México

Inseguridad nacional y amenaza injerencista del imperio

Luis Langarica Arreola

26/01/2014

Opinión

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Desde que surge y se implementa la iniciativa Mérida, con el consentimiento de los gobiernos de derecha en México y al mismo tiempo que el imperio del norte apoquina a las fuerzas de seguridad nacionales recursos materiales y económicos, dizque para hacerle frente a la delincuencia organizada, ésta se ha fortalecido aún más, al grado que empezaron a surgir otras corrientes o grupos para enfrentarlos. Estos hechos dieron pauta para que el gobierno yanqui de manera sigilosa fuera entrando so pretexto de “ayudar” a las autoridades a poner fin, o tener por lo menos, el control de los grupos delictivos; lo cierto es que el gobierno de los EE.UU estuvo apoderándose paulatinamente de la seguridad nacional de nuestro país y desde entonces, no sólo ha aumentado la violencia por varios estados de la República, sino que ya existen muchas suspicacias al respecto en cuanto a quienes están generando todo esto y con qué fin. Recuérdese años antes del envío y cruce de armas provenientes de EE.UU conocido como “rápido y furioso” (armas que cayeron en manos del crimen organizado).

Estos días han dejado en descubierto las verdaderas intenciones del imperialismo a nivel global: el espionaje ejercido a través de diversos medios y en varias partes del Planeta; el flagelo de armas y equipos sofisticados para el control y defensa de sus intereses creados; a través de sus redes de espionaje se apodera del reconocimiento real en áreas civiles y militares, y es así como consiguen conocer las fortalezas y debilidades defensivas de cada país, las consecuencias de esto es que ponen en peligro la seguridad nacional, al conocer también, las formas como operan las instituciones económicas y políticas de cada nación.

El gobierno de los EE.UU se prepara y busca el momento oportuno para volver a aplicar sus políticas injerencistas para socavar y desestabilizar a países latinoamericanos que no sean de su agrado. Pero, volviendo a México son varios estados de la República Mexicana donde la violencia se ha acentuado, siendo Michoacán el punto más álgido al grado que en días recientes, el secretario de Estado de los EE.UU John Kerry, tuvo el atrevimiento de “ofrecer” la ayuda para intervenir en este asunto interno, diciendo que se encuentran preparados y listos para ello. La contestación por parte del gobierno de México debió haber sido más dura y contundente, pues este hecho vergonzoso y entrometido ofenden en mucho la inteligencia de los mexicanos en su capacidad de resolver los problemas internos salvaguardando a su vez, la soberanía e independencia nacionales.

La capacidad de disuadir y la estrategia a seguir del gobierno mexicano y otros actores nacionales debe ser encaminada para proteger a los ciudadanos contra cualquier manifestación de violencia que traiga como factor no sólo la de dividir a los mexicanos sino también la de detener las lamentables pérdidas de vidas humanas. La estrategia y capacidad del Estado mexicano debería ser en función de resolver los problemas nacionales, sin el hostigamiento ni el ofrecimiento de fuerzas extrañas.

La pobreza originada por las políticas neoliberales en México y en otros países del mundos, se ha sumado la violencia cada vez con mayor crudeza y el espionaje a todo lo que da hacen de países como México vayan perdiendo el control hasta llegar a un estado de shock o mejor dicho, la conmoción ante la pobreza y la violencia combinadas. La soberanía nacional y la seguridad pública están siendo allanadas. Ante todo esto, las fuerzas progresistas, patrióticas y revolucionarias deben estar alertas y unidas ante las pretensiones de fuerzas externas y desde luego, rechazar y condenar con todo ahínco las prácticas de espionajes imperialistas hacia México y América Latina.

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