Los aeropuertos en la época de la privatización

28/08/2005
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
A propósito del accidente de TANS en Pucallpa he recibido una información sobre la situación de los aeropuertos y sobre el ya famoso tema de la aproximación visual a las pistas (sin instrumentos) y los “errores humanos”, de los pilotos que no llegan a la meta: “La Gerencia Central de Aeronavegación de Corpac, existió hasta la privatización del aeropuerto Jorge Chávez. Una de las últimas evaluaciones que se hicieron en ese organismo señalaba que a fines de la década del 90, la situación de seguridad de los aeropuertos del interior era muy mala En amplias porciones del territorio nacional no había ni siquiera sistemas de radioayuda, de manera que al caer un avión en zonas más o menos agrestes, como las de la selva, había el peligro de pasar días o semanas antes de encontrarlo. “En el año 2000, Corpac tenía utilidades superiores a los 50 millones de dólares por año, que en más de un 80% provenían de la explotación del aeropuerto principal de Lima-Callao. Con esos fondos se invirtió en los terminales de Tarapoto y Pucallpa, que podrían estar peor de lo que están actualmente, Y se amplió la terminal de Cusco, poniendo en operación las primeras 4 mangas, de embarco y desembarco de pasajeros, sin hacer el tremendo ruido que luego haría LAP cuando trajo seis mangas al Callao por las que pretende cobrar el peso en oro a los que traviesan por ella. Otras inversiones de la época fueron los aeropuertos de Jaén, Jauja y Mazamari. Igualmente se avanzó en el equipamiento de las radioayuda. “La privatización del Jorge Chávez, representó una brusca sequía de ingresos para Corpac, a lo que se añadía la desidia de las nuevas autoridades de transportes, seguramente convencidas que dejar avanzar el deterioro de los terminales de provincias favorecería el proyecto de pasarlos al sector privado bajo el actual gobierno. Será por eso, entonces, que en estos cinco años sólo se ha ejecutado la ampliación de la pista de Trujillo y se ha concluido la reparación de la de Juliaca. No se han comprado más equipos de radioayuda y los aeropuertos han quedado a su suerte. “La tendencia, en el mundo es a superar la radioayuda clásica, y recurrir a sistemas satelitales, que están en operaciones desde hace años en los aeropuertos mas importantes, incluido el de Santiago de Chile. El principio es una interconexión entre las aeronaves y los aeropuertos a través del satélite, consiguiendo datos en tiempo real de posición, rumbo, altura, de manera muy precisa. En el Perú, el aeropuerto de “talla internacional” que manejan los socios de Kuczynski, y que Toledo reinauguró con gran bombo a inicios de 2005, con una frase de antología: “no tenemos nada que envidiar a las principales capitales del mundo”, carece de instrumental actualizado y apenas dispone de un radar que no funciona. En el Perú no extraña que haya automóviles enlazados por satélite para que no se los roben y para encarar secuestros. Pero los aviones pueden perderse en el infinito. “Eso, ¿realmente importa?, ¿o sólo nos ocupamos por un rato de ello cuando los accidentes mortales ganan las primeras planas? Algunos escriben la consabida monserga de que el Estado carece de dinero y por eso es preciso privatizar. Y privatizado y todo, el Jorge Chávez cuenta con una pista que va camino a inminente colapso. Y el riesgo está presente también en Arequipa, Ayacucho, Talara (aeropuerto cerrado), Rioja, Huaraz, etc. La pista de Chachapoyas fue vuelta a cerrar después del aventurerismo de improvisarla para los planes de Raúl Diez Canseco. Y es tan peligrosa que mejor sería construir una pista en Leymebamba, que de paso está mucho mas cerca de Kuelap, o reactivar la de Rodriguez de Mendoza y asfaltar la vía entre Pedro Ruiz y R. de Mendoza, que dista no más de media hora de Chachapoyas. (si la carretera fuera asfaltada) “Una nota final: el aeropuerto de Pucallpa ha sufrido invasiones que han dado lugar al surgimiento de numerosos asentamientos abarrotados de familias pobres, colocadas a una distancia muy peligrosa respecto a las operaciones aéreas, contraviniendo la ley. Estas invasiones fueron formalizadas y tituladas, por acto de demagogia, por el señor Alan García, que también tituló las ocupaciones en las áreas de expansión del Jorge Chávez. Como es obvio, ahora es imposible erradicar estos conglomerados que están permanentemente amenazados por el tráfico de la aviación, que a su vez enfrenta graves dificultades para maniobrar en situaciones de emergencia, como se comprobó en el accidente TANS. “El aeropuerto de Pucallpa está observado internacionalmente por una serie de carencias instrumentales y por su actual cercanía con poblaciones urbanas. Y da la impresión que eso no lo saben ni los pucalpinos” A fines de septiembre de este año están saliendo a licitación 11 aeropuertos llamados regionales, Iquitos, Pucallpa, Tarapoto, Trujillo, Chiclayo, Piura y Cajamarca, Igualmente Tumbes, Talara, Chachapoyas y Huaraz, con una modalidad de entrega en paquetes, mediante la cual un solo consorcio podría cargar con todo el grupo. Esta es una grave amenaza, que se hace más aguda porque uno de los postores posibles y formalmente más calificados para llevarse todo, es Lima Airport Partners, el concesionario de Lima-Callao. ¿Alguien cree que esta nueva entrega nos dará mejores pistas y sistemas más seguros? Vean lo que pasa en el Jorge Chávez a casi cinco años de la concesión para que obtengan la respuesta.
https://www.alainet.org/es/articulo/112847

Clasificado en

Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS