Venezuela en el Consejo de Seguridad de la ONU
16/10/2014
- Opinión
El gobierno bolivariano y chavista del Presidente Nicolás Maduro Moros se acaba de anotar un victoria histórica al ser electa la República Bolivariana de Venezuela, en primera votación y con el voto de 181 voto de los 193 miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Miembro No Permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, para el periodo 2015/2016, pese a la campaña promovida por el gobierno de los Estados Unidos de América, los grupos neoconservadores del Congreso de ese país y la inocultable presión de los círculos sionistas del mundo, contrarios a la política soberana, integracionista y multilateralista impulsada por el gobierno de la Revolución Bolivariana.
La triunfo de la candidatura de la República Bolivariana de Venezuela por un escaño No Permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU es el fruto de un laborioso y perseverante trabajo diplomático iniciado en el año 2007, durante la segunda presidencia del Comandante Supremo Hugo Rafael Chávez Arias, quien vio en este objetivo, la posibilidad de hacer una contribución efectiva y eficaz a la solución de los crecientes conflictos políticos y armados que venían afectando la paz y la seguridad internacionales, a consecuencia de la agudización de la crisis del Capitalismo y el escalamiento de las posiciones unilateralistas y hegemonistas del gobierno de los Estados Unidos de América y sus aliados subalternos de la OTAN, quienes apostaban y siguen apostando al recurso de la guerra y el chantaje político y económico como instrumentos para sostener su deteriorada influencia internacional y la solución de los problemas estructurales de las economías del centro capitalista mundial.
No estaba exenta de la legitima pretensión del gobierno revolucionario venezolano de ingresar al Consejo de Seguridad de la ONU, la necesidad de utilizar también este importante foro político internacional para denunciar la crecientes campana de desestabilizacion y agresiones del gobierno de los Estados Unidos en contra de la Revolución Bolivariana que ya en los años 2002/2003 había apoyado y financiado el derrocamiento de las autoridades democráticamente electas en Venezuela, para lo cual intentaron un Golpe de Estado, la paralización de toda la industria petrolera nacional y de toda la actividad económica nacional en manos de la burguesía venezolana, acciones que fueron derrotadas con la participación de las fuerzas patrióticas de la naciente Fuerza Armada Nacional Bolivariana, los trabajadores y las trabajadoras del petróleo y demás sectores económicos estratégicos y el apoyo del movimiento popular, que resistió, sin desesperación ni radicalismo, la ofensiva de los sectores burgueses subordinados a los planes neocoloniales del gobierno usamericano y las grandes corporaciones de los Estados Unidos de América
Junto a lo anteriormente expuesto, destaca como motivación estratégica de la candidatura de la Revolución Bolivariana, la presencia en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de una voz soberana, digna e independiente, que fuese capaz de defender, no solo los intereses del país sino del promisorio proceso de integración política y económica que se había iniciado en América Latina y el Caribe con el nacimiento de la Alternativa (hoy Alianza) Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (2004), la Iniciativa Energética de PETROCARIBE (2.005) y la Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR (2007), cuya consolidación y proyección internacional requería de un escenario político que las protegiera de las maquinaciones y perturbaciones propiciadas por el gobierno imperialistas norteamericana, corporaciones industriales y financieras y sus aliados del capital financiero internacional hoy dominantes entre sus aliados de la Unión Europea.
La presencia bolivariana en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas será un escenario para promover y debatir los actuales problemas que afectan la Paz y la Seguridad internacionales y regionales, como los conflictos armados que están afectando a la región del Medio Oriente, el Golfo Pérsico y el norte del continente africano y en la región subsahariano, así como las tensiones fabricadas por el gobierno de los Estados Unidos y sus aliados subalternos de la OTAN en torno al conflicto armado interno en Ucrania y sus derivaciones militares y económicas para los países integrantes de la Unión Europea y Rusia, por cuanto el desarrollo y escalamiento militar de tales conflictos regionales y globales constituyen una seria afectación de la vida económica internacional, especialmente de aquellos países de medio y escaso desarrollo, lo cual podría provocar un crack global que arruinara los relativos progresos que se han alcanzado luego de la crisis financiera de Estados Unidos y Europa desatada en el año 2007 y, cuyos efectos perversos, aun todavía permanecen en la economía mundial.
Para ello, la política a desarrollar por el gobierno chavista del Presidente Nicolás Maduro Moros en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tiene como Hoja de Ruta los objetivos estratégicos que en materia internacional están claramente establecidos en el Gran Objetivo Estratégico No. 4 del Plan de la Patria, escrito por el Comandante Supremo Hugo Rafael Chávez Frías y elevado a Ley de la República por acuerdo de la Asamblea Nacional que plantea “ Contribuir al desarrollo de una nueva geopolítica internacional en la cual tome cuerpo el mundo multicentrico y pluripolar que permita lograr el equilibrio del Universo y garantizar la paz planetaria”.
Por lo demás, la voz soberana de la Revolución Bolivariana en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se multiplicara por cada una de las voces de los países de América Latina y el Caribe que podrán presentar como bloque regional, propuestas y posiciones consensadas que favorecerán los procesos de negociaciones y soluciones concertadas de los grandes problemas a debatir en esta cuerpo elitesco heredado de la Segunda Guerra Mundial y cuya democratización forma parte de las exigencias de los países de Nuestra América.
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