Tal como sucedía hace siglos, el secreto ha sido una de las figuras que sostienen el poder y, entre más arbitrario y déspota es éste, más escabrosos secretos entrañará. Ya desde antes de Maquiavelo, se consideraba el secreto como parte integrante del arte de gobernar y contemporáneamente, Elías Canetti en su obra “masa y poder”, desentraña la estrecha relación entre lo clandestino y el desarrollo de las relaciones del mando y caudillaje.

Pero, cuando ese secreto, ese hecho que nunca puede ser público sale a la luz, el poder se estremece y puede llegar a derrumbarse.

La relación entre el proyecto paramilitar de re-fundación de la patria y la seguridad democrática parece ser el gran secreto que la justicia, y ahora la sociedad colombiana, comienza a vislumbrar. Los verdaderos costos de que una sangrienta vendetta antisubversiva se convirtiera en proyecto político y luego se concretara en un gobierno apenas empiezan a regurgitar.

No es un hecho aislado que la bancada uribista, que construyó electoralmente al Presidente y luego votó sus proyectos de Gobierno, hoy sesiona con más quórum desde la cárcel la Picota, que en los salones del Parlamento. O que, las mismas leyes que benefician a los paramilitares rasos o a sus alas empresariales o transnacionales fueron votadas unánimemente por esa coalición que, según Mancuso, supera el 50% del actual Congreso.

Para nadie es un secreto ya, que vía Congreso, se negoció con esa bancada para-política la reelección presidencial, en cuya aprobación fue definitivo el voto, en la comisión primera de la Cámara de Representantes, de Yidis Medina. Voto que permitió darle vía libre a la reforma del “articulito” de la Constitución y a cambio del cual se negocio (con la entonces parlamentaria suplente por Santander): La Regional del SENA, Acción Social en el departamento, el Seguro Social y un consulado. Yidis se queja por el incumplimiento, y eso que se conoce que le dieron la dirección de un hospital y una notaría. Claro que, incumplimiento justificado, porque la negociación para la votación en la plenaria del Congreso, dio como resultado que su numerosa bancada de gobierno goce hoy de cuotas burocráticas en ministerios y entidades públicas de todo orden, así, como en todo el sistema diplomático. No había torta para tanta gente y Yidis no era invitada de honor a la repartición.

Por esto, sería de gran utilidad agregar a los mapas políticos de la para-política un nuevo mapa, el mapa del para-clientelismo, que nos daría luces de cómo los narco-paramilitares se han apoderado de la salud, de los negocios de chance, de las concesiones viales, de la entrega de tierras en el Incoder, del Das, de la Fiscalía en tiempos de Osorio (hoy flamante cónsul en México), o de cuantos representantes internacionales tienen a través del sistema diplomático de la Nación.

El secreto se destapó, y el país no está ciego sino que prefiere, por ahora, taparse las narices y seguir apoyando al Presidente. Y esto, a pesar de la captura de su primo y aliado político de siempre, Mario Uribe o que incluso hoy los señalamientos apunten cada vez más hacia el popular mandatario.

Pero así, como el secreto a acompañado al poder desmedido y arbitrario a través de la historia, tan bien ese poder sin escrúpulos sabe construir argucias para esconder la podredumbre. Desde Roma hasta nuestros tiempos se supo de la efectividad de lanzar al aire afirmaciones sibilinas de las tragedias que iban a ocurrir. La premonición de la hecatombe se da porque se actuó para que apareciera y se tiene todo listo para beneficiarse de ella.

Por esto, al quedar el secreto del poder ilegítimo al descubierto, surge la necesidad urgente de que se lancen sibilas a la diestra de los acontecimientos, utilizando para ello lo que se tenga a la mano: desde el computador de Raúl Reyes hasta los mismos paramilitares que rodean al Presidente. Tanto que hoy, unos lo acusan y otros lo defienden, mientras el Presidente llama a creerle a unos y a desmentir a otros. Paradojas del poder.

Gabriel Bustamante

Integrante del Equipo Jurídico-Político 

Corporación Viva la Ciudadanía

 

Fuente: Semanario Virtual Caja de Herramientas
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