Por la diversidad y el pluralismo
09/10/2000
- Opinión
En el Ecuador, el racismo además de masivo es estructural y sus expresiones
sesgan no sólo las relaciones individuales sino también las colectivas, es por
eso que, atendiendo a la convocatoria de la Confederación de Nacionalidades
Indígenas del Ecuador (CONAIE) y la Agencia Latinoamericana de Información
(ALAI), representantes de un centenar de organizaciones, pueblos, movimientos
y entidades, celebraron en Quito, del 28 al 30 de septiembre pasados, el Foro
Nacional por el Pluralismo y la Diversidad, enmarcado en el proceso
preparatorio para la "Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación
Racial, la Xenofobia y otras formas de Intolerancia" (ONU/Sudáfrica 2001).
Del evento resultó un amplio plan de acciones y propuestas, relacionadas
principalmente con un proyecto de sociedad que, fundamentado en la visión de
pluralismo y diversidad, siente las bases para la erradicación de todas las
formas de discriminación que devienen del racismo, la xenofobia y la
intolerancia.
De toda evidencia, las conclusiones dejaron sentado que la superación de estos
males pasa tanto por la adopción de políticas económicas y sociales que
apunten hacia un mayor equilibrio, como por la promoción de comportamientos
éticos individuales y colectivas basadas en el reconocimiento de las
diversidades.
De hecho, es el movimiento indígena, con la CONAIE a la cabeza, que en el
último decenio ha aglutinado expresiones, protestas y propuestas alternativas
al modelo vigente y que, además de sustentar salidas viables para la plena
vigencia de derechos para los pueblos discriminados, tales como el
reconocimiento de sus tierras y territorios y la expresión de sus culturas y
cosmovisiones, ha levantado su voz contra la corrupción, las arbitrarias
privatizaciones, el incremento de la exclusión, y ha planteado soluciones
globales para la crisis del país.
Por su parte, las organizaciones afro-ecuatorianas fundamentaron en el Foro,
la importancia de que el país adopte una legislación que sancione la
discriminación racial. Pues si bien la Constitución del país garantiza la no
discriminación y reconoce los derechos colectivos, estos no solo han sido
ignorados históricamente sino que las condiciones de vida se han pauperizado
por la aplicación forzosa del modelo neoliberal.
El análisis del impacto de la xenofobia expresó dos vertientes: la relativa a
las condiciones de emigración, cada vez más masiva, cuyas consecuentes
deportaciones riñen con el respeto de los derechos humanos; y el regionalismo
interno, de tintes racistas, que afecta las migraciones locales. Mereció una
atención especial el rechazo al "Plan Colombia" que pone en vulnerabilidad,
principalmente, a los pueblos indígenas y afroecuatorianos de las zonas de
frontera, como también a los/as demandantes de asilo provenientes del vecino
país.
A la intolerancia se la enmarcó en el entorno de la conjunción entre
discriminación racial y la xenofobia con otras formas de discriminación: por
género, orientación sexual, estatus socio-económico, filiación religiosa,
entre otras, para formular un urgente llamado a la aplicación del principio
constitucional que garantiza la no discriminación por todos estos motivos.
Al concluir el Foro, los/as participantes venidos de los cuatro rincones del
país, hicieron un llamado a juntar voces y acciones para la puesta en marcha,
aquí y ahora, de un proyecto de país plurinacional, libre de discriminación
para todos y todas.
Las múltiples caras del racismo
En el Ecuador el racismo es parte constitutiva de todas las relaciones
sociales, culturales y económicas, sus expresiones además de manifestarse en
el relegamiento socio-económico y de las cosmovisiones de los pueblos
indígenas y afroecuatorianos, escinden al conjunto de relaciones humanas, a
través de una clasificación que, dependiendo del origen o de la mezcla étnica,
otorga un lugar específico a cada persona.
"El racismo se ha institucionalizado como una estrategia de la clase dominante
en contra de los pobres y de las nacionalidades y culturas diferentes, para
poder gobernar en función de sus intereses". Son una expresión de ello los
sesgos que se expresan en la aplicación de la Constitución y la justicia; en
la educación centrada en la promoción de los valores dominantes; en las
prácticas no participativas; en la minimización de la cultura, la creación y
la ciencia autóctonas.
"El racismo es un arma que mantiene el sistema neoliberal, para expandir su
potencia económica en todo el mundo, por eso lo ha ido perfeccionado e
institucionalizando. Ecuador y América Latina viven bajo la colonización
ideológica bajo esos criterios, una manifestación actual es la vanagloria del
avance científico del descubrimiento del genoma humano, cuyo fin encubierto es
el de crear un prototipo de hombre de calidad y desechar al resto de
sociedades y culturas del mundo", señalaron.
El proceso de globalización está tramado sobre bases racistas y
discriminatorias, pues los grandes países y corporaciones se están repartiendo
los espacios geopolíticos del mundo, argumentando que ellos son los únicos
capaces de salvar al mundo y desarrollarlo.
Las consecuencias de esta hegemonía, tales como la exclusión social, son
presentadas como un hecho inevitable que los pueblos del Sur y especialmente
los sectores discriminados deberíamos aceptar como una fatalidad.
Asimismo, en los procesos de "reordenamiento" político interno, impulsado en
el Ecuador bajo el pretexto de la modernización del Estado, se promueve una
idea de relegamiento de los sectores discriminados a lo local, sectorial o
específico. Las grandes decisiones económicas, legales o políticas son
atribuidas a los técnicos, expertos y a las élites. Aún en el ámbito de lo
local se han expresado ordenanzas municipales teñidas de racismo.
Los límites impuestos a la participación democrática en las actividades y
decisiones económicas y políticas, como también la marginación de las
propuestas y de la acción política de las organizaciones son expresiones de
racismo, que como complemento relega a mujeres, jóvenes y a quien no tiene
poder.
Una buena Constitución pero malas prácticas
El Ecuador ha logrado, gracias al encaminamiento de propuestas del movimiento
indígena y otros, incluir en su Constitución los más avanzados principios no
discriminatorios, sin embargo, poco se ha hecho para dotar a la ciudadanía de
mecanismos para aplicarlos, es así como las prácticas sociales están plagadas
de comportamientos racistas que quedan en la impunidad.
Entre los ejemplos señalados se evidenció que hasta hoy existen lugares
públicos que restringen el ingreso de indígenas; escuelas que obligan a cortar
el tradicional cabello largo de los niños indígenas y que impiden el uso de la
vestimenta autóctona; plazas de trabajo, habitación, y lugares públicos
vedados a los afro-ecuatorianos/as.
Y, en la misma línea, se señaló que las iglesias y religiones dominantes
también practican el racismo, entre otros al anteponer sus intereses
económicos a las necesidades populares y aliarse con los grupos de poder
político y económico, como también al satanizar las cosmovisiones y
espiritualidad indígenas y afroecuatorianas.
Por eso surge como una necesidad de primer orden la de educar al país con un
enfoque transcultural orientado hacia la convivencia pacífica y el
reconocimiento de las diversidades.
Entre las medidas para viabilizar esta propuesta se destacó el papel social de
los medios de comunicación, llamados a promover una visión de igualdad,
opuesta a la "difusión explícita del racismo", que muchos de ellos reflejan,
tanto al atender con prioridad a las perspectivas de los sectores dominantes
como al presentar una imagen distorsionada de los pueblos y sectores
discriminados, de sus reivindicaciones y propuestas.
Transformar el mundo desde cada quien
En un debate franco, se analizó en el Foro el endoracismo, la sobrevaloración
de lo urbano en detrimento de lo rural, la discriminación ideológica, y el
racismo internalizado, que sesgan las relaciones transculturales y minimizan
la riqueza de las expresiones sincréticas, cuya virtud es unir al conjunto en
el reconocimiento de una multiplicidad de manifestaciones creativas.
Se enfocó incluso, las expresiones de racismo y discriminación que se
evidencian al valorar hasta las formas organizativas, ponderando con criterios
negativos aquellas que devienen de las culturas que no son dominantes o de
moda.
