Libertad de expresión

09/06/2007
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Una amiga que participa de aquello del miedo por Humala, me contaba ayer que ya no soporta a la Chichi, y que cuando empieza su programa debe cambiar de canal porque al paso que va la convencerá de votar por el comandante. No es sólo su caso. Entre lo mucho que hay para escoger dentro de la libertad de expresión a la peruana están Rosa María Palacios, Bayli, Althaus, Carreño, Tapia, en las pantallas, todas y todos por casualidad defensores del mismo modelo y promotores de la misma candidata. En materia de prensa escrita el menú va desde El Comercio y Perú 21, Expreso, Correo, Ojo y La Primera, Caretas, para no contar la prensa chicha y el ambidextro estilo de La República. De hecho como ha estimado Transparencia el 70% de la información que saca la prensa es sobre Ollanta Humala. Casi 100% negativa. Pero el efecto que produce es idéntico. Saturación. Ganas de votar por el que este gigantesco poder no quiere que votes. ¿No se dan cuenta de que se están suicidando como una banda de lemmings que marcha a morir al río? Yo creo que sí. Aldo M. escribió hace meses que aquí se estaba verificando el fenómeno que describió como del “novio fumón”. Donde él, como una buena mamá, le recomendaba al pueblo ingenuo del Perú (la chica de la historia), que no saliera con el cachaco, que le iba a ir mal, pero ella no le hacía caso. Y mientras más subía el tono y la presión, más la hija malcriada insistía en la mala junta, etc. Hasta que se fregó para toda la vida. Bueno, todos sabemos que la Chichi de la prensa es el director de “Correo”. Es decir ha hecho todas las presiones que ha podido para asustar, manipular, inducir al voto contra el que él mismo ha bautizado como fascista, mientras acoge dentro de sus páginas al racista Bedoya Ugarteche, a los mercantilistas Climper y Prialé, al pollero fujimorista Favre, todos ellos por cierto probados demócratas. Según su propia metáfora la mamá no debió insistir en seguir provocando a la hija aventurera. Pero lo hizo. No debió darle importancia al fumón, pero lo convirtió en tema de todas sus notas. Por eso también mucha gente ha dejado de leer su diario, de lo que le pedirán cuentas los dueños cuando empiecen a hacerse los balances contantes y sonantes. ¿Pero por qué han reiterado en un mecanismo que sabían que les es era tan contraproducente? Pienso que, se debe a que han desatado una maquinaria que no pueden parar. Todos se están proyectando no sólo a la elección, sino más allá de ella. Y cada día que pasa mayor es su obsesión sobre la pelea que ven para más adelante. Están pelando en realidad por algo que ven ya como un nuevo gobierno. Y creen que el público no se da cuenta. Lo segundo es que no pueden corregir la estrategia que escogieron para hacer frente a la situación. Y esa fue una opción típicamente montesinista. Yo la sitúo grosso modo entre diciembre y enero, que fue el momento en que se borraron los matices (que los había) y creyeron que podían hacer de Ollanta lo que Vladimiro hizo de Andrade y Castañeda el año 2000. Fallaron. Pero ya no pueden volver sobre sus pasos.
https://www.alainet.org/es/articulo/114743
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