El Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH) publica a continuación su valoración del segundo aniversario del Gobierno del Presidente Manuel Zelaya Rosales, como ya lo hicimos al cumplir su primer aniversario y cuando arribó a los cien días iniciales de su administración.

Esta práctica reflexiva del FOSDEH es una tradición que mantenemos desde nuestra fundación, en 1995, cuando el país se enfrenta al sobreendeudamiento externo acumulado históricamente; en ese momento la Presidencia del país la encabezaba el extinto mandatario liberal Carlos Roberto Reina. Desde entonces, han pasado tres gobiernos y la sociedad en general y las organizaciones de sociedad civil como el FOSDEH, se han vuelto más dinámicas, con mejores y mayores mecanismos de monitoreo e incidencia sobre las políticas y uso de los recursos públicos, pese a que el sistema político se desatendió de sus verdaderas responsabilidades y provocó que el Estado se distanciara de la ciudadanía para beneficio de unos cuantos privilegiados.

Coincidiendo con el pensamiento de otros colectivos de la sociedad civil, al FOSDEH le preocupa que el afán desmedido de los políticos tradicionales por la conquista y conservación del poder, se haya convertido en un freno para la consolidación de la democracia y que la desigualdad avance más rápido que la equidad.

Cuando el Presidente, Manuel Zelaya Rosales asumió sus funciones el 27 de enero del 2006 afirmó que “Este servidor podrá fallarle a un amigo, pero no le fallará al pueblo hondureño que es con quien tenemos un compromiso que cumplir”.

Y agregó que “Vamos a iniciar desde este día, desde la Casa Presidencial, el programa de la gobernanza de Honduras para que tengan opción los pobres y poder desarrollar las clases excluidas de este país, porque siempre lo he dicho en diferentes ocasiones, vamos a ser evaluados por los resultados, está bien hacer esfuerzos, está bien entregarse a una lucha, pero lo que el pueblo hondureño quiere es ver resultados.”.

De eso se trata esta valoración pública, de los resultados, no de los discursos o de las intenciones. La pregunta central es: ¿va para mejor Honduras o va para peor?

* Documento completo disponible en PDF aquí