No perdonan ni los actos
Asunción ajustada a derecho
09/12/2011
- Opinión
El 10 de diciembre, la presidenta argentina asume su segundo mandato. Pese a pedidos en contrario y orquestadas campañas, será el vicepresidente opositor, Julio César Cleto Cobos, quien le tome juramento a Cristina Fernández. La corporación mediática quedó, una vez más, sin argumentos para invisibilizar el apoyo popular.
A comienzos del mes de noviembre, en el Congreso de la Nación de Argentina comenzaron los preparativos para la ceremonia de asunción de la presidenta Cristina Fernández, el 10 de diciembre.
Ya están dispuestos los operativos de seguridad, la presencia de ambulancias y bomberos para asistir la gran concentración de gente que tendrá lugar en Plaza de Mayo, la llegada de delegaciones extranjeras, el comité de seguridad destinado a la presidenta; y el ingreso de los invitados y la prensa.
Sin embargo, en cuanto a la cuestión protocolar se planteó un gran dilema: de acuerdo con el artículo 93 de la Constitución, el actual vicepresidente, Julio Cobos, debería tomarles juramento a la Presidenta y a su vice electo, Amado Boudou, en su calidad de presidente del Senado, pero varios miembros del oficialismo no estaban de acuerdo en que Cobos siquiera asista a la ceremonia oficial. Aún así, y en consideración de la actuación política del vicepresidente como oposición al propio gobierno que integra, la Jefa de Estado ordenó el último domingo, que se respete el protocolo.
Con esa decisión de Cristina Fernández se desactivó la intención de los medios hegemónicos de desviar el eje del festejo, la consagración del mandato popular en la persona de Cristina Fernández, utilizando un problema menor como es el de devolver entidad a la persona de Julio Cobos.
Pudo leerse en un comunicado de prensa oficial firmado por el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, que la Presidenta dio "expresas instrucciones” para que la ceremonia se articule "de conformidad con el artículo 93 de la Constitución Nacional, para que el ingeniero Julio Cobos proceda como presidente del Senado a tomar juramento a la Presidenta reelecta y al vicepresidente electo Amado Boudou". Se terminó la discusión.
Por su parte, Cobos se mostró de acuerdo con la decisión presidencial y dijo: "Siempre dije que para dar cumplimiento al artículo 93 hacía falta que las dos partes estuvieran de acuerdo, y habiendo voluntad expresa de que el protocolo se adecue a lo que dice la Constitución, es lo que corresponde”.
Además, y haciendo la vista gorda a la falta de lealtad e institucionalismo que caracterizó al vicepresidente opositor desde los primeros meses en ese cargo, agregó: “La satisfacción mía es cumplir con mi palabra hasta el último día, hasta el último minuto con lo que establece la Constitución".
Los diputados Carlos Kunkel y Edgardo Depetri, e incluso el mismo vicepresidente electo Amado Boudou, fueron quienes primero se opusieron a la asistencia de Cobos a la ceremonia oficial de juramento. Carlos Kunkel dijo: “No sería bueno que en este momento siga con un rol tan protagónico”, y pidió "evitarle el ridículo a Cobos”. También sostuvo que no quiere "burlarse de la desgracia ajena", en referencia a la situación política del vicepresidente.
Depetri expresó que “Cobos no debería tomarle juramento a Cristina Fernández el 10 de diciembre”. Y lo justificó diciendo: “Debería dar un paso al costado y permitir que la ceremonia de reasunción de la jefa de Estado sea lo que expresó el pueblo el 23 de octubre, una fiesta”. Y Boudou fue aún más contundente: "A mí me gustaría no tener nada que ver con Cobos por lo que ha hecho, en especial en los últimos días”, dijo en referencia y rechazo al esquema de designaciones y cambios en el Senado que hizo Cobos.
Muchas fueron las posibilidades que se manejaron: que la banda presidencial la podía colocar el titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti; o que fuese la nueva presidenta provisional del Senado, Beatriz Rojkés, quien les tome juramento a Fernández y Boudou. Pero la Jefa de Estado dejó en claro mediante el comunicado que el protocolo será respetado y que el vicepresidente Cobos se hará presente en el acto de asunción para tomarle juramente y colocarle la banda presidencial.
Por el momento, Cobos exigió "respeto, prudencia y silencio" a los que opinaron sobre su participación en la ceremonia de reasunción. Brindó su "mayor colaboración" para que salga de la mejor manera posible y si bien hay rumores de que será abucheado durante la ceremonia, dijo estar muy tranquilo. “Si me hubiera manejado en función de evaluar si va a ser incómodo o voy a tener algún tipo de problema, no hubiera actuado de la forma que actué durante todo este tiempo”, dijo.
De cualquier manera y de antemano, la simple aplicación del texto constitucional sirvió para desactivar un problema menor que -no desinteresadamente- pudo ser usado para empañar una verdadera fiesta de la ciudadanía.
APAS | Agencia Periodística de América del Sur | www.prensamercosur.com.ar/apm
Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Universidad Nacional de La Plata.
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