Posibles causas del revés del SÍ

06/12/2007
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
El SI perdió y ciertamente fue derrotado por la abstención de unos tres millones de electores que en las elecciones pasadas votaron por la reelección del comandante Hugo Chávez.

Perdió por un punto, por muy pocos votos; pero igual hubiera perdido si se hubiera registrado a su favor una ventaja similar o simplemente muy pequeña.

El SI necesitaba remontar y no lo hizo. Por eso el voto duro por el NO de la derecha y de la contrarreforma logró sobrepasarlo sin que eso implique crecimiento de sus componentes. Más bien expresó su estancamiento.

Pero desde una óptica revolucionaria el análisis no debería quedarse en lo relativo a ese precario triunfo de las derechas, sino que tenemos el deber de incursionar en los porqués de esa abstención que tanto afectó la viabilidad de las avanzadísimas reformas propuestas por el Presidente Chávez.

Perdimos una pequeña batalla, sufrimos un revés después de una larga cadena de triunfos. Y lo digo incluyéndome, porque me siento parte de ese proceso hacia la revolución y de sus anunciadas y refrescante perspectivas socialistas.

No se trata de algo catastrófico, ni de una derrota estratégica, sino de un revés en el intento de dar un paso de avance de mucho valor, pero no decisivo para el destino del proceso.

 La propia CIA fue sorprendida

El fenómeno es de todas maneras digno de estudio y reflexión.

Los resultados, tal y como se presentaron la noche del domingo 2 y la madrugada del lunes 3 de diciembre, no eran ni siquiera esperados por el jefe de la Estación de la CIA en Venezuela, que en su “Memorando Confidencial” del 20 de noviembre del 2007 dirigido al director de la Agencia en Washington planteaba lo siguiente:
“Tal como lo puntualicé en el informe precedente, las tendencias de intenciones de voto se mantienen. Hasta ahora las distintas mediciones realizadas, incluidas las nuestras, le dan al SI una ventaja entre 10 y 13 puntos (57 % SI, 44% NO).Tal estimación porcentual se dan en el marco de una abstención que ronda el 60% de los votantes inscritos.”

“Nuestros análisis, observan que esta tendencia es irreversible en el corto plazo, es decir, en los próximos quince (15) días no se pueden modificar esos porcentajes de una manera significativa.”

“Por otro lado, la campaña publicitaria promovida por el Plan y las deserciones de las filas gubernamentales (Podemos- Baduel, por ejemplo) han logrado quitarle a Chávez 6 puntos en su posición de arranque inicial, tal como NO había ocurrido en otras campañas, donde ha partido con una ventaja entre 15 y 20 % Sin embargo, se puede esperar un congelamiento del impacto esperado, ya que tales tendencias tocaron piso.”

“En tal sentido, esta oficina recomienda ejecutar lo previsto en el Plan para la Operación Tenaza en el caso de consolidarse en los próximos días este escenario.”

“Como es de su conocimiento hemos propuesto un abanico de respuestas, entre las que están:”

“Impedir el referéndum o desconocer sus resultados aún cuando se llame a votar por el NO. “

“En términos de orientación táctica estas bisagras pueden dar la impresión de ser contradictorias, pero para el momento político coyuntural es necesaria su combinación. En los días que quedan podemos seguir fortaleciendo las actividades que apuntan a impedir el referéndum y al mismo tiempo preparar las condiciones para desconocer los resultados del mismo.”

“En el acondicionamiento político del no reconocimiento de los resultados del referéndum, ha resultado importante la creación de la matriz de opinión sobre un triunfo seguro del NO y en tal sentido seguiremos trabajando con las encuestadoras que hemos contratado. Al mismo tiempo que mantenemos una sostenida campaña por el NO, se viene trabajando en la crítica al CNE y su conexión con una serie de trampas, lo cual genera en la opinión pública la sensación de fraude.”

“En este contexto, empantanar el acto de votación el día 2 de Diciembre es consustancial con la premisa de VOTA Y QUEDATE para poder producir una implosión que nos permita ejecutar la directiva ya establecida en la Operación Tenaza.”

“La premisa de la no violencia y las exigencias operacionales que se contemplan en el Plan”

“Particular importancia tiene los contactos y reuniones con los oficiales de los diversos componentes, particularmente de la Guardia Nacional.”
(Memorandum Confidencial. De Michael Midleton Steere, US Embassy a Michael Hayden, Director Agencia Central de Inteligencia. Asunto: Avance de la Fase Terminal de la Operación Tenaza)

La Operación Tenaza incluía tambien un dispositivo militar conspirativo con base fundamentalmente en la Guardia Nacional, movilizaciones violentas y operaciones militares encubiertas desde Colombia y desde Brasil.

El triste rol de Baduel y de Podemos

Es claro que la posición asumida por el ex-Ministro de la Defensa, general (R) Isaías Baduel y por el partido Podemos, quienes hasta hace unos meses participaban en el Gobierno de Chávez, le restó un puntaje pequeño pero decisivo al SI y fortaleció en una forma limitada, pero importante, el No. Y además, posiblemente, junto a otros factores todavía mucho más influyentes, contribuyeron a desplazar hacia la abstención a muchos electores que votaron rojo rojito en las pasadas elecciones.

Ese desprendimiento, esa disidencia, que pudo tener inicialmente fuertes motivaciones en el interés de crear una especie de centro político, ubicado entre Chávez y la derecha dura; que pudo tener motivaciones generadas por factores secundarios (entre ellas afanes de principalías, visiones mas moderadas etc.), objetivamente se desplazó hacia la derecha y le hizo el juego a sus planes, aportándole ciertos flujos de los que antes no disponía.

Ese desprendimiento actuó inicialmente contra la profundización del proceso hacia la revolución, contra el marco referencial de las nuevas perspectivas socialistas, y finalmente, por múltiples motivos, hizo causa común con lo peor del país.

En procesos polarizados entre revolución y contrarrevolución, las diferencias iniciales de ese tipo deberían ser tratadas con sumo tacto y fina inteligencia para no servir al campo contrario y evitar quedar entrampado en sus redes, tal y como le pasó a estos señores.

.No pocas veces el cruce de acciones y reacciones negativas contribuye a rupturas irreversibles, que sirven de caldo de cultivo a renegaciones y virajes imperdonables a favor de la contrarrevolución.

De todas maneras el volumen de la abstención de electores que el año pasado ya habían dado el apoyo a la reelección de Chávez y a su fuerte discurso anticapitalista y pro-socialista, es demasiado grande para explicarlo solo a partir de esos hechos.

Por eso creo muy útil, continuar la reflexión y la búsqueda que permitan detectar las fallas propias, los errores gruesos en las políticas ejecutadas y en los énfasis de la campaña.

Pienso que atribuirle estos resultados al poderío mediático de la reacción y la campaña sucia de los medios escritos y electrónicos es un juicio superficial, puesto que esa realidad imperó tambien en otras elecciones y se lograron mejores resultados.

Considero que podrían existir causas más importantes vinculadas a ese revés coyuntural.

El tema de la reelección sucesiva o continua.

Este tema fue sin dudas el más controversial y el más manipulado de todos, y ciertamente toca fibras y sentimientos muy sensibles en sociedades como las nuestras. Esto independientemente de que en Venezuela exista uno de los sistemas electorales más pulcros, eficientes e invulnerables a las trampas y fraudes y de que tenga plena vigencia el principio de la revocación del mandato, lo que minimiza sus aspectos negativos

 Pero de todas maneras la reelección sucesiva, continua, o infinita… tiende a despertar demasiadas suspicacias, porque se presta a especular sobre la intención de fundir a perpetuidad la presidencia república con el liderazgo político del proceso.

Da la sensación –independientemente de los recursos institucionales que garanticen la competencia democrática- de perseguir siempre el cargo desde el cargo, de pretender usar el poder para permanecer en él, de acaparar, de negar oportunidades, incluso a otros potenciales líderes revolucionarios.

Se presta a reiterar siempre y de por vida –independientemente de sus méritos- la misma candidatura, a polarizar con la derecha desde el mismo liderazgo y desde el mismo cargo público.

Además tiende a generar incondicionalidades dañinas y tiende a limitar la búsqueda de hegemonía a través de un abanico de opciones y métodos, que si bien deben incluir en forma relevante el liderazgo principal, su despliegue exitoso no debe depender solo de ese factor.

Peor aun si esa propuesta se convierte en un tema exagerado de campaña, si se le estruja el liderazgo (aun muy bien ganado) a los adversarios, a sectores intermedios y a aliados débiles, y se da la impresión de transformar la potencia en prepotencia; si se habla no solo de posibilidad de reelegir, sino además de postulaciones sucesivas y de futuras victorias sucesivas, esto es, de permanencia en la presidencia por largo plazo. (“Ocho años más y después hablamos”, “Chávez hasta el 2050”).

Esto, repito, toca fibras sensibles en sociedades con fuerte cultura caudillista y permite hacer comparaciones odiosas; muchas veces infundadas, pero siempre eficaces para sembrar dudas y confundir.

 Liderazgo y funciones estatales y partidarias

Esto no lo digo ahora. Sobre este tema inicié una reflexión que fue recogida en un extenso artículo publicado en Kaosenlared y otros importantes medios digitales a partir del 28 de agosto del 2006, bajo el título “Liderazgos, Cargos y Reelección”. Y creo ahora oportuno volver sobre sus pasos, incluyendo aquí algunos fragmentos sobresalientes del mismo:

“Las grandes revoluciones políticas y sociales- subrayaba entonces- generalmente tienen grandes líderes o liderezas.”

“Ellos, ellas, por lo que han significado y significan  dentro de esos acontecimientos históricos para las clases y sectores explotado y excluidos (as), tienen un profundo calado, son muy queridos(as) y respetados(as) y son, en consecuencia, sumamente necesarios(as). Y mientras más se profundiza el cambio social, político y cultural, enfrentado a poderosísimas fuerzas enemigas, y más consecuentes son con los anhelos de la sociedad, más necesarios(as) se tornan y más se entiende la necesidad de su permanencia en cargo relevantes”

“Es formidable contar en tales procesos con líderes brillantes, audaces, visionarios(as).”

“A ellos, a ellas, hay que preservarlos, ayudarlos, acompañarlos (as) y respaldarlos (as) desinteresadamente.”

“Sin embargo, no creo- a la luz de la experiencia histórica- que sea beneficioso para ellos(as), para los pueblos y los procesos que lideran, cargarlos de funciones, asignarles roles diferentes y superpuestos, y auspiciar que se reelijan de por vida en la más altas funciones de Estado; a veces, por demás, acompañadas de las más altas funciones del partido o del movimiento político.”

“Y esto es todavía más improcedente cuando no existen mecanismos para revocarlos al margen de las elecciones ordinarias y cuando las competencias electorales pueden ser vulnerables a métodos antidemocráticos.”

“Pienso que no es malo, sino bueno, que un líder pueda ser hoy presidente de la república y mañana primer ministro.”

“Hoy presidentes y mañana solo secretario general o dirigente del partido…”

“Si es líder de verdad siempre lo será, sobretodo si no comete errores graves que lo hagan perder su influencia bien ganada.”

“Ellos, ellas- independientemente de las funciones temporales que ejerzan (partidistas, sociales o gubernamentales…)- tienen la virtud de influir y de crear hegemonías. Y pueden hacerlo en función y en favor de otras personas, de otros (as) candidatos, cuando presentan condiciones para lograrlo.”

“Ellos y ellas pueden ser mejores si se rotan en las funciones y contribuyen a la creación de reales direcciones colectivas, a pesar de su enorme e indiscutida gravitación política y social.”

“Las reelecciones sucesivas e indefinidas no son las únicas fuentes del caudillismo y de la anti-democracia, pero pueden favorecer tendencias negativas; además dar la apariencia de lo imprescindible y crear resistencia, voluntaria o no, a la rotación en las funciones públicas más importantes y a la participación colectiva en las decisiones.”

“La fusión del partido con el Estado es todavía peor, independientemente de que coexista o no con la reelección presidencial indefinida o las reelecciones sucesivas en otras funciones públicas.”

“El estatismo burocrático integral (político, económico, ideológico, comunicacional…) por igual es altamente perjudicial, puesto que genera un alto grado de uniformización de los medios de comunicación; un alto grado de censura y autocensura que afecta sensiblemente la libre discusión, el debate democrático y la auto-superación del proceso.”

“Y esto sin ponerme ahora a analizar la gran perversidad encubierta de la llamada democracia representativa, porque en este trabajo me he propuesto reflexionar fundamentalmente sobre los problemas históricos y actuales que pueden deformar los procesos revolucionarios; sin entrar en el examen y la denuncia del carácter antidemocrático de la hegemonía de las oligarquías capitalistas y del gran capital transnacional, del despotismo neoliberal y la dictadura mediática, con o sin pluralismo partidocrático.”

Y refiriéndome al caso venezolano agregué:

“En Venezuela existen elecciones democráticas no adulterables sustancialmente desde el gobierno. Pocos sistemas electorales en el mundo son tan libres y tan invulnerables al fraude.”

“Pero además en Venezuela existe la figura constitucional del referéndum revocatorio.”

“En ese país incluso consagrar constitucionalmente la reelección indefinida y sucesiva no es sinónimo ni garantía de su imposición por factores ventajosos de poder.”

“La consagración constitucional de tal posibilidad parece estar sobretodo motivada por la necesidad de asegurar la sucesiva derrota electoral de las derechas e impedir en próximas coyunturas electorales la victoria contrarrevolucionaria desde el gran poder competitivo del liderazgo del comandante Chávez.”

“Esto así porque al parecer existe la inseguridad o el temor de que si no es con Chávez candidato, no se gana o es mucho más difícil ganar. Y perder la presidencia del país en trance de revolución es perder demasiado.”

“Esta es sin duda una razón fuerte, porque el proceso de cambios debe de estar por encima del factor que analizamos a pesar de toda su validez.”

“De ser así esta debe considerarse como una de las debilidades del proceso que amerita ser pensada y superada, buscando a futuro próximo soluciones que eliminen o minimicen el riesgo.”

“De todas maneras es muy importante no convertir la necesidad temporal en ley del proceso, más cuando a todo proceso revolucionario desatado le conviene no depender permanentemente del gran liderazgo individual que lo ha encarnado.”

En cuestión la oportunidad de la propuesta sobre la reelección indefinida

 
Además de estas consideraciones, todo hacía pensar que esta no era la oportunidad para someter al debate otro u otros periodos más para el presidente Chávez.
 
Chávez esta recién reelecto y tiene de ahora hasta 2012 amplias posibilidades de ejercicio de poder en función de las transformaciones planteadas.

El tema, por demás, podría esperar y ser tratado más limitadamente y más puntualmente (otro periodo), sobre todo sí resultaba imperioso hacerlo; amén de la posibilidad de crear nuevas situaciones que lo hicieran innecesario y posibilitaran el ejercicio de ese inmenso liderazgo independientemente del cargo y de la función de Jefe de Estado o presidente de la república.

Convenía a mi entender dejar a un lado la consagración de la reelección indefinida, sucesiva o continua; que por demás fue vinculada a la extensión del periodo presidencial a 7 años; dando pie a una contracampaña que en cierta medida colocaba la propuesta a la defensiva.

En tales circunstancias era menos vulnerable a la crítica y menos proclive a la manipulación no mezclar el tema de la reelección sucesiva con las trascendentes transformaciones institucionales, sociales, económicas y culturales que contiene el paquete de reformas.

Pienso que era más conveniente centrarse en el debate del tránsito al socialismo, del nuevo socialismo, de las formas de propiedad en ese proceso, de la geometría del poder, de la descentralización del poder, del poder popular, de la soberanía de los recursos naturales, de los derechos de la mujer, los pueblos originarios, los(as) jóvenes, la nueva democracia...

En torno a esos temas la oposición podía ser fácilmente situada a la defensiva. El debate podría tener menos ruidos y la manipulación perder espacio, porque así lo programático de alto interés popular y nacional -y no la presencia indefinida del presidente en el cargo- pasaba a ser lo dominante.

Ese debate, el debate relacionado con el contenido del proceso tránsito al socialismo en el Siglo XXI, a mi entender debió darse sin otras interferencias, sobre todo después que el presidente Chávez había sido reelecto con las banderas del socialismo bolivariano en alto.

Retrasos en la depuración, la renovación y los cambios estructurales

“Cuando el rio suena es porque agua trae”.
Y hago referencia a este refrán popular porque desde hace algunos años amplios sectores populares pro-Chávez y pro-revolución bolivariana, vienen planteando, más o menos soterradamente, más o menos abiertamente, su gran preocupación por la creciente presencia en el aparato gubernamental y estatal de funcionarios, que tras su expresión de lealtad a Chávez, esconden el uso indebido de sus funciones públicas y de su poder, encubren la reproducción de prácticas similares a la partidocracia tradicional y muy propias del periodo de la llamada “IV República”

La queja se generalizó bastante y desde ella se señalaba a determinadas figuras relevantes del nuevo régimen.

En septiembre del 2006, a propósito del proceso hacia la construcción del “partido único” de la revolución escribimos lo siguiente sobre ese y otros temas importanres:

“El proceso hacia la Revolución Bolivariana - definido su curso antiimperialista, y cada vez más encausado hacia orientaciones anticapitalistas y pro-socialistas por la extraordinaria influencia del liderazgo de Chávez – necesita avanzar más aceleradamente en cuando a la conformación de su vanguardia colectiva, de su programa, de su estrategia y el proyecto de socialismo y sociedad que enarbole. “

“Tiene un gran líder, firme, inteligente, sensible, capaz, valiente, audaz y cada vez más apropiado de las ideas revolucionarías.”

“Tiene un pueblo humilde cada vez más conciente, revolucionario y combativo.”

“Tiene muchas organizaciones, grupos y personas revolucionarias, partidarias de las democracias participativas y protagónica y de las ideas socialistas, que a la vez están afectados por altos grados de división, dispersión y sectarismo.”

“Tienen también, dentro de la avalancha bolivariana, no pocos dirigentes y militantes políticos oportunistas, proclives a la corrupción y a la politiquería tradicional.”

“Entre ellos los hay que definen el socialismo del siglo XXI en términos socialdemócratas, e incluso están influido por ideas neoliberales.”

“Los hay simplemente desarrollistas, y en el fondo, pro-capitalistas; aunque expresando formal lealtad al liderazgo de Chávez.”

“Existe además, mucha dispersión y escasa elaboración respecto al tema del socialismo del siglo XXI, junto a una gran debilidad formativa.”

“Esto pasa en el plano militar y en las fuerzas civiles.”

“Aun con una derecha torpe y declinante, es todavía fuerte la influencia de los antivalores que predominaron durante la llamada IV República bajo el liderazgo adeco y copeyano (clientelismo, carrerismo, facilismo, amiguismo, nepotismo…)”

“Esa “cultura” ha infectado parte de las filas pro-Chávez, sobre todo en el gran partido electoral que es el Movimiento V República (MVR), y no solo.”

“A esa “cultura” se le agrega el enorme peso de la “cultura petrolera”, hija de la abundancia de dinero, del predominio abrumador de la renta petrolera en su economía (en el Estado y en a sociedad); generadora de un alto grado de parasitismo, de la práctica del “dao”, de las salidos fáciles, del derroche y el dispendio de recursos.”

“Esto infecta en alto grado el quehacer político, fomenta el paternalismo y estimula el menosprecio al sacrificio individual y colectivo, embotando el aporte voluntario. Mella la conciencia y la moral revolucionaria.”

Y luego agregué:

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela se convirtió así en el programa del primer tramo de este nuevo proceso revolucionario. Su empleo como tal ha contribuido a elevar extraordinariamente el protagonismo de amplios sectores de la sociedad.”

“Pero esa avanzadísima constitución ha coexistido con un aparato estatal, leyes y normas que reproducen viejas prácticas y viejos vicios; normas y prácticas que garantizan la convivencia con la burocratización y las ineficiencias, y facilitan bloqueos y sabotajes que afectan la buena marcha y la velocidad de los cambios.”

“De esto resulta una mediatización de la renovación de la gestión de gobierno y de la hegemonía revolucionaria en el aparato estatal, tanto en órganos elegibles como en instancias permanentes (aparatos de los ministerios, cuerpo diplomático, poder judicial, fuerzas armadas, policías, órganos de seguridad…)”

“Y mezclado con la notable influencia de las “culturas política” de la Cuarta República y del Estado rentista petrolero, recicla prácticas de corrupción y otros males del pasado.”(Hacia la Nueva Democracia y el Nuevo Socialismo. Págs. 118-122. Narciso Isa Conde.  Editora Tropical)

A raíz de las elecciones presidenciales de diciembre del 2006 todo parecía indicar que el Presidente Chávez estaba listo para enfrentar de inmediato esa situación.

Su discurso se fortaleció en cuanto a su determinación de erradicar la corrupción, de fortalecer la ética revolucionaria, de renovar las prácticas de gobierno, de impulsar los cambios necesarios y urgentes.

La respuesta del pueblo fue formidable y eso explica la reducción de la abstención en esos comicios y el enorme respaldo que recibe la re-postulación de Chávez.

No se trataba, claro está, de un “cheque en blanco”, sino de un compromiso de doble vía.

