Coyuntura política y económica nacional e internacional (agosto-octubre 2003)

28/10/2003
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INFORME DE COYUNTURA TRIMESTRAL
CUARTO INFORME, PERIODO AGOSTO-OCTUBRE 2003.
TACEP N°4, CHILE, OCTUBRE 2003.
Preparado por el Taller de Análisis de Coyuntura Económica y Política, TACEP. COYUNTURA POLÍTICA Y ECONOMICA NACIONAL E INTERNACIONAL
PERIODO AGOSTO-OCTUBRE 2003.
ÍNDICE 0. PRESENTACION 1 COYUNTURA ECONÓMICA * 1.1 Las fragilidades del nuevo rebote de la economía mundial *
1.2 Petróleo: OPEP reduce la producción *
1.3 La economía chilena en el periodo *
1.3.1 Mejoran las perspectivas del crecimiento *
1.3.2 El desempleo, un problema no resuelto *
1.3.3 Balanza Comercial *
1.3.4 Inflación *
1.4 La financiarización como traba a la recuperación económica * 2 COYUNTURA POLÍTICA NACIONAL * 2.1 Entre el "Nunca más" y la iniciativa táctica. *
2.2 La protesta - paro del 13 de agosto *
2.3 Derechos humanos, Huelga de hambre "Luciano Carrasco" y los 30 años *
2.4 Hacia donde va la concertación * 3 INTERNACIONAL * 3.1 Los "halcones" en problemas: se debilita su ofensiva *
3.2 Los distintos escenarios de las luchas en la América Latina y el Caribe *
3.3 En que va la revolución Bolivariana de Venezuela *
3.4 Bolivia en la encrucijada *
3.4.1 Todo empezó en Cochabamba *
3.4.2 Un ascenso constante *
3.4.3 Preparando la masacre * PRESENTACION Como suele ocurrir, la velocidad de los acontecimientos político- sociales nos pillan desprevenidos, este ha sido el caso en este Informe Nº 4 del TACEP. Dos han sido los aspectos que no se analizan en este informe. Primero en ámbito nacional, hemos sido testigos durante las últimas dos semanas de cómo el gobierno, sus tecnócratas y los empresarios han desarrollado una verdadera ofensiva política en torno a la flexibilidad laboral (adaptabilidad) que han consistido en proponer eliminar por tres años el pago de indemnizaciones por despido a los trabajadores jóvenes (15 a 24 años); permitir que los trabajadores pacten la distribución de la jornada semanal bajo supervisión de la Dirección del Trabajo, y finalmente, instruir al Servicio Nacional de la Mujer, SERNAM, para garantizar el ejercicio del derecho a sala cuna para las madres trabajadoras. A lo anterior se ha sumado la exigencia de recortar o disminuir los plazos para las licencias maternales, todo lo cual tiende a dejar cada vez más precarizado el trabajo y ha traspasar la responsabilidad a los individuos, desresponzabilizando al Estado y los empresarios. En el ámbito internacional, al cierre de este informe se comunicaba oficialmente de la renuncia del Presidente Boliviano, Sánchez de Lozada, después de una contundente y prolongada movilización del pueblo. Las consecuencias internas y externas de este suceso son de gran importancia, a pesar de que no se alcanzó a analizar en profundidad este evento, se pone a disposición de los lectores del TACEP una breve cronología de la movilización donde se entregan algunos antecedentes acerca de los actores que están interviniendo en dicho país. El equipo TACEP queda en deuda con estos temas que serán abordados en un próximo informe. 1. COYUNTURA ECONÓMICA 1. Las fragilidades del nuevo rebote de la economía mundial En el plano económico, despejada la incertidumbre geopolítica inmediata vinculada a una larga duración de la "guerra" en Irak, la acción de las autoridades de las potencias imperialistas se pudo centrar en el combate de los riesgos deflacionarios y de recaída en la recesión. Empujada por un impresionante paquete de estímulos fiscales y monetarios, el mayor de los últimos 45 años, la economía de los EE.UU. parece estar camino a una salida de la recesión y del bajo crecimiento que la ha venido rondando desde principios de 2001. Entre abril y junio, el Producto Interno Bruto (PIB) de EE.UU. registró un crecimiento de 3,3%, y se estima que este crecimiento se acelerará a tasas de 4% o más en el tercer y cuarto trimestres. Dentro de los factores que están influyendo en esta recuperación se incluye el extraordinario gasto de defensa -que subió un 45,8% en el segundo trimestre, su mayor crecimiento desde 1951 durante la guerra de Corea-, impulso que podría prolongarse en tanto Estados Unidos siga involucrado en Irak y otras partes del mundo. Paralelamente, el déficit público se ha empinado a cerca de los 500 mil millones de dólares (casi 5% del PIB). Otro de los factores que ha contribuido a esta recuperación, ha sido el aumento de la productividad, alcanzado en un contexto de reducción de las horas laborales y de los costos por unidad laboral. Las ganancias empresariales se han tonificado con el viejo expediente de aumentar la producción mientras se reduce el empleo. De este modo, aunque la economía está cobrando impulso, ha continuado perdiendo puestos de trabajo y el desempleo registra su mayor nivel desde el primer trimestre del año pasado. Este segundo factor, hace pensar que la Reserva Federal podría mantener la tasa de interés en 1% varios meses más, toda vez que existe una importante capacidad ociosa en la economía que permitiría absorber una mayor demanda sin mayor impacto inflacionario. De no cumplirse esto, un alza de las tasas de interés podría poner temprano término a la incipiente recuperación y provocar un encarecimiento del crédito a nivel internacional, que complicaría la situación de personas, empresas y países muy endeudados y podría alentar fugas de capital sumamente desestabilizadoras de más de alguna economía. Por su parte, en Europa, se siguen manteniendo las tasas de interés más bajas de los últimos 40 años. A pesar de ello, la economía se mantiene estancada por la recesión de Alemania, Italia y Holanda; proyectándose para el año 2003 un crecimiento de sólo 0,5%. La fortaleza del euro frente al dólar, - se ha revalorizado más de un 10% en lo que va del año- ha sido uno de los causantes de este bajo desempeño. Las expectativas de un mejor segundo semestre 2003 están dependiendo de lo que ocurra con la economía de los EE.UU. En este escenario, el fracaso de la reunión de Cancún debilitó las perspectivas de repunte del comercio mundial, a partir de una mayor liberalización en particular de los mercados de productos agrícolas. Sin haber logrado ningún avance, ni siquiera en la organización de la agenda, la V Reunión Ministerial de la Organización Mundial de Comercio -OMC-, concluyó con una única resolución: pedir al director general que convoque a una reunión del consejo, antes del 15 de diciembre próximo, para concertar un cónclave ulterior. La conferencia no logró arrancar por las diferencias entre los países ricos, especialmente los EE.UU. y la Unión Europea, y los países pobres - muchos de ellos aglutinados tras la reciente iniciativa informal llamada Grupo de los 22 -. El G-22, que representa al 50% de la población y al 65% de los agricultores del mundo, condicionó las discusiones con su posición, al exigir la eliminación total de subsidios a la exportación y ayudas internas al agro de los países desarrollados. A cambio de concesiones menores en temas de propiedad intelectual y salud pública y de una limitada propuesta conjunta sobre agricultura, los norteamericanos y la UE querían, por su parte, beneficios en el acceso a mercados de productos no-agrícolas y el inicio de negociaciones en los "temas de Singapur" (inversión, competencia, compras gubernamentales y facilitación al comercio). No sólo eso, querían además que dicho acuerdo fuera el eje de las negociaciones de Cancún. El fracaso de las negociaciones en este ámbito multilateral, dado el alineamiento de fuerzas que se ha ido produciendo allí, con Brasil, China e India liderando al llamado Tercer Mundo, hace prever que la presión de las potencias imperialistas se orientará fundamentalmente a negociaciones bilaterales en las que puedan imponer sus condiciones sin mayor contrapeso. De hecho, apenas finalizada la ronda en Cancún, EE.UU. insistió en que seguirá avanzando con sus 45 proyectos de TLC con diversos países. En la coyuntura, mientras los flujos de comercio e inversión extranjera directa a nivel mundial parecen no repuntar significativamente -luego de dos años en que los primeros se estancaron y los otros se redujeron sustantivamente-, la liquidez creada por las bajas tasas de interés internacionales se ha ido reflejando a partir de abril 2003 en un nuevo período de alzas bursátiles, -que está insuflando oxígeno a los mercados de diversos países, partiendo por el propio EE.UU., pero también de Brasil, Taiwan, India, Rusia y , por cierto, Chile-; así como en un alza parcial y progresiva de las materias primas. Todo ello está llevando a los famosos "analistas del mercado" (profesionales al servicio del capital financiero especulativo) a proclamar el fin del ciclo recesivo de la economía mundial y la reanudación de la expansión por lo menos hasta fines del 2004. Se viene otra vez la euforia que suele preceder a las recaídas en la crisis. Ya veremos cuanto dura. En julio, "The Economist" advirtió: "El repunte del mercado está construido sobre cimientos frágiles. De hecho, la tasa precio/utilidad del índice S&P 500 está hoy en 33 veces por sobre el peak del mercado en marzo de 2000." Qué decir hoy, cuando el Nasdaq como el Dow Jones acumulan alzas aún mayores. (Que en el caso de la Bolsa de Santiago, como se recordará es de más de un 50% en lo que va corrido del año). 2. Petróleo: OPEP reduce la producción A mediados de septiembre los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo -OPEP- (quienes controlan aproximadamente la mitad de la producción mundial) acordaron un recorte de la producción en un 3,5% a partir del 1º de noviembre. Con ese anuncio se revertirá la tendencia a la baja en el precio de este elemento observada en agosto, con ello el precio del petróleo se ubicara por sobre el precio medio US$25 por barril. Esta decisión tendería a moderar el crecimiento de los inventarios debido al alza de la producción de sus rivales en Rusia y el occidente de África, y con ello lograr mantener un rango de precios entre US$22 y US$28 por barril. No obstante la decisión de la OPEP, claramente se visualizan posiciones encontradas, donde Venezuela, por una parte, se declaró en favor de una nueva baja de las cuotas de producción. Pero Kuwait, por otra parte, estimó que otra reducción de la oferta del cartel no era necesaria si los precios se mantenían elevados La efectividad de la medida dependerá de los países productores no miembros de la OPEP, quienes podrían decidir colocar la diferencia de producción en el mercado. Esto es una gran interrogante ya que en el pasado países como Noruega (tercer exportador mundial) han cooperado con la OPEP, en función de fortalecer el precio del petróleo en el mercado. Otro elemento que podría jugar en contra de lo deseado por la OPEP podría venir por el incremento de la producción de petróleo irakí, lo que no aparece aún despejado. De consolidarse la posición de la OPEP, el alza del precio del petróleo podría ser una amenaza para la recuperación económica global y particularmente a las alicaídas economías del Norte del Hemisferio, cuya demanda de este vital elemento aumenta estacionalmente a partir de Noviembre. 3. La economía chilena en el periodo 1.. Mejoran las perspectivas del crecimiento Los analistas han señalado que la economía chilena se encuentra en una fase de crecimiento y se auguran cifras de crecimiento significativas para el cierre de este año, los cálculos varían desde un 3,5% a 4,0%. En ello han incidido las expectativas del sector comercio, quienes han incrementado las ventas en un 6,8%, también ha contribuido a esta percepción el Índice de Confianza del Consumidor ICC elaborado por la Cámara de Comercio de Santiago, el que mide los niveles de confianza de los consumidores en relación a la actividad económica (un valor igual a 50 indicaría neutralidad de los consumidores frente a la situación económica). Este indicador reflejó para el trimestre agosto octubre un nivel de 55,2 puntos, reflejando un incremento de 20% con respecto al trimestre previo. Aunque los datos muestran un mayor nivel de confianza, aún persiste inquietud respecto de la estabilidad y mayor certidumbre de ingresos futuro, lo que no aparece despejado sobre todo en la persistencia de niveles altos de desempleo. Otro aspecto que ha motivado la confianza de los analistas es el incremento que ha venido experimentando durante el año el precio del Cobre, lo que permite mejorar los términos de intercambio y el ingreso nacional, ello se ve reflejado en las cifras de exportaciones mineras. 2.. El desempleo, un problema no resuelto En el trimestre móvil de julio-agosto, la tasa de desocupación alcanzó un 9,4%, reflejando una caída de 0,2 puntos porcentuales respecto del mismo periodo del año anterior, pero significa un incremento de 0,3 puntos porcentuales respecto del trimestre anterior. La fuerza de trabajo creció un 2,9% respecto de igual periodo de 2002, en tanto el número de ocupados creció en 3,2%. De los sectores que contribuyeron al crecimiento de la ocupación destacan los de servicios financieros que creció un 5,3%, seguido de Industria Manufacturera y Transporte, Almacenaje y Comunicaciones que se incrementaron un 4,4%. Por su parte los sectores que se redujeron en ocupación fueron Construcción, Minas y canteras con una caída de 0,8% y 1,1% respectivamente. En el ámbito del desempleo, los grupos más afectados siguen siendo los jóvenes y las mujeres, el desempleo entre los jóvenes se incremento respecto del mismo trimestre del año anterior, alcanzando entre los 15-24 años un 23,5%, en relación a 23,2% del mismo periodo del año anterior, esta característica de la economía chilena se volvió estructural. Ello da cuenta de las debilidades de la economía para incorporar a estos a la masa de trabajadores. El desempleo en las mujeres alcanzó en el periodo a 10,4% incrementándose 0,9% respecto de Julio-Agosto de 2002. Esto muestra una tendencia a la discriminación de la mano de obra femenina. Un elemento significativo en la creación del empleo, radica en el acelerado crecimiento que viene desarrollando la categoría de Trabajador por cuenta propia desde septiembre de 2002, los que alcanzaron en el Trimestre Julio-Agosto de 2003 a 1.432.620 personas, incrementándose en 94.950 personas respecto del mismo periodo del año anterior. Esta categoría creció un 7,1%, mientras que los asalariados sólo crecieron un 0,4% en el periodo. Ello muestra que la economía chilena viene generando empleo, pero estos son a su vez extremadamente precarios, ya que los trabajadores por cuenta propia, generalmente son personas que no cuentan con recursos para asegurarse a si mismo previsión y las condiciones de trabajo tienden a ser en extremo precarias. Así notamos un cambio cualitativo en el tipo de empleo que se genera, versus la calidad del empleo que se venia creando hasta los momentos previos a la crisis de 1998. Las remuneraciones reales por su parte, no dan señales de mejoramiento, ello resulta de comprobar que el índice de remuneraciones reales del mes de Agosto mostró un nivel de 133,4 puntos, dos décimas por debajo del índice del mes de enero de 2003, con lo cual se evidencia un retroceso (al menos para el mes de agosto) de dicho indicador. 3.. Balanza Comercial En el ámbito del comercio exterior, a agosto de 2003, la balanza comercial alcanzó un saldo positivo de US$ 134 millones. Explicado fundamentalmente por el incremento de las exportaciones mineras, las que en los primeros 8 meses del año lograron un incremento del 55% anual, seguido de las exportaciones industriales que se incrementaron un 15%. Los envíos agropecuarios, silvícolas y pesqueros alcanzaron un crecimiento de 12,1%, en el mismo periodo. Las importaciones, en tanto, experimentaron una caída en doce meses de 5,9%. Siendo los rubros más afectados los bienes de capital con una caída de 30%, los bienes de consumo cayeron en un 7,1%. 4.. Inflación En septiembre, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) anotó una variación de 0,2%, con un incremento en doce meses de 2,2%. Al mismo tiempo, La inflación de septiembre respondió, en lo fundamental, al aumento en el precio de los insumos médicos, cigarrillos y transporte público, esta última variación muestra la volatilidad que ha mostrado el precio del petróleo en los mercados mundiales. 4. La financiarización como traba a la recuperación económica Después de un prolongado estancamiento, muchos creen que ahora si la economía chilena está ingresando en una fase de recuperación. Claro que esta eventual recuperación no estaría ocurriendo sobre bases sólidas dado el alto grado de financiarización que ha alcanzado la economía. Este fenómeno se expresa no sólo en un crecimiento más rentable de las actividades financieras que las productivas, sino también en que las actividades financieras son cada vez más de tipo especulativo. Las AFP, los bancos e incluso las grandes empresas productivas son los principales agentes de la financiarización y especulación. Todo ello limitará notoriamente tanto las inversiones productivas (sobre todo de las PYME) como el gasto interno, afectando estructuralmente el crecimiento económico del país. Primeramente, cabe destacar que las ganancias de las empresas que pertenecen al sector financiero ascendieron a US$708 millones al primer semestre, esto es, un incremento de 35,5% respecto a un año antes. De las 175 empresas consideradas en el listado, 59% registraron mejorías en doce meses. Asimismo, resalta que las diez primeras -de las cuales 7 son bancos- presentaron ganancias por US$461 millones, explicando 65% de las utilidades totales del sistema. Esto, a su vez, expresa el alto nivel de concentración existente. Por otra parte, el sector con el mayor peso en el sistema financiero es el bancario, cuyas utilidades (US$449,8 millones, a junio) significaron que la banca aportó 64% de los resultados del sistema financiero y 22% de las utilidades de todas las sociedades anónimas abiertas. Debe notarse que la mayoría de los sectores financieros en su conjunto anotaron avances, a excepción de las administradoras de fondos de inversión. Entre los avances más relevantes resaltó especialmente el obtenido por las compañías de seguros de vida, como también los logrados por las compañías de seguros generales y las corredoras de bolsa. Llama la atención que las mayores utilidades de la banca no se han correspondido con un aumento significativo de las colocaciones. En efecto, los préstamos bancarios a empresas (52,5% de las colocaciones totales) muestran una caída de 0,85% durante los primeros 7 meses del año y en doce meses una contracción de 0,54%. Esta contracción estaría expresando la rigidez de las políticas crediticias de la banca hacia las pequeñas empresas y el cómo éstas están optando por otras opciones de financiamiento. Así, el factoring y el leasing han venido ganando terreno rápidamente durante el año, a pesar que sus costos sean más altos que los préstamos comerciales. Se comprenderá que esta situación implica una pesada carga para las PYME, limitando y encareciendo sus niveles de inversión. No obstante, una tendencia más favorable muestran los préstamos de consumo, debido a que al primer semestre registraron un avance de 5,1% y en 12 meses de 12,1%. Algo similar ocurre con los préstamos hipotecarios. Esto ha significado que la banca ha recuperado a 194.828 deudores entre diciembre de 2001 y junio de este año. En definitiva, si las altas tasas de ganancias no provienen de mayores colocaciones, ellas tendrían que explicarse por las grandes utilidades que deja la especulación monetaria y por los ingresos resultantes del cobro de comisiones. Estos ingresos subieron cerca de 25% en el primer semestre con respecto a igual período de 2002. Todo esto sucede en un sector cada vez más oligopólico y poco transparente. Cabe destacar que la banca enfrenta una fuerte competencia en el campo de los créditos de consumo por parte de entidades no bancarias. En efecto, las cooperativas de ahorro y crédito, casas comerciales, cajas de compensación y ciertas compañías de seguro, han venido captando gran parte de los 800.000 clientes que salieron del sistema bancario entre fines de 1997 y diciembre del 2001. En conjunto tienen operaciones superiores a US$4.500 millones, que representan alrededor de 54% del total de créditos de consumo de la banca o un tercio de los créditos totales del sistema financiero. Entre las entidades no bancarias, son las casas comerciales las que han ingresado con más fuerza al negocio financiero durante el último tiempo, ya sea a través de la creación de bancos (Ripley, Falabella y Almacenes Paris que lo está formando) o de la emisión de tarjetas propias (cerca de 7 millones). La importancia de las actividades financieras queda de manifiesto en un estudio realizado por Feller Rate a fines del año pasado, donde se concluye que "los ingresos por concepto de intereses representan cerca de 8% de los ingresos totales (de las multitiendas) y en términos de resultado operacional estos aportan cerca de 40% del total". Debe señalarse que la gran mayoría de las multitiendas cobran tasas de interés que superan la Tasa Máxima Convencional, tal como denuncian los estudios realizados por el Servicio Nacional del Consumidor -Sernac-. Considerando que los salarios reales se han mantenido prácticamente estancados y que el desempleo permanece estable, la recuperación del gasto privado en lo que va del año corresponde principalmente a un mayor endeudamiento bancario y no bancario de los trabajadores, pero en peores condiciones que antes de la crisis. Claro que los actuales niveles de endeudamiento de empresas y consumidores están próximos al límite de su capacidad aceptable. Baste señalar que las obligaciones totales de las sociedades anónimas en enero-junio de este año, a pesar de un pequeño descenso, totalizaron US$62.543 millones, lo que representa el 94% del PIB del país. En suma, una recuperación económica sustentada en un pequeño crecimiento de algunos componentes de la demanda interna (inversión y consumo privado), con altos niveles de endeudamiento, tiene poco espacio para seguir avanzando a tasas mayores que el PIB. A ello se suma la reciente apreciación del peso (que afecta el crecimiento de las exportaciones) y la gigantesca salida del país de capitales con fines especulativos que promueven los fondos de pensiones (AFP). Como es sabido, los fondos de pensiones ocupan lejos el primer lugar en las "finanzas especulativas" cuyo campo de operación tiende a borrar las fronteras. Precisamente, durante el último período llama la atención el espectacular salto que ha dado la inversión en el extranjero de las AFP. Ésta, entre septiembre 2002 y agosto del presente año, aumentó de 15,5% del fondo (US$5.192,96 millones) a 21,7% del mismo (US$8.904,72 millones), lo que implica un incremento neto del monto de inversión en el extranjero de 71,5%. El instrumento preferido por las AFP en el extranjero (principalmente en Estados Unidos) siguió siendo el fondo mutuo, que logró un incremento superior al de la inversión global en el exterior (89%), al pasar de US$3.680,65 millones a US$6.953,28. Aquí queda al descubierto la canallada que son los propios trabajadores afiliados al sistema los que financian los costos de este tipo de operaciones (fondos mutuos y de inversión, nacionales y extranjeros). Según el diario Estrategia (19/08/03), "el costo por dicho concepto asciende a $28.000 millones" y la comisión efectivamente pagada por cada cotizante "se eleva en promedio cerca de 10%". La participación de casi 22% en la cartera externa de las AFP contrasta con el porcentaje invertido en acciones locales, que representan tan solo el 13,1% del fondo total, es decir, US$5.536,62 millones. Sin embargo, debe reconocerse que éste último también ha crecido de manera significativa desde la puesta en marcha del sistema de multifondos y ello ha sido una de las principales razones del significativo aumento en los montos transados en las bolsas locales. La mayor presencia en el extranjero de las AFP se relaciona con la decisión tomada en mayo por el Banco Central de incrementar el límite de inversión en el exterior de los fondos de pensiones de 20% a 25%. Este límite aumentaría a 30% en marzo 2004. Ahora la superintendencia del sector evalúa permitir que las AFP inviertan en los hedge funds, campeones mundiales de la especulación. Por último, cabe destacar la demanda que prepara CORFO en contra de dos bancos estadounidenses, acusándolos de triangulación en el exterior de dineros sustraídos ilícitamente a propósito del escándalo "Inverlink" ocurrido a comienzos de año. Una semana antes (comienzos de septiembre), CORFO se querelló en contra de siete personas, entre ellas a los operadores de mesa de dinero de los bancos Scotia Bank y BHIF. Con estas demandas y querellas ha quedado al descubierto las redes corruptas y mafiosas que operan al interior del sistema financiero local. 2. COYUNTURA POLÍTICA NACIONAL 1. Entre el "Nunca más" y la iniciativa táctica. La expresión "el Partido Socialista no puede asegurar el Nunca Más" utilizada por Pablo Longueira, presidente de la UDI, como respuesta a expresiones de Gonzalo Martner, presidente del Partido Socialista, debe ser la más representativa del momento político que marcó la conmemoración de los 30 años del golpe de estado. Si bien se resaltó durante un mes la figura de Salvador Allende y su gesta épica de suicidarse en la Moneda, el trasfondo sobre el cual se desarrollaron innumerables homenajes fue la aceptación de que el gobierno de la Unidad Popular fue el peor gobierno de la historia de Chile. También es necesario tener en cuenta la insistencia de los medios en colocar a Allende como un sujeto aislado, incluso de su propia organización política, imagen-símbolo que lo conecta a Ricardo Lagos abriendo en solitario la puerta de Morandé 80, incluido un sujeto misterioso escondido tras ella, como un recordatorio de tiempos que se resisten a desaparecer. Entonces lo que instala la saturación comunicacional es un personaje útil a la cultura individualista imperante, personaje que habría sido víctima de fuerzas inevitables, superiores a su voluntad. De allí surge, para la historia oficial, el golpe de estado como una solución inevitable de un proceso de radicalización que sigue siendo criminalizado por los mismos medios que resaltan la figura de Allende. Y esto ocurre a pesar de los intentos de una gran cantidad de seminarios, especialmente el Seminario "Allende vive", organizado por el Instituto de Ciencias Alejandro Lipchutz con el Comité 30 años, y el Seminario "30 años" organizado por la Universidad Arcis; de publicaciones de libros y la realización de charlas en liceos, sindicatos y poblaciones para recuperar la memoria de lo acontecido durante los mil días de gobierno de la coalición de izquierda. Pero los medios de comunicación masiva dejaron en el olvido las incontables medidas que mejoraron objetivamente las condiciones de vida del pueblo, de las cuales se pueden nombrar algunas, a modo de ejemplo: el medio litro de leche no fue un slogan populista sino una medida que, junto con otras, dio seguridad alimentaria a un pueblo que había carecido por siempre de ella; otros proyectos en la línea de mejorar el aporte proteico en la alimentación popular, como la importación en curso del modelo búlgaro de "combinados avícolas", quedaron abortadas por el golpe mismo; la nacionalización del cobre fue una medida que contó con un respaldo ampliamente mayoritario, por responder a lo que se llamó el "sueldo de Chile!"; la creación de la Editorial Nacional Quimantú permitió el incremento de la lectura en una dimensión asombrosa que aún hoy día no es superada por nuestra supuestamente exitosa economía de mercado. Estas medidas y muchas más han sido intencionadamente mantenidas en el olvido. De igual manera, quedó en el olvido el amplio respaldo popular con que contaban las organizaciones políticas de izquierda, el gobierno de la Unidad Popular y, especialmente, las ideas de un profundo cambio social. 2. La protesta - paro del 13 de agosto Pero como muchos otros años y con el agregado de la conmemoración de los 30 años del golpe de estado, septiembre comenzó en agosto con iniciativas que marcaron un punto de inflexión en dinámicas repetidas periódicamente. Cada año la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) convoca en agosto a una ya tradicional movilización, que convocada como una gran movilización terminaba frecuentemente en alguna concentración débilmente trabajada que apenas expresaba al activo político-social, y no al mundo de los trabajadores en su mayoría. El 1º de mayo, de este año, el anuncio por parte del presidente de la CUT de un paro nacional para el 13 de agosto pareció no ser distinto de la tradición ya instalada. Pero la situación cambió rápidamente al iniciarse coordinaciones que impulsaron una protesta social. Esta iniciativa colocó a la CUT en la disyuntiva de ver realizada en la práctica la unión de su disidencia interna con las organizaciones sindicales y de trabajadores que intentaban construir una alternativa desde afuera, y por esa vía perder parte importante del protagonismo que aún conserva. En efecto, varios grupos convocaban a una Protesta Social que superara la tradicional limitación de las convocatorias de la CUT. Estos grupos fueron inicialmente la Central Autónoma de Trabajadores (CAT), la Confederación de Sindicatos de Maipú-Cerrillos (CONFESIMA), la Confederación de Sindicatos de la Empresa Privada (CONSIEP) y el Sindicato Nacional Telefónico (SINATE) a las que posteriormente se sumaron el Movimiento Sindical por los Cambios (MOSICAM), los Colectivos de Trabajadores (CC.TT.), un sector de Fuerza Social y Democrática, la Corriente Sindical Clasista (expresión del Partido Comunista dentro de la CUT) y un variado grupo de colectivos estudiantiles y poblacionales. A pesar de la defección de Fuerza Social y Democrática, el SINATE y de la Corriente Clasista, con la incorporación del Zonal Poniente de Pobladores se constituyó la Coordinadora por la Protesta Social. Como resultado de estas iniciativas, se logró una convocatoria amplia contra el modelo con dos expresiones: el paro y la protesta. Como balance es posible señalar que efectivamente ocurrieron las movilizaciones que marcan una convergencia y una iniciativa táctica que no son mera respuesta ni reacción frente a las políticas gubernamentales sino que son un rechazo al modelo neoliberal de desarrollo imperante. Especialmente el mundo poblacional vio la reedición de situaciones de presencia policial y de combatividad del activo militante, más allá de casos aislados de descontrol que fueron magnificados por los medios de comunicación, no vistos desde la época de la dictadura. Ambas iniciativas han continuado desarrollándose dentro de sus propios espacios. Por el lado de la Coordinadora por la Protesta Social, incrementar los niveles de confianza y de autonomía en búsqueda de fuerzas para asegurar la continuidad de un activo político-social que se siente protagonista de una inflexión en la movilización, desde la resistencia hacia la construcción de un sujeto político con voz y presencia en el espacio público. Para la CUT el paso siguiente fue el Congreso Refundacional donde el balance del paro fortaleció los sectores de mayor criticidad hacia las políticas gubernamentales y logró incorporar a la plataforma programática de la Central el rechazo al ALCA y al TLC más la aprobación de una reforma estatutaria que permite la incorporación de sindicatos base a la CUT, superando la barrera de la pertenencia a alguna confederación. Más allá de ello, el paro de los profesores del 30 de septiembre abre el camino a la negociación del sector público instancia donde se colocará a prueba la capacidad y voluntad política lograda con el paro del 13 de agosto. 3. Derechos humanos, Huelga de hambre "Luciano Carrasco" y los 30 años También agosto fue marcado por un hecho que en cierta medida tiene características similares al paro del 13 de agosto. Un grupo de hijos e hijas de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos inició una huelga de hambre que duró 20 días y generó un gran apoyo en la base social. La Huelga de Hambre Luciano Carrasco rompe con las características usuales de las movilizaciones reivindicativas para levantar como demanda al conjunto de la sociedad la lucha contra la impunidad y un rechazo global a las políticas de derechos humanos implementadas por la Concertación durante los 13 años de sus gobiernos. No hay demandas ni solicitudes de negociación lo que desconcierta al gobierno y a los medios de comunicación de las clases dominantes que, al igual que con el paro-protesta, no pueden ignorar lo que está aconteciendo. Al gobierno no le queda más que enviar recados sin atreverse a tomar ninguna iniciativa para intentar abrir un diálogo. Ciertamente es posible identificar en esta huelga de hambre elementos similares al paro-protesta: la iniciativa está en la movilización, se realiza contra políticas globales que se están aplicando, no hay instancias de negociación y cuentan con un respaldo amplio desde la base social organizada. Si bien no pareciera posible conectar esta huelga de hambre con la postergación de las leyes de derechos humanos que el gobierno pretendía ingresar al Parlamento antes del 11 de septiembre, a lo menos es un fuerte indicador de que las iniciativas legales que incluyen inmunidad y compensaciones austeras y simbólicas se enfrentarán a una conflictividad impensada antes de que esta movilización se llevara a cabo. Dentro de este contexto, para el gobierno y la derecha era necesario que septiembre fuera una válvula de escape a la conflictividad social acumulada y para ello se impulsaron incontables iniciativas, se apoyaron desde múltiples espacios institucionales actividades no han contado en el pasado con el visto bueno de la nomenclatura. La expresión "por primera vez en 30 años" fue recurrente aunque en la mayoría de las veces que se usó fue presentada como un resultado de la larga lucha por recuperar el derecho democrático a expresarse libremente. Lo que para muchos y muchas es una gran victoria merecería a lo menos un análisis más minucioso y profundo dado que, por un lado se satura el espacio comunicacional con la imagen de Allende descontextualizado del proceso histórico del que fue parte y por otro lado en el trabajo social y político en la base es posible constatar la existencia de una identidad allendista construida desde la recuperación de la memoria durante la lucha antidictatorial y que ciertamente se ha nutrido y fortalecido con esta sobre exposición de Allende por parte de los medios de comunicación masiva. La disyuntiva es si acaso la saturación televisiva de la figura de Allende logró vaciar de contenido su figura o el trabajo de recuperación de la memoria logrará mantener presente el proyecto por el que dio la vida. En otro aspecto, como balance, es posible decir que las conmemoraciones de los 30 años del golpe de estado permitieron a los actores políticos institucionales ofrecer un Nunca Más sin plantear ningún arrepentimiento de fondo de su accionar en el período histórico de los últimos 50 o 60 años. De esta manera, los militares ofrecen un Nunca Más siempre y cuando nadie intente reeditar alguna unidad popular y la izquierda ofrece un Nunca Más sujeto a las mayorías electorales. En el caso de la derecha su Nunca Más es meramente una vigilancia del Nunca Más de la izquierda. Lo importante es destacar que los espacios donde preferentemente se han desarrollado los homenajes durante este último mes no han sido los espacios donde desde la lucha contra la dictadura se ha realizado la recuperación de la memoria histórica. Ciertamente que los canales de televisión, los periódicos, las universidades han respondido a un trabajo realizado por un amplio conjunto de organizaciones político-sociales que han tenido durante años dentro de sus objetivos la recuperación de la memoria histórica. Para decirlo en su lenguaje, el mercado estaba demandando el producto "memoria" y el rating así lo mostró. Sin embargo, la plena recuperación de la memoria era demasiado para el acuerdo político sustentador de la llamada transición a la democracia. Seguirá siendo tarea para los trabajadores de la memoria, sólo que se ha avanzado algo. Otra situación que se produjo durante este período y, que puede tener gran importancia más adelante es la finalización por la vía de un acuerdo del conflicto de Ralco. Las últimas familias que se resistían al desalojo por parte de la transnacional española Endesa, aceptaron finalmente la oferta de permutar sus terrenos por una elevada suma de dinero ($200 millones) más 77 hectáreas. La finalización de la emblemática lucha de las hermanas Quintremán se ha mostrado como una derrota del movimiento ambientalista y del pueblo mapuche. Sin embargo, esa lectura tiene