TLC y actividad lechera

06/09/2005
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Todo suena muy bonito, una vez firmado el tratado con Estados Unidos; Costa Rica puede exportar sus productos lácteos a USA en forma inmediata, por el contrario, Estados Unidos tendrá que pagar aranceles para vender en Costa Rica, que se irán reduciendo paulatinamente hasta desaparecer en 20 años; momento en el cual habría una competencia de igual a igual entre los productores de ambos países. Cuando analizamos esta situación y profundizamos en las características de este sector, la sonrisa se nos va apagando, porque, que difícil es competir con productores de Estados Unidos en donde su tamaño promedio es muchas veces mayor al nuestro, que cuentan con millonarios subsidios y ayudas disfrazadas de su gobierno y con condiciones mucho mas favorables en términos de infraestructura, crédito y tecnología de producción de punta en comparación con los costarricenses. Dicen en nuestros campos que por la víspera se saca el día, y hoy afortunadamente podemos analizar esta situación partiendo de hechos reales y no de supuestos; hace 6 años, en 1999, Estados Unidos le otorgó a Costa Rica una cuota de 1550 toneladas de queso fresco (equivalente a dos y medio días de la producción anual de Costa Rica) la cual puede exportar sin restricciones arancelarias al mercado americano. ¿Pero qué ha sucedido después de 6 años? Según información de "El Financiero" del 15-21 agosto 2005, nuestro país para el 2004 exportó 425 toneladas de queso, lo que representa solo el 27% de la cuota disponible. Siendo además, para este año el precio por kilo de $2,17, es decir 1040 colones kilo, incluyendo materiales de empaque. Tres detalles adicionales: 1.- Las ventas de estos quesos han dependido básicamente de los consumidores ticos en Nueva Jersey y Florida. Hoy se estima que en Nueva Jersey hay mas de 50 000 ticos, es decir es un mercado sentimental sin muchas posibilidades de crecimiento. 2.- Piden que el producto no se envíe con la marca de la industria costarricense, sino con el nombre del comercializador, eliminándose la posibilidad de diferenciación del producto y marca propia. 3.- El precio de venta no parece ser atractivo para nuestros costos de producción. En lo fundamental, parece evidente que a nuestra producción láctea, le resulta casi imposible hacer mercado en USA, porque no puede competir con una producción láctea subsidiada y manejada en su mayoría por grandes empresas lácteas o de alimentos, que trascienden las fronteras norteamericanas. Esta situación de la exportación de queso parece ser una fotografía en pequeño de lo que nos espera en grande si se firma el Tratado en las actuales condiciones. Sino podemos competir siquiera en Costa Rica, menos lo vamos a hacer en USA, y sabemos que vamos a perder parte del mercado lácteo centroamericano. Otro ejemplo concreto es la situación con México, que en ocasiones ha sido el mayor importador de leche del mundo y cuando se firmó el tratado con esta nación hace 10 años se consideraba que nuestra actividad lechera iba a ser una de las mas beneficiadas, sin embargo, casi no le hemos exportado nada y hoy están paralizadas las exportaciones; y es que México es un importador de excedentes de leches subsidiadas, por lo cual es muy difícil para nosotros competir. Recordemos que nuestro mercado absorbe aproximadamente un 90% de nuestra producción, siendo Costa Rica uno de los países de mayor consumo de lácteos per capita de América Latina, lo cual lo convierte doblemente atractivo para otros países que tienen excedentes de leche. ¿Valdrá la pena poner en riesgo una actividad que involucra a más de 14000 fincas, genera cerca de 40000 empleos directos, superando incluso a todas las zonas francas juntas? ¿Todo esto por superar el 10% de la producción que corresponde a exportaciones? Bajo estas circunstancias parece preocupante lo expresado por el señor Gerente de la Dos Pinos (La República 29 agosto 2005) en donde manifiesta "los procesos de apertura nos podrían hacer perder participación y si vienen a quitarme mercado yo iré a quitar a otras latitudes". No defender nuestro mercado interno, que representa el 90% de ingresos para nuestros productores por una expectativa de mercado, de pequeñas islas del Caribe, suena arriesgado, además, de que en cualquier momento pueden ser tomadas por productos subsidiados. Sabemos que la Dos Pinos es una empresa de mucho prestigio e imagen y que podrá sobrevivir a la competencia porque eventualmente podría convertirse en importadora de materia prima láctea subsidiada con lo cual podría pasar de 1500 productores en la actualidad a 100, ¿pero es esto lo que le conviene a nuestros campos y a nuestros país?, ¿y debe ser esta la función de una cooperativa? Debemos mantener el orgullo de ser uno de los pocos países en Latinoamérica autosuficientes en leche, garantizando así nuestra seguridad alimentaria, empleo y desarrollo rural. - Desde San José, Ronald Solís Bolaños, Vicepresidente Cámara de Empresarios Pro Costa Rica
https://www.alainet.org/es/articulo/112909

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