Pienso que ese compromiso se debilitó parcialmente en el corto plazo por varias razones.

Porque los protagonistas y beneficiarios de la corrupción no fueron enfrentados a lo largo de todo un año.

Porque los cambios estructurales hacia la socialización, los cambios que podían debilitar aun más a la derecha (que de todas maneras en esas elecciones logró unificarse y alcanzar más de cuatro millones de votos), fueron relegados para después de la esperada consagración de las reformas constitucionales que ampliarían su horizonte estratégico y su profundidad, a pesar de que no pocos de ellos podían ser implementados apoyándose en la Constitución vigente.

En ese orden me parece que se perdió un tiempo precioso, se desaprovechó el rudo golpe dado a la oposición de derecha, se le dio oportunidad a su recomposición, se dio pie a un cierto desaliento popular y se concedió tiempo a las fuerzas oportunistas, a las partes blandas del régimen, para seguir actuando con su vieja lógica degradante.

Entonces, se descansó casi únicamente en el inmenso liderazgo popular del comandante Chávez, se le impuso demasiada carga, tanto que la campaña por SI a las reformas constitucionales (contentivas de valiosos e impactantes fórmulas de socialización y democracia de base) fueron cruzadas por el tema de la permanencia indefinida del presidente-líder y no fueron acompañadas de inmediato por el cumplimiento de las promesas y oportunidades de acción contra la corrupción, ni por renovación institucional, ni por al reducción del poder real de las derechas en materia de propiedad,  usurpación de grandes medios de comunicación social y control de universidades…

Igual fue la actitud posterior al golpe de Estado del 11 de abril del 2002, cuando se abrió la posibilidad de pasar a la ofensiva sin tregua en varias de esas vertientes.¡Demasiada generosidad y demasiada tolerancia!

El liderazgo de Chávez, con todas esas cargas negativas innecesarias, no pudo evitar el desgaste en votos para las reformas planteadas de esa manera, dado que tan valioso componente necesita siempre ser acompañado de otros factores revolucionarios que no fueron desplegados tal y como mandaba la situación; más cuando está planteada su periódica y obligada legitimización a través de del sufragio universal.

La cuestión del partido unificado tambien tuvo sus traspiés

Si bien las debilidades y retrasos en el proceso de construcción del partido o fuerza de vanguardia tuvieron presente tambien en procesos electorales previos y eso no gravitó tan negativamente en el terreno electoral, en este periodo el retraso anterior fue en cierta medida abordado con una aceleración algo atropellante, con evidentes desviaciones derivadas de su construcción desde el propio Estado y el empleo de métodos propios de la función gubernamental, con un relevante protagonismo de figuras controversiales y, en consecuencia, con resultados limitados en su conformación y cohesión.

Los errores cometidos por los que asumieron el mandato del líder sin asumir plenamente las concepciones definidas por él en los aspectos más relevantes de ese proceso, las reacciones refractarias (unas válidas o justificables, otras no) de una buena parte de los componentes de los partidos de la revolución diferenciados del Movimiento V República (MVR), los efectos de las respuestas drásticas del propio Chávez a esas actitudes, las divisiones y contradicciones creadas…no pudieron ser aisladas ni neutralizadas por la amplia participación de base ni por el entusiasmo de pueblo impregnado de un interesante espíritu constructivo y una firme contestación a las manipulaciones ejecutadas desde ciertos enclaves de mando.

El resultado ha sido un proceso defectuoso e inconcluso.

La maquinaria electoralista denominada MVR se desmontó sin que se lograra completar la creación de la nueva criatura antes del referéndum y sin que lo alcanzado respondiera plenamente a la necesidad contenida en la propuesta inicial, dejando de paso una estela de problemas y disidencias maltratadas dentro de las filas de la revolución.

Todo esto, claro está, afectó sensiblemente tambien los resultados electorales.

Universidades-Estudiantes captados para la contra.

El tema de las universidades privadas y de la propia Universidad Central de Venezuela (Autónoma del Estado), viene siendo abordado con enormes insuficiencias, que se traducen en un costo político significativo.

Es notable la ausencia de una propuesta de reforma universitaria integral a tono con el proceso hacia la revolución.

La visión respecto al predominio de lo público, aunque autónomo y autogestionado, sobre lo privado, ha estado bastante ausente; y eso ha dado pie a una segregación hostil de las universidades privadas bajo control de la oligarquía tradicional y trabajadas intensamente por la inteligencia estadounidense.

