Siempre Cristina Fernández

Un triunfo anticipado

20/08/2011
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Era vox populi desde hace ya algunos meses que en las elecciones primarias que se realizaron el domingo pasado la presidenta argentina obtendría una votación extraordinaria que sería el preludio de su triunfo en las elecciones presidenciales de octubre.
 
Las encuestas eran claras y contra lo que hubieran deseado sus opositores, el apoyo era para ella, para su gestión como mandataria, no era por razones sentimentales derivadas de la muerte de su esposo, lo que quienes aspiraban a derrotarla no detectaron.
 
Néstor Kirchner ocupa un lugar especial, de indudable importancia, en el devenir político de la Argentina después de la época dictatorial. Algo que ni los presidentes que se declaraban peronistas ni los de otros signos podrían disputarle.
 
Eso quedó de manifiesto a su muerte, en las multitudinarias manifestaciones de pesar, pero también de agradecimiento tanto por sus realizaciones como por el sentido diferente que le dio a la tarea de gobernar y a la política. Los jóvenes lo dijeron con todas sus letras con su presencia masiva en las calles en esos días.
 
Y junto a él, como sucedía desde su época de estudiante universitario, estaban Cristina Fernández y el grupo de jóvenes que hace ya años elaboraron el documento de El Calafate, proyecto político y de gobierno que pusieron en práctica a partir del triunfo electoral de Néstor Kirchner.
 
Sus opositores, incluso dentro del peronismo, no supieron o no quisieron entender que lo que estaba en marcha era un proyecto político que rescataba los elementos básicos que dieron origen al peronismo, cabe señalar que incluso militares de ese país reconocen que el de Perón había sido el último proyecto nacional de Argentina.
 
Por esa cerrazón, tanto grupos peronistas como opositores prefirieron considerar la llegada de Cristina Fernández a la presidencia como un recurso para que Néstor Kirchner siguiera gobernando. Y cuando él murió, llegaron a la conclusión de que ella no podría mantenerse en el cargo.
 
Y así, todos los fracasados mandatarios peronistas anteriores se desempolvaron y salieron a disputarle la candidatura. Alguno, como Carlos Menem, entendió que las cosas eran diferentes, pero otros, como Duhalde y Rodríguez Saa se proclamaron candidatos y crearon pequeños partidos.
 
Entre los partidos de oposición sucedió otro tanto. Ricardo Alfonsín, hijo del desaparecido presidente Raúl Alfonsín creó su propio movimiento e incluso recibió la accesoria de los publicistas del presidente estadounidense Barak Obama. En fin, hubo muchos candidatos. Las encuestas indicaban que en estas primarias la presidenta iba a alcanzaría una votación tal, que ni siquiera habría segunda vuelta electoral porque obtendría el 45 por ciento de los votos y la distancia con el que llegara segundo superaría el 10 por ciento. La ley electoral argentina determina que con esos resultados el ganador queda electo. Cristina Fernández obtuvo el 50.06 por ciento de los votos el domingo pasado. Alfonsín llegó al 12.17 por ciento y Duhalde al 12.16 por ciento. Los demás candidatos oscilaron entre el uno y el 10 por ciento.
 
 Todos pueden participar en octubre y algunos como Alfonsín y Duhalde especulan con la idea de que podrían darle un vuelco espectacular al panorama electoral. El único realista ha sido Mauricio Macri, Jefe de Gobierno de Buenos Aires, que lidera la alianza de derecha y renunció a postular a la presidencia por ahora.
 
 Los agoreros
 
 Aunque el proceso electoral termina en octubre, ya hay quienes el mismo domingo han lanzado sus previsiones económico-financieras talvez con la intención de influir en el resultado de los comicios, sembrando dudas acerca de lo que vendrá.
 
 La Bolsa de Buenos Aires tuvo un aumento moderado el lunes después de las primarias y un par de semanas antes de que éstas se realizaran la ministra de industria había informado sobre el aumento de las inversiones privadas en el país.
 
 Señaló la funcionaria que en el primer semestre esas inversiones habían llegado a 13 mil 300 millones de dólares, de los cuales el 75 por ciento era para ampliar y crear nuevas empresas y el 25 por ciento para la compra de empresas ya existentes.
 
 Este 44 por ciento de aumento en las inversiones privadas, dijo la ministra, “genera más capacidad productiva, más trabajo, más ingresos; un círculo virtuoso donde la inversión amplía el mercado interno y a su vez responde al aumento de la demanda”.
 
 El futuro vicepresidente de la república, Amado Boudou, ministro de Economía, concedió una interesante entrevista al periódico Pàgina12, de la que tomamos este enfoque:
 
 “Ya hay reglas de juego distintas y señales muy fuertes de que la Argentina va por otro camino. El Estado argentino, en muchas etapas de su historia gerenciaba para los poderosos. Desde Kirchner y con más fuerza con Cristina dejó de ser gerente para ser político. Hace política económica, política social, política exterior, política de salud. Sobre los empresarios, es triste que todos quieran terminar teniendo campos. No importa de qué actividad vengan. Quieren terminar siendo recolectores”.
 
 Talvez por eso los bancos extranjeros han empezado a hacer advertencias desde el mismo día de las primarias. El Bank of América dijo que “la victoria del kirchnerismo sería negativa para los mercados porque bajaría el precio de los activos”
 
 El Citigroup dijo que es posible que “los términos de intercambio argentinos no empeorarán”, pero que hay que poner atención a las fluctuaciones del cambio, los precios de los commodities, las alternativas de la economía brasileña y la fuga de capitales y por eso sugiere la posibilidad de que el gobierno “pierda las elecciones intermedias de octubre de 2013”
 
 Contexto latinoamericano
 
 Mientras por un lado se producían estos amenazantes pronósticos, en el plano latinoamericano se sucedían hechos interesantes, al mismo tiempo que los diversos presidentes felicitaban a la mandataria argentina por el resultado de las primarias.
 
 El colombiano Juan Manuel Santos, que estuvo esta semana en Argentina, ya había propuesto en una reunión de Unasur, en julio, que los países miembros debían analizar la crisis financiera mundial y los presidentes acordaron coordinar medidas para enfrentarla. El presidente uruguayo José Mujica dijo en una entrevista radial que “Tenemos bancos que los manejan los Estados de la región” y agregó que en consecuencia “podremos golpear algunas puertas y administrar cualquier crisis que nos pueda caer”.
 
 Y ya los ministros de Economía y los presidentes de los bancos centrales de los países miembros de Unasur se reunieron la semana pasada en la capital argentina para discutir el uso de reservas para salvar a algún país que tenga problemas, comprometiéndose a “intensificar el comercio regional sin pasar por el dólar”.
 
 El anfitrión de esta reunión de la que dio cuenta Pàgina12 fue, precisamente, el ministro de Economía argentino Amado Boudon.
 

- Frida Modak, periodista, fue Secretaria de Prensa del Presidente Salvador Allende.

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