A 6,570 días del levantamiento armado del EZLN (XVI)

14/03/2012
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Para AdelayNena

Con cariño

 

VI. En la Selva Lacandona

 

8 de Marzo de 1994            

Día Internacional de las Mujeres en un pueblo zapatista       

Por la tarde de ese día nos informaron que se iba a celebrar el Día Internacional de la Mujer. “Muchos se van a enterar en la selva de lo que se celebra el 8 de marzo”, comentó Marcos. La noche era oscura. Había “luna vieja” que sólo se podía mirar en la madrugada. Era oscura porque en ese poblado zapatista, como en muchos otros, no había energía eléctrica. Durante su gobierno, Carlos Salinas había ordenado suspender los proyectos de ampliación de la red y con ella la electrificación de miles de comunidades rurales en el país. El objetivo era suministrar  la energía a la industria. A los pueblos les vendían un paquete que consistía en un panel solar, apagadores, soquets y focos para que las viviendas contaran con algo de iluminación por las noches. A ese proyecto, Marcos lo definió como un programa mierda.

Cerca de la escuela un grupo de insurgentes, con guitarra en mano, cantaban corridos zapatistas. Marcos  se paró detrás de nosotros. El aroma del maple lo denunció. Bromista dijo: “Capaz que nosotros cantamos mejor que ellos”. Después de algunos  corridos la capitana Irma tomó la palabra y dijo:

“Queridos compañeros y compañeras.

Aquí nos encontramos reunidos para celebrar el día 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

Bueno, compañeros. Así como esas mujeres que han dado sus vidas por defender sus derechos, como esas mujeres que hicieron que sus derechos y trabajos en las fábricas valieran. Y que por eso decidieron levantarse en lucha, no como la nuestra de ahora, pero sí reconocida mundialmente.

Por eso ahora invito a todos los compañeros del campo y la ciudad a unirse a nuestra lucha, nuestras demandas. Las mujeres somos las más explotadas. La mayoría ni siquiera sabe leer ni escribir, porque nos quieren para humillarnos. Compañeras de todo el país: para que esto no siga así tenemos que usar junto con los compañeros las armas, para hacer que nos entiendan que la mujer también puede luchar y pelear con el arma en mano.

Les invito a que nos apoyen en todo lo que pedimos como zapatistas. Tenemos que lograrlo luchando hasta vencer o morir. No hay otro camino, no nos han dejado más camino que agarrar las armas. Porque sólo así nos van a contestar.

Es necesaria nuestra lucha para que nuestros pueblos y nuestro país sean libres, no sólo para las mujeres sino para todo el pueblo que siempre vive humillado. Nosotros seguiremos adelante con nuestra lucha hasta que cumplan lo que pedimos: pan, democracia, paz, independencia, libertad, vivienda y justicia, porque esto no existe para nosotros, los pobres.

Por eso vivimos engañados. Por lo mismo de no saber leer, muchas veces ni siquiera sabemos qué dicen los patrones, aunque nos están regañando nosotros pensamos que nos están hablando bien. Por eso les conviene que no sepamos leer ni escribir, porque así nos chingan más fácil.

Nosotros ya nos cansamos, no queremos vivir como animales, ni que siempre alguien nos diga qué hacer o qué no hacer. Hoy más que nunca debemos luchar juntos para que algún día seamos libres. Esto lo ganaremos tarde o temprano, pero vamos a ganar.

Adelante, hasta conseguir lo que pedimos.

Es toda mi palabra.”

            En sus palabras estaban presentes las mujeres zapatistas. Las que conocimos desde antes del 94, las que conocimos el 1º de enero, las que participaron en la liberación de los presos del CERESO 5, las que participaron en las tomas de los pueblos, las que combatieron en Rancho Nuevo, en las montañas al sur de San Cristóbal, en Ocosingo, las que fueron heridas, las que curaron sus heridas, las que estuvieron en la vanguardia y las de la retaguardia en los pueblos o en las posiciones de montaña y miles de mujeres bases de apoyo. Las que quebraron la tierra e hicieron milpa, las que levantaron la cosecha de maíz y frijol, las que cocieron de madrugada el nixtmal, las que hicieron la tostada, la doblada, la bola de pozol, el pinol, las que lloraron la muerte de sus pequeñas/os hijas/os de enfermedades curables, las que parieron a las y los jóvenes que ahora eran milicianas/nos o insurgentas/es y se lanzaron a la lucha para dejar de “vivir como animales”…  para que “algún día seamos libres”.

            En otro lugar de selva Lacandona, Hortensia, en un acto reservado al EZLN,  expresó:

Buenas noches, compañeros.

Hoy, martes 8 de marzo de 1994. Queridos compañeros y compañeras, subcomandante, capitanes y tenientes e insurgentes de tropa del Ejército Zapatista de Liberación Nacional: hoy es un día especial de las mujeres de México y el mundo.

Un día 8 de marzo como éste se levantaron las mujeres que estaban trabajando en la fábrica de Chicago. Ellas eran costureras. Un día 8 de marzo hicieron huelga para aumentar sus salarios porque vieron que estaban mal pagados y permanecían en la esclavitud. Por eso la mujer es muy importante en la lucha revolucionaria.

Nosotras, como mujeres, podemos hacer trabajo igual que los hombres. Podemos empuñar las armas no sólo para ser amas de casa. Tenemos derecho a participar en la lucha armada como mujeres proletarias.

Por eso aquí estamos hombres y mujeres: para hacer la guerra de nuestro país, México. Por él levantamos un arma para lograr los once puntos para tener a nuestros pueblos en el futuro. Por eso no regresamos sino que seguimos adelante hasta que queramos. La guerra para tener una paz justa y digna.

Hombres y mujeres en el campo, en la ciudad: adelante compañeros.

Vivir por la patria o morir por la libertad.

Habíamos escuchado en San Cristóbal la palabra de Ana María: “Al principio éramos dos mujeres en el EZ. Era chiquito. Lo formamos de ocho o diez personas, hace como 10 años. Poco a poco fueron entrando más. El pueblo fue agarrando conciencia y entendieron que era necesario tomar las armas y solitos fueron integrándose a las filas del ejército (zapatista) hasta que llegamos a formar una compañía, luego un batallón, luego un regimiento. Y así fue creciendo hasta que llegó un momento en que vimos que ya teníamos bastante fuerza y el mismo pueblo decidió empezar a pelear. La mujer fue entrando por el hecho de que veía la presencia de otras mujeres dentro del EZ, nos veía a nosotras. Entonces las mujeres de los pueblos empezaron a instruir a sus hijas, hermanas o nietas y les decían: es mejor agarrar un arma e irse a pelear.” Ana María ingresó a las FLN a los 14 años. 

La comandanta Ramona, parte del Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CCRI), había dicho: “Yo llegué a participar en la lucha armada después de varias experiencias. Tuve que salir de mi pueblo a buscar trabajo por la misma necesidad pues no había de qué vivir. Cuando llegué a la ciudad empecé a ver que la situación de la mujer no es la misma que en el campo. Me di cuenta que no está bien como nos tratan (las y los ladinos), empecé a entender y tomar conciencia de la necesidad de que las mujeres nos organicemos. En la ciudad no nos respetan a las indígenas. No nos toman en cuenta cuando llegamos a vender nuestros productos, no nos pagan bien, casi regalamos la mercancía, no podemos andar solas, como indígenas somos despreciadas, olvidadas.”  

Elisa y Laura, que  con tres años de vida insurgente y portaban AR-10 (Fusiles con una cadencia de tiro de 700 d.p.m., y cargador  de 20 tiros). Junto con otras 12 mujeres, formaban el destacamento de 100 rebeldes que recibieron a la prensa nacional e internacional entre el 17 y 19 de enero de 1994. Habíamos escuchado a la capitana Irma, a la subteniente Guadalupe y charlado con la insurgenta  herida en Ocosingo. Las combatientes tenían en común ser mujeres jóvenes que vivían en condiciones de pobreza, que siendo niñas se sumaron a las filas del EZLN donde se formaron. Ahí aprendieron el español, a portar armas, a combatir y ejercer el mando. Eran mujeres indígenas conscientes, rebeldes, armadas, combatientes.

            La lucha del EZLN y de las mujeres zapatistas va a enfrentar, además de las fuerzas gubernamentales y reaccionarias, la visión de algunos grupos feministas urbanas y de feministas en lo individual que se van a limitar a  ver el “negrito en el arroz”. Algunas reclamaron que la Ley Revolucionaria de Mujeres era insuficiente. El EZLN llamó a una consulta para enriquecerla. Otras tergiversaron el contenido y sus demandas. Una de ellas fue Marta Lamas que mereció una respuesta del EZLN.

A Marta Lamas, La Jornada, México, D.F.

La presente es con el objeto de comentar y aclarar parte de su artículo "Chiapas, el Vaticano, el aborto y el Estado mexicano", publicado en La Jornada el viernes 29 de abril (p.25). En su primera parte, el artículo contiene algunas incorrecciones sobre el EZLN, sus leyes y sus demandas. Permítame aclararlas una a una y, por razones diversas, no en el orden en que aparecen:

1. Dice el artículo:

El punto tercero de dicha ley (Ley Revolucionaria de Mujeres) decía: «Las mujeres tienen el derecho a decidir el número de hijos que pueden tener y cuidar». (...) De allí que la formulación del tercer punto de la «Ley de Mujeres» contradiga la demanda actual del EZLN: penalización del aborto (La Jornada, 24 de abril).

Bueno, el punto tercero de la Ley Revolucionaria de Mujeres no "decía", sino que DICE y así se aplica en nuestros territorios y dentro de las comunidades y unidades militares zapatistas. El EZLN en ningún momento ha demandado la penalización del aborto, no hemos presentado proyecto alguno de reforma al Código Penal estatal ni hemos tenido participación alguna en la discusión de las reformas en curso. Nuestra demanda, respecto al Código Penal de Chiapas, dice:

Vigésimo séptimo. Que se quite el Código Penal del estado de Chiapas porque no nos deja organizarnos más que con las armas, porque toda la lucha legal y pacífica la castigan y reprimen.

Está claro que nuestra demanda de reforma al Código Penal se refiere a la falta de garantías políticas, ¿o no? Lo que sucede es que el gobierno aprovecha nuestro estar ocupados cavando trincheras, minando accesos y realizando consultas para presentar sus propios intereses, o de otros, como "respuesta a las demandas del EZLN". El EZLN tiene la costumbre de emitir comunicados para fijar sus posiciones sobre puntos diversos. Esto lo hacemos así para que el pueblo mexicano, lo que ahora se llama sociedad civil, conozca nuestro pensamiento DIRECTAMENTE de nuestro corazón. Desgraciadamente, declaraciones de funcionarios, de mediadores y de comisionados se toman como declaraciones del EZLN. Esto es malo, pero es peor que, en los medios, no se aclare de dónde procede la declaración y entonces se escriban artículos para señalar contradicciones que no existen.

El problema de las mentadas reformas en curso al Código Penal estatal, se repite en la metamorfosis de "propuestas" en "acuerdos", en la "inminente" y "espectacular" firma de la "paz", o de fastuosos programas sociales, o elecciones estatales y municipales. Lo que va a ocurrir es lo que ocurrió antes del 1 de enero de 1994, que nadie se tomó la molestia de venir a preguntarnos sobre lo que pensábamos. Como no hablábamos (lo hacíamos, pero nadie escuchaba) todos pensaron que estábamos bien. No lo estábamos, no lo estamos. Por eso hablamos con fuego y, a lo que se ve, tendremos que volver a hacerlo.

2. El artículo, en el primer párrafo, dice: "La influencia de la iglesia católica sobre el EZLN..." y se argumenta que es esta "influencia" la que provoca la "demanda actual del EZLN".

Lo lamento, la iglesia católica no tiene influencia alguna sobre el EZLN. Lo pueden constatar los propios miembros de la jerarquía católica, incluso de la diócesis de San Cristóbal, y puede usted venir a hablar con Ramona, Susana o Ana María, miembros del CCRI-CG del EZLN o combatientes para verificarlo. No crea usted lo que escriben los autodenominados apologistas de la paz sobre el supuesto patrocinio del EZLN por parte de la iglesia católica. Mejor haga caso de lo que dice el EZLN por su propia voz o pregúntenos.

