La revolución silenciada
11/01/2005
- Opinión
En las calles de Caracas las paredes todavía estaban llenas de
pintas del pasado referéndum, muchas diciendo VOTA NO (que Chávez
no se vaya) y otras VOTA SÍ (que se vaya), y muchas diciendo
simplemente NO, o SÍ, en letras de todo tamaño. Especialmente me
gustó una que decía: DÍ NO AL YES. Me llamó mucho la atención una
que decía: BOLÍVAR VIVE, LA LUCHA SIGUE, porque me recordó una
pinta que había sido muy frecuente en la revolución de Nicaragua,
y que era: SANDINO VIVE, LA LUCHA SIGUE. Sandino había sido
asesinado 50 años antes y había quedado sepultado en la memoria
del pueblo, pero con la revolución sandinista había resucitado y
era el que encabezaba la lucha. También aquí Bolívar fue sacado de
los libros de historia y fue puesto en la calle y echado a andar.
Me pareció que ahora había más pintas a favor de Chávez y menos en
contra que como lo vi seis meses antes cuando estuve en un
festival mundial de poesía.
Esta vez había llegado invitado al Congreso de Intelectuales y
Artistas en Defensa de la Humanidad, y a los 350 asistentes nos
dividieron en numerosos grupos enviados a ver las obras de la
revolución por toda Venezuela hasta en el Orinoco. A mí me tocó
visitar los "Cerros" de Caracas, que son los que en otras partes
llaman favelas o chabolas o villas miseria, y que están en los
cerros altos dominando toda la ciudad, y son los que inspiraron la
famosa canción "Las casas de cartón" del venezolano Alí Primera.
Yo siempre los había visto de lejos cuando visitaba Caracas, y una
vez escribí sobre ellos:
Aquellas luces sobre Caracas sobre los rascacielos los cerros como
un cielo estrellado: son las lucecitas tristes de los pobres. Su
cordón de miseria allí en el cielo. En otras partes están ocultos,
aquí no. Se ven desde dondequiera, y en pleno cielo.
En nuestro grupo hubo un profesor universitario que, aunque vive
en Caracas, nos dijo después que nunca antes había estado en los
cerros y que había ido con algo de temor. La pobreza que vimos es
la que habrá en todo lugar donde hay barrios pobres aunque uno no
los ve. Pero aquí nos encontramos con una gran sorpresa. Muy, muy
adentro de ese barrio de 1 millón de habitantes, que es uno de los
varios municipios pobres de Caracas, había un modernísimo hospital
como sólo podría ser un hospital para ricos, pero era gratis para
todos, y una dentistería y una óptica. Cerca una farmacia con las
medicinas rebajadas el 85% de su precio. (Las recetadas en el
hospital eran gratis). Más allá había una fábrica de calzado y
otra fábrica textil, manejadas por cooperativas y construidas para
dar trabajo a los desempleados. Vimos una calle con dos o tres
cuadras de murales a uno y otro lado, de bella pintura popular
realizada por los pobladores. En el Centro Comunal pedí ir al baño
y encontré unos servicios sanitarios refulgentes y lujosos,
mejores que los del hotel Caracas Hilton donde estábamos
hospedados.
Supimos que allí daban alimentación gratis a 90.000 personas, y
que ese programa había en toda Venezuela. Visitamos una Casa de
Alimentación, que era casa particular donde una señora preparaba
diariamente comida para unas 200 personas. Vimos un Mercado
Popular, donde los precios están rebajados el 40%, y de esos hay
en toda Venezuela, y también hay Mercaditos y otros que llaman
Mega-mercados. Supimos que 8 millones de personas son beneficiados
por esos alimentos rebajados o gratis, dependiendo del grado de
pobreza, y que son más de medio millón los que son atendidos por
los Comedores Populares. Y ahora el pueblo podía comer carne y
pollo todos los días, me dijeron en los cerros.
Todo esto de la alimentación es parte del programa de salud, que
allí llaman de "Salud Integral": salud relacionada con educación,
deporte, cultura y alimentación. Y en Venezuela el derecho a la
salud es considerado como parte del derecho a la vida.
En Venezuela hay cerca de 25 millones de habitantes, y de esos, 17
millones estaban excluidos de los servicios de salud. Ahora el 85%
de la población tiene cobertura de salud pública. El otro 15%
acude al sistema privado. Ahora se han descongestionado los
servicios de emergencia. Anteriormente la gente ya no iba a los
consultorios a atenderse, por el descuido que los otros gobiernos
tenían de la salud. Ahora en los barrios pobres, selvas, llanos y
montañas hay servicios médicos para todos los que estaban
excluidos, con modernos centros de diagnóstico con rayos X y
electrocardiogramas y endoscopias y ultrasonido, todo gratis para
todos. Hay 20.000 médicos para los pobres, casi todos cubanos, que
atienden un promedio de 250 familias cada uno. Estos son alojados
por la comunidad y viven en las mismas condiciones que la demás
gente. Los médicos venezolanos no fueron formados para esto, y por
eso hay pocos venezolanos entre ellos. Y esta es la diferencia
entre que haya una revolución o no.
En los cerros de Caracas donde estuvimos, los médicos cubanos se
alojaban en casas del barrio, y una mujer que hospedaba a uno de
ellos me dijo: "A mí me pagan un estipendio por su manutención,
pero aunque no fuera así lo haría por el sacrificio que hacen por
nosotros". Esos médicos atendían por la mañana en su clínica, y
por la tarde visitaban a los pacientes en sus casas. Y no puedo
olvidar a una médico cubana que irradiaba tanto amor para todos
que parecía una Madre Teresa joven.
Se estaban terminando de alfabetizar el millón y medio de
analfabetas que había en Venezuela. Antes cualquier tipo de
educación había estado fuera del alcance de los pobres, pero ahora
13 millones de venezolanos estaban estudiando. Se dan clases hasta
en los últimos rincones de Venezuela, y hasta a los indios de la
selva, a los que se les enseña en sus lenguas y en textos impresos
para ellos.
También están las Escuelas Bolivarianas para los pobres en las que
no se paga ni matrícula siquiera, y hay desayuno, almuerzo y
merienda en la mañana y en la tarde, y de estas hay más de mil en
Venezuela. Estas escuelas tienen también deportes, computadoras,
Internet, psicólogos, atención médica, y lógicamente en ellas hay
poca deserción. Muchas familias de clase media y media baja
empiezan a retirar a sus hijos de colegios privados, me dicen,
porque estas son mejores y además no cuestan nada.
Las universidades eran gratis pero con un filtro por el cual los
pobres no eran admitidos, y los jóvenes están prefiriendo la
Universidad Bolivariana en vez de las estatales o privadas. Esta
Universidad es una, pero tiene siete sedes. Existen también en los
municipios unos "Núcleos Universitarios" para los que no pueden
asistir a las sedes, y esto ha sido llamado "municipalización de
la Universidad".
Cuba contribuye también a la educación con asesores y con videos y
folletos. También fue una sorpresa para mí ver una colección de
libritos de bolsillo de los que se publican 1 millón de ejemplares
cada uno y son dados gratis a la población. Hay 20 títulos
publicados. También supe que estaban por abrirse 6.000 Infocentros
de Internet y computadoras gratis para el pueblo. Cuento todo esto
porque sé que se desconoce en el extranjero.
El programa deportivo tiene varios miles de Profesores Deportivos
Comunitarios. Ahora son comunes en los barrios las actividades que
antes eran exclusivas de una minoría que podía pagar un lujoso
gimnasio. Hay educación física y deporte en las escuelas, y
también gimnasia básica para la mujer, gimnasia musical aeróbica y
baile-terapia, actividades físicas para los obesos, para
hipertensos, para embarazadas, y también para los del Club de
Abuelos (los de la tercera edad).
Nos decían que en esos cerros los vecinos no se conocían, ni se
saludaban siquiera, y ahora tienen un gran espíritu comunitario.
La adquisición de títulos la estaban haciendo comunitariamente,
porque era impensable que a uno solo le hicieran el levantamiento
catastral y los demás trámites para adquirir un título cuando eran
millones los que estaban sin título. Todos esos cerros estaban
ilegales y nadie había tenido nunca esperanza de adquirir un
título. Allí hay un transporte de taxis locales que es de jeeps,
porque sólo los jeeps pueden recorrer ese laberinto de calles
estrechas en lomas empinadas. Estos transportistas hacen el
servicio gratis cuando es necesario, por ejemplo casos de
emergencia. Y ellos contribuyeron al rescate de Chávez cuando
todos bajaron de los cerros. "Bajaron de los cerros bravos" se
dice, y liberaron al presidente. Al mismo tiempo que se desbordaba
toda Venezuela.
Había que ver el brillo de los ojos de muchachos y muchachas
cuando hablaban de sus proyectos comunitarios; y también los de
los hombres y mujeres de edad madura y de los viejos. Existen
Círculos Bolivarianos para organizarse en cualquier clase de tarea
comunitaria, como responder a las necesidades del barrio, formar
una cooperativa, obtener un préstamo. Basta llamar a un teléfono
para que uno de estos Círculos quede constituido. Y los hay por
toda Venezuela. Hay quienes critican esto como exceso de
espontaneísmo, pero es una manera de contrarrestar la inmovilidad
burocrática del Estado. Se está creando un estado paralelo. Uno
oye hablar muy mal del gobierno; de los ministerios que hacen muy
poco. El gobierno está lleno de burócratas de administraciones
pasadas, y según las actuales leyes no pueden ser removidos.
Entonces la revolución se está haciendo aparte, por causes
populares. Y lo que Chávez quiere es la plena participación
popular. Hay quienes ven a la revolución como un estado dentro del
Estado, y es porque dadas las circunstancias de Venezuela no podía
ser de otro modo.
Existen las llamadas "becas", que son de 100 dólares al mes, una
cantidad cercana al salario mínimo, y de estas hay 400.000 en toda
Venezuela. Todos los pobres que trabajan en proyectos comunitarios
tienen esa beca, y todos los pobres que enseñan o estudian o están
teniendo alguna capacitación. Pregunté quién pagaba eso y me
dijeron que el petróleo. Es una socialización de la renta
petrolera. Estudiar ahora es una forma de empleo, y se les paga
por aprender. Los ministerios que inciden en los programas
sociales contribuyen, pero con trabas burocráticas. La mayor parte
del trabajo lo hace el mismo pueblo con infinitas organizaciones.
En realidad Chávez "nacionalizó" el petróleo. Me dijo una mujer:
"El petróleo ya es de los venezolanos. Nadábamos en petróleo, y no
sabíamos nada del precio, la producción, y en qué se utilizaba
todo eso. Ahora sabemos cómo amaneció el precio del barril de
petróleo". Chávez es el único presidente, dicen ellos, que ha
estado con los pobres. Y otra mujer me dijo: "Amor con amor se
paga, por eso lo queremos tanto". Fue en dos ocasiones que estuve
en esos cerros, en dos lugares distintos.
El ejército de Venezuela tiene una particularidad especial y es
que es el ejército de Bolívar, y se llama Ejército Libertador. Es
un ejército marcado por Simón Bolívar, y los militares de todo
rango siempre han sabido que para Bolívar la democracia era un
sistema para dar la máxima felicidad al pueblo. También hay la
particularidad de que ese ejército nunca ha pasado por la Escuela
de las Américas. La formación la han tenido en Venezuela, y ha
sido una formación humanista. Han estudiado ciencias políticas, se
han graduado en universidades y allí se han relacionado con
universitarios. La revolución de Chávez no es una revolución
improvisada, y no es sólo de él, sino que es una revolución que se
ha venido gestando desde hace años en los cuarteles. Estos
militares estudiaban a Marx y a muchos otros autores, entre ellos
a Mao Tse Tung. Allí tomaron conciencia de darle felicidad al
pueblo, y que un ejército debía ser agente de cambio social. Los
de la promoción de Chávez se graduaron y pasaron a ser
instructores de nuevos oficiales. Enviados a enfrentar las
guerrillas se encontraron más que con los guerrilleros, que ya
eran pocos, con la pobreza de la población. Ellos mismos eran
pobres, como Chávez que había sido un niño descalzo que vendía
dulces en las calles. A diferencia de otros ejércitos
latinoamericanos el de Venezuela nunca fue una casta, y de este
ejército del pueblo pobre hermanado después con los ex-
guerrilleros es que nació la revolución bolivariana.
En Venezuela uno oye a cada momento la palabra "bolivariano". Pero
no es una palabra hueca, como había sido en los discursos
oficiales de los otros gobiernos. Se trata nada menos que de
retomar el sueño de Bolívar.
Bolívar soñó en la unificación de los pueblos de América Latina y
emprendió una cruzada para lograrlo. Fue el primer hombre en
nuestro continente que se dio cuenta del peligro que Estados
Unidos significaba para nosotros. Sin un gobierno Americano
unificado, decía, nuestros pueblos se verían envueltos en guerras
civiles, y a merced de bandidos; que es lo que ha acontecido.
Chávez ha retomado el sueño de Bolívar. Lo que él pretende no es
sólo venerar una figura que todos sus predecesores han venerado
sino continuar con la obra histórica y política que no completó, y
hacer que el Libertador no sea sólo un mito sino una realidad
actual. Chávez luchó arduamente en la Asamblea Nacional, ante una
fuerte oposición, hasta lograr cambiarle el nombre al país
haciendo que se llamara República Bolivariana. No fue un capricho
ni una extravagancia como se ha publicitado, ni mucho menos una
banalidad. Ese cambio llevaba una intención oculta, decía en
lenguaje cifrado que en Venezuela se reanudaba el sueño de la
unificación de América Latina. Ese nombre fue borrado durante las
pocas horas del golpe contra Chávez, lo cual es muy revelador.
Falló el golpe, y Bolívar sigue siendo un proyecto político y un
programa de gobierno.
El Plan Bolívar es un vasto plan de participación del ejército en
las obras sociales. Los militares han estado en todas partes
limpiando calles, pintando escuelas, reparando clínicas,
construyendo viviendas, haciendo parques, poniendo inodoros en las
escuelas.
El Plan Bolívar ha unido a las Fuerzas Armadas con los pobres. Hay
que ver la familiaridad que hay ahora entre los civiles y los
uniformados (quienes antes eran obligados a usar balas de plomo
para reprimir a los manifestantes). Esta unión de civiles y
militares siempre ha sido una meta de Chávez.
La oposición ataca a Chávez porque es militar, y por lo que ellos
llaman la "militarización" del gobierno. Debe recordarse que la
revolución peruana fue de militares, y que el general Torrijos fue
militar como también lo fue el coronel Jacobo Arbens de Guatemala;
y que tanto el teniente Báez Bone de Nicaragua como el general
Seregni de Uruguay procedían de los cuarteles. En realidad la
revolución de Venezuela se apoya en dos pilares: el pueblo y el
ejército.
Una rara característica de la revolución de Venezuela es que es
una revolución sin partido. Chávez ha querido crear un partido de
gobierno, pero parece que después de los dos grandes partidos que
antes se turnaban en el gobierno y que ahora están liquidados, al
pueblo ya no le es atractivo ningún partido. También es una
revolución que no se define de ninguna manera más que como
bolivariana.
Es una revolución "sin teorías", como nos lo dijo el alcalde de
Caracas, un militar que había sido jefe de la contrainsurgencia y
fue atraído por los insurgentes y se pasó a la clandestinidad
junto con ellos. Es una revolución de elementos heterogéneos, pues
hemos visto a Hugo Chávez inaugurar el congreso En Defensa de la
Humanidad teniendo a su lado al ministro de Relaciones Exteriores
que antes fue un guerrillero en el estado de Falcon.
A Chávez lo acusan de ser un caudillo antidemocrático, aunque no
tiene un solo reo político, y no ha cerrado ningún medio de
comunicación, de radio, prensa o televisión. Y a pesar de que
tiene el record de haber ganado ocho elecciones y que su gobierno
es el único en el mundo en el que el pueblo puede destituir a su
gobernante por una ley que él mismo impulsó. Si de alguna manera
hay que calificar este gobierno debería ser de constitucional.
Chávez está citando siempre la Constitución y mostrándola en una
edición miniatura que lleva siempre con él, y el pueblo, que
también la lleva consigo hace lo mismo. "Democracia con justicia"
es un lema que Chávez mucho repite. Y también insiste que la
democracia debe ser representativa: que es la que se ve todos los
días en Venezuela; y no la otra que era solo votar por uno de los
dos partidos.
Se acusa al gobierno de corrupción y es cierto, pero el Ejecutivo
ha enviado a los tribunales grandes cantidades de casos para que
los investiguen o sancionen, y la Fiscalía y la Contraloría -que
también son corruptas- no lo hacen. Son vicios de una burocracia
heredada que no se han podido erradicar. Según las leyes aun
vigentes los burócratas puestos por gobiernos anteriores no pueden
ser destituidos aunque sean corruptos o incompetentes. Por eso la
revolución va por otros cauces.
Esta revolución está siendo una verdadera alternativa al
neoliberalismo. Los micro-créditos están creando una clase nueva
de empresarios, y la economía ha crecido el 12%. Venezuela ha
tenido unos ingresos parecidos a los de Arabia Saudita, pero el
80% de la población ha sido pobre; por primera vez los ingresos
del petróleo son para el pueblo.
Chávez no ha firmado nunca ningún acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional, y más bien en las cumbres latinoamericanas les ha
propuesto a los otros gobiernos crear un Fondo Monetario
Latinoamericano para que nuestros países se presten a ellos mismos.
No le han hecho ningún caso, y Chávez dice que esas cumbres no
sirven para nada. Dice que una vez les dijo a los otros
presidentes: "Nosotros de cumbre en cumbre y nuestros pueblos de
abismo en abismo". También cuenta que la primera vez que asistió a
una cumbre latinoamericana y empezó a pelear con los otros
presidentes Fidel Castro le pasó un papelito: "Antes yo era el
único diablo, ahora somos dos".
