Entrevista a Mónica Augusta López Baltodano

Movimiento por el Rescate del Sandinismo: “Reorganizar desde la base”

19/01/2009
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Hace tres años, militantes históricos del sandinismo decidieron alejarse del Frente Sandinista de Liberación Nacional haciendo un balance crítico de la actuación del partido en los últimos años y una fuerte crítica hacia Daniel Ortega. Algunos de ellos, junto a decenas de jóvenes que rescatan la tradición sandinista conformaron el "Movimiento por el Rescate del Sandinismo”. A continuación transcribimos una entrevista realizada por Prensa De Frente a Mónica Augusta López Baltodano, integrante de la organización e hija de una de las comandantes guerrilleras del FSLN.
 
-¿Cómo nace el Movimiento por el Rescate del Sandinismo y qué lectura hacen del Frente Sandinista?
 
- Nosotros estamos convencidos de que hay una necesidad de hacer una crítica y cristalización del proceso sandinista, tanto de los años ´80 que son años de proceso revolucionario, como de la evolución posterior que tuvo el partido. Creemos que el partido transitó por un proceso de involución en donde se fueron cerrando los mas elementales espacios democráticos, en donde se fue sustituyendo la lucha política y la lucha social por lo meramente electoral y la distribución del poder en el Estado y la construcción de un nuevo poder económico que se concentra en el empresariado de origen sandinista, que tiene que ver con una cúpula descompuesta que vinculamos con el Orteguismo. En este sentido nace Rescate, nuestra organización, al desprendernos ante una coyuntura electoral del Frente Sandinista con una visión crítica. Nosotros nos conformamos como una organización que busca abrir un nuevo espacio de organización y reorganización del sandinismo de base, abriendo un espacio de interpretación que queremos que sea un espacio construido colectivamente por los militantes sandinistas.
 
-¿Cuál es la caracterización que hacen de esta burocracia empresarial?
 
- Entendemos que hay que hacer una distinción entre la base sandinista que todavía está organizada dentro del partido y la cúpula danielista u orteguista. Nosotros hacemos una distinción clara y el fenómeno de descomposición lo circunscribimos a la cúpula, pero va acompañado de un fenómeno de desmovilización del sandinismo de base, de reducción de las luchas directas y que tiene que ver con lo que significó para nosotros la derrota del proceso revolucionario, la derrota electoral. Creemos que el proceso de revolución sandinista es un proceso victorioso pero que está interrumpido por una derrota electoral y no tuvo continuidad por este fenómeno de descomposición del partido que quedó aglutinando la base organizada en función del sandinismo. Por esto, consideramos que debemos superar los esquemas antidemocráticos y que reducían la posibilidad de la construcción colectiva en función de los lineamientos de una directiva hegemónica dentro del partido.
 
-¿Qué puntos de continuidad ven en el sandinismo?
 
- Es fundamental el rescate del sandinismo, entendiendo el sandinismo como la tradición de lucha de nuestro pueblo que implica movilización directa en las calles, organización desde los barrios, definición de los barrios de sus propias prioridades, el rescate de las luchas de los héroes y mártires, de los caídos y los revolucionarios. Nosotros reivindicamos la capacidad creativa del pueblo y la capacidad combativa del pueblo, ese es el rescate del sandinismo. Sin duda las nuevas condiciones políticas y económicas de Nicaragua están abriendo un nuevo espacio en el cual mi generación, que es una nueva generación, necesite no solo rescatar el sandinismo sino empezar a reconstruir el sandinismo de manera creativa, con una nueva forma de organización que se adecue a las nuevas necesidades. Estamos apostando a la construcción desde la base, desde los barrios y la definición desde los barrios de cómo se va a construir la organización porque no tenemos ni estructuras definidas ni líneas definidas previamente, sino que hemos abierto un espacio de construcción desde el sandinismo y con la apuesta de la formación, de recuperar la formación política que fue abandonada en Nicaragua y a recuperar la lucha directa en las calles por nuestras reivindicaciones.
 
-¿Cuál es la política de Ortega hacia las organizaciones sociales y políticas?
 
- Buenos, esa es una de las mayores dificultades con las que nos estamos encontrando ahora. Después de dos años de gobierno de Ortega está claro para nosotros que hay una línea gubernamental que es de la cúpula orteguista orientada a destruir cualquier otra organización que se plantee como alternativa sandinista que dispute el sandinismo en Nicaragua porque es la hegemonización del sandinismo la que mantuvo a la cúpula Orteguista en la base de su poder. Ellos no van a tolerar que organizaciones como la nuestra, que nos reivindicamos sandinistas y no orteguistas, se pongan en disputa política del sandinismo y menos que nos organicemos en los barrios. En ese sentido queremos denunciar que están tomando medidas directas de persecución política han abierto procesos judiciales contra compañero s de nuestra organización, y hay que denunciar lo que ocurrió con Ernesto Cardenal, con Carlos Fernando Chamorro, con la organización de mujeres, en las que se abrieron procesos bajos excusas legales y con la intención de amedrentar a grupos que tienen posición claramente críticas a la gestión de Ortega y a su retórica, que es un discurso falso, que no va acompañado de medidas concretas que modifiquen la vida concreta de la gente que está en un nivel deplorable de pobreza, hay falta de acceso a la educación, salud, en fin, problemas elementales que no están siendo tratados.
 
-¿Cómo se vive hoy en Nicaragua?
 
- El nuestro es el segundo país más pobre de América Latina, después de Haití. Los años ´80 fueron años de grandes conquistas sociales y luego entramos en un período trágico de depresión de las luchas populares como resultado del desgaste que produjo la organización de la contrarrevolución claramente financiada por Estados Unidos y la crisis que produjo el bloqueo económico que sufrió Nicaragua. Las organizaciones sindicales, sociales, de mujeres, estudiantiles comunidades eclesiales de base entraron en proceso de depresión acompañado de una arremetida fuerte del neoliberalismo y un proceso de descomposición del FSLN que aglutinaba las luchas. Hoy hay un esfuerzo de reorganización social y político, pero las pocas organizaciones tradicionales las pocas que quedaron están subordinadas a los lineamientos del partido y eso implica retroceso en las luchas porque significa que no es dentro de esas organizaciones que se definen las necesidades sino que se define por el partido que no moviliza por luchas populares sino en función de sus intereses económicos y negociaciones de poder que se hacen con la derecha. Además, es importante recordar que en Nicaragua, como resultado de las negociaciones que hizo la cúpula del Frente Sandinista con la Iglesia católica, se aprobó una ley que penaliza el aborto terapéutico y como resultado ya han muerto decenas de mujeres en Nicaragua, lo que esta documentado. Nosotros nos sumamos al a denuncia de una ley que implica un retraso de 100 años de nuestra legislación porque el aborto terapéutico estaba reconocido hace más de un siglo y esa es una lucha concreta que tenemos que dar.
 
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