Nuestro ejército es mayoritariamente analfabeta, es decir que La Jornada no es muy leída por estas tierras. El proceso de toma de decisiones para demandas y acciones estratégicas es DEMOCRáTICO, es decir, preguntamos a la mayoría sobre tal o cual petición y TOMAMOS EN CUENTA esa opinión. Acá manda la mayoría, para bien o para mal. Por ambas razones -analfabetismo y confianza de la base en su dirección- su artículo no provoca problema alguno dentro de nuestras filas. Pero La Jornada sí es leída por muchos mexicanos y MEXICANAS honestos y con ganas de conocer la realidad de nuestro país. Por ellos, destinatarios verdaderos de nuestra palabra y nuestro empeño, es que me veo obligado a aclarar esas incorrecciones en su artículo. Le pido, respetuosamente, que haga la aclaración pertinente en el diario en que trabaja. Nosotros no podemos hacerlo, nuestra voz cada vez se apaga más y más, y cada vez son menos los dispuestos a escucharla, nuestras cartas ya ni siquiera alcanzan espacio en "El Correo Ilustrado". No nos preocupa mucho, ya antes estuvimos solos, ya antes otros tomaron nuestra voz, porque ya sabemos cómo hacernos escuchar de nuevo.

A usted la leen muchos y muchas, le pedimos que haga la aclaración y separe las mentiras del supremo gobierno de la palabra pequeña pero verdadera de las insurgentes zapatistas.

Por cierto, ninguna de las leyes de la Ley Revolucionaria de Mujeres aparece en el pliego de demandas del EZLN. En lo referente a las mujeres INDíGENAS, el pliego señala:

Vigésimo noveno. Petición de las mujeres indígenas. Nosotras las mujeres campesinas indígenas pedimos la solución inmediata de nuestras necesidades urgentes que el gobierno nunca ha dado solución:(...)

Y siguen una serie de demandas de apoyos económicos, atención médica, asistencia alimentaria, etcétera.

¿Por qué? ¿Por qué no aparece en las demandas al mal gobierno la Ley de Mujeres que LAS zapatitas NOS IMPUSIERON el 8 de marzo de 1993? Las compañeras zapatistas contestaron de esta manera, palabras más o menos:

Hay cosas que se piden y hay cosas que se imponen. Nosotras pedimos las condiciones materiales mínimas. Nosotras no pedimos que nos den libertad y respeto. Nuestra libertad y dignidad es algo que IMPONDREMOS, las reconozcan o no los compañeros o el gobierno.

Escalofriante, ¿no?, y créame que lo están logrando, a pesar de periódicos, iglesias, códigos penales y nuestra -justo es reconocerlo- resistencia como varones a ser arrojados del cómodo espacio de dominación que nos heredaron. Falta mucho tramo por recorrer, dicen ellas, pero no les veo yo la mínima señal de cansancio. Nosotros en eso, y sólo en eso, estaríamos encantados de rendirnos.

Vale.

Más atención a lo que sucede y más espíritu crítico al leer el periódico.

Salud y un corrector, desde las montañas del sureste mexicano

Subcomandante insurgente Marcos

 P.D. Por cierto, acá las indígenas sí abortan, y no por elección propia. "Desnutrición crónica", dicen las estadísticas.

P.D. Dicen las compañeras que no piden clínicas de abortos porque ni siquiera tienen de partos, y que subir las lomas cargando un tercio de leña es algo que ningún código penal toma en cuenta ("ni algún artículo periodístico", agrego yo).

Un año después, el 8 de marzo de 1996, 5 mil mujeres bases de apoyo zapatistas marcharon en la Ciudad de San Cristóbal de Las Casas. Contingente de mujeres indígenas rebeldes nunca visto en la añosa Jovel.  Mujeres bases de apoyo, milicianas e insurgentas que forjaron en el EZLN una importante relación de camaradería y respeto como aparece en sus testimonios. Por su discurso era evidente que en el EZLN no se profesaba ninguna corriente feminista y que venía de la tradición de los movimientos armados revolucionarios y marxista, la de las Fuerzas de Liberación Nacional...

Veamos.

Las mujeres en las Fuerzas de Liberación Nacional

https://www.alainet.org/es/active/53413?language=en
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