Santo Domingo, RD En el surgimiento de las organizaciones periodísticas se halla implícito, además de todos los más nobles objetivos en el desarrollo de los agremiados para mejor servir a las sociedades, la autodefensa misma de los informadores. Las cifras dramáticas y lacerantes hablan por sí solas: Desde hace 30 años, exacto cuando se crea la Federación Latinoamericana de Periodistas FELAP, han sido asesinados 800 periodistas en nuestra región, denunció el presidente de la organización, Juan Carlos Carlos Camaño. La contribución funesta de México cuando menos es de 57 comunicadores muertos, ya que sólo contamos con información estadística de 1983 a la fecha. Camaño abordó el tema sobre la culpabilidad que le corresponde exclusivamente a los gobiernos de Estados Unidos y sus centros de poder económico, al generar -para fortalecer al imperio- toda clase de humillaciones a pueblos enteros, violaciones a los derechos humanos, desapariciones y asesinatos de luchadores populares. Para ello han contado con un periodismo mercenario, para llamarle de alguna manera, porque realmente se trata de una propaganda mediática llevada a cabo por delincuentes con medios de comunicación. Los miembros del Consejo Directivo de la FELAP, participamos en la conferencia "Los Desafíos de la Profesión Periodística: Realidad y Perspectiva", que se llevó a cabo en esta ciudad como parte de los actos organizados por el Día del Periodista, que en esta nación de celebra el 5 de abril. Estoy hablando de la información y la comunicación puesta al servicio de satrapías, explicó Camaño, contra la inmensa mayoría de la humanidad y estoy hablando del periodismo mercenario que obedece órdenes al servicio de la guerra, la tortura, de una mayor explotación y exclusión social; al servicio de la mentira organizada y de la consolidación de una sociedad injusta e inhumana. Estoy hablando, también, de periodistas que se han constituido en verdaderos operadores políticos de los dueños de grandes centros de poder económico, financieros, armamentísticos y mediáticos. Denunció a Karen Hughes con la pregunta ¿es periodista? cuando su principal tarea ha sido montar una imagen de George Bush en la que se lo pueda reconocer a éste como a un estadista preocupado por el destino del mundo. Esa es una de sus principales tareas. Confundir la guerra de invasión a Irak y la que se prepara contra Iran, como acciones a favor de la humanidad. La Hughes es la periodista que hace unos meses fue nombrada subsecretaria de Estado para Diplomacia Pública de Estados Unidos, como pago a sus innobles servicios. Como podemos apreciar, nosotros, quienes pertenecemos a la FELAP, y aquellos que no están dentro de la FELAP; nosotros, como periodistas, pero, por sobre todo, como hombres y mujeres que no renunciamos a la dignidad, estamos ante el gran desafío de defender la vida y no tan sólo la profesión. Defender la vida frente a la mentira y la barbarie organizadas. Desde la profesión y sin ella, debemos redoblar nuestros esfuerzos “En Defensa de la Humanidad”. Y cito al que llamó importante intelectual mexicano comprometido con la lucha “En Defensa de la Humanidad”, a Pablo González Casanova, él dice: “Si desde 1980 y aún antes, el pensamiento crítico hizo un claro diagnóstico de los inmensos males que el neoliberalismo acarrearía a la humanidad, hoy pueden comprobarse nuestras tesis una a una, mientras las de los neoliberales, monetaristas, modernizadores y globalizadores han sido disconfirmadas en su totalidad (…) el problema de los globalizadores neoliberales es que han perdido credibilidad, respetabilidad y capacidad de gobernar a sus propias poblaciones y el mundo, sin ejercer todo tipo de violencias conceptuales, verbales y físicas”. Hay violencia conceptual, concluye Camaño, en toda pretensión imperial; violencia verbal en el discurso único plagado de mentiras sistemáticas e históricas y hay violencia física en la permanente violación a los derechos humanos de los pueblos que se resisten a ser colonizados, esclavizados y ultrajados en su soberanía e independencia. El Periodista sólo tiene que cumplir con la obligación ética a que obliga la profesión. - Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor, vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP