Libre: ¿partido o brazo político?

03/10/2011
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

¿De qué sirve tener si no sabes qué hacer con lo que tienes?

Lo previo

Hasta hoy, la oligarquía violenta y atrasada que se ha apropiado indebidamente de los principales bienes y recursos económicos que son propiedad de toda la nación y operadora del golpe militar, ha fracasado en sus intentos fútiles por destruir a la Resistencia que es lo mismo, una inmensa parte del pueblo. Los últimos esfuerzos han estado dirigidos a impedir que su instrumento político – el partido - pueda ser inscrito formalmente; a través del  “nuevo” Ramón Custodio (Andrés Pavón) que se apropió del concepto de Frente Amplio surgido en otros espacios de la Resistencia hace casi dos años, y, posteriormente, del uso del término resistencia que lo incorpora posterior a la asamblea de Siguatepeque, como parte de toda la maniobra.

Debe entenderse que todo esto y lo que seguramente vendrá, forma parte de los esfuerzos que inútilmente podrán detener la decisión del pueblo por construir un modelo de sociedad más humana, menos excluyente, más tolerante y justa.

De lo anterior se puede sacar algunas lecciones para el futuro a saber: a) que una vez aprobados los estatutos de la nueva organización política, se debe recurrir a ellos para tomar decisiones ejecutivas propias de la gestión política, b) que el ideal democrático muchas veces inflama nuestras expectativas y nos hace creer ilusoriamente en cosas que en la práctica son irreales como que una sociedad libre se gobierna por sí misma, creencia que bien se puede extender a la organizaciones, c) otra ficción democrática es pensar que los que gobiernan y gobernados son idénticos, son ideales que quisiéramos no prescindir de ellos, pero no reflejan un hecho cierto, d) aún en los sistemas políticos que han ampliado la participación del pueblo (sin que ello sea una democracia plena) las decisiones que se toman exigen un alto nivel de lo representado, es decir de los mandatos a los representantes, e) de la misma manera que no es posible pensar una democracia sin organismos que intervienen en las toma de decisiones políticas directas o indirectas - elegir jueces por ejemplo-  tampoco es posible que existan organizaciones – en este caso partidos políticos- sin instancias internas desde las que toman decisiones que se pueden considerar ejecutivas, f) la experiencia enseña que no siempre la democracia la hacen los demócratas sino,  grupos que nunca han participado en su construcción, vale recordar el antipartidismo que inicialmente tuvieron los fundadores de la democracia inglesa y norteamericana al considerar a los partidos políticos, como facciones que rompían la unidad de las sociedades.

La idea que para la toma de decisiones se deba recurrir siempre o casi siempre a una asamblea, desnaturaliza incluso el ideal democrático y el de participación que tanto se reclama. La asamblea mencionada es un ejemplo de ello, se tensionó innecesariamente y se evidenció que superar las prácticas políticas tradicionales demandará de mucho tiempo y de nuevas convicciones democráticas, los vicios de la “mancha brava” siguen vivos y pueden aflorar en cualquier momento.

El re cambió del nombre a través de una reunión ejecutiva de los organismos internos del Frente, muestra lo que aquí se ha dicho, es decir, que si en la sociedades complejas los ciudadanos no gobiernan todo ni continuamente, es porque existe una dimensión de delegación o sea de representación para que se pueda gobernar, lo mismo sucede en los partidos políticos, porque de lo contrario, si sus dirigentes hicieran solo lo que se les autoriza por delegación, supondría muchísimas limitaciones para su gestión y un limitado margen de acción.

Y por último,  se evitan errores como la exposición también innecesaria del liderazgo en la defensa de propuestas sin el mayor análisis y discusión sobre todo, en asambleas tensionadas por las fuerzas que compiten por el poder del Frente en condiciones donde se impone el griterío descontrolado por las pasiones que cobija la política tradicional, que llega incluso a la falta de respeto por el dirigente lo que no significa inhibirse de disentir, pero tampoco se acepta el insulto.

 

Falla de fábrica

Desde que se comenzó a perfilar la idea de una coalición política en forma de Frente Amplio que aglutine todas las fuerzas de La Resistencia para enfrentar a la oligarquía a través de sus partidos, se trató de eso, una coalición diversa pero fundamentalmente política y social que derivara con el tiempo en un partido debido a las exigencias de La Ley Electoral pero que en la práctica funcionara como un Frente Amplio, de todos es conocida la historia.

También se sabe la resistencia que esta propuesta tuvo y sigue teniendo en sectores del Frente que nunca han participado en la política tradicional, fundamentalmente porque han sido incapaces de construir un partido “clasista” que represente a los sectores más excluidos de la sociedad y que compita por el poder (las razones de dicha incapacidad, no viene al caso mencionarlas en este espacio).

El mayor impulso de la propuesta se da con el regreso del ex presidente Zelaya que llama a todos los sectores opositores al golpe de Estado militar, a la conformación del Frente Amplio. Se alzaron los argumentos fáciles: para qué un FA si el FNRP ya es amplio (no todos los sectores participan de él), esto no es un arca de Noé se espetó, “nuestro temor es que las fuerzas conservadoras venidas de los partidos tradicionales se adueñen del Frente” etc. etc.

Frente a la necesidad de una coalición y la presión de gran parte de la base de la Resistencia, se aceptó la creación lo que hoy se denomina erróneamente el “brazo político” del FNRP cuyo nombre es Libertad y Refundación (LIBRE). Si el “brazo político” se llama LIBRE, ¿cómo se llama el “brazo social”? FNRP responderán algunos, y la unión del “brazo político” con el “brazo social”, ¿cómo se llama? Más aún, ¿qué se inscribirá en el Tribunal Electoral un brazo o los dos? ¿Y se puede eso? sigamos, ¿cómo es que el “brazo político” puede adquirir las formas y el contenido de un partido político?, ¿los estatutos de los partidos existentes hablan que en su interior convive un “brazo político? Ah, es que esto es una coalición político-social se dirá, pero en las coaliciones existentes en América Latina no se habla de” brazos políticos” (que se ocupan de lo meramente electoral como se argumenta) porque ello está implícito.

Los expertos del FNRP y de LIBRE le deben a la Resistencia una explicación sobre estas confusiones de diseño político, porque la lógica dice que LIBRE es el partido que aglutinará a todas las fuerzas opositoras entre ellas el FNRP, el Movimiento de Resistencia Liberal 28 de Junio, el Movimiento de Resistencia Progresista, los Movimientos Sociales, Pinuistas en Resistencia, Grupos Independientes etc.

Para finalizar, esperamos que se le dé sustancia y contenido a LIBRE el nuevo nombre, porque libre hace referencia a otras épocas libertarias como las independencia y la esclavitud, y refundación, es una especie de artilugio en el que creen algunos frente a la imposibilidad de modificar la realidad, es una resultante de acciones previas, es decir, es una consecuencia y no un hecho o proceso en sí. 

https://www.alainet.org/es/active/49894
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS