algunos minutos después de las 7:40 hs, me encaminé directamente a la torre para cumplir con mi misión. El ministro de hacienda, monseñor Melanio Medina, los miembros de la comisión Verdad y Justicia que vienen llevando las causas de las víctimas de la dictadura stronista y este testigo de cargo no terminábamos de dar crédito a las palabras de Sebastián Romero quien decidió abandonar su atalaya luego que el ministro de haciendo se hizo presente poco antes de las 11:00 hs. Interrogado por la comisión negociadora sobre las razones de poner fin a su vida y si algo le faltaba a este relato, el propio Sebastián Romero en conferencia de prensa ante todos los medios del país, levantó de improviso su camisa dejó ver la cicatriz intacta que le acompaña desde las épocas de plomo con un riñón menos. Estoy esperando desde hace años y me harté de esperar en esta democracia, dijo en medio de una maraña de cables y micrófonos. Unos metros más allá su familia abrigaba una nueva esperanza con las promesas de un ministro de hacienda que le prometió recibirlo mañana en planta baja. - Arturo E. Bregaglio es director de FM TRINIDAD