La Cancillería argentina busca darle forma a la participación social en los procesos de integración latinoamericana La participación activa del movimiento de mujeres, de los consumidores y del conjunto de organizaciones sociales en los procesos de construcción del MERCOSUR y de integración latinoamericana será es de importancia decisiva a la hora de defender los intereses de los países en desarrollo y de terminar con la pobreza y la exclusión social. Esa quizá haya sido la principal conclusión que arrojó el seminario "La consumidoras frente a los acuerdos de integración económica y sus implicancias en el ALCA" realizado en fines de marzo pasado por la Representación Especial para la Integración Económica Regional y la Participación Social de la Cancillería argentina. En el evento participaron la Representación Especial para Temas de la Mujer en el Ambito Internacional, también dependiente de la Cancillería, y la subsecretaría de Defensa de la Competencia y del Consumidor, del ministerio de Economía. Los temas centrales de debate giraron en torno de las negociaciones que se realizan en el marco del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y a las arduas deliberaciones que ese bloque sostiene en forma especial con Estados Unidos respecto del Tratado de Libre Comercio para la Américas (ALCA). En ese sentido, puede decirse que la Cancillería argentina acaba de emitir una clara señal acerca de la importancia estratégica que tiene la participación de las organizaciones sociales en los escenarios de integración regional. "La primer región del mundo que propuso claramente un proceso de integración fue América Latina, en el siglo XIX, a través del pensamiento y la práctica de Simón Bolívar, y hoy conformamos la única región que no está integrada. Quizá por eso, y como lo indican las estadísticas, pertenecemos al área con mayores desigualdades económicas y sociales", dijo Hugo Varsky, representante de Integración Económica Regional y Participación Social de la Cancillería argentina. Juliana di Tullio, Representante Especial de la Cancillería para Temas de la Mujer en el Ambito Internacional, sostuvo que "las mujeres tenemos conciencia de nuestro aporte a la sociedad y a la economía. Nuestra participación activa en estos temas, que nos fue vedada por mucho tiempo, hacen al fortalecimiento democrático de la sociedad. Los temas económicos son temas de mujeres, los procesos de integración económica son temas de mujeres". Por su parte, Patricia Vaca Narvaja, subsecretaria del ministerio de Economía para la Defensa de la Competencia y del Consumidor, consideró que las negociaciones en torno al ALCA se están realizando en forma "muy sigilosa, con muy poca participación de la sociedad en su conjunto. Como mujeres y consumidores, tenemos derechos y uno de ellos es el derecho a la información, para poder opinar y proponer. Para saber de que se trata es necesario acceder a la información. Queremos trabajar en estos temas porque de lo contrario nos vamos a encontrar ante hechos consumados e irreversibles. Sabemos muy bien que aquí se juegan intereses económicos y geopolíticos muy fuertes y que existe una asimetría muy grande entre Estados Unidos y América Latina y el Caribe. Por eso nos proponemos participar activamente y llevar la cuestión al seno de la sociedad en su conjunto, ya que por ahora se que lo ve como algo muy lejano respecto los problemas cotidianos". En tanto, el subsecretario de Integración Económica Americana y MERCOSUR, Eduardo Sigal, señalo que "el mundo de hoy no es solamente un conjunto de países o un conjunto de estados, es un sistema de redes que atraviesan distintas fronteras y en esas redes actúan poderes públicos junto a una complejidad de actores económicos, sociales y culturales. Este es el concepto que tenemos que incorporar a nuestro trabajo, y por eso esta iniciativa que encaramos desde la Cancillería con la sociedad civil". Más adelante, Sigal explicó que los procesos de integración regional se inscriben en un mundo que vive una visible crisis de paradigmas, un proceso de cambio que debemos estudiar. "Vivimos en un mundo que muestra la crisis de una formula simple y unilateral para resolver problemas complejos: la formula absolutizada de las reglas del mercado y la competencia, que dejan que las cosas se resuelvan por sí mismas. Creo que se trata de una fórmula que está fracasando y se expresa en problemas muy graves, como el del terrorismo. Considerar que el terrorismo se resuelve solamente con acciones militares, así como se entendía que el problema de la riqueza y de la distribución se resolvía sólo con la competencia y el mercado, nos lleva ahora a un enfoque que fragmenta la agenda global , como si un mundo seguro fuera separables de un mundo más solidario y más justo", añadió el funcionario. De lo manifestado en el seminario se desprende que, para la actual política exterior argentina, el proceso de integración regional es parte indivisible de un proyecto de país. La afirmación de un modelo productivo de justicia y de respeto por los derechos económicos y sociales debe enmarcarse en un proyecto de unidad y de integración regional. En ese sentido, Sigal consideró que la unidad regional "es más que una unión aduanera o una zona de libre comercio. Se trata de otro debate, porque han cambiado los paradigmas. El MERCOSUR fue concebido en un momento que estaba en auge el modelo neoliberal, pero actualmente estamos viviendo cambios, no sólo en Argentina sino en todo el mundo. Por eso decimos que hay cambios de paradigma, hay cambios de concepción, y debemos repensar los modelos desde otro punto de vista. Creemos que la integración regional debe apuntar a la concepción de un sujeto político supranacional con capacidad para intervenir con fuerza en la discusión de la agenda global". * AGENCIA PERIODÍSTICA DEL MERCOSUR (APM), Servicio del 08-04-04. Del Centro de Graduados de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP)