Bolivia se unió formalmente a la iniciativa propuesta por el presidente Hugo Chávez. Junto a Argentina, Brasil y Venezuela, se avanzó en la obra civil de integración más importante de la historia sudamericana. Entraría en operaciones en 2017. El proyecto de tendido de un gasoducto desde los yacimientos en Venezuela hasta Argentina, a través de Brasil, era impulsado oficialmente hasta ayer sólo por estos tres países, pero en la reunión que se realizó en Caracas quedó incorporada Bolivia a esta empresa. Los ministros del área energética de Argentina, Julio de Vido, de Brasil, Silas Rondeau, y del país anfitrión, Rafael Ramírez Carreño, manifestaron su satisfacción por el ingreso de La Paz en la iniciativa continental, bautizada como Gran Gasoducto del Sur, en un efectivo paso hacia la integración sudamericana. Los secretarios de Estado mencionados participaron junto al ministro de Energía de Bolivia, Andrés Soliz Rada, de la Reunión del Comité Ministerial de Coordinación y Decisión sobre el ducto, donde coincidieron en la importancia del proyecto. Con anterioridad, los días 25 y 26 del corriente habían debatido las delegaciones integrantes del Grupo Coordinador de Alto Nivel, donde abordaron los aspectos relacionados con la coordinación técnica, los avances en cuanto a la definición de los montos y de las ingenierías asociadas al proyecto. En tanto ayer, los mencionados ministros de las cuatro naciones aprobaron el cronograma de trabajo del gasoducto. Entre las determinaciones que se tomaron, de decidió asignar a Bolivia la suma de 150.000 dólares para llevar adelante un estudio de impacto ambiental previo a cualquier obra de ingeniería. También se consensuó la creación de una Comisión Permanente, con sede en Venezuela, que en 60 días debe presentar los términos y condiciones para la contratación de las obras de ingeniería conceptual del ducto, y se va a crear un grupo para analizar la posibilidad de conformar una Unión Transitoria de Empresas (UTE). Además, cada Ministerio integrante de la iniciativa debe dirigirse a la citada Comisión la información relativa a la oferta y demanda de gas. Ahora sí se mencionó algo parecido a un cronograma oficial –de hecho, es así, pero una obra de semejante envergadura es entendible que padezca retrasos. Según lo planeado, el gasoducto debe estar en marcha en 2017, por lo cual ahora los equipos técnicos trabajan en la evaluación de impactos ambientales y el trazado definitivo. La próxima cita del Comité es en septiembre, en Bolivia. "Este gasoducto va a vertebrar a toda la comunidad sudamericana y el sueño es ahora de cuatro países porque se incorpora Bolivia que va a generar un fuerte aporte al proyecto", sostuvo el ministro argentino De Vido, según un comunicado distribuido por delegación argentina. El presidente Hugo Chávez considera el proyecto como una inversión que se pagará en poco tiempo, pues se diseñó sobre la base de un plan que permite la percepción de ingresos por trayecto funcional. El Gran Gasoducto del Sur prevé unir el Caribe con el Río de la Plata, atravesando Brasil, en un recorrido de más de 8.000 kilómetros, y transportar unos 150 millones de metros cúbicos de fluido a Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. Su costo total fue estimado en unos 23.000 millones de dólares y su construcción demandaría entre 6 y 7 años. Las empresas estatales ENARSA, de Argentina; PETROBRAS, de Brasil; YPBF, de Bolivia y PDVSA, de Venezuela, están a cargo del proyecto. Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM) http://www.prensamercosur.com.ar