La Asamblea Constituyente de Ecuador aprobó el día 1 de abril de 2008, el artículo que declara que: “El Ecuador es un territorio de Paz. No se permite el establecimiento de bases militares extranjeras ni de instalaciones extranjeras con propósitos militares. No se puede ceder bases militares nacionales a fuerzas armadas o de seguridad extranjeras”.

Esto constituye un triunfo no solo para organizaciones como la Coalición No Bases del Ecuador que han luchado por este precepto constitucional, sino para el movimiento mundial por la abolición de las bases militares extranjeras.

Precisamente hace un año, en marzo de 2007, se formó en Ecuador la Red Mundial por la abolición de las Bases Militares Extranjeras, en una conferencia inaugