La recentralización en el Gobierno Uribe

16/08/2007
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“…Colombia es un país muy descentralizado y eso lo vamos a cuidar…1

Álvaro Uribe

Y así parecía ser cuando en su discurso de posesión para el período 2006-2010 cuando señaló “La democracia es el derecho del pueblo que demanda el equilibrio en los órganos de poder, entre ellos y en sus relaciones con el ciudadano”2; sin embargo, y contrario a las promesas escritas en sus planes de desarrollo, este gobierno ha venido imponiendo una ruta camino a la recentralización, siendo sus instrumentos más fuertes los consejos comunitarios y el acto legislativo de 2006, de recorte a las transferencias. En efecto, las propuestas de eliminación de los departamentos, fortalecer las asociaciones municipales, crear las regiones y acabar la corrupción departamental, realizadas en los 100 puntos del Manifiesto democrático, hoy día se han reducido a los consejos comunitarios.

Con el gobierno Uribe finaliza la historia de la descentralización que comenzó en la última parte de los años sesenta, cuando se instauró la transferencia automática de ingresos de la Nación, lo que luego fue complementado con la creación del situado fiscal (ley 46 de 1971). A partir de allí el país inició un camino hacia el logro de una mayor autonomía por parte de los entes territoriales, a una mayor incorporación del ciudadano en la construcción de lo público democrático, así en 1983, con la Ley 14 de 1983 se concedió mayor autonomía a los concejos municipales y en 1986 al instituirse la elección popular de alcaldes, se dan grandes avances en el proceso de descentralización, el cual obtiene un nuevo impulso por el constituyente de 1991. Sin embargo la situación actual nos devuelve casi 40 años en la historia.

Los consejos comunitarios

Según José Obdulio Gaviria el mayor legado del presidente Uribe son los Consejos Comunitarios, los cuales según Gaviria, profundizan la descentralización, pues en ellos el Presidente resuelve a diario los problemas locales.

Tal parece que al gobierno y sus voceros se les olvidó que la descentralización en su sentido político, administrativo y democrático, no se refiere al traslado del despacho presidencial de la Casa de Nariño a la plaza local; sino que, en su sentido democrático, político, administrativo e incluso social significa un equilibrio de poderes entre el nivel central y los entes territoriales, la flexibilización de las competencias y la asignación de recursos, la disminución del nivel central y el mayor compromiso y responsabilidad de competencias y recursos por parte de los entes territoriales; principios que entre otras cosas han dado impulso a procesos como la planeación participativa, procesos que han sido reemplazados por los consejos comunitarios, los cuales son la expresión de un Estado intervencionista y responden al modelo Uribista, el cual se erige sobre la centralización del poder y la microgerencia, debilitando la democracia y fortaleciendo el esquema presidencialista en Colombia.

El recorte a las transferencias desmonta la descentralización

Con la aprobación del recorte a las transferencias, se resta autonomía territorial, y genera un desequilibrio de poderes entre lo nacional y lo local, generando consecuencias graves sobre la descentralización. Este recorte significa concentrar recursos y capacidad de decisión en el gobierno central, y restar poder y capacidad de inversión a departamentos y municipios, posibilitando que estas inversiones se puedan realizar desde el gobierno central, tal como ya se ha evidenciado en el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2010. No se debe olvidar que las transferencias en ningún momento fueron una concesión del gobierno colombiano, sino que son componente fundamental para cumplir un acuerdo político expresado en mandato constitucional: la descentralización. Por lo tanto, lo que está en juego no es sólo el monto de asignaciones, sino la democracia participativa: “De lo que se trata es de recentralizar el país bajo la vieja fórmula de la Constitución de 1886. Estos recursos irán principalmente a fortalecer el presidencialismo y el centralismo en manos de la institución presidencial y de sus instrumentos directos como por ejemplo Acción Social que se ha convertido en un superministerio el cual depende directamente de la Presidencia de la Republica.”3

Todo lo anterior no es otra cosa que retornar a viejos esquemas en que el gobierno central es ejecutor de políticas cuando debería ser definidor de éstas, posibilitando el fortalecimiento de viejas prácticas políticas clientelistas, así como a la dependencia de los municipios al poder centralista y presidencialista.

Notas

1 Alocución del presidente Álvaro Uribe Vélez - mayo 15 de 2007 (SNE)
2 Discurso de Álvaro Uribe Vélez en la ceremonia de posesión como Presidente de la República de Colombia para el período constitucional 2006-2010, Bogotá, D.C., agosto 7 de 2006
3 La Descentralización en serio riesgo: Pedro Santana Rodríguez. Mayo de 2007.

Martha Yaneth Sandoval

Asesora del equipo económico y social

Corporación Viva la Ciudadanía

Fuente: Semanario Virtual Caja de Herramientas Viva la Ciudadanía Nº 75
http://www.vivalaciudadania.org


https://www.alainet.org/es/active/19156
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