La deuda en América Latina:

Los gobiernos, las instituciones financieras internacionales y la sociedad civil

16/07/2007
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América Latina atraviesa una fase de expansión económica como no había tenido desde la Guerra de Corea, a principios de la década de los '50.  Altos precios de las materias primas han ayudado a muchas economías primario-exportadoras a remontar obstáculos de balanza de pagos que las venían afectando desde inicios de los 80.  La combinación de altos precios de las materias primas con bajas tasas de interés, ha dado luz verde para la expansión crediticia aunque esta vez no es en el sector público donde se concentra, sino en el sector privado.

No obstante, las obras públicas de infraestructura, sobre todo, requieren de financiamiento de largo plazo, lo que significa un importante cambio.  La historia republicana de nuestros países estuvo caracterizada por la adquisición de préstamos externos.  Desde mediados de los años 90, luego de la crisis mexicana, esta situación se ha modificado.  Actualmente hay un auge de endeudamientos en moneda nacional a través de bonos emitidos y comprados tanto en el país como a nivel internacional.

Esta tendencia se ha ido acentuando ante los crecientes riesgos de un shock externo negativo.  Así, los encargados de la gestión de la deuda pública han optado por eliminar futuros peligros derivados de alteraciones en las tasas de cambio.  Al mismo tiempo, las reformas en los sistemas de pensiones hacen disponible más dinero en moneda nacional, cuyos administradores buscan rentabilizar.

El cambio del ahorro externo de muy largo plazo por ahorro interno de menos plazo puede tener un efecto técnico nulo.  Sin embargo el cambio en el tipo de moneda reduce los riesgos cambiarios, aunque el precio sea levemente más alto en el corto plazo.  Sin embargo, la agregación de ambos, deuda interna y externa, medida sobre el PBI de las economías, está resultando en crecimiento de la deuda total, y el peso del servicio de la misma sigue siendo considerable en los presupuestos nacionales.

¿Cómo le afecta esto al común de la gente? Primero, para el común de la gente y para el potencial de desarrollo, lo que interesa no es la relación entre la deuda externa o interna con respecto al PBI sino cuánto del presupuesto nacional va dirigido a atender el servicio de la deuda.  En algunos países el servicio de la deuda total sigue implicando un porcentaje alto del presupuesto e incluso se ha incrementado debido al cambio de deuda externa por interna en plazos menores y tasas de interés más elevadas.  El crecimiento de los presupuestos es lo que importa en este caso, y eso depende directamente de cobrarle más impuestos a los más ricos y tener menos huecos por donde se filtra el dinero público a los bolsillos de los corruptos.

La sustitución crediticia ha afectado la transferencia neta de recursos.  Hoy la Región pierde 1.7% de su PBI en una transferencia negativa que es compensada con los ingresos provenientes de las remesas de los trabajadores emigrantes.  El problema social de los migrantes expresa la inefectividad de las reformas introducidas en América Latina para generar empleo de calidad.  Las remesas que los latinoamericanos en el exterior envían a sus países, amenguan las demandas nacionales de recursos externos y alivian entonces a las economías dominantes de sus responsabilidades frente a los crecientes desequilibrios en el ingreso global.  Las economías más ricas crecen más que las economías en desarrollo porque están trasladando recursos en forma de materias primas y salarios bajos del Sur al Norte de manera muy acelerada.  La inversión extranjera extrae de la Región muchísimos más recursos que los que coloca en ella.  El capital extranjero se orientó fundamentalmente a comprar activos del Estado en el contexto de las privatizaciones, sin mayores inversiones reales.  Contrariamente a lo que los abanderados de las políticas económicas predominantes teorizaron, no se llegó a incrementar la tasa de inversión, la que está estancada desde hace dos décadas y media a pesar del actual auge de precios de las materias primas y su impacto sobre el crecimiento del PBI.

Los gobiernos


Varios gobiernos del hemisferio, incluyendo a los más asiduos a las instituciones financieras internacionales, han pagado por adelantado sus deudas al FMI.  Esto es resultado de un excedente creciente en divisas que no puede ser incorporado a la economía nacional sin afectar la tasa de inflación.  El dinero no sale del presupuesto nacional sino de los bancos centrales, de modo que su impacto en total es casi cero.  Ello ha conducido a una interesante situación en el cambio de la arquitectura financiera internacional.

