Estamos frente al festejo de la democracia

07/03/2008
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Después de la liberación de Emmanuel, Clara Rojas, Consuelo González de Perdomo, y de los cuatro congresistas recientemente liberados, el país parece que está cambiando en varios aspectos. Ahora parece que nos estamos sensibilizando más respecto a los problemas de los demás, porque una de las características de los colombianos ha sido la indiferencia, el egoísmo, el no querer enterarse de los problemas ajenos para ser solidarios con su dolor.

Ayer asistimos a una de las muestras más significativas en pluralidad, tolerancia y democracia. Se hizo visible que los colombianos hoy se movilizan y protestan por los derechos humanos. Que los rostros que vimos en las fotografías son nuestros propios rostros. La Alcaldía Mayor de Bogotá calculó que ayer participaron más de 200 mil personas en la marcha en Homenaje a las víctimas y en rechazo a las acciones de los grupos paramilitares. En medio del conflicto con Venezuela, Ecuador y Nicaragua se vivió una jornada de movilización en su inmensa mayoría pacífica. Solo hubo brotes de intolerancia de pequeños grupos cuando ya la marcha había culminado en Bogotá y algún desmán en Bucaramanga.

La marcha fue una expresión nacional de solidaridad con los cerca de 4 millones de desplazados, con los miles de desaparecidos, que según la Fiscalía General de la Nación suman más de 10 mil, con los más de 2500 sindicalistas asesinados y con los cientos de asesinados por sectores del Estado que se han aliado con actores armados irregulares. Por todos ellos a quienes los medios de comunicación, con honrosas excepciones, las clases dominantes y el gobierno del Presidente Uribe han ignorado fue que marcharon cientos de miles en Bogotá y decenas de miles en todo el país, y en más de sesenta ciudades del mundo. El universo de las víctimas en Colombia compromete como autores a paramilitares, a las guerrillas y a funcionarios del Estado, este es el mensaje claro de la movilización en Homenaje a las Víctimas.

Las manifestaciones frente a los diversos grupos que participaron de la marcha es la muestra contundente de que la libertad de opinión es esencial en una democracia. No debe perseguirse a quienes tienen ideas contrarias y el Estado debe vigilar que se cumpla este precepto constitucional. No debe existir el delito de opinión. Además, se debe brindar la justicia desde los altos tribunales del Estado porque todos somos iguales ante la ley. Cuando se privilegia a unos y se desconoce a otros se esta contribuyendo a desequilibrar la justicia; ese desequilibrio produce malestar en una nación golpeada por la adversidad, por el desorden, por la anarquía.

Que viene ahora en adelante? Lo de ahora en adelante debe ser el imperio de la ley y de la justicia, retribuyendo de alguna manera a todas las víctimas que nos reunieron para decir a una sola voz, pero con multiplicidad de colores que queremos la paz, que no buscamos ni un solo muerto más. Que todos tenemos derecho a un lugar en la patria, esa patria que esta hecha para amparar, para hacer posible una vida mejor, para enriquecer a los más pobres y para limitar a los privilegiados en la búsqueda del equilibrio social. Es por estas razones y muchas más como lo proclamó el poeta William Ospina, en la Plaza de Bolívar, Necesitamos una patria, queremos una patria en la que quepamos todos.

Sonia Acelas Angulo

Editora Caja de Herramientas Virtual

Corporación Viva la Ciudadanía

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