Ese espacio no ha sido disputado desde la revolución y desde las juventudes revolucionarias.

Y no se trata de que allí participe un volumen grande de estudiantes bajo esa influencia y conducción privada-oligárquica, sino de su capacidad para hacer ruido y desgastar  imágenes después de ser incorporados al plan de la derecha y de EEUU.

En el caso de la UCV el tratamiento ha sido más inadecuado todavía, porque en lugar de emplear la gran influencia revolucionaria en la sociedad y el peso significativo de esas ideas a su interior, para así revertir el control temporal de esa histórica academia por una combinación de “clase media intelectual” adversa al proceso y de un sector estudiantil renegado de la izquierda, se optó por abandonarla y fundar nuevas universidades bajo control oficial.

Al parecer predomina el facilismo en medio de la abundancia de recursos económicos: formar tienda aparte en lugar de disputar hegemonía dentro de un planteo de reforma universitaria y educativa a tono con la revolución. Otra vez hizo algo de la suyas la “cultura petrolera”.

¿Como proceder entonces?

No trato de presentar aquí un recetario, sino de estimular el debate y la búsqueda de respuesta superadora, lo que precisa potenciar el espíritu crítico y auto-crítico desde el liderazgo y desde todos (as) los protagonistas de ese trascendente proceso de cambios.

Las consideraciones vertidas aquí, que de ninguna manera agotan el tema ni  pretenden infalibilidad, permiten sí pautar y privilegiar algunos ejes de opinión destinados a detectar causas y apuntar soluciones.

Este revés puede ser transformado en victoria, en la medida devela fallos más o menos importantes dentro del proceso.

La intervención del presidente Chávez al conocer los resultados del referéndum, sienta las bases para dar inicio al examen profundo de esa situación.

Chávez se creció frente al revés. Potenció sus profundas convicciones democráticas e impactó positivamente la sociedad venezolana y el mundo.

Desnudó en forma ejemplar la naturaleza de la oposición, al poner en evidencia que ésta hubiera actuado en sentido totalmente inverso si hubiera perdido por poco margen.

La emplazó a respetar algo a lo cual se había resistido tercamente y solo asumió hipócritamente, la emplazó a respectar la Constitución bolivariana vigente.

Ahora se tata de volver a reconquistar al confianza de los(as) integrantes de la gran abstención de esencia chavista y revolucionaria que derrotó el SI.

Y eso no puede hacerse sin autocrítica y hechos contundentes que la respalden.

En ese orden pienso que el paquete de reformas económicas, institucionales, sociales, estructurales que están llamadas a ampliar el marco constitucional para el tránsito al socialismo, debe ser liberado del planteo de la reelección indefinida.

Al tema presidencial debería dársele otro trato.

Una parte importante de las reformas socializante pueden ser implementadas en el marco de la actual constitución y eso debería hacerse sin pérdida de tiempo.

El problema de los enclaves de corrupción y las violaciones a la ética revolucionaria merece ser abordado con determinación y de inmediato.

La depuración, la renovación de cuadros, es urgente al interior del Estado y del proyecto de partido unificado.

La unidad de todos(as) los(as) revolucionarios socialistas y el proceso de construcción y reconstrucción del PSUV debería replantearse en dirección a superar sus evidentes defectos y obstáculos.

La reforma universitaria amerita un capítulo especial, así como la política juvenil para conquistar más espacios y derribar cotos reaccionarios.

El ataque de la oposición envalentonada y del imperialismo, que aspiran a revertir ese proceso generador de grandes esperanzar a escala continental y mundial, no se hará esperar.

Pero existen fuerzas para contrarrestar esa ofensiva con una contraofensiva mayor basada en el criterio de que la mejor defensa es el ataque.

Y unido a esto nos toca ir en auxilio del proceso boliviano acorralado por una brutal acción sediciosa de la contrarrevolución, contribuir a la renovación de la revolución y del tránsito al socialismo en Cuba, darle aliento al proceso ecuatoriano y procurar el avance hace el cambio democrático, hacia la superación del uribismo y el dominio oligárquico-imperialista, en Colombia.

Sin duda han crecido los riesgos de retroceso continental y se impone replantear y reunificar estrategias transformadoras a escala nacional y continental.

5 de diciembre del 2007, Santo Domingo, R.D.

https://www.alainet.org/es/active/21088
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS