Está ya en las librerías mi nuevo libro, con el título del encabezado, que complementa a “La mosca azul”, editado el año pasado. Muchos lectores esperaban encontrar en el libro del 2006 revelaciones sobre los entretelones del poder. Ahora sí, van a saber cómo fue mi día a día en el corazón del poder: el palacio de Planalto.

“Reflexiones sobre el poder” es el subtítulo del primer libro. En éste, “Calendario”, predomina la descripción de dos años de trabajo en el gobierno de Lula. El deber de dar cuenta al presidente de mis actividades hizo que, en la primera semana de cada mes, le enviase un informe minucioso de lo que hice en el mes anterior. Ésa es la materia prima del nuevo libro.

Le ofrezco al lector, que a través de sus impuestos pagó mi salario los años 2003 y 2004, los avances y retrocesos del programa Hambre Cero; por qué la Bolsa Familiar dejó de lado la participación de la sociedad civil; las tensiones en el gobierno en lo tocante al rumbo de la política económica, a contrapelo de las políticas sociales; las fallas de la comunicación oficial; las críticas y sugerencias que hice al presidente a través de conversaciones y de cartas (reproducidas en el libro); la ardua conquista de la demarcación del área indígena Raposa Serra do Sol; Las reuniones ministeriales; y otros episodios vividos y presenciados por mí.

En una República (res pública, cosa pública) todo debiera ser de pleno conocimiento de la población, excepto lo tocante a la seguridad del Estado. Por eso me sentí en el deber de sacar a la luz esa participación durante los dos primeros años del gobierno de Lula.

No quise esperar a que se asiente la polvareda para publicar el libro. El respaldo del primer mandato es también mi sugerencia para el segundo. Aun hay tiempo para que la esperanza venza al miedo. Pero para ello es necesario que todos estemos convencidos de que el verdadero poder reside en nuestras manos. Los políticos son nuestros empleados. Nosotros los mantenemos y por tanto tenemos el deber y el derecho de cobrar, de exigir, de proponer, reduciendo la enorme distancia que aun hoy separa a los electores de sus representantes encastillados en sueldos astronómicos y corruptelas obscenas.

“Calendario del poder” es mi diario de a bordo, y en él invito al lector a conocer mejor las entrañas del poder, tal como funciona protagonizado por hombres y mujeres que están hechos de la misma materia que nosotros -barro y soplo- pero que no siempre cultivan la sensibilidad hacia la voluntad popular, que se dejan despersonalizar por la función que ocupan y, de ese modo, invierten la óptica democrática: pasan a mirar al pueblo de arriba abajo.

Fui feliz durante esos dos años de gobierno de Lula. Me sentí honrado por la invitación presidencial a trabajar en la movilización social del programa Hambre Cero, la única política social de un gobierno que alcanzó el prestigio de una marca líder. Por desgracia, Planalto no supo absorber el potencial de movilización de miles de personas e instituciones que, fuera del Brasil se interesaron por el programa. Hoy día, reducido a la Bolsa Familiar, todavía no ha encontrado su verdadero sentido.

Frei Betto es escritor.

Traducción de J.L.Burguet