Otras medidas en curso en la Región son comprar las deudas del Club de París y pagarlas con bonos emitidos en moneda nacional.  Esto puede tener un efecto sobre el valor presente nulo, pero tiene un efecto de minimización del riesgo cambiario que es sustantivo.  Hay que estar alertas con estas operaciones, que pueden dar pie a poca transparencia, si los gobiernos no abren dichas recompras a licitaciones con bancos de inversión, que son los intermediarios que efectúan la operación y cobran por hacerlo.

Finalmente el tercer grupo de medidas generales tomadas por el grueso de los países es haber rescindido los créditos condicionados del Banco Mundial (BM) / Banco Interamericano de Desarrollo (BID) abriéndose paso a nuevos espacios crediticios.  Esto se ha reflejado en un auge de la Corporación Andina de Fomento (CAF) en los últimos años, porque presta sin las duras condicionalidades macroeconómicas del BM/BID.

Dentro de este esquema hay que comprender el impulso de seis países a una nueva arquitectura financiera regional sudamericana como expresión financiera de UNASUR.  Tendrá el potencial de ampliarse a Centro América y México cuando éstos deseen integrarse a UNASUR.

Las IFIs

El FMI se quedó deslegitimado, sin credibilidad y sin dinero.  La lectura desde Washington es que le fue tan bien que ya no tiene nada más que hacer.  Ha entrado en un proceso reflexivo y ha tenido, desde el año 2000, tres directores ejecutivos que han renunciado, Camdessus, Kohler y ahora Rato.  Debe reducir su presupuesto operativo de cerca de 4,000 millones de dólares a la quinta parte en el año que entra.  Incapaz de hacerle a Estados Unidos lo que le ha hecho al resto del mundo, Gran Bretaña incluida, es demasiado cercano al Tesoro estadounidense para ser útil a estas alturas del nuevo siglo.  Está buscando una nueva misión para sobrevivir.

El Banco Mundial tiene dos problemas.  Primero no tiene cómo mostrar el éxito de sus políticas.  Segundo, se ha hecho obvio que es un brazo articulado del Tesoro de los Estados Unidos, tanto por la selección de presidentes ejecutivos, como por la agenda del BM.  La corrupción de Wolfowitz, que a su vez presumía de luchar contra la corrupción, mostró cómo un banco multilateral se había convertido en uno estadounidense.  Unos dirán que nunca dejó de serlo.  Ahora se sabe que los especialistas en pobreza, como se autodefinen, ganan 200,000 dólares anuales libres de impuestos.  Su credibilidad institucional está en cuestión no solo por la falta de resultados sino peor, por el cinismo.

Para atender las quejas de que ellos no brindan alivio de la deuda a los más pobres, pero que los bancos privados sí lo hacen, introdujeron el HIPC II (Iniciativa para los Países Pobres Altamente Endeudados- según las siglas del inglés: Highly Indebted Poor Countries) en 1999 que ha servido para muy poco, como se aprecia en los casos de Bolivia y Honduras, porque a partir de esta iniciativa los países comienzan a sentir un efecto negativo sobre la adicionalidad de recursos concesionales.

El BM y el FMI otorgan un nuevo alivio en 2006, acompañado de nuevos enfoques y metodologías para medir la sostenibilidad de la deuda y la capacidad de endeudamiento de los países, mecanismos que “medirán” el desempeño de un país y servirán de criterio para otorgar “cooperación”.

El BID introdujo un esquema análogo al del Banco Mundial en el año 2007 y lo que se aprecia es que las condicionalidades han aumentado, haciendo aun menos libre al gobierno de tener un manejo macroeconómico distinto al mandado.  La evidencia de Bolivia es poco halagüeña, ya que no crecía por todas las condiciones restrictivas de los programas del FMI/BM hasta que optaron por una iniciativa soberana contraria a éstas tomando los recursos petrolíferos bajo control estatal.  Para colmo, la reducción de deuda no es inmediata: se hace a 40 años plazo.  Pero desde el inicio, los nuevos créditos son a tasas de interés de mercado.  Es decir, el beneficio en el presupuesto nacional es nulo.  Los acreedores aún continúan dando con una mano y quitando con la otra.


Deuda Pública promedio ponderado del PBI por grupos de países

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Deuda externa/PIB

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

Abramex

33.1%

33.0%

31.5%

31.4%

29.9%

34.0%

32.5%

31.5%

35.9%

42.8%

36.9%

37.9%

43.2%

42.7%

37.0%

 

Andinos

67.4%

61.4%

57.0%

58.1%

50.7%

44.6%

44.8%

41.7%

44.1%

47.2%

43.2%

41.4%

44.3%

47.8%

40.4%

 

Centroamérica y el Caribe

98.5%

86.5%

76.7%

71.7%

65.4%

55.8%

44.8%

42.0%

41.1%

42.3%

41.1%

41.1%

42.2%

46.3%

43.7%

 

Chile

63.4%

51.8%

45.7%

45.0%

43.5%

33.8%

40.0%

32.7%

42.5%

47.7%

49.2%

56.3%

61.3%

59.0%

46.8%

 

Paraguay y Uruguay

44.8%

35.8%

31.9%

30.7%

29.6%

28.8%

28.3%

29.1%

33.8%

37.5%

39.6%

49.1%

76.1%

85.2%

76.9%

 

Promedio Ponderado

40.2%

38.8%

36.8%

36.5%

34.2%

36.2%

34.8%

33.3%

37.4%

43.4%

38.4%

39.3%

44.2%

44.6%

38.6%

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Deuda interna/PIB

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

Abramex

21%

15%

16%

16%

19%

22%

26%

26%

29%

34%

30%

34%

34%

44%

44%

 

Andinos

2.0%

1.8%

2.8%

4.3%

5.4%

5.8%

8.0%

8.6%

10.6%

14.3%

16.5%

19.4%

19.3%

23.5%

23.6%

 

Centroamérica y el Caribe

11.1%

10.2%

9.1%

27.0%

21.8%

21.2%

19.8%

18.1%

17.2%

11.1%

25.9%

26.5%

28.0%

27.0%

26.6%

 

Chile

4.5%

3.8%

3.2%

3.1%

2.9%

2.2%

1.9%

1.5%

1.4%

1.3%

1.2%

1.1%

1.0%

1.4%

1.9%

 

Paraguay y Uruguay

Nd

Nd

3.5%

3.4%

3.7%

2.9%

2.5%

4.4%

4.2%

6.8%

7.5%

13.0%

18.1%

16.5%

15.1%

 

Promedio Ponderado

5.6%

9.4%

9.8%

10.1%

11.2%

13.9%

16.5%

16.5%

17.0%

20.1%

20.1%

22.3%

19.3%

27.2%

27.9%

TOTAL

45.8%

48.2%

47.6%

46.6%

45.4%

50.1%

50.9%

49.8%

54.4%

63.5%

58.5%

61 .6%

63.5%

71 .8%

66.5%

Nota: elaboración de IIEC-UNAM/Observatorio Económico de América latina (OBELA)

Abramex es el apócope de Argentina, Brasil y México

La sociedad civil


Ante la situación presentada son muy importantes en este momento los consensos a los que hemos llegado los movimientos y redes globales.  Dichos consensos se expresan en el Llamado a la Semana de Acción Global frente a la Deuda y las IFIs a realizarse en octubre de este año, que incluye los siguientes puntos:

1.-
Auditorías parlamentarias y/o gubernamentales de las deudas, que sean abiertas, transparentes y participativas, tanto en los países del Norte como del Sur.

2.- Anulación inmediata del 100% de las deudas multilaterales y de todas las deudas ilegítimas como anticipo de la anulación total de la deuda exigida a los países del Sur, sin imponer condicionalidades externas.

3.- R
epudio de toda la deuda insostenible, injusta e ilegítima.

4.- Transparencia y plena responsabilidad ante las y los ciudadanos con relación a la implementación del repudio o anulación de deudas

5.- L
a toma y ejecución democrática de decisiones para asegurar que los recursos liberados como resultado del repudio o anulación de deudas sean utilizados para un desarrollo genuino, equitativo y sustentable.

6
.- Poner fin de inmediato al financiamiento y aplicación de políticas y proyectos neoliberales que imponen condicionalidades relacionadas con la deuda.

7.- Generación regional de políticas y estructuras financieras autónomas y soberanas, incluyendo un Banco Solidario del Sur, que nos permitan liberarnos de la dominación de la deuda y de los procesos de endeudamiento innecesarios e ilegítimos.

Así como los consensos que trabajamos desde Latinoamérica y para Latinoamérica con respecto al Banco del Sur, lo que de acuerdo a la reciente carta enviada a los Ministros de economía de los países promotores del Banco del Sur se puede sintetizar en lo siguiente:

El Banco del Sur debe formar parte de una respuesta regional unitaria, junto con la creación de un fondo de estabilización del Sur, una moneda común regional para fomentar el comercio intra-regional y contar con mayor estabilidad monetaria, la realización de una auditoría de las deudas internas y externas y el no pago de las deudas ilegítimamente exigidas a los países.

Una respuesta que contribuya
a romper la dependencia a mercados de capitales globalizados inciertos y altamente especulativos, de forma de poder canalizar la propia capacidad de ahorro, detener la fuga de capitales y volcar recursos en forma consistente con los derechos y las necesidades de los pueblos.

La Red Latinoamericana Deuda Desarrollo y Derechos (Latindadd), que participa de los consensos mencionados como gran marco de confluencia, piensa también que es necesario insistir en los cinco planteamientos del pronunciamiento que formuló con motivo de la reunión del G8:

-
Seguir exigiendo un cambio en la arquitectura y los mecanismos financieros internacionales, que priorizan la liberalización del comercio y la inversión, supeditando a éstos el manejo de la deuda.

- Seguir fortaleciendo la articulación de los equipos y campañas frente a la deuda: anulación, cancelación, auditoría y control ciudadano.

- Contribuir al desarrollo de los nuevos mecanismos financieros que se vienen promoviendo en Sudamérica como el Banco del Sur, el Fondo Monetario del Sur, la moneda regional, así como asegurar que sean realmente equitativos. 
Ello en el marco de un Código Financiero Internacional acorde con los pactos de Derechos Humanos.

- Persistir en la lucha por relaciones comerciales equitativas, sin competencia desleal y que respeten el derecho al bienestar de nuestros agricultores, nuestra soberanía y seguridad alimentaria y la conservación y manejo de la biodiversidad de nuestros territorios.

- Confluir en una gran alianza mundial para detener las políticas económicas que contribuyen al cambio climático y el calentamiento global.


Bibliografía

- Banco Mundial, Global Development Finance, Washington 2005
- CEPAL Balance Preliminar de la economía de América latina, 2006.  Santiago, 2006.
- IMF, External Debt Statistics: Guide for Compilers and Users.  2003

- Latindadd: Red Latinoamericana Deuda Desarrollo y Derechos.

Deuda e IFIs:  algunos recursos

 

- Afrodad  www.afrodad.org

- ALAI (tema Deuda / IFIs)  http://alainet.org/active/view_docs_deuda.php

- Auditoria Cidadã da Dívida (Brasil)  www.divida-auditoriacidada.org.br

- CADTM   www.cadtm.org

- Center of Concern  www.coc.org

- El Economista de Cuba  www.eleconomista.cubaweb.cu

- Eurodad  www.eurodad.org

- Jubilee South   www.jubileesouth.org

- Jubileo Sur Américas  www.jubileosuramericas.org

- Latindadd  www.latindadd.org

- Monitor IFI's en América Latina:  ifis.choike.org

- Observatorio de la Deuda en la Globalización  www.debtwatch.org

- Observatorio Internacional de la Deuda   www.oid-ido.org

- ¿Quién debe a quién?   www.quiendebeaquien.org

 
 



 


 


 


 


 

https://www.alainet.org/es/active/22999
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