Ello permitió visualizar que la erradicación del racismo es multifacética y
corresponde a todos y todas desplegar acciones concretas para erradicarlo y
para ello, dijeron, identificar el problema es un primer paso.
La xenofobia, una palabra nueva para hechos viejos
"La palabra es nueva pero los hechos son viejos", señaló Manuel Ganzhi,
Dirigente de la Fenocin, cuando se trató de aclarar en el Foro el significado
de la xenofobia. De hecho, el término que en general está relacionado al
"odio a los extranjeros", en el Ecuador está matizado por la acogida
favorable acordada a quienes vienen del Norte y la actitud discriminatoria
hacia la migración de sectores pobres.
Sin embargo, las preocupaciones centrales giraron en torno a los percances de
quienes migran desde aquí hacia el Norte y la xenofobia que se les infringe en
esos países, como también a las consecuencias locales de ese fenómeno, entre
los cuales se identificaron: el abandono de tierras; la ruptura de la
estructura familiar; la explotación económica por parte de los intermediarios;
el tráfico de personas; la carencia de documentación legal para salir del
país; la muerte, desapariciones, detenciones ilegales en el camino y las
deportaciones.
Asimismo, se enfocaron las dificultades que enfrentan las personas que emigran
al interior del país; la desvalorización de lo rural; y el regionalismo que
afecta al país en general. Para resolver ésto se propone al Estado que:
- Atienda los servicios básicos como salud, educación, empleo, vivienda para
evitar la emigración;
- solicite al ACNUR la realización de campañas de atención a los migrantes y
refugiados;
- impulse campañas de recuperación de la identidad de los migrantes;
- a través de las embajadas, vele por los derechos de los emigrantes en otros
países;
- adopte medidas para garantizar una redistribución igualitaria de la riqueza;
- conforme una Comisión de Vigilancia de la situación de los migrantes;
- conjuntamente con ACNUR, vele por el cumplimiento de los convenios
internacionales en materia de derechos humanos.
- Que las organizaciones emprendan campañas de recuperación de la identidad de
los migrantes y de manera general de valoración de la filosofía andina; y que
conformen una Comisión de Vigilancia o una veeduría ciudadana sobre la
situación de los migrantes.
La (In)tolerancia
La tolerancia se define como el respeto y a la integralidad de la persona humana
y hacia la naturaleza (pacha mama), mientras que la intolerancia está ligada al
distorcionamiento de dichos valores humanos para privilegiar los intereses
económicos y de hegemonía de un solo grupo. En ese sentido, el sistema
capitalista y neoliberal es excluyente e intolerante desde su propia definición
de intereses.
Frente a esta situación nace la propuesta de crear nuevos sistemas sociales y
promover una cultura de encuentro que propicie un cambio social, que apunte
hacia las integralidades y cosmovisiones integradoras de todas las personas y la
naturaleza.
Desde esos valores, urge el desarrollo de una visión del ser humano, que integre
lo social e individual y apunte a erradicar las consecuencias de la intolerancia
que se expresan, entre otros, en la desvalorización de algunas personas y la
vulneración de su identidad.
Así, con la intención de promover un mundo igualitario, el Foro planteó la
necesidad de superar las siguientes formas de intolerancia: intergeneracional;
de género; por orientación sexual; por estatus socio-económico; por filiación
religiosa y otros, para ello sugieren:
- El fortalecimiento de identidades plurales;
- la promoción de una cultura de encuentro desde la persona humana,
principalmente a través de procesos interculturales;
- la adopción de políticas públicas que viabilicen el principio constitucional
de respeto a la diversidad;
- Aprovechar los recursos con los que cuenta el país: la constitución
ecuatoriana como la segunda mejor y más diversa constitución del mundo; los
procesos organizativos de los grupos y movimiento sociales; la movilización
social: local, regional y nacional; el trabajo con los gobiernos locales, para
promover cambios de actitud frente a las situaciones de intolerancia.
- Promover la educación en valores, entendiéndose como valores aquellos con
criterios éticos de diversidad y pluralismo
- Proponer un trabajo conjunto con los medios alternativos de comunicación para
la promoción de dichos valores.
- Apoyar la campaña de la Década por una Cultura de Paz y no Violencia de las
Naciones Unidas, así como la campaña del Tercer Decenio de lucha contra el
racismo, la xenofobia y otras formas de intolerancia.
El combate al racismo con enfoque de género
La conjunción entre la discriminación de género y la racista ha generado una de
las más peligrosas maquinarias opresivas, cuyas consecuencias se han
cristalizado tanto en la discriminación sistemática de las mujeres como en el
afianzamiento de estereotipos sexistas que afectan al conjunto.
Ésto afecta de manera especial a las indígenas y afro-ecuatorianas, "quienes
sufrimos todo tipo de discriminaciones, doble o a veces triple, por ser mujeres,
por la etnia y por la orientación sexual. Los estereotipos sexistas han creado
una imagen que objetiviza a las mujeres negras como destinadas al trabajo
doméstico o sexual".
"Las mujeres indígenas estamos procurando tener un espacio de participación y
toma de decisiones a nivel nacional e internacional, buscando reconocimiento a
nuestros aportes al desarrollo, la cultura, la religión, las lenguas, y la
ciencia y tecnología indígenas. Igualmente estamos visibilizando nuestra
participación y aporte a la definición del proyecto político de las
nacionalidades y pueblos indígenas", enfatizó Carmen Tene de la CONAIE.
El Ecuador ha sido reacio a aceptar a los/as diferentes, pero se están
empezando a romper estructuras caducas que impiden la incursión de las
excluidas de la sociedad, tal es el caso de las personas discriminadas por su
orientación sexual, afectadas por las construcciones de roles de género
estereotipadas, consideradas por muchos como inamovibles.
Recuadro
El racismo conceptualizado por sus víctimas
Síntesis de las conclusiones
El racismo es un sistema ideológico-filosófico, anticientífico y antihumano,
predicado y practicado por los grupos de poder económico y político para
justificar la discriminación y la agresión colonialista, que se traduce en
estereotipos de exclusión y xenofobia, que conllevan a la anulación, negación
y/o eliminación física o simbólica de un grupo humano; en el caso de Ecuador
contra las culturas indígenas y negras.
Esta ideología es manejada por los grupos dominantes frente a los subordinados
como una estrategia política para la exclusión, dominación y reproducción del
colonialismo. La democracia y el control político actual se hacen minimizando,
ignorando o anulando a las demás sociedades y culturas, que están en
contraposición a los intereses de estos grupos de poder.
El racismo también es conceptuado como la agresión verbal, psicológica, política
y económica; es un sistema político e ideológico manejado y controlado a través
de los militares, la religión y los medios de comunicación.
Al no ser sujeto de una legislación que lo sancione, el racismo es un crimen
impune. Su banalización ha permitido una reproducción sin límites, que abarca
todas las esferas y que además de ser infringido por los dominantes, ha generado
practicas discriminatorias entre sus víctimas. Así en el Ecuador, se denotan
dos tipos de práctica:
El Endoracismo conceptuado como la práctica discriminatoria entre las culturas y
sociedades marginadas o pobres, ellas mismas víctimas del racismo, un ejemplo es
la expresión de racismo del negro hacia el indio y viceversa. Más aún se han
desarrollado practicas de discriminación y diferenciación dentro del mismo grupo
social cultural, muchas veces pautadas por motivos socioeconómicos, ilustra esta
situación la discriminación ejercida "entre los mismos indios, entre los mismos
negros". Pero también estas prácticas se ejercen desde un grupo social o
cultural hacia otro, tal es el ejemplo ecuatoriano de los "mestizos en contra de
lo indios y los negros", esto es conceptuado como el etnoracismo.
Agenda nacional para ponerle fin al racismo
Luchar por la identidad de cada uno de los grupos sociales, por el derecho a ser
diversos y hacernos respetar como tales, organizándonos y siendo solidarios
entre las víctimas del racismo y todos los pobres y marginados social y
económicamente.
