Una empresa mas allá de toda sospecha

18/11/2009
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  • Opinión
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A la par de la expedición del cuestionado decreto que extinguió a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LyFC), los medios masivos de México han desatado una verdadera andanada desinformativa que no ha parado de ponderar las supuestas cualidades y presuntas virtudes de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Mientras tanto y con saña desmedida esos mismos medios, muestran a Luz y Fuerza del Centro como un ente ineficiente, caro y arbitrario; llegando a tal grado la manipulación mediática que pareciera que los trabajadores de la extinguida empresa eléctrica son los responsables de su pésima administración, de los cobros excesivos y de la obsolescencia del equipo y de las instalaciones.
 
En estos días la mayoría de canales televisivos se han encargado de mostrar a la CFE como un modelo de eficacia y de trato amable con los usuarios, mientras que la LyFC es catalogada de inoperante y abusiva. Y para ello se ha construido toda una leyenda negra que ha tenido como fin el justificar ante la opinión pública “el golpe definitivo” dado a la Ly FC y a su combativo sindicato, argumentado hasta la saciedad que el mal servicio brindado por la desvencijada compañía radicaba en sus altos costos de operación producto de los “privilegios” que gozaban sus trabajadores
 
¿Pero serán ciertas las bondades y la capacidad de la Comisión Federal de Electricidad?, para respondernos basta escarbar un poco y nos encontraremos con toda una larga relación de abusos, de corruptelas y de atropellos, así como de un abultado historial de ineficacia y mal servicio. No es sin razón que por todo el país se ha extendido un verdadero malestar y que son numerosas las muestras de inconformidad que manifiestan los usuarios de los servicios de CFE.
 
En regiones enteras el tendido eléctrico y los transformadores no han recibido mantenimiento desde hace más de 20 años y son constantes las fluctuaciones extremas de voltaje, lo que ha provocado daños en aparatos electrodomésticos; lo que ha provocado constantes reclamos y los usuarios afectados, después de una larga espera se enfrentan muchas veces “al hágale como quiera”.
 
 Los pueblos de Santa Ana, Buenavista y Paso Real en Oaxaca, llegaron a tomar el año pasado las oficinas de la agencia comercial de la CFE en el pueblo de Estación Sarabia, protestando porque decenas de aparatos electrodomésticos se habían quemado; ante su reclamo lo encargada se burlo de los inconformes y los insulto, lo cual desemboco en la toma de las oficinas y en la remoción de la empleada. Sin embargo esta inconformidad se ha llegado a mostrar de formas más violentas, ya que ante la negativa de la CFE a remediar los cobros excesivos, decenas de vecinos indignados llegaron al extremo de quemar las oficinas, como ocurrió en enero del 2008 en el Porvenir, Chiapas
 
 Por todo el país se expresan las quejas contra el mal servicio y cobros excesivos de la CFE , en Torreón Coahuila, es la empresa con mayor número de quejas interpuestas ante la PROFECO ; en Nuevo Laredo, Tamaulipas encabeza el “Top five” de las empresas con mayor número de quejas y en Irapuato; Guanajuato y en Chetumal, Quintana Roo ocurre lo mismo. En los primeros nueve meses del 2009, la PROFECO ha recibido casi 5 mil quejas en contra de la empresa eléctrica “de clase mundial”, lo que hace ser la empresa más denunciada en el país.
 
Ante esta situación en diferentes lugares de México ha surgido un activo movimiento ciudadano que cuestiona los cobros excesivos, el pésimo servicio y los malos tratos que brinda la "eficaz" empresa eléctrica. En Chiapas este movimiento se extiende ya a más del 40% de los usuarios y en Tabasco son más de 85,000 los hogares que han expresado su malestar, no pagando los recibos; recientemente en Mexicali, Baja California, decenas de vecinos quemaron efigies del presidente Calderón y del secretario Cartens como acto de protesta por los altos cobros eléctricos. Esta creciente resistencia ciudadana lo mismo se ha extendido a Nayarit que a Chihuahua y se expresa cada vez de forma más organizada en Oaxaca, Guerrero y el Sur de Veracruz.
 
Ante la extensión que ha adquirido la inconformidad, la CFE con el apoyo total de la Procuraduría General de la República , ha optado por una política de criminalización del movimiento ciudadano y ha llegado al extremo de perseguir y a encarcelar a ciudadanos cuyo único delito ha sido reclamar un mejor servicio o por protestar los cobros excesivos. En el penal de San Francisco Koben en Campeche se encuentran detenidos desde el mes de julio pasado, Sara López González, Joaquín Aguilar y Guadalupe Borjas; mientras tanto en el penal de Allende en el Puerto de Veracruz se encuentra recluido desde el año pasado Francisco Fernández Morales. En el sureste mexicano la represión se ha agudizado en los últimos tiempos, por ejemplo en Oaxaca los federales han desatado una verdadera cacería en contra de vecinos de Xadani, Juchitán e Ixtepec que han osado manifestar su descontento ante los abusos que sufren. Por su parte en Chiapas en los municipios de Venustiano Carranza, Villa las Rosas, Amatenango del Valle, Comitán, Chanal, Tzimol, Socoltenango y Teopisca, se ha registrado en los últimos meses una escalada represiva y un fuerte hostigamiento, manifestado por medio de cortes masivos y desmantelamiento de la energía eléctrica, así como con amenazas de la policía y autoridades municipales.
 
Realmente las bondades y virtudes que tanto exalta el grupo gobernante, no se refieren a la calidad de los servicios o al buen trato que brinda la CFE a sus usuarios. En realidad lo que la convierte en modelo para el grupo neoliberal en el poder, es que bajo el ropaje de empresa pública se esconde un gran negocio administrado por Tito, como cariñosamente llama el presidente de la república a Alfredo Elías Ayub, quién como Director ha impulsado con gran empeño la privatización de la industria eléctrica, ya que bajo su administración se han firmado jugosos contratos de obra resultando que ahora más del 45% de la energía eléctrica que se genera en el país es producida ilegalmente por empresas extranjeras, empresas con las cuales el actual grupo gobernante ha demostrado tener muchos intereses en común.
 
Hoy corporaciones como la española Iberdrola, primer proveedor de energía eléctrica en México se frotan las manos con los 5,000 millones de pesos comprometidos por la Secretaría de Hacienda para “modernizar” en los dos próximos años las instalaciones eléctricas del Valle de México. Ese negocio y la concesión del llamado triple play son las causas reales que están detrás de la liquidación arbitraria de Luz y Fuerza del Centro y de la desaparición del Sindicato Mexicano de Electricistas.
 
Una gran negocio esta detrás de la CFE , una empresa que dejo hace tiempo de ser patrimonio nacional para convertirse de manera impúdica en el gran negocio de un puñado de tecnócratas, empleados al fin de cuentas de las grandes corporaciones trasnacionales. Que no quepa la menor duda.
https://www.alainet.org/es/active/34508
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