El Adelanto de la Justicia Económica luego de Cancún y Miami

09/12/2003
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La experiencia de abogar por mayor justicia económica para nuestros países de América Latina y el Caribe se vuelve confusa, a medida que el modelo capitalista neoliberal se reinventa a sí mismo y se resiste a una profunda transformación en pro de las mayorías en nuestro continente. Por un lado, las instituciones financieras internacionales alegan que ellas están cambiando y adaptándose a las necesidades de los tiempos. Por el otro, los países mas desarrollados insisten en colocar una plataforma de "comercio libre" como única alternativa a la superación de la pobreza. En tercer lugar, las propias organizaciones sociales en la resistencia global reflejan algunas diferencias en la lectura de los últimos acontecimientos así como al acercamiento y búsqueda de un modelo económico alternativo mundial. Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial, ¿Juntas pero no Revueltas? En un reciente diálogo entre el Consejo Mundial de Iglesias y las instituciones financieras internacionales, pudimos palpar cómo éstas últimas insisten en presentarse como sensibles ante los planteamientos de desarrollo sustentable, conciencia ambiental y erradicación de la pobreza (esta última frase la intercambiaban con "reducción de la pobreza, indistintamente) y, a su vez, sumidas en "diferencias internas" ante los planteamientos que el Consejo Mundial les hacía en torno a su responsabilidad ante las recientes crisis económicas como Argentina, Bolivia, Uruguay y otros. El Banco mostraba mayor habilidad para cooptar y apropiarse de los términos sociales antes mencionados y alegaba estar en sintonía con mayor justicia y equidad para los países pobres del orbe. Según ellos, las soluciones transitan a través de aprovechar las propias "bondades" que el sistema provee para adelantar causas sociales. El Fondo alegaba comprender la situación pero sostenía la inevitabilidad de las condiciones socioeconómicas internacionales así como la inexistencia de alternativas reales frente al modelo económico actual. Para ambos se complicaba la agenda de discusión en el momento en que manifestábamos crudamente que el paradigma económico actual era el principal responsable de la crisis y que éste debía cambiar. Asimismo, ambos hacían causa común sosteniendo descarnados análisis de aumento en el Producto Interno Bruto de los países a partir del final de la Segunda Guerra Mundial como fundamento para demostrar que nos encontramos en el "mejor de los mundos posibles", citando al personaje del Cándido de Voltaire. Cancún, Miami y el Norte y el Sur en los Movimientos Sociales El fracaso de las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio y la recomposición en el perfil del Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA) en Cancún y Miami, respectivamente, colocan a los movimientos sociales ante un nuevo escenario de lucha. Mientras en Cancún la resistencia de los países pobres a asumir al agenda de los mas desarrollados fue mas o menos clara, en Miami vemos cómo los Estados Unidos cumplen con la promesa señalada por Robert Zoellick en Cancún. En un ártículo anterior señalábamos que el Coloso del Norte asomaría su frente de batalla a los acuerdos bilaterales y regionales. El escenario de Miami plantea una reducción en el perfil y la visiblidad de un acuerdo regional ante la búsqueda de la reelección de George Bush a la Casa Blanca y la presión de los industriales a la diplomacia brasileña. Mientras tanto, asoma la mano dura de los Estados Unidos, buscando adelantar una Zona de Libre Comercio con Centroamérica y el Caribe, sin la participación de Cuba, una Zona de Libre Comercio con la Región Andina, sin la participación de Venezuela, y el enfrentamiento diplomático con el MERCOSUR, para debilitar la gestión y capacidad de Argentina y Brasil en el escenario latinoamericano y caribeño. De hecho, resulta curioso cómo el Secretario General de las Organización de Estados Americanos, César Gaviria, concede una entrevista a la cadena de noticias CNN y rápidamente asume la crítica a la posibilidad de acuerdos sub-regionales en "coexistencia pacífica" con el ALCA inmediatamente luego de finalizadas las negociaciones en Miami. Este panorama fue presentado y analizado en un cónclave de cincuenta (50) movimientos sociales, celebrado en Nueva Delhi, India, por un organismo cristiano de cooperación internacional. Allí, los movimientos sociales pasaron revista sobre los últimos acontecimientos en Cancún y Miami, de cara a nuevas estrategias de lucha contra el modelo neoliberal imperante. Ahí pudimos palpar algunas diferencias en los énfasis de lucha sostenidos entre las organizaciones del Norte y las del Sur. Mientras las organizaciones del Norte plantean continuar con una campaña sólida de denuncia, incidencia política y documentación a base de contenidos y análisis macroestructurales, las organizaciones del Sur solicitan "colocar la agenda" de las luchas y basarlas en las necesidades sentidas, los sufrimientos y las carencias en el acceso a recursos en sus países. Conmovía escuchar a un luchador de Sri Lanka, solicitando apoyo para la desobediencia civil en su país, ante la privatización del agua, anticipando resultados similares a la lucha del gas en Bolivia, la cual dejó un saldo de casi un centenar de muertos en el camino. ¿Qué nos depara el Futuro Cercano? No cabe duda que estamos ante un punto de crisis. Cuando hablamos de crisis, lo hacemos desde una perspectiva de discernimiento y desafío, como se ha planteado desde el movimiento ecuménico, a través del Foro Regional del Compartir Ecuménico de Recursos (FOCER), instancia del Consejo Mundial de Iglesias y el Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI). Discernir el momento actual significa, entre otros, el aceptar que nos enfrentamos a una agenda mas nacional y subregional en la lucha contra el modelo capitalista neoliberal de nuevo cuño. El desafío al accionar de los movimientos sociales es mas local, de frente a los gobiernos nacionales y a los emporios económicos de nuestros países que guardan relación con las transnacionales. Asimismo, los tiempos exigen una mayor profundización en la formación y participación comunitaria, que trascienda el ámbito de las propias organizaciones sociales. La demanda pasa por procesos educativos populares, materiales didácticos e involucramiento de la sociedad civil en la resistencia al modelo y en la construcción y visibilización de nuevas formas de hacer economía. Asimismo, independientemente de la solidaridad demostrada por las organizaciones fraternas del Norte, entiendo que la agenda de la lucha está en el Sur y que el Norte está llamado a acompañar y a poner sobre la mesa sus dones y talentos para una mejor coordinación y solidez en la búsqueda de una vida plena y abundante para los pueblos del mundo. * Angel Luis Rivera Agosto es un abogado y científico social puertorriqueño, Coordinador del Programa de Fe, Economía y Sociedad, una iniciativa de cinco organizaciones ecuménicas, entre las cuales se encuentran el Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI) y el Consejo Mundial de Iglesias (CMI).
https://www.alainet.org/es/articulo/108924?language=en
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