Otro abril victorioso para la Revolución

La verdad de Venezuela

07/05/2014
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Derecha: el 13 de abril de 2002 Hugo Chávez retorna al poder. Izquierda: acto por el Día del Trabajador en Caracas
 
Violencia: tras dos meses de guarimbas, 41 muertos, 785 heridos (275 son funcionarios de seguridad), 197 detenidos (sólo 14 son estudiantes) sin capacidad para movilizar contra el Gobierno y con la presión de un 80% de venezolanos que repudia la conducta opositora, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) aprovechó la mediación de la Unasur y acudió finalmente a un llamado hecho por el Gobierno un mes antes, a sentarse en una mesa de diálogo para discutir un Plan de Pacificación Nacional. Maduro inició ese debate transmitiéndolo por cadena nacional. Vencida en la calle y en la lucha de ideas, el ala fascista de la oposición acudió al terrorismo. El 26 de abril fue asesinado Eliécer Otaiza, un cuadro fundamental de la Dirección Político Militar.
 
Sabor amargo tuvo para la oposición la derrota política materializada en su obligada participación el 10 de abril en la mesa de diálogo, transmitida al mundo por cadena nacional de radio y televisión. Tardío pero eficiente, el llamado de la Unión de Naciones Suramericanas al diálogo fue admitido como tabla de salvación para la oposición y como oportunidad para el Gobierno de intentar detener a tiempo la espiral de violencia, que del fallido propósito insurreccional pasaba al terrorismo.
 
Ya a fines de marzo los vecinos de las comunidades, cansados de muertes y heridos, el peligro constante generado por las guarimbas en los propios barrios de las clases acomodadas, el humo de cauchos quemados, la suciedad, las calles rotas y la dificultad para transitar, retrajeron apoyo a los guarimberos para retornar a la vida cotidiana. Las protestas no sólo perdieron respaldo sino también el carácter espontáneo que muchos analistas de la primera hora le atribuyeron para hablar de una “revuelta popular”. Para ese entonces el Gobierno anunció que las guarimbas estaban extintas pero advirtió que quienes quedaban en las calles ejercían la violencia de la manera más radical.
 
Acorralada, la MUD acudió al diálogo. Tras deponer una serie de exigencias presentadas antes como excusa para negarse, la oposición concluyó por esgrimir una condición aceptada de antemano por el propio Gobierno: la participación en el diálogo de un delegado del Papa.
 
Luego de dos reuniones, una televisada y la otra a puertas cerradas, se acordó ampliar la Comisión de la Verdad, sumando personalidades destacadas de diferentes sectores a los miembros designados por la Asamblea Nacional (AN). El Gobierno aceptó la creación de una junta médica para constatar el estado de salud del Comisario preso Iván Simonovis (ver “Los presos...”) y accedió a la participación de la oposición en los comités de postulación de las autoridades del Poder Electoral y Judicial, para los cuales la bancada opositora de la AN no presentó candidatos en el momento indicado. Pero las autoridades rechazaron la amnistía inicialmente exigida por la oposición e insistieron en que la mesa de diálogo no implicaba forma alguna de cogobierno. “Aquí no hay negociaciones ni pactos, aquí lo único que estamos buscando es una voluntad común de paz, de democracia, de respeto, de reconocimiento, estamos buscando un modelo de coexistencia pacífica, de convivencia, de tolerancia mutua”, subrayó el Presidente al dar inicio a la primera jornada de diálogo (ver pág. 36)
 
Su primer propuesta fue la de “conocernos y reconocernos, respetarnos más allá de lo formal inclusive, respetarnos sabiendo que ahí hay una fuerza, un poder, una corriente, unos seres humanos que han logrado conformarse con un proyecto de país, una Constitución impulsada por la vías democráticas”.
 
La sola comparecencia opositora en Miraflores significó una victoria política para Maduro y un reconocimiento para el proyecto bolivariano que lidera. La reunión de trabajo al día siguiente con alcaldes y gobernadores adversarios, la reafirmó. La oposición en cambio pagó el costo de la fragmentación: hasta Henrique Capriles, quien todavía no ha reconocido formalmente la legitimidad de Nicolás Maduro como presidente, estuvo presente en las dos citas.
 
Quedaron aislados los rostros públicos que promovieron la violencia golpista: “No creemos en un ‘diálogo’ donde el régimen sólo plantea un show político utilizando a los cancilleres de la Unasur como interlocutores”, alegó el minúsculo agrupamiento de Leopoldo López, Voluntad Popular, en un comunicado. María Corina Machado explicó después que considera una farsa el proceso de negociación. Los representantes estudiantiles, a quien el presidente reiteró una vez más el llamado al diálogo, también se negaron a participar de las dos instancias y marcharon descalzos para pedir por el país en la vigilia de Semana Santa.
 
El propio Henry Ramos Allup, pintoresco titular del partido Acción Democrática, reconoció que la presencia de la MUD en ese recinto significaba para ellos un costo político.
 
En esa primera instancia Maduro reconoció los problemas que aquejan el país y se mostró abierto a resolver tanto los que llamó problemas inducidos, como los que, según indicó, pertenecen a las debilidades propias de la realidad nacional o son producto de errores propios. También condenó la violencia y preguntó a la oposición, pensando en el hipotético escenario en el que lo hubiesen derrocado: “¿A quién iban a sentar aquí y con qué método lo iban a validar? ¿Qué iban a hacer con el pueblo y la Fuerza Armada? ¿Qué harían con la corriente revolucionaria en donde participan millones de mujeres, amas de casa, estudiantes, trabajadores, profesionales, jóvenes, que van desde la socialdemocracia hasta el marxismo-leninismo, pasando por todos unidos por el bolivarianismo? ¿Qué iban a hacer con 20 de los 23 gobernadores?, ¿qué iban a hacer con la mayoría de la Asamblea Nacional? Son cosas que hay que preguntarse”, expresó.
 
Con mayor o menor elegancia, con argumentos más sólidos o más débiles los adversarios hicieron uso de su derecho a la palabra y, aunque en muchos casos repitieron temas, intentaron centrarse cada uno en algo particular. En general insistieron en la crisis económica, la falta de seguridad, pidieron el desarme de colectivos a los que llamaron violentos, reivindicaron el derecho a la protesta –que no estuvo seguido de la palabra “pacífica”– y pidieron amnistía para estudiantes y presos políticos, evitando condenar de manera directa y unánime el terrorismo y la violencia suscitada en la calle.
 
A su turno, el Vicepresidente para el área económica Rafael Ramírez, recalcó la existencia de un “un conflicto histórico entre dos bloques” y de dos ideas acerca del mismo país. “No sé qué números estamos manejando, pareciera que estuviéramos hablando de dos países, nosotros tenemos aquí en nuestras estadísticas los números reconocidos por la FAO y por todos los organismos internacionales. El canciller Elías Jaua y el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello fustigaron con dureza las intervenciones opositoras (ver pág. 36).
 
Aunque tal como lo expuso Cabello la reunión estuvo a punto de fracasar porque en la MUD no había acuerdo sobre quiénes serían sus oradores, Ramos Allup puso un veneno en el que todos estaban de acuerdo: la supuesta violación de la Constitución que según él implica la unión pueblo-Fuerza Armada, y condenó con especial virulencia a las milicias. Maduro respondió: “La Milicia Nacional Bolivariana es el pueblo en armas, es una fuerza complementaria de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana” dijo leyendo el artículo 44 de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas.
 
Agenda violenta y secesionista
 
Pese al empeño en el diálogo, no se descarta la continuidad del accionar golpista.
El 15 de abril diputados del Partido Socialista Unido de Venezuela presentaron documentos con pruebas de la participación de empresarios en el financiamiento de actos terroristas. Los documentos consignados ante la Fiscalía General de la República señalan al presidente del Banco Venezolano de Crédito, Oscar García Mendoza; Rafael Alfonzo, presidente de Alfonzo Rivas & Cia; María Corina Machado, Diego Arria, César Briceño y Ezequiel Vásquez, en conjunto con una empresa extranjera denominada Otto Reich Consulting.
 
En una entrevista televisada el ministro para Interiores Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, explicó: “Es muy probable que venga una fase de violencia selectiva y de actos terroristas que traten de generar la movilización de la sociedad que no lograron por la vía de las barricadas y las acciones que están fracasando”. El funcionario consideró que en estos actos seguía presente Voluntad Popular liderado por Leopoldo López, hoy detenido y perteneciente al ala más radical de la derecha venezolana. “Él está conduciendo, junto a María Corina Machado, esta acción terrorista sobre los venezolanos”, dijo Rodríguez Torres.
 
Para ese momento, incluso la oposición más cerril tenía claro el cuadro de situación: captura y presentación pública de mercenarios extranjeros, incautación de armas y extrema brutalidad de los ataques a militantes y edificios públicos fueron dejando pocas dudas de la existencia de un plan destinado a desatar la violencia y esperar la intervención extranjera.
 
En el Estado Táchira, intervenido y liberado de focos violentos por el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada venezolana, fue detenido en una barricada Gabriel Alejandro Reyes Beltrán, buscado por organismos internacionales de lucha contra el narcotráfico.
 
Al dar la noticia el Presidente denunció la presencia de bandas paramilitares y narcotraficantes, vinculadas con planes de desestabilización y dispuestas a trasladarse a Caracas para alimentar la violencia. Además informó de la captura en el Estado Barinas del colombiano Hugo Alberto Nuncira Soto con solicitud de alerta roja de Interpol, por estar vinculado a la organización criminal Los Urabeños y de Adrison Fredire Mosquera, requerido por contrabando y que tenía en su poder un fusil de guerra y cartuchos calibre 7.62.
 
Rodríguez Torres informó, a su vez, de las investigaciones que se llevan adelante por las pagas de cinco mil bolívares que confesaron algunos detenidos en las barricadas.
Los focos de violencia remanentes, lejos de las razones económicas o la falta de libertades en las que algunos sectores opositores basan sus quejas se asimilan cada vez más a actos destinados a la siembra del terror, el odio y la fragmentación social. “Yo vivo en El valle (oeste de Caracas) y trabajo en el centro. Casi no viví lo de las guarimbas, pero ayer estaba volviendo de Barquisimeto (Estado Lara) en un carrito por puesto. El chamo que manejaba se metió por una zona donde había guarimbas y pasamos por una. No había nadie todavía porque era temprano, estaba toda la calle destruida, el asfalto roto (no sé cómo hicieron eso) lleno de huecos y piedras. Había restos de basura y cosas que quemaron y de los árboles habían colgado franelas rojas con algo adentro como si fueran torsos. Las franelas tenían inscripciones. Algunas decían: “La única salida es la calle” y “S.O.S Venezuela”, pero la mayoría decía: “Malditos les llego la hora”, “Así van a quedar” o “Muéranse sucios chavistas”. Yo no sé qué cara habré puesto, pero el chamito me dijo: “mira princesa quita esa cara que si alguien te ve nos joden a todos”. Es el relato de Guillermina Soria, trabajadora de la editorial estatal El Perro y la Rana y militante feminista. El tenebroso viaje ocurrió el 8 de abril, de regreso de un encuentro de Investigadores por la Paz, realizado por esos días en Barquisimeto.
 
 “No podemos salir con nuestras franelas rojas a la calle porque nos joden”, expresó Alex Domador, residente en Carabobo y trabajador de la fundación Infocentro. Mientras que Natalia Badino, trabajadora de Vive Tv, contó: “Lo que más me preocupa es la oleada de odio irracional, de querer desaparecer a cualquiera que parezca, sea o simpatice con el chavismo. También aquellos que no se pronuncien por ninguna parcialidad. Es lo que me está provocando pesadillas en estos días”.
 
 El mensaje es claro para los chavistas y los actos moralizantes engrosan una larga lista: en Chacao, al este de Caracas, fue apuñalado por un desconocido que se encontraba en el campamento opositor de la plaza Bolívar, el hijo de la conocida militante chavista de 75 años, Caperucita Roja. En la pelea con lamentable final, estaban involucrados “vecinos de toda la vida”, narró la señora. En la UCV, a principios de abril, fue linchado un estudiante de Derecho en incidentes en la escuela de trabajo social. La turba de 20 ó 30 opositores fue disuadida, cuando rociaba combustible sobre el cuerpo del estudiante. “Lo iban a quemar”, contó con espanto su compañera. Y hay más: días antes, el 20 de marzo, un módulo de la Misión Barrio Adentro (que ofrece atención médica en las comunidades) en el Estado Lara había sido incendiado. Los dos médicos cubanos que dormían dentro se encontraron con la puerta trancada cuando intentaron escapar. Afortunadamente pudieron salir por la ventana. También hubo sabotajes eléctricos a través de incendios intencionales probados y denunciados por la compañía eléctrica estatal y fue atacada la sede del Ministerio del Poder Popular para la Vivienda y el Hábitat, ubicado en Chacao. Un grupo de 89 niños de entre 6 meses y 3 años de edad, que se encontraban en la guardería del ministerio, y 1.200 trabajadores que estaban dentro del edificio corrieron riesgo tras un incendio provocado por un grupo de encapuchados que irrumpió violentamente en esta sede pública tras la concentración convocada por la dirigente opositora María Corina Machado en Caracas desde la plaza Brión hasta la Asamblea Nacional el 1° de abril.
 
 Dos semanas antes, el 18 de marzo, otro grupo de fascistas había incendiado en su totalidad el núcleo Táchira de la Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada Bolivariana (Unefa), que quedó destruida. Fue el ataque más grave de los 15 que se registraron contra universidades públicas en febrero y marzo.
 
Oposición fragmentada
 
Al informar sobre la captura de los responsables del vandalismo contra el ministerio de Vivienda y Hábitat, el mandatario venezolano indicó que se trataba de un militante del partido Voluntad Popular. Maduro explicó que el acontecimiento refleja los más cruentos enfrentamientos internos de los grupos opositores, lo que llamó una “lucha a cuchillo” entre el nuevo alcalde Ramón Muchacho y el anterior, que busca que se lo inhabilite y destituya por no cumplir con su obligación de controlar la violencia en la zona.
 
“Se están cayendo a cuchillo, y en esa ‘cuchillera’ nadie reconoce el liderazgo de nadie. En Chacao pasa lo mismo. Buscan sacar a Ramón Muchacho, yo se lo digo al país”, afirmó.
 
En el Estado Táchira, donde se inició el intento golpista el 12 de febrero, el alcalde municipal, Alejandro García, fue expulsado de las filas de Voluntad Popular por negarse a alimentar las guarimbas. “Nunca estuve de acuerdo con la agenda de Daniel Ceballos (alcalde de San Cristóbal, destituido y detenido) y nadie me puede decir que soy traicionero porque a Leopoldo se lo dije: hermanito, conmigo no cuenten para ese tipo de acciones que se van a tomar a nivel nacional, como calentar la calle. Les dije que no estaba de acuerdo porque si me eligieron después de 14 años de lucha contra el chavismo fue para gobernar, no para estar en estas protestas”, declaró el alcalde.
 
“Mientras yo gobernaba, ellos quemaban, y si tengo que hablar con quien sea en el Gobierno lo haré para buscar recursos para mi pueblo sin tener que volverme chavista”, insistió.
 
Más noticias incómodas para la oposición han salido a la luz. El diario Ciudad CCS publicó información que traza vínculos entre “exiliados” residentes en Florida y Panamá y una pareja que vive en Miami, titular de al menos cinco empresas vinculadas a la comercialización de armas que compartieron escenario en un acto organizado por el diario opositor El Venezolano con Orlando Urdaneta, un actor venezolano que jugó un activo rol durante el golpe de Estado de 2002. El artículo también presume relaciones empresariales de la pareja con Jacques Martínez Streignard, detenido a fines de marzo en la urbanización caraqueña Prados del Este luego de hallarse en su casa insumos para el ensamblaje y la reconstrucción de armas utilizadas en las barricadas.
 
El mismo diario informó sobre la circulación en las redes sociales de un instructivo, parte del programa para reavivar las guarimbas denominado “Plan Marabunta”. Un video, que según expone el diario logró cerca de 70 mil visitas, ofrece detalles acerca de cómo organizarse en urbanizaciones cerradas para bloquear el tránsito, detener el transporte público incitando a los pasajeros a que se bajen, boicotear el comercio incautando la mercadería de los almacenes y atacar a las fuerzas armadas. También recomienda la confección de una galería virtual de traidores, para identificar a quienes no están alineados con la causa.
 
Al parecer, la radicalización incluye también llevar la violencia hacia el oeste de Caracas, infiltrar los bastiones chavistas donde la adhesión a la Revolución Bolivariana no permitió que las protestas trasciendan unos pocos y aislados caceroleos.
 
En el blog de la Misión Verdad, Gustavo Borges contó la manera en que unos comandos animan a la gente a involucrarse en las protestas en esa zona de la capital y comienzan a leerse pintadas que invitan a la rebelión. “Catia rebélate, SOS, Paz, son algunas de ellas. Células de la ultraderecha como Pro-Catia, Voluntad Popular y Bandera Roja han estado muy activas en reuniones llamando a la calle en estos barrios. Hace unas semanas un conato de guarimba, organizado por éstos, fue disuelto por los movimientos sociales y vecinos en varios puntos del oeste de Caracas como Gato Negro, frente al parque Alí Primera y en Los Frailes de Catia (sector donde opera Pro-Catia), al igual que en los Magallanes y La Pastora”, escribió Borges.
 
El acecho es permanente. El periodista José Vicente Rangel afirmó a principios de abril haber accedido a información de inteligencia que indica que en la localidad de Ragonvalia del Departamento de Norte de Santander “están concentrados aproximadamente 200 efectivos irregulares con abundante armamento y logística” y que la situación es similar en otras localidades a lo largo de la frontera colombo-venezolana. El fin último, ha denunciado el Gobierno, tiene que ver con la secesión de los estados fronterizos.
 
En ese contexto, fue por demás elocuente la alusión en la primera reunión de diálogo del coordinador de la MUD, Ramón Aveledo, a un ensayo del escritor Julián Marías sobre la Guerra Civil Española. Más contundente fue Capriles, que continuó alegando la ilegitimidad del resultado electoral del 14 de abril del año pasado y coronó: “O esto cambia o esto revienta”.
 
Días antes el presidente Maduro había pedido al país y a la Fuerza Armada alerta máxima ante un presunto plan de un sector con aspiraciones separatistas para los Estados Táchira, Mérida, Zulia (poseedor de grandes reservas petroleras), Nueva Esparta (importante centro turístico), Lara y Carabobo (donde se concentra el 40% de la planta industrial venezolana).
 
