Qué nos ha pasado con los TLCs

30/06/2005
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Siempre nos han dicho, que los tratados de libre comercio son buenos para nuestro país, porque nos permiten ampliar el mercado para nuestras empresas y como consecuencia el empleo y la inversión. El argumento fue contundente, hace diez años con México nos decían: ya nuestro mercado no son cuatro millones ahora son ciento cuatro con los cien millones de consumidores mexicanos. Con Chile seriamos once millones más y con Canadá nos dijeron lo mismo ya no seremos cuatro millones sino treinta y cuatro millones de consumidores. Estamos en proceso con el del CARICOM y el de República Dominicana. Pero que ha pasado en la realidad. En el 2004 según Procomer citado por La República del sábado 18 de junio la balanza comercial desfavorable con México era de doscientos cuarenta y dos millones de dólares, antes del tratado 90-94 esta balanza osciló entre los sesenta y los ciento cinco millones de dólares, hoy continuamos comprándoles 2.5 dólares por cada dólar que le enviamos. Con Chile antes del tratado 90-97 tenemos una balanza comercial desfavorable entre trece y treinta y dos millones de dólares, en 1994 la balanza comercial negativa fue de noventa y ocho millones de dólares, y por cada dólar que nosotros enviamos ellos nos mandan diez. En el caso de Canadá, entre el 1990 y 1997 estuvimos entre veintisiete millones de dólares a favor y doce millones en contra; sin embargo, en el año 2004 la balanza comercial fue cincuenta millones de dólares negativa para Costa Rica, y por cada dólar que le enviábamos en producto ellos nos enviaron casi tres. Para el año pasado sin estar vigente el tratado, Costa Rica tuvo un balance comercial favorable con República Dominicana de sesenta millones de dólares enviando siete dólares por cada dólar de importación, y con el CARICOM para este mismo año 2004 tuvimos noventa y nueve millones de dólares de saldo favorable y por cada treinta y tres dólares que le enviamos en producto ellos nos enviaron uno. Estos tratados en general siempre nos parecieron favorables para Costa Rica, especialmente el que se firmo con Canadá, pero por que no han resultado positivos para el país en la medida en que los esperábamos... ¿será que no los negociamos bien? ó ¿será que no tenemos oferta exportable disponible? Parece que esto último debe ponernos a pensar, por que quizás nuestra fabriquita país es muy pequeña para tratar de venderle a países muy grandes y a lo sumo solamente algunas transnacionales pueden aprovechar en forma significativa esas posibilidades, pero estos otros países que son economías más fuertes si han podido entrar con éxito a vender a nuestro país porque ellos si tenían oferta exportable. Es como poner a competir una pulpería con un supermercado. Esta preocupación se vuelve mayor cuando se pretende firmar un tratado con Estados Unidos que creemos es mucho más negativo para el país, que los anteriores porque involucra factores que van mas allá de un TLC, y además no respetó la diferencia de tamaño entre ambos países (asimetría). En otro artículo mencioné cómo, pese a las ventajas comerciales que Estados Unidos nos da, tenemos una balanza comercial desfavorable histórica de entre un diez a un treinta por ciento, esta asimetría se manifiesta aún en nuestro sector agrícola que algunos consideran nuestro caballo de batalla, así por ejemplo las exportaciones agrícolas de Costa Rica a Estados Unidos de 1999 pasaron de 674 millones a 692 millones en el 2004, creciendo aproximadamente en seis años un 2.5%. Por el contrario en 1999 importamos de Estados Unidos ciento cuarenta y seis millones de dólares en productos agrícolas, y para el 2004 importamos doscientos sesenta y dos millones de dólares, es decir nuestra importaciones de productos agrícolas aumentaron un 79% en seis años, y como vimos el aumento de nuestras exportaciones agrícolas en ese mismo periodo solo fue de un poco mas de un 2%. Cuando el Editorial de La Nación del 16 de junio nos dice "que cada vez son más claros los beneficios del TLC para todas las partes", parece que están equivocados o están leyendo la información que nos brinda Procomer pero al revés. Estos datos deben poner a meditar a los costarricenses sobre las consecuencias de este tratado y asumir una actitud responsable y activa frente al mismo, máxime que todavía la casa no se ha construido solo esta en planos. Vale recordar la frase de Ernesto Sábato que dice "la libertad que esta a nuestro alcance es mayor que la que nos atrevemos a vivir". - Ronald Solís Bolaños, Vicepresidente de la Cámara de Empresarios Pro Costa Rica San José, 1 de julio de 2005
https://www.alainet.org/es/articulo/112374

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