Chiapas 2000: La estrategia en las sombras

28/11/2000
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Uno de los conflictos más candentes del próximo gobierno federal encabezado por Vicente Fox será, sin duda, el que se vive en Chiapas. La manera en que Fox y su equipo decidan enfrentarlo marcará el sello social, ideológico y político de esa nueva administración. Por ello, damos a conocer a la opinión pública un documento que recientemente ha llegado a mis manos, titulado Chiapas 2000, en el que se establecen las estrategias de comunicación social y las político-militares con las que se sugiere a Vicente Fox enfrentar el conflicto existente entre el EZLN y el gobierno federal. Las preocupaciones fundamentales del documento apuntan a: 1) exponer los antecedentes más distintivos que explican el origen de la lucha armada en el sudeste del país, así como la caracterización de los distintos actores involucrados, utilizando información de inteligencia de la Secretaría de Gobernación de 1983; 2) plantear una propuesta para desactivar la influencia política que tienen en la entidad tanto la diócesis de San Cristóbal como el EZLN y el próximo gobierno estatal, que encabezará Pablo Salazar; 3) negociar con la "familia chiapaneca" caciquil la "desaparición" de los grupos paramilitares y su conversión en policías privadas de carácter legal; 4) desplazar al Ejército tácticamente (aunque dejándolo como apoyo estratégico y en sus labores de inteligencia militar), sustituyéndolo por cuerpos de élite policiacos; 5) desplazar al EZLN de "su papel de representante moral de todas las etnias del estado". La solución del conflicto -se afirma- "es quitar las banderas a los grupos de poder, en especial al EZLN". Estrategia de comunicación Al tratar la estrategia de comunicación social con la cual se debe "dar a conocer lo que la gente quiere e incluso debe saber", se desarrollan distintos ejemplos de lo que denominan "discurso inverso", a partir del cual se debe hacer hincapié en el propósito social y filantrópico de las decisiones que conduzcan a "hacer a un lado, sutil pero firmemente, al EZLN" y "al protagonismo de Pablo Salazar, quien pretende capitalizar en su favor la solución del conflicto", recomendando que Fox sea quien asuma esa responsabilidad. Se debe remarcar que los programas asistenciales se establecen "por voluntad del Presidente de la República, en respuesta a las justas peticiones de los hermanos indígenas chiapanecos", y no por presión del EZLN. "Invertir el discurso le permitirá al gobierno plantear con credibilidad la reforma judicial en el país -no sólo para Chiapas- (...) y poder manejar en un espacio cómodo y reiterativo las cifras estadísticas. Estos dos elementos permitirán al hoy Presidente electo plantear una solución reconociendo que Chiapas, como otras regiones del país, vive en una economía colonial. Hay que llevarlas a una economía sustentable (sic) y también le permitirá manejar con holgura la reforma de Estado donde se permita buscar la manera de unir la relación funcional de las formas políticas indígenas de sus usos y costumbres comunitarios, con formas de gobierno nacionales". Se plantea que la comunicación social descanse en los medios masivos, fundamentalmente los audiovisuales, en tanto son formadores de opinión. Se plantean seguir la misma estrategia comunicativa del subcomandante Marcos, para aprovechar medios como Internet para llegar a la opinión pública internacional y nacional. También se llama a buscar entre los periodistas líderes de opinión que sean incondicionales a las políticas gubernamentales. Se hace un listado de 11 grupos paramilitares o "guardias blancas" detectados en la región del conflicto, así como los nombres de sus principales líderes, la mayoría de ellos identificados con el PRI y con funcionarios estatales y federales. (A los cuales, los "hombres del Presidente" electo están buscando la promulgación de una ley de amnistía, bajo la cual queden impunes todos los crímenes perpetrados por los grupos paramilitares). Sin embargo, lo más importante de esta parte del documento, por los conflictos políticos que puede desatar, se refiere a los pasos a seguir para aniquilar al EZLN. Se propone vincular al EZLN, y en particular al subcomandante Marcos, con el narcotráfico, de tal manera que lo hagan aparecer ante la opinión pública como un delincuente frente al cual será mucho más fácil girar orden de aprehensión sin tantas presiones nacionales e internacionales. También se sugiere la activación de una política asistencial, mediante la cual se dote de salud, educación y proyectos productivos a las comunidades zapatistas. El mecanismo mediante el cual se plantean llevar a cabo el desarme del grupo insurgente es a través de intercambiar armas por ganado y semillas. De todo ello, podemos concluir que existe un guión en las sombras que se viene siguiendo paso a paso, y que la detención de sólo unos pocos de los dirigentes de los grupos paramilitares de todos los mencionados en este documento es parte del mismo. El otro capítulo del plan es el decreto expropiatorio de las tierras ejidales de Amador Hernández. Las recurrentes declaraciones de Fox respecto a su "voluntad política" de resolver el conflicto por la vía pacífica pudieran formar parte de las "recomendaciones" que sus asesores le han preparado. De ser así, no existe la menor intención de reconocer la diferencia que dota de una identidad propia y particular a los pueblos indios de Chiapas y de México.
https://www.alainet.org/es/articulo/105012
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