aspectos que son posibles de analizar desde otra perspectiva. Una primera consideración es que en Chile no existe movimiento ambientalista por tanto una derrota como la señalada puede generar un proceso de reflexión de quienes se sientan identificados con una sensibilidad ecológica y los motive a dar pasos para construir un verdadero movimiento ambientalista en Chile que supere los límites impuestos por las ONG's. Una segunda consideración, es el hecho de que el conflicto provocado por la construcción de la represa Ralco en ningún momento fue una lucha que involucrara al pueblo mapuche en su conjunto, sino que estuvo desde el comienzo concentrado en las familias afectadas y en especial en las hermanas Quintremán. Desde esta perspectiva, la solución de este conflicto podría despejar el camino para concentrar los esfuerzos en la lucha por la recuperación de tierras en los territorios en conflicto y en la plena solidaridad con los presos políticos mapuche. Conflictos que, ciertamente, son bastante más difíciles de solucionar y que conllevan aspectos políticos de mayor profundidad que el mencionado conflicto de Ralco. También es un espacio donde es posible desarrollar alguna iniciativa táctica como las que han marcado el período analizado. 4. Hacia donde va la concertación Pero la coyuntura está también siendo marcada por otra situación que es importante analizar. Y tiene que ver con el estado en que se encuentra el acuerdo político fundante de la transición. A saber, la alianza gobernante contaba con el poder ejecutivo, de gran importancia en un régimen presidencialista, más una mayoría legislativa, que si bien no le permitía hacerlo todo, sí por lo menos controlar las estructuras autónomas del estado como el Banco Central, los directorios de las empresas, etc. Se pretendía la existencia de un poder balanceado. Parte central de este acuerdo era la inexistencia de un poder social que presionara por el cumplimiento del programa original de la coalición gobernante que tenía como eje el pago de la deuda social dejada como arrastre por la dictadura militar. El cumplimiento de este acuerdo implicaba impedir la articulación de la movilización social, sindical, poblacional o de cualquier otra característica. Esta política de desmovilización se aplicó sin vacilaciones durante todo el período concertacionista. Sin embargo, la perspectiva de una finalización de los gobiernos concertacionistas y en consecuencia un cambio profundo en las condiciones bajo las cuales se desarrolla el balance de poder formal está provocando una fractura en el acuerdo concertacionista. Esta fractura está mostrándose horizontalmente en el mundo social en la búsqueda de recomponer la alianza concertacionista desde la base en contraposición a la ingeniería política que busca recomponerla desde la cúpula. Hacia la derecha o hacia la izquierda es la disyuntiva, que en si misma muestra la pérdida de sentido de un proyecto que recogió y enmarcó institucionalmente la potencia de la movilización social que desestabilizó y amenazó con la ingobernabilidad a la dictadura militar. En términos más claros, la recomposición de la alianza de gobierno ampliando la coalición desde arriba hacia sectores de Renovación Nacional o desde abajo hacia sectores de la izquierda social susceptibles de ser ganados por una oferta de institucionalización y desmarginalización. Dentro de esta lógica se puede leer la participación de sectores de la concertación en iniciativas como Fuerza Social, el paro del 13 de agosto y los acuerdos del gobierno con el Partido Comunista con ocasión de las movilizaciones de conmemoración del 11 de septiembre. Si bien la intervención de Patricio Aylwin durante la conmemoración en palacio del triunfo del "NO" marcó los límites del proceso de recomposición. El mensaje fue claro: "nos recomponemos entre nosotros". Ciertamente la imposición de la soberbia como elemento reconstituyente de la coalición "más exitosa de la historia de Chile" debiera terminar con estas maniobras de reacomodo, sin embargo, el temor frente a la pérdida del poder seguirá impulsando actitudes de dispersión de la base concertacionista. Para la izquierda social y política organizada en una gran cantidad partidos, movimientos y colectivos, uno de los desafíos será enfrentar este proceso sin aumentar su fragmentación y sin abandonar sus propios procesos. Avanzar hacia una mayor articulación construyendo un proyecto político y social sin abandonar una activa participación en la coyuntura política, va a requerir de una madurez política que no pareciera haber sido lograda aún por esta nueva izquierda. 3. INTERNACIONAL 1. Los "halcones" en problemas: se debilita su ofensiva Como advirtieron los comentaristas mas avezados, el riesgo político de un fracaso en la invasión de Irak era muy alto. Y los hechos lo han confirmado. Con el paso de los meses, se ha ido afirmando la acción de una guerrilla de desgaste, que lleva ya más muertos que la corta "guerra" de principios de este año. Y de los ataques individuales se ha pasado ya a ataques masivos, como los perpetrados contra la sede de la ONU y contra la mezquita de Najaf. La incapacidad de las fuerzas de ocupación para normalizar la situación política y económica en Irak se ha hecho evidente y la crisis de gobernabilidad ha llevado a que se desaten contradicciones en el seno de los mismos "halcones" respecto de cómo dar continuidad a su aventura. La cúpula militar responsabiliza del fracaso a Donald Rumsfeld, el Secretario de Defensa; que objetivamente ha perdido peso en la conducción de la política exterior yanqui, en beneficio de Colin Powell, el Secretario de Estado, que representa posiciones más conciliadoras. Como resultado de esto, en septiembre, el gobierno de los EE.UU. inició un intento, por involucrar tropas de terceros países que le permitieran relevar parte del enorme contingente que mantiene desplegado en Irak, ofreciendo compensaciones económicas y políticas menores a los países que acogieran su llamado. Casi a coro, la respuesta con que se encontró de parte de la mayoría de los países con algún peso en la escena internacional fue la de un sonoro rechazo. El tema Irak se convirtió asimismo en central en la reciente reunión de la Asamblea General de la ONU. EE.UU. intentó convencer a las Naciones Unidas de tener una mayor participación en la postguerra, recibiendo a cambio recriminaciones de Kofi Annan y de los mandatarios de las potencias que se opusieron a la invasión. Las exigencias apuntaron a forzar a los EE.UU. a que renuncie al control político y militar en Irak, en beneficio de una fuerza multilateral bajo bandera de la ONU, y al traspaso del poder al más breve plazo a autoridades elegidas por el propio pueblo iraquí. Tales exigencias suponen una derrota completa de las pretensiones norteamericanas y es por ello que tendrá que pasar un tiempo aún para que cobren un grado de audición significativa entre las clases dominantes en EE.UU. Entretanto, el costo político, económico y humano de su agresión seguirá inflándose; deteriorando cada vez más el respaldo de que goza en la población norteamericana. Haciendo oídos sordos a esa tendencia, los halcones no sólo presionan a Bush para que se mantenga firme en Irak, sino que han intentado abrir nuevos frentes de conflicto, con Irán y Siria. Lo que equivale a doblar la apuesta, con mayor compromiso de recursos financieros y humanos, apelando aún más al sentimiento patriótico del pueblo norteamericano. Todo indica que irán perdiendo posiciones dentro del gobierno de Bush a medida que pase el tiempo. En particular, no existe posibilidad mayor de que los EE.UU. reúnan las fuerzas políticas y militares para ampliar sus frentes de guerra en lo inmediato. Para remate, la maniobra de paz intentada por los EE.UU. con la llamada "hoja de ruta" en el conflicto palestino-israelí terminó por abortar en estas mismas semanas. Sharon, al verse nuevamente enfrentado al liderazgo de Yasser Arafat a la cabeza del pueblo palestino, ha asumido una posición que le ha enajenado el apoyo hasta de los EE.UU., al declarar su voluntad de asesinar a Arafat como paso necesario para resolver el conflicto. En definitiva, lejos de consolidarse, la maniobra inaugural de la estrategia de guerra preventiva de los EE.UU. en Medio Oriente, que pretendía reordenar toda esa zona bajo el control imperial, está enfrentando una crisis de viabilidad. Y una derrota más o menos mayúscula de la misma, empieza a verse como posible en el horizonte. En la medida que así sea, los sectores partidarios del multilateralismo en las clases dominantes de los EE.UU. cobrarán creciente fuerza y ya hay quienes piensan que se impondrán en las futuras elecciones. Ya aparecieron nombres de candidatos demócratas que personificarían esa tendencia. El tema es que la credibilidad del sistema internacional -del Consejo de Seguridad de la ONU-, lo mismo que el peso de los EE.UU. en el mismo han tenido entretanto una merma considerable y se podrían abrir importantes espacios para avanzar hacia la reforma y democratización de Naciones Unidas, una vez que la derrota de los halcones se consume plenamente. Y se acrecentará el peso de Europa, Rusia y China en el escenario internacional; y podría ser que también el peso de otras potencias regionales menores, como India y Brasil. 2. Los distintos escenarios de las luchas en la América Latina y el Caribe La muy desigual forma en que se insertan en esta coyuntura de la economía mundial los distintos países de la América Latina y el diverso grado de constitución de los movimientos sociales y populares en ellos, dan cuenta de los diversos cursos que toma el escenario político en la región; dentro de un período que en general hemos caracterizado como de crisis del neoliberalismo y de extensión de la resistencia popular. Cuando la región enfrenta su sexto año de lento crecimiento, el enfrentamiento de clases en América Latina se ha ido agudizando en los últimos meses, particularmente en los países de la vertiente andina. El punto más álgido se presenta en Bolivia, donde recientemente la movilización popular ha inducido la renuncia del Presidente Sánchez de Lozada. En el plano de las políticas económicas en aplicación, los programas acordados con el FMI para el pago de la deuda han continuado significando medidas de ajuste fiscal que han desatado la resistencia de la población, por enésima vez. En otro plano, más geopolítico, en la región se han continuado enfrentado la estrategia norteamericana y una estrategia sudamericana, alentada básicamente por Brasil, pero también por Venezuela. 3. En que va la revolución Bolivariana de Venezuela El proceso de revolución bolivariana encabezada por Hugo Chávez se apresta a enfrentar una nueva coyuntura marcada por la agudización de la lucha de clases. Recientemente, el Consejo Nacional Electoral (CNE) respondió a la petición hecha por parte de la oposición, representada por la Coordinadora Democrática (CD), en cuanto a reglamentar el itinerario conducente a la realización de un referéndum revocatorio del mandato del presidente Chávez. La lucha se avizora en múltiples frentes, por una parte la oposición moderada (CD) parece apostar a la lucha dentro de la institucionalidad por el momento, mientras otros sectores ya desecharon esa vía y apuntan al golpismo sin más. Para la convocatoria del referéndum, la oposición deberá cumplir algunos requisitos legales, como son el juntar las firmas necesarias en un plazo determinado de sólo 4 días; lo cual, de acuerdo a fuentes allegadas al proceso, no parece factible. De ser así, la oposición alegará falta de voluntad del gobierno para facilitar la consulta, dando lugar a la presión callejera, donde convergerían las fuerzas del golpismo duro y la CD. Aún cuando el conjunto de sectores que apoyan el proceso ha avanzado en su organización, y ésta se manifiesta entre otras cosas, con la multiplicación de iniciativas y redes de comunicación alternativa y mejores niveles de intervención política, su principal debilidad es que están atados a una institucionalidad que les impide avanzar más rápido. Por otra parte, dependen críticamente de las posturas que en cada coyuntura tome Chávez, a quien reconocen como único líder del proceso y le restan legitimidad al conjunto de políticos que lo secundan. Venezuela se encuentra ad portas de la desobediencia civil generalizada, las instituciones del Estado están cuestionadas, por distintos motivos, por todos los sectores y en ese escenario la unidad política y la fuerza social y militar de cada una de las fuerzas es crucial para dirimir coyunturalmente el conflicto. En lo institucional, la lucha es múltidireccional, por cuanto no sólo se llamaría a consulta sobre la permanencia de Chávez, sino también de un conjunto importante de conspicuos alcaldes y gobernadores que apoyan al golpismo. Otro frente es el petrolero, donde las fuerzas que apoyan el proceso no parecen haber consolidado un poder consistente, posterior a la huelga de diciembre último. Este sector es trascendental en un escenario de confrontación social agudo, por cuanto es el sector que en definitiva le da divisas al país y al Estado. Dentro de la oposición, por otro lado, no existe una alternativa clara de gobernabilidad en este momento, no sólo por la multiplicidad de liderazgos como por la falta de un proyecto atractivo que ofrecer a una mayoría social. Esa es, en el fondo, la mayor carencia de la política imperial y de las clases cuyo dominio está cuestionado en Venezuela. 4. Bolivia en la encrucijada La insurrección boliviana, un mes de cortes de rutas que hacen imposible la circulación en las principales carreteras del país, más una semana de huelga general indefinida con manifestaciones masivas, se ha ido derramando desde su epicentro en El Alto hacia todo el país. Cochabamba, Potosí y hasta la muy tropical y mestiza Santa Cruz de la Sierra se incorporaron a la revuelta exigiendo el fin de un gobierno que en una semana asesinó a más de 70 bolivianos. La revuelta consiguió compactar, en la exigencia de que renuncie el presidente, desde los campesinos hasta los vendedores ambulantes de las ciudades. Decenas de emisoras radiales de baja potencia, en la tradición de las legendarias radios mineras, mantienen informada a la población y forman parte del movimiento, pese a las clausuras y atentados que vienen sufriendo. 1.. Todo empezó en Cochabamba La mecha se encendió en abril de 2000. Ese mes estalló el pueblo de Cochabamba que peleó, y ganó, la llamada "guerra del agua". Toda la población salió a la calle, instaló cientos de barricadas, se plantó en la plaza principal durante días y obligó al gobierno de Hugo Bánzer a dar marcha atrás, recuperando así el control de los recursos hídricos que habían sido privatizados y estaban en manos de una empresa trasnacional. La revuelta de abril significó un viraje de largo aliento en las luchas sociales bolivianas. Fue, también, el campanazo de salida de una vasta alianza social que incluye a campesinos, trabajadores informales de las ciudades, pequeños comerciantes, maestros, transportistas. Entre setiembre y octubre de ese año se registró el segundo episodio, pero ahora a escala nacional. El "ensayo de abril", como denominó el dirigente campesino Felipe Quispe a la revuelta de Cochabamba, se reeditaba ahora en un escenario mucho más amplio, que incluía a todo el altiplano, la región más pobre del país y una de las más pobres del mundo. La modalidad fueron los bloqueos masivos de carreteras, en los que las comunidades se turnan llevando alimentos, en lo que pudo leerse ya como una verdadera rebelión comunitaria aymara, básicamente rural pero con fuertes apoyos urbanos. La revuelta nacional de setiembre-octubre consiguió fracturar a la policía paceña: un grupo de policías se amotinaron en la principal ciudad del país e hicieron un llamado a sus compañeros a no reprimir la revuelta. La desmovilización se produjo gracias a la firma por el gobierno de un convenio de 50 puntos que debían ser discutidos en comisiones técnicas con la supervisión de la Iglesia Católica, la Asamblea de Derechos Humanos y la defensoría del pueblo. Como suele suceder, el diálogo se estancó y no produjo resultados concretos. Los sacudones sociales de 2000 modificaron el mapa político- social boliviano. El movimiento campesino apareció como la principal fuerza social, organizado en torno a la Federación de Plantadores de Coca del Chapare (liderada por Evo Morales, entonces diputado) y la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), dirigida por Felipe Quispe. Pero las organizaciones campesinas experimentaron a su vez cambios profundos. La CSUTCB fue fundada en 1979 con apoyo de la Central Obrera Boliviana (COB), a su imagen y semejanza, y se definió como una organización campesina. A la vuelta de dos décadas, sintetizando los cambios subjetivos vividos por las mayorías del país, se define como "una organización indígena que agrupa a todos los pueblos y naciones indígenas y originarias de Bolivia". Del discurso clasista, que nunca abandonó, se pasó a uno histórico y étnico, que hace hincapié en las demandas de tierra y territorio, lo que supone la gestión participativa en los recursos naturales. Estos cambios reflejan la pérdida de centralidad de la clase obrera por la implementación de políticas neoliberales a partir de mediados de los ochenta. Este movimiento, sin embargo, consiguió articular a amplios sectores de la población boliviana, en particular en el altiplano. Fue surgiendo así un neuvo sujeto social, heterogéneo y diverso, pero articulado en torno a la identidad aymara (síntesis de la nueva identidad nacional, que se manifiesta en el uso de la bandera- arco iris denominada wiphala en lengua aymara) y anclado en algunos territorios, como El Alto y las comunidades indígenas. Las elecciones de junio de 2002 llevaron a este sujeto a conseguir una importante representación en las instituciones estatales. Los dos frentes que se presentaron (el Movimiento al Socialismo, de Morales, y Pachakutik, de Quispe) cosecharon uno de cada cuatro votos y estuvieron muy cerca de alzarse con la presidencia frente al candidato de la embajada de Estados Unidos, Sánchez de Lozada. 2.. Un ascenso constante El siguiente paso del movimiento social se dio en febrero de este año. Un motín policial en La Paz, contra la reducción de un 12,5 por ciento de los sueldos policiales decidida por el nuevo gobierno, se convirtió en motín y masacre. Seis policías, siete civiles y dos miembros del ejército fueron muertos el 12 de febrero en el enfrentamiento entre el Grupo Especial de la policía y efectivos del Regimiento Custodia en la mismísima Plaza Murillo. Al día siguiente, una enorme manifestación obrera que finalizó en la céntrica plaza San Francisco fue ametrallada desde las alturas, elevando a 33 los muertos de esas jornadas, que provocaron la dimisión de casi todo el recién estrenado gabinete. El último episodio de este impresionante ciclo de luchas es la actual guerra del gas. Su epicentro está en El Alto, la ciudad más pobre del continente, un monumento al abandono, donde seis de cada diez personas viven con un dólar diario. El Alto, que creció de los 10 mil habitantes de 1950 a los 800 mil de hoy, es un polvorín social y político: basta recorrer sus calles de tierra barridas por el helado viento del altiplano, sus precarias viviendas de barro sin saneamiento ni agua potable, habitadas por rostros curtidos de jóvenes aymaras, para comprender las razones profundas de una sublevación que arranca en las entrañas de la historia y del territorio. Para los bolivianos, el gas es la última oportunidad de vivir en un país que tenga algo parecido a un futuro. En tres años la protesta recorrió un amplio camino: desde la rebelión localizada en una ciudad de medio millón de habitantes y por una demanda específica, a una guerra civil que comenzó por la defensa del patrimonio pero que desemboca en la exigencia de renuncia del presidente y, sobre todo, de un giro político- económico completo. Del escenario local se pasó al nacional, de las demandas puntuales a demandas políticas generales, de actores municipales a regionales primero, y a conformar luego un amplio abanico de alianzas sociales que, más allá de las posiciones de sus dirigentes, involucra hoy a campesinos, obreros, informales, ambulantes y ahora también a la confederación empresarial, que exige la renuncia del presidente. 3.. Preparando la masacre Para el imperio, la sucesión de Sánchez de Lozada es todo un problema. Debe vérselas con un frente regional liderado por Brasil y Argentina, que incluye a Venezuela y que puede ampliarse ahora a Bolivia. Desde la fracasada cumbre de Cancún de la OMC, intenta desesperadamente estabilizar una alianza de contención de los grandes países de Sudamérica. Hasta ahora, ha conseguido formar una cuña que incluye a Colombia, Ecuador y Perú. No puede permitirse perder un aliado tan importante como Bolivia, que no sólo posee los segundos yacimientos de gas del continente sino que puede ser el fiel de la balanza en el cuadro de las alianzas regionales. Esa es la única razón por la cual, hasta ahora, no cayó Sánchez de Lozada. Más aún, trascendió que cuatro asesores de la embajada de Estados Unidos están dirigiendo los operativos militares represivos, lo que supone un paso adelante en la intervención militar y un anuncio de que se está preparando una masacre, con el objetivo de frenar en seco este extraordinario ciclo de protestas. Por eso, el futuro del ALCA y de los planes imperiales se está jugando en las empinadas calles de La Paz, y en cada uno de los barrios pobres que la rodean. Sólo el increíble valor de los aymaras, y muy en particular de las mujeres indias que reúnen en ellas el coraje y la decisión de su pueblo, hizo posible que tanta metralla no consiguiera apagar la rebelión. Octubre 2003. -------------------------------------------------------------------- ------ Taller de Análisis de Coyuntura Económica y Política, TACEP: Informaciones en www.cctt.cl y colectivosdetrabajadores@cctt.cl. Fono/fax: 56-2-689-6048.
https://www.alainet.org/es/articulo/108682
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