Como es de esperar, hay duda y temor en las propias filas de la Revolución respecto del curso que tomará la negociación. Dentro y fuera del país poderosas fuerzas apuestan a detener la transición a cambio de la paz. No obstante, además de innumerables compromisos con la continuidad revolucionaria por parte de todas las figuras de peso en la Dirección Político-Militar, Maduro subrayó su línea de marcha a propósito de una declaración de Luiz Inácio Lula da Silva, quien recomendó “una solución negociada porque para Brasil, Venezuela es estratégica”. Y agregó el ex presidente brasileño: “Venezuela debería tener un pacto político de cinco años para trabajar contra los cortes de energía, luchar contra la inflación y ser autosuficiente en la producción de alimentos, pero esto no se logró porque Maduro, después de asumir el gobierno, no hizo otra cosa que ir a la calle a responder las protestas de la oposición”.
 
En una declaración posterior, y en referencia a otras propuestas análogas, Maduro explicó que “Sería un traidor si me pongo a negociar la revolución. Es que a mí no me pertenece este poder, este poder le pertenece a la revolución, al pueblo” y descartó que en el diálogo con la oposición auspiciado por la Unión de Naciones Suramericanas estuvieran en discusión los principios socialistas de su gobierno: “En todo caso a mí me toca administrar este poder para hacer más revolución, así que tenemos una gran coalición y el presidente Lula seguramente apunta hacia allá; seguro que sí, por lo que lo conocemos, consideramos a Lula un padre de la izquierda también, querido compañero”.
 
Con informes de Jimena Montoya e Ignacio Díaz
 
 
El Chávez que llevamos dentro
 
Por Eliécer Otaiza
Revolucionario: pocas semanas antes de caer asesinado en una emboscada, Eliécer Otaiza publicó el artículo que sigue en el diario Ciudad Caracas. Entre los muchos cargos que ocupó, estuvo el de responsable de la Misión Robinson, acaso la más trascendental de la Revolución en sus inicios: alfabetizar al soberano. Sobre ese tema escribió Otaiza para América XXI (El poder del conocimiento) en la edición de septiembre de 2003. Una razón más para despedir con dolorido compromiso al revolucionario, el colaborador (autor de dos libros en su momento comentados), el camarada, el amigo.
 
A los 358 días de su muerte, Mi Comandante, en medio del dolor y el vacío, siento lo fuerte de la Revolución al constatar todo lo que hizo usted acompañado de su pueblo. Y me pregunto entonces todo lo que nos falta hacer por nosotros mismos.
 
Escuchar y comprender la naturaleza de nuestro comportamiento para existir y convivir como seres humanos, se lo debo a usted. Buena parte de mi formación histórica, intelectual y política, la aprendí con usted. Mi textura, composición y estructura revolucionaria anticolonialista, antimperialista la forjó usted; de igual forma mi tolerancia, mi carácter, mi prudencia y el valor del guerrero tiene su direccionalidad y ritmo. El conocimiento, la sensibilidad y el disfrute de compartir con el pueblo, es posible gracias a su eterna presencia entre ellos.
 
El haber participado con usted, desde mi formación como cadete, en la Casa de los Sueños Azules, me ha hecho revolucionario. Estudié, analicé la doctrina gringa y su influencia en nuestro Ejército Libertador. Esa que trató de eliminar, borrar la ética, las virtudes, las hazañas de nuestros próceres, para convertir a la institución armada bolivariana en fuerzas pretorianas, guarimberas obligadas a masacrar al pueblo ante la imposición de paquetes capitalistas.
 
Como soldado, acompañarlo en la rebelión del 4 de febrero y después del 27 de noviembre, bajo sus órdenes, significó compartir, luchar y combatir con aquellos insurgentes, que luego se multiplicaran para acompañarnos en nuestra gesta patriótica. La cárcel me permitió conocer de usted y otros combatientes su gran capacidad de liderazgo y su gran visión como estadista, en medio de dificultades y angustias; además de compartir, construir, la participación popular y la teoría y práctica constituyente, pacífica y democrática para llegar a gobernar el país. Escucho su voz revolucionaria en el Himno Nacional coreando esa filosofía constituyente.
 
Difícil ser su escolta como Presidente y trabajar en la seguridad presidencial y política; en medio de conspiraciones, entre Salazar Rodríguez, Peña, Miquilena y los ejércitos de parásitos cadivistas, todos dirigidos y respaldados por el imperio gringo-europeo. Sus maniobras, dispositivos y acciones para quitarnos las mayores reservas petroleras del mundo e invadir al país para tener la cabecera de playa en el continente con las más grandes reservas de agua dulce del planeta.
 
Todo esto sirvió para mi crecimiento, maduración y preparación, –política, moral e intelectual. Tengo el orgullo de ser leal por sobre todas las cosas ante el golpe de Estado del 11 de abril de 2002 y todas las conspiraciones, sabotaje, donde la traición, deslealtad, negocios los ha llevado a justificar al mismo Satanás, aún con toda la persecución en mi contra. En mis responsabilidades gerenciales administrativas no he agarrado el dinero público para enriquecerme, no tengo testaferros ni cuentas secretas extranjeras. Hasta mis hijos están en escuelas públicas bolivarianas, porque al primero no lo aceptaron por chavista en el Emil Friedman, además de no tener los recursos para pagarles los colegios de “calidad”.
 
La felicidad y el orgullo de dirigir la Misión Robinson con usted, enseñando a leer y escribir a tantas personas. Hacerme campesino luchando contra el latifundio y conectarme con la tierra para la producción, con su cultura, tradición, folclore y el trabajo, es la satisfacción más grande que usted me ha dejado. La fuerza que me da escuchar Linda Barinas, Florentino y El Diablo o Fiesta en Elorza, me desprende y eleva hacia mi lucha eterna por la libertad.
 
Desde el momento que me dijo “que mi trabajo era cuidarlo a usted en el pueblo, en lo político, en lo ideológico” y tener que asumir ese camino solitario, difícil, contradictorio, complejo del día a día popular; desde las necesidades, la cotidianidad, donde el espíritu y el alma se hacen fe y lucha, como arma política para la libertad y la independencia; me ha tocado asumir y enfrentar la lucha de poder, los grupos de intereses y negocios. En medio de esto, he podido admirar aún más su capacidad y su liderazgo, entre la diversidad y pluralidad de estos factores y de estos individuos, que actúan en la construcción de la Revolución Bolivariana, socialista, pacífica y democrática.
 
El mayor de mis reconocimientos es al soldado Chávez, que durante su enfermedad y agonía me demostró la firmeza, la voluntad, el desprendimiento por su pueblo y su Patria. La entereza y la valentía para enfrentar el destino y la muerte, aún en medio del ataque despiadado del imperio y sus lacayos. Decisiones políticas, orientación y claridad como la Luna llena para la transición de su despedida física. Mi reconocimiento por la nobleza de su espíritu, de su sentimiento y el gran amor hacia sus hijos, nietos y familiares. Fue crucificado por haberse entregado a su pueblo redentor, bolivariano.
Todo esto, me da fuerza para luchar, y dispuesto estoy a que mi cuerpo repose en el mar de Venezuela.
 
Artículo publicado en Ciudad CCS el pasado 5 de marzo
 
 
Los “presos políticos” por los que clama la oposición
 
Iván Simonovis, Leopoldo López, Enzo Scarano y Daniel Ceballos, son los llamados presos políticos más emblemáticos para quienes pide amnistía la oposición.
 
Leopoldo López se encuentra acusado de los delitos de instigación pública, daños a la propiedad en grado de determinador (autor intelectual), incendio en grado de determinador y asociación para delinquir”. Luego de entregarse voluntariamente a la justicia el 18 de febrero fue trasladado a la prisión de Ramo Verde en las afueras de Caracas, donde permanece hasta ahora.
 
López dirigió los hechos de violencia que se suscitaron el 12 de febrero en el centro de Caracas, en los que murieron dos personas y fueron atacadas instituciones del Estado, incluyendo la sede de la Fiscalía.
Enzo Scarano, alcalde de la ciudad de San Diego en el Estado Carabobo, y Daniel Ceballos, fueron destituidos de sus cargos y detenidos por desacatar la orden del Tribunal Supremo de Justicia de garantizar la paz y evitar las barricadas en sus respectivas jurisdicciones. El primero fue condenado a 10 meses y medio de prisión, mientras que el segundo a un año. El Consejo Nacional Electoral anunció que el 25 de mayo próximo se realizarán las elecciones para nuevos titulares de esos cargos.
 
Iván Simonovis era Secretario de Seguridad Ciudadana cuando se desarrolló el golpe de Estado en 2002. Se encuentra condenado a 30 años de prisión desde 2009, luego de ser declarado responsable de dos asesinatos en la masacre de Puente Llaguno, ocurrida el 11 de abril en plena asonada golpista.
 
Por razones de deterioro de su salud la familia ha pedido un indulto humanitario. J.M.
 
 
Después de derrotadas las guarimbas
 
Por Freddy Bernal
 
La conspiración guarimbera ha sido derrotada. Por ahora, el haber obligado a la MUD a sentarse en la mesa pacificadora, terminó de aislar a los violentos, reorientando el camino del descontento opositor hacia el cauce democrático. No obstante, algunas señales nos previenen para un máximo estado de alerta ante futuras acciones y planes desestabilizadores.
 
Cierto, las guarimbas están derrotadas, pero los cerebros e intereses que las engendraron y alentaron, allí siguen. Los financistas y mentores que las apoyaron, ya comprobaron su fuerza destructiva y nada indica que no volverán a hacerlo en el futuro. Más aún, nuestra historia reciente demuestra cómo el extremismo opositor, incluso recurriendo al paramilitarismo, ha persistido a pesar de las sucesivas debacles e inoperancia de sus métodos para lograr el poder. A la conspiración del 11 de abril, siguió meses después el paro petrolero. Al “descargue su arrechera” de hace un año, continuó el llamado absurdo de plebiscito en las elecciones municipales de diciembre, preámbulo a su vez de la escalada fascista de calle de la que acabamos de salir.
 
Existe la posibilidad de que un sector minoritario desafecto, envenenado sin remedio por el discurso de odio generalizado de la derecha, continúe por la vía violenta. Mi presunción parte no solo de los ejemplos históricos anteriormente señalados, sino de la demostrada pretensión imperial de acabar con el proceso bolivariano al costo que sea, así como de la existencia una pequeña minoría privilegiada que ve amenazados sus intereses ante el rumbo socialista que le imprimimos a nuestro proceso bajo el liderazgo del Presidente Chávez. No aceptan el “Plan de la Patria” ratificado en dos elecciones, como tampoco las instrucciones del Comandante en el último Consejo de Ministros, con “El Golpe de Timón”, para profundizar la democracia socialista.
La vorágine violenta de calle sufre actualmente un reflujo evidente ante el rechazo de millones de venezolanos que preferimos dirimir nuestras diferencias a través del diálogo y las elecciones, pero logró, como nunca en estos 15 años de avance bolivariano, algunas ventajas a tener presente.
 
La minoría violenta demostró cómo, amparándose en la vocación de paz del gobierno bolivariano, la cobertura mediática internacional y una derecha cómplice con su silencio, pueden alterar el orden provocando la zozobra nacional. Alcanzaron sin duda, mejores niveles de articulación y experticia en el ejercicio del terrorismo.
 
Quiero que se me entienda bien. Confío plenamente en los diálogos de paz que conduce el presidente Maduro; son la respuesta correcta y la única solución posible al enfrentamiento político planteado, pero no creo para nada en una oposición que ha hecho de la conspiración su práctica más constante. La confianza es buena, pero si se acompaña de la precaución es mejor.
 
24/04/2014 Desde Caracas. El autor es miembro de la Dirección Nacional del Psuv y ex alcalde de Libertador
 
 
Nueva ofensiva económica
 
Un año de combate económico y ratificación política
 
“No han podido con nosotros y no podrán con el pueblo de Venezuela”, sostuvo el presidente Nicolás Maduro al completar su primer año de gobierno. Y comenzó el segundo con el anuncio de nuevas medidas económicas, en línea con el programa de gobierno, conocido como Plan de la Patria.
 
Se trata de una nueva fase de la ofensiva lanzada en noviembre del año pasado para dar batalla a las distorsiones inducidas y los problemas estructurales de la economía venezolana. Potenciar la producción nacional, garantizar el abastecimiento y lograr el cumplimiento de los precios establecidos por el Estado son los tres objetivos generales que encuadran los anuncios hechos el 22 de abril y presentados al día siguiente en la Conferencia Económica por la Paz ante 650 empresarios nacionales de la producción, distribución y comercialización. Allí Maduro los exhortó a tener una “visión nacionalista” y abandonar el “rentismo y el parasitismo”, a la vez que llamó a los trabajadores a apoyar la nueva etapa económica. “El objetivo es lograr unir el esfuerzo de todos los sectores productivos de Venezuela, para impulsar una nueva economía productiva, para producir todo lo que necesita nuestro pueblo”, resumió el Presidente en su programa radial.
 
Entre las medidas propuestas resaltan la activación de tres zonas económicas especiales (la Faja Petrolífera del Orinoco, el Eje Carabobo –como sector industrial– y el Estado Anzoátegui como centro para la petroquímica, transporte, pesca, turismo y petróleo) para garantizar el cumplimiento del plan de desarrollo económico establecido en el Plan de la Patria; el impulso al desarrollo productivo a través de más financiamiento proveniente del Fondo Chino, Fondo de Desarrollo Nacional y el Fondo Mercosur-Alba; negociaciones para alcanzar acuerdos de precios para todos los productos (con este objetivo el 25 de abril se realizó una jornada nacional de inspección para verificar el cumplimiento de la Ley Orgánica de Precios Justos); incorporación al Sicad I del sector automotriz y de autopartes y control de sus precios; construcción de 220 mil viviendas y otras 80 mil del sector privado; activación del plan de compras del Estado; extensión de permisos para importación de bienes prioritarios y autorización para la liquidación del 30% de divisas pendientes a sectores prioritarios; nueva ley para el funcionamiento de los centros comerciales.
 
Tres días después de la Conferencia comenzaron jornadas de inspección a empresas e industrias de todo el país para diagnosticar las necesidades y potencialidades de todo el sector productivo nacional. “Nuestra decisión es construir el socialismo productivo y diversificado en Venezuela, y la base económica del socialismo, que tiene que ser muy poderosa”, resumió Maduro.
 
Primer aniversario
 
El balance de este año de gobierno deja una ascendente inversión en misiones sociales, para las cuales se destinó un 64,1% del presupuesto. También resaltan la creación de siete nuevas universidades y la incorporación de 3.600 profesionales en los hospitales, así como la inauguración de una Maternidad de Alto Riesgo y nuevos Centro de Diagnóstico Integral. Todo ello en el marco de la iniciativa de un “gobierno de eficiencia de calle” que impulsó a las organizaciones del poder comunal e intentó mantener un diálogo permanente con la población.
 
En materia de seguridad se implementó el plan de patrullaje inteligente Patria Segura y se lanzó el nuevo plan integral de Pacificación Nacional para combatir la violencia desde la raíz, actuando en las comunidades con jóvenes y trabajando en la humanización del sistema penal. Para fines de 2013 se había logrado disminuir un 17 % los homicidios y 51% los secuestros.
 
Además de combatir las diversas y constantes operaciones desestabilizadoras de la oposición desde su asunción, el gobierno de Maduro tuvo y tiene como primera prioridad la cuestión económica, que en el corto plazo implica frenar la escalada inflacionaria y romper la línea del desabastecimiento.
 
J.M. e I.D.
 
 
 
Victorias para inquilinos y refugiados
 
Las organizaciones de inquilinos, el Movimiento de Pobladores y Pobladoras pudieron celebrar una nueva victoria en la batalla por el derecho a la vivienda.
 
La Superintendencia Nacional de Arrendamiento de Viviendas (Sunavi) publicó las normas para que los propietarios ofrezcan la venta de las viviendas que se encuentran en edificios de vieja data a los inquilinos que las habitan.
 
Cumpliendo con el principio de evitar que las familias pasen más de 10 años en situación de arrendamiento, la quinta disposición de la Ley para la Regularización y Control de los Arrendamientos de Viviendas ordena que los multiarrendadores (definidos como aquellas personas naturales o jurídicas que se dedican a la renta de tres o más viviendas) ofrezcan en venta el inmueble al inquilino, en caso de que este pueda probar ante Sunavi que ha permanecido en esa relación por 20 años.
 
Contrario a lo difundido por la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, que pide la nulidad de la medida, los pequeños propietarios, caracterizados como aquellos que se dedican a la renta de hasta dos viviendas, no sólo no están dentro del alcance de la ley sino que son protegidos por la misma, ya que la norma establece de interés público y social toda materia relacionada con el arrendamiento de inmuebles, promoviendo el arrendamiento responsable y estableciendo fondos de compensación en caso de falta de pago por parte de los inquilinos. El Estado otorgará créditos a los compradores y regulará el precio justo. De acuerdo con el censo de 2011, más de 750 mil personas viven en unidades alquiladas en Venezuela.
 
Otra buena noticia en materia de vivienda se conoció a mediados de abril cuando el ministro de Vivienda y Hábitat, Ricardo Molina, informó que de las 35 mil familias que se encontraban en refugios, tras la pérdida de sus viviendas en el temporal de 2010, sólo 1.920 esperan por sus unidades habitacionales.
 
Hasta el momento 556 mil familias se han constituido en propietarias de nuevas viviendas y otras 251mil unidades habitacionales se encuentran en construcción. Esto ha implicado la creación de 700 mil puestos de trabajo directo. Cerca del 61% de estas estructuras han sido levantadas con participación del poder popular.
 
J.M.
 
 
 
Investigación de los casos de violencia
 
A principios de abril Maduro firmó un decreto para la creación de un Consejo de Derechos Humanos con carácter de Estado, que dé seguimiento e impulso a los casos de violación de los derechos humanos y coordine funciones para su promoción y resguardo.
 
El consejo quedó integrado por el Vicepresidente, los ministros de Interiores, Justicia y Paz, Defensa, Comunas y Relaciones Exteriores, la Alta Comisionada de Paz, la defensora del Pueblo, la Fiscal General, la presidenta del TSJ y el Defensor público Nacional. El Presidente pidió además la incorporación de dos representantes de la Asamblea Nacional, tres de organizaciones sociales de derechos humanos y realizó una Invitación a Unasur para que designe expertos que acompañen la iniciativa.
 
Con el fin de investigar hechos violentos ya se había instalado el 18 de marzo en la Asamblea Nacional una Comisión para la Verdad, pero la banca opositora se había negado a designar sus delegados.
 
J.M.
 
 
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