La desacertada visión de la MUD sobre política exterior venezolana

03/01/2014
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Desconcertados aún por la tremenda paliza propinada por la mayoría del pueblo venezolano que votó por los candidatos del Partido Socialista Unido de Venezuela y sus aliados del Gran Polo Patriótico en las recientes elecciones municipales del 8 de Diciembre; la cúpula contrarevolucionaria  de la MUD ahora  se lanza a buscar oxigeno político en un área de la vida de la República en donde ha recibido iguales  o mayores derrotas políticas que las recibidas en la agenda nacional: la política internacional.
 
Pretendiendo contrariar la inocultable realidad de avances irreversibles que en los 15 años de gobiernos bolivarianos, bajo la conducción del Comandante Supremo Hugo Chávez Frías y el camarada Presidente Obrero Nicolás Maduro Moros ha alcanzado la República Bolivariana de Venezuela,  los “sesudos” internacionalistas de la derrotada, dividida y muy matrecha MUD, emiten un pronunciamiento, calificando de “flaco y desacertado” el balance de Política Exterior de Venezuela en el pasado año 2013, en un momento en el cual, como nunca  después  de la exitosa política militar y diplomática del Libertador Simón Bolívar entre los años 1812-1830, se ha logrado situar a la República Bolivariana de Venezuela en el pedestal más alto del escenario político de América Latina y el Caribe y convertirla en uno de los factores geopolíticos y económicos más dinámicos e influyentes  de la actualidad internacional, con vocería propia, interlocución mundial y participación importante en diversos escenarios de la convulsa realidad económica, política y de paz y seguridad internacional.
 
Apelando a generalidades sin fundamentos concretos, los “MUDos” de la derecha contrarevolucionaria venezolana se atreven a hablar de un supuesto “debilitamiento”  y de “aislamiento” del país en momentos en que la República Bolivariana de Venezuela forma parte de los importantes del Consejo Económico y Social y  de la Comisión de Derechos Humanos y de otros organismos del sistema de Naciones Unidas y el G-77,  NOAL, OPEP, etc; refuerza sus relaciones bilaterales y multilaterales con los países de Africa, fortalece las alianzas estratégicas con los gobiernos y economías más importantes de Asia, como las son China, Japón, India y Corea del Sur, profundiza los lazos políticos económicos y políticos con la Federación Rusa (hoy presidiendo el G-8)y sus aliados de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) y, más aún, acaba de propiciar un salto gigante en la integración económica y política  en Nuestra América con  su plena e indiscutible adhesión al MERCOSUR y la realización exitosa de la II Cumbre de Jefes de Estados y de Gobiernos de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América, ALBA, y del Pacto de Petrocaribe,  quienes acordaron establecer una alianza estratégica para el impulso de la Zona Económica ALBA-PETROCARIBE, la cual, seguramente, se articulará con la poderosa MERCOSUR, convirtiendo a este espacio en el más dinámico y generador de bienestar y progresos social de cuantos procesos integracionistas se están desarrollando en el planeta, todo ello sin  influencia ni mucho menos la presencia,  de  la vieja potencia colonial-imperialista de los Estados Unidos de América,
 
Para los “MUDos” internacionalistas, adoradores de la globalización neoliberal y defensores de la dependencia de Venezuela y Nuestra América de los dictados del gobierno imperialista de los Estados Unidos de América, como Julio Cesar Pineda, Maruja Tarre y Miles Alcalay, multiplicar y profundizar las relaciones con las más diversas naciones del planeta y establecer relaciones sobre la base del respeto a la Soberanía, la Independencia, el Beneficio Mutuo de los Estados, la democratización de los órganos de la comunidad internacional y el aseguramiento de la defensa de la Paz y la Seguridad Internacional, nos “desacreditan” como interlocutores “serios y confiables”, cuando los hechos históricos demuestran que nuestro desprestigio como Nación se produjo en los últimos 100 años de Republiqueta Petrolera neocolonial y mediatizada al servicio de los intereses geopolíticos y económicos de los Estados Unidos de América,  mantenidos por  los gobiernos de la burguesía y la partidocracia venezolana; vergonzosa situación que felizmente sepultaron los gobiernos bolivarianos del Comandante Supremo Hugo Chávez Frías y del Presidente Nicolás Maduro Moros, mediante una política internacional soberana e indepediente, basada en el interés superior de la Nación, la integración con los hermanas Naciones de Nuestra América y la participación  como actor y factor responsable de la escena internacional.
 
Pero en lo que especialmente la derecha contrarevolucionaria venezolana, agrupada alrededor de la  MUD, muestra su tesitura contraria al desarrollo soberano de la política internacional bolivariana, es en el tema de la cooperación internacional y la paz regional, al  cuestionar la correcta y acertada política de diálogo diplomático con la República Cooperativa de Guayana para la solución negociada de la controversia limítrofe (cuyo mecanismo de Buen Oficiante de la ONU fue establecido en la Cuarta República), que hoy permite mejorar las relaciones bilaterales guyanesa-venezolanas y favorecer el proceso de integración con los Estados del Caribe; sin que ello implique renuncia a  derechos legítimos, como se ha demostrado cada vez que se han presentado situaciones que afectan ese proceso de solución bilateral amigable de ésta controversia provocada por el colonialismo británico.
 
Finalmente, los “MUDos”, voceros de la burguesía parasitaria venezolana y aliados subalternos del gobierno de los Estados Unidos de América en su propósito de desestabilizar y derrocar el gobierno popular de la revolución bolivariana, en su espúreo comunicado  salen en defensa del viejo sistema de partidocrático y de castas implantado por los gobiernos de la Cuarta República en el Servicio Exterior Venezolano, al cuestionar, sin fundamento, la nueva ley marco del servicio exterior venezolano, con el deliberado propósito de que se mantenga las distorsiones y perversiones en la formación, ingreso, ascenso, permanencia y  terminación del servicio, con el deliberado propósito de que sus aún enchufados “diplomáticos institucionales, defensores de la política Exterior de Estado”, sigan disfrutando de sus viejos privilegios, mientras hacen vacío a la hora de la defensa de los lineamientos de la Ley “Plan de la Patria” aprobada por la Asamblea Nacional, las instrucciones dictadas por el Presidente Obrero Nicolás Maduro en su condición de Rector Constitucional de la Política Exterior de la República y las directrices emanadas del Canciller Elías Jaua Milano, responsable del desarrollo de ésta política de Paz, Seguridad, Cooperación Internacional,  Protección de los Derechos Humanos, democratización de los órganos del sistema universal y regional, de integración latinoamericanista y caribeña y de defensa de los intereses de la Nación Venezolana en la comunidad internacional.
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