El mayor aliado que tiene Cuba ahora es Venezuela, y el mayor
aliado de Venezuela es Cuba. "Bolívar y Martí son un solo país
unido" ha dicho Chávez. Aunque una vez hubo una pugna entre los
dos. Todos saben de la afición que tiene Fidel Castro por el
béisbol. Y la primera ambición que tuvo Chávez fue ser un pelotero
de las grandes ligas y por eso entró al ejército, porque siendo un
adolescente pobre no tenía otra manera de figurar en el béisbol,
aunque pronto cambió de ambición. Una vez estando Chávez de visita
en Cuba se concertó un juego de beis entre Venezuela y Cuba, con
Chávez de 43 años al frente de su equipo y Fidel de 73 al frente
del suyo, y con Chávez como pitcher. Se acordó que una de las
reglas del juego sería que todos los jugadores debían ser menor de
40 años, pero Fidel anunció que abría una sorpresa. Ganó Cuba,
pero al final se descubrió que unos jugadores del equipo cubano
eran famosos profesionales jóvenes que se habían disfrazado con
pelucas y barbas para parecer viejos. Chávez dijo que a él no lo
engañaron, pero no se le creyó.
Chávez cuenta que Fidel le dijo que él era cristiano pero en lo
social; y agrega que él es cristiano en lo social pero también en
lo religioso, aunque un poco menos. Yo les podría decir a los dos
lo que dice el P. Mario de Oliveira de Portugal: que a Dios no le
interesa la religión, sino la política. (Y en esto no hace sino
copiar a los profetas).
En cuanto a religión, la jerarquía católica está en contra del
proceso revolucionario junto con los empresarios y la oligarquía,
y es tan mala como la de Nicaragua o tan peor, para decirlo mejor.
Acorde con su extracción popular Chávez mantiene la fe sencilla de
las clases humildes venezolanas. Dice que la Constitución es casi
sagrada, porque el único libro sagrado es la Biblia. Y mucho cita
la Biblia en sus discursos, pero con bastante libertad, como
cuando dice que Cristo dijo: "Dad al César lo que es del César, y
al pueblo lo que es del pueblo". Lo cual Cristo no dijo pero está
en el espíritu de lo que dijo.
Sus discursos son tan largos como los de Fidel, una conferencia de
prensa puede ser de dos horas, y su programa dominical "Aló
Presidente" puede ser de seis o siete. Cautiva al auditorio como
Fidel, aunque su estilo es diferente: muy campechano y jocoso,
contando anécdotas y haciendo digresiones con las que no pierde el
hilo, cantando y recordando versos, citando a Bolívar y a los
otros libertadores, con frecuentes risas tanto de él como del
público, con intervenciones que le hacen a gritos desde el público
y que él a veces contesta con gran rapidez, y aun a veces entabla
diálogo con el que lo ha interrumpido. (Me han dicho que "Aló
Presidente" se puede captar por Internet o por radio).
En Chávez hay una sonrisa permanente que vuelve radiante su rostro
medio mestizo y medio mulato, con el cual las clases populares
deben sentirse muy identificadas. Tiene también una manera muy
peculiar de mirar a los ojos, fijamente, como quien mira algo
especial. Pero la revolución venezolana no es sólo un líder
carismático sino un pueblo detrás. Los enemigos han hecho la
caricatura de un carisma que parece cómico, y una popularidad que
es totalitarismo. Lo cierto es que en Venezuela para muchísimos se
está cambiando la vida.
En 1999 Chávez en China ante la tumba de Mao declaró que Venezuela
se había levantado como lo había hecho China 50 años antes con Mao
Tse Tung. Así es, aunque lo ignoran los medios de comunicación
tanto de Venezuela como del extranjero. La revolución cubana ha
sido calumniada todo el tiempo, y así lo fue la de Nicaragua. Con
la de Venezuela la táctica ha sido silenciarla. Una profesora en
España me preguntó cómo era que ella siendo profesora
universitaria no sabía de la revolución de Venezuela. Le dije que
era por las fuentes de información que ella tenía. Porque 9
transnacionales de la información producían el 90% de la
información mundial, y ésta era de acuerdo con sus intereses. Y la
revolución de Venezuela no está entre sus intereses.
Cuando me preguntaban en aquellos cerros qué se decía en el
extranjero de lo que ellos hacen, a mí me dolió decirles que nada.
Los revolucionarios venezolanos ignoran que su revolución es
ignorada. "La revolución bonita" como le llama Chávez es una
revolución silenciada. A pesar de todo Bolívar vive y la lucha
sigue. Y estemos seguros que va a seguir, "Dios mediante y mi
Comandante Jesucristo" como ha dicho Chávez.
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