Practicar la interculturalidad entre mestizos, indios y negros, en base al
conocimiento histórico y cultural de cada grupo, tomar medidas concretas para
frenar el endo y etnoracismo, crear puentes de unión y solidaridad frente a
los dominantes.
Fomentar el desarrollo de una nueva construcción social que, respetando las
diversas cosmovisiones, lleve hacia relaciones igualitarias entre los
géneros.
Realizar campañas mediáticas para promover el pluralismo y la diversidad y
deslegitimar al racismo, la xenofobia, el sexismo y la intolerancia.
Desplegar acciones concretas y de movilización para desvirtuar la ideología
racista, promover los derechos humanos y fortalecer la autoestima de los
discriminados.
Que los organismos internacionales, deseosos de optimizar sus recursos, los
destinen a los medios alternativos, especialmente a la adquisición de un
canal de televisión alternativo para emprender desde allí las campañas de
educación contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia
Reformar la Constitución desde la cosmovision de los Pueblos e incorporar normas
para sancionar la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia.
La formulación de una ley que tipifique y penalice el delito de racismo,
discriminación racial, xenofobia e intolerancia.
Crear espacios de Contraloría social para que de seguimiento y garanticen el
combate al racismo, la xenofobia y la intolerancia.
El Estado debe tomar medidas para equilibrar los desbalances y relaciones de
poder existentes en las dinámicas entre los géneros, especialmente en lo
relativo a liderazgos y participación política de las mujeres.
Realizar ciclos de sensibilización y capacitación, formal e informal, para
visualizar las consecuencias del racismo sobre el conjunto de la sociedad e
incitar al involucramiento del conjunto para su erradicación.
Proponer al Estado una reforma curricular que dé cuenta de la diversidad de
culturas y cosmovisiones, cuya aplicación incluya enfoques
multidisciplinarios que visibilicen las diferentes propuestas culturales e
identitarias de los pueblos y nacionalidades.
Que la Discriminación racial, Xenofobia e intolerancia relacionadas sean
incorporados como ejes transversales en el pensum de estudios en todos los
sistemas y subsistemas educativos. Ello con el fin de promover la
descolonización mental en la educación publica y privada.
Fomentar las autonomías, la plurinacionalidad y pluriculturalidad y fortalecer
las organizaciones por nacionalidad y pueblo hacia dentro.
Realizar acciones para fortalecer el empoderamiento y ejercer el poder en los
gobiernos locales para retomar elementos y conocimientos ancestrales, en
busca de un nuevo modelo administrativo y económico basado en la historia y
la nueva realidad social entre diferentes culturas.
Que se creen instancias y mecanismos de participación de los pueblos
indígenas, afroecuatorianos, de jóvenes y mujeres, en todas las esferas de
poder y toma de decisiones en la sociedad.
Que se adopten políticas económicas justas y planes de desarrollo para los
pueblos y sectores discriminados.
Propuestas para la Conferencia Mundial:
Hacer una campaña de lucha a nivel nacional e internacional para que el racismo
sea penalizado e incluido en las respectivas Constituciones y legislaciones.
Que la comunidad internacional adopte medidas para sancionar al racismo, la
xenofobia y la intolerancia como crímenes de lesa humanidad.
Que la carta de propuestas que encamine el Estado ecuatoriano hacia la
Conferencia Mundial contra el Racismo, la Xenofobia y la intolerancia,
tenga en cuenta los avances registrados en instrumentos internacionales
anteriores: CEDAW, Conferencia de Beijing y El Cairo, entre otras.
Que la ONU promueva la multiculturalidad e incluya en todas sus instancias la
participación juvenil.
Que el Comité de Vigilancia sobre el Racismo, Discriminación Racial, Xenofobia
e intolerancia haga el seguimiento pertinente en cada país sobre denuncias
de racismo y aplique las sanciones correspondientes por la no entrega
puntual de dichos informes.
La puesta en vigencia del Convenio 169 de la OIT en lo referente a la
participación proporcional en las instituciones del Estado.
https://www.alainet.org/es/active/959
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