La revista Forbes dice saber donde está la fortuna de Fidel

30/03/2005
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Una de las “triquiñuelas” de la prensa corporativa es silenciar ciertas noticias, cuando estas no encajan dentro de su agenda de intereses, los cuales no son otros que los intereses del capitalismo. Otro “artilugio” del “complejo informativo” transnacional es la manipulación de las noticias; reformularlas para que sirvan a sus beneficios y como propaganda de sus propios valores. Se trata de perpetuar el orden y los valores del capitalismo. Un tercero, es crear noticias sin el recurso de fuentes de información, tergiversando estas fuentes o creándolas. Esta creación de noticias sigue el mandato del Poder, único y absoluto Señor de la prensa corporativa. Como las nombradas en primer término, esta última tiene el propósito de confundir al público y crear un imaginario de “verdades”, un patrón, un “código científico” a prueba de toda duda. Transformar a la opinión pública en una masa acrítica, consumidora y propaladora de ideología, que no es otra que la ideología del capitalismo. No estamos hablando de otra cosa que no sea de la “fabricación de consenso”, componente indispensable para el logro de la hegemonía de una cultura y de la homogenización de una sociedad, dentro del marco súper-estructural capitalista. La última edición de la revista Forbes trae otra vez la noticia sobre la fortuna personal de Fidel Castro. Esta noticia no es casual cuando Cuba libra otra vez una nueva batalla contra la hipocresía y los dobles raseros de los Estados Unidos en Ginebra. Los yanquis quieren hacer de la victima el victimario. Hay una alta correlación estadística entre genocidio y cuentas bancarias. Tristemente memorables son los casos del indonesio General Suharto; el filipino Fernando Marcos; el boliviano Gonzalo Sánchez de Losada, recientemente revocado por su pueblo; el peruano Alberto Fujimori, quien escapó impunemente a Japón hace algunos años; el colombiano Álvaro Uribe Vélez; el haitiano Duvalier y su familia; los dominicanos Rafael Trujillo y Joaquín Balaguer; el dictador Augusto Pinochet; el ugandés Idi Amin y la familia de corporaciones de los Estados Unidos y sus representantes ejecutivos de la Casa Blanca. Sin olvidarnos de sus Graciosas Majestades, el Rey de Marruecos Mohammad VI, la Reina Isabel II, el Príncipe Hans Adam II de Liechtenstein, el Rey Fahd de Arabia Saudita, el Sultán de Borneo y el Rey Juan Carlos I de España. Todos ellos genocidas por esfuerzo propio y por historias familiares heredadas. Todos ellos amasaron sus fortunas con la sangre y el sudor de cientos de millones de seres humanos, asesinándolos y explotándolos sistemáticamente. Ellos son el ideario de la revista Forbes. Castro desencaja en esa reunión. Lo de Fidel es de otro tipo de riqueza. De esa riqueza a la cual nunca hizo ni hará mención Forbes. Una riqueza que no se mide en cuentas bancarias, bonos, “stocks” y propiedades. Como dice Héctor Arturo en el diario Granma, “La fortuna de Fidel consiste en dormir poco y soñar mucho y emplear sus inextinguibles energías, moldeadas en su coraje y determinación, para transformar sus sueños en realidades, uno detrás del otro”, para el bien de 11 millones de cubanos y millones de excluidos del Tercer Mundo. Sueños y vigilia para materializar el sueño de muchos. Su riqueza es ser amado por millones en todos los rincones del mundo. Su fortuna es ser odiado y difamado por los enemigos de la humanidad. Nadie puede servir a dos amos. Forbes eligió el dinero y el poder, Fidel desde hace mucho ha elegido la justicia, la paz y a la especie humana. Es verdad que Fidel “tiene un verdadero y colosal tesoro escondido en su cofre” como dice Héctor Arturo. Por más de 55 años él ha acompañado a su pueblo por el camino de la liberación, la soberanía y la justicia social. Él es un Héroe, el rico protagonista de la rica historia de un pueblo. * Erasmo Magoulas, productor de Medios Radiales Alternativos Universidad de Guelph, Canadá CFRU-FM
https://www.alainet.org/es/articulo/111679
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