La polémica nacional sobre el gas toca fondo

26/07/2002
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La polémica pasó a las calles. Ya el 12 de julio se fundó la “Coordinadora de Defensa del Gas” con participación de 21 organizaciones con una multitudinaria marcha popular en La Paz, marcha que se reprodujo esta semana tanto en La Paz como en Cochabamba. El detonante de estas últimas fue la información publicada por el diario chileno “La Tercera” en el sentido de que ya hubiera un acuerdo secreto entre los gobiernos de Bolivia y Chile para la utilización de un puerto chileno (cosa que el gobierno boliviano niega rotundamente). En todo caso un acuerdo entre gobiernos sería insuficiente, ya que se requiere la ratificación por parte del Congreso Nacional por dos tercios de votos. Por tanto, aunque es evidente que el próximo presidente tiene la misma tendencia que el actual a firmar un contrato con Chile, la discusión en el Congreso no va a ser fácil y va a tener en cuenta las voces que emerjan de la sociedad civil y de los movimientos sociales. Y en el conjunto de la sociedad civil la única voz que se eleva a favor de la utilización de un puerto chileno es la del movimiento cívico de Tarija (engañado por los cálculos de diferencia de precio “en boca de pozo”, cf. boletín anterior). Chile o Perú, un dilema falso Al principio los diversos sectores sociales del país se apasionaban por la disyuntiva entre un puerto chileno y uno peruano. Es evidente que a las transnacionales petroleras les interesa definitivamente el puerto chileno (ya que tienen enormes intereses en ese país), y por tanto a los gobernantes también (casualmente siempre muestran tendencias coincidentes con las de las transnacionales), mientras que Perú les resulta poco interesante por el famoso “riesgo país”. La formulación más extrema y distorsionada fue la del canciller Gustavo Fernández cuando habló de recuperar “el componente económico de la cualidad marítima”… La única voz oficialista disidente fue la del ex vicepresidente Julio Garret, que a esa fórmula la llama “claudicación” y que añade que el puerto de Mejillones (Chile) es inaceptable e inutilizable, por su lejanía de La Paz y por tanto sólo sería gasífero y no comercial. Pero el problema de fondo es otro. Y lo novedoso de las últimas movilizaciones sociales es que dejan cada vez más a un lado la negativa a negociar con Chile (si es que no se obtiene a cambio algún tipo de soberanía costera) para concentrarse en el verdadero fondo de la cuestión, que es la conveniencia o no de vender el gas en las condiciones planteadas. Ya el señor Chakib Khelil, representante de la OPEP y ministro argelino de Energía, sostuvo que a Bolivia le resulta mucho más rentable la venta de gas a Brasil que a Norteamérica, pues el precio es claramente superior, no requiere del enorme volumen de inversiones que requiere la venta a Norteamérica, y es un mercado en permanente expansión. Ésta es la cuestión que ahora se debate en el conjunto de la sociedad boliviana, y que debe tener en cuenta algunos elementos: “Podemos perder la oportunidad” Éste es el argumento del gobierno, de la empresa Sempra Energy y de algunos analistas que siguen lamentando que Bolivia no haya regalado su litio a la Lithium Corporation. Sin embargo el mercado del gas natural va en permanente ascenso (se ha triplicado en los últimos 30 años), pues emite 30 por ciento menos de CO2 y ahora es transportable con relativa facilidad. Además es materia prima para la industria petroquímica, para la termoeléctrica y para la producción de hidrocarburos líquidos. No hay pues peligro de perder la oportunidad. “Nuestras reservas son interminables, no venderlas equivale a perderlas” Otro argumento falaz empleado por el propio presidente de la república. En ningún caso el volumen de reservas puede justificar que se malvendan, como los liberales malvendieron el estaño durante la segunda guerra mundial. Pero además, para poder afirmar esto, los gobernantes presentan cálculos trucados, en los cuales suman las reservas “probadas” a las “probables” para poder mostrar que Bolivia tiene 52 TCF (el doble que Argentina), cuando en realidad sólo tiene 27 TCF de reservas probadas. “El negocio del siglo” Según el gobierno, Bolivia recibiría 300 millones de dólares anuales por la exportación de gas a Norteamérica (no más que la cantidad que producía YPFB antes de la “capitalización”), pero expertos poco sospechosos como Miranda Pacheco señalan que en realidad lo único que con seguridad se cobraría serían las regalías del 18 %, y por tanto los ingresos en ningún caso llegarían a la mitad de lo anunciado. Aquí se suman dos problemas, el primero es que en general Bolivia se ha convertido en el paraíso de las transnacionales petroleras al cobrar esas regalías miserables (mientras Venezuela, por ejemplo, cobra el 60 %). Según R. Maella (ejecutivo de Repsol), cada dólar que invierten las petroleras en Bolivia genera 10 dólares de ganancia. Por supuesto en esta generosa donación de nuestro país a las petroleras juegan un papel fundamental la Ley de Hidrocarburos de Sánchez de Lozada y su decreto de reclasificación de campos petroleros (que reduce al 5 % los campos antiguos y produce una pérdida de 1.212 millones de dólares para el país). El segundo problema es el precio específico de esta transacción con Pacific LNG, que sitúa el precio del gas en 0,70 dólares el millar de pies3, prácticamente la mitad del precio que nos pagaba Argentina, y que ya está dando argumentos a Petrobras para rebajar el precio del gas que vendemos al Brasil. Los verdaderos interesados El consorcio Pacific LNG está integrado por Repsol-YPF, British Gas y Panamerican Gas, que pretenden vender 36 millones de m3/día al mercado norteamericano (México y USA) y 6 millones a Chile. Esas mismas empresas son socias del bloque Caipependi (donde se encuentra el famoso pozo Margarita), y para ello están dispuestas a invertir de 5 a 7 mil millones de dólares hasta el 2005. A la vez están vinculadas con Sempra Energy (subsidiaria de Enron, que será la que use el gas barato boliviano para distribuir energía en Chile, México y California) e indirectamente con Gas Atacama, que ya tiene firmado un contrato con la Andean Silver (concesionaria del fabuloso yacimiento de plata de San Cristóbal) para la provisión de energía eléctrica chilena (con gas boliviano) a dicho complejo minero. Finalmente todos estos intereses, a través del poderoso grupo croata-chileno Luksic-Abaroa, están vinculados con auténticos centros de poder económico entre los que sobresalen la Barrick Gold (cuyo presidente es George Bush), el Banco Bilbao-Vizcaya e incluso negocios relacionados con Vladimiro Montesinos. Éste es el poder real con el que tienen que enfrentarse los intereses bolivianos y sus defensores. ¿Y los verdaderos desposeídos? Miguel Castro, desde Tarija, nos hace llegar un artículo del que por falta de espacio sólo reproducimos lo siguiente: “En estos días, cuando todo el mundo, a lo largo y ancho del país, se siente con el legítimo derecho de opinar sobre la venta de gas al norte y se han desatado las pasiones más encendidas en torno a qué puerto es el más conveniente … nadie se tomó la molestia de preguntarse de dónde saldrá ese gas y quiénes son los hombres y mujeres que habitan esas tierras que de manera tan inesperada se volvieron desmesuradamente codiciadas. … Puerto Margarita no es un lugar más en la extensa geografía nacional, en estos días esta comunidad guaraní del Chaco tarijeño es a su manera el testimonio del modelo de explotación de los recursos naturales que ha primado en nuestro país a lo largo de toda su historia. … Participar en las decisiones que afectan a los recursos de los territorios indígenas y ser parte de los beneficios generados por esa riqueza, exigir que se cumpla con las normas establecidas para evitar o por lo menos mitigar los impactos ambientales y de esa manera impedir que sus áreas tradicionales de pesca, caza y recolección sean irreversiblemente dañadas, son todos ellos derechos consagrados por normas nacionales e internacionales. De lo que se trata es que estas disposiciones se cumplan y las comunidades sean debidamente escuchadas en sus demandas, sólo de esa manera podremos hablar de dignidad nacional. 27 de julio del 2002 Bolivia Press 2002, Nr. 12
https://www.alainet.org/es/active/2333?language=en
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