Falta mucho para que el brazo de la justicia alcance a todos

31/05/2012
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En las últimas semanas hemos sigo testigos de algo que muchísimos anhelábamos pero que al mismo tiempo pensamos no ocurriría jamás: el general retirado Efraín Ríos Montt en el banquillo de los acusados. Fue llevado ante la justicia con el cargo de asesinato pero una valiente jueza decidió procesarlo por genocida. La justicia había tardado, todavía no es completa, solo se le acusa de la masacre de Las Dos Erres, cuando se sabe que es responsable de cientos de masacres, miles de asesinatos… El muro de la impunidad sigue desmoronándose en nuestro país, lentamente,  más lento de lo que quisiéramos, porque las víctimas no pueden esperar más, porque los culpables se mueren de viejos, o están muy enfermos para responder ante la ley por sus crímenes.
 
Pero se están sentando precedentes muy importantes: un ex Jefe de Estado está siendo enjuiciado por genocidio en nuestro país. Falta un largo trecho por recorrer, pero los pasos dados se están haciendo cada vez más grandes, falta mucho, hacia adelante y hacia atrás en el tiempo y en todas direcciones, hasta alcanzar todos los rincones de nuestra geografía, en la historia de las atrocidades cometidas contra nuestro pueblo.
 
Hoy es una fecha emblemática, tristemente simbólica, el 29 de mayo de 1978 ocurrió la masacre de Panzós, en Alta Verapaz, llamada por un historiador “la última masacre colonial” pero reconocida por muchos como la primera del conflicto armado que asoló nuestra patria durante más de 30 años. Familias campesinas reclamando su derecho ancestral a la tierra, que les estaba siendo arrebatada por finqueros, marchando pacíficamente hacia la Municipalidad, fueron recibidas por miembros de Ejército con ametralladoras, granadas y otras armas de fuego.
 
El ataque había sido fríamente preparado, los soldados enviados de Zacapa les esperaban alrededor de la plaza y les dispararon desde los techos, puertas y ventanas. Incluso llevaban los camiones que les servirían para transportar los cuerpos de sus víctimas y los tractores necesarios para enterrar a los 120 inocentes que cayeron en el lugar del ataque. Se desconoce el número total de víctimas, pues a estos primeros se agregan los heridos que se lanzaron al río Polochic buscando salvarse pero seguramente muchos murieron en el intento.
El silencio y la impunidad rodearon por mucho tiempo esta y otras tantas masacres y crímenes cometidos, pero poco a poco se ha ido develando el terrible manto que pretendía ocultar las atrocidades ordenadas desde los más altos niveles jerárquicos del Ejército.
 
Hace relativamente poco tiempo inició el enjuiciamiento de responsables materiales e intelectuales de estos abominables actos, cometidos por miembros del Ejército Nacional, en nombre del Estado. Pero falta llegar más allá, pues tanto el Ejército como los gobernantes de turno servían y sirven intereses muy por encima de ellos mismos, intereses económicos y políticos nacionales y extranjeros a quienes la justicia ha tardado ya mucho en identificar como los verdaderos y últimos responsables de la miseria y otros hechos violatorios de los derechos humanos en nuestro país, incluidos las masacres y demás crímenes cometidos, no solo durante el conflicto armado sino a lo largo de toda la historia pasada y presente. Falta mucho para que el brazo de la justicia alcance a todos los responsables, trabajemos duro para que ese día llegue.
 
Guatemala, 29 de mayo del 2012.
 
- Helvi Mendizabal, Unidad de Publicaciones. La columna fue el editorial del Noticiero Maya K'at de la Federación Guatemalteca de Educación Radiofónica -FGER- con fecha 29 de mayo del 2012.
 
https://www.alainet.org/es/active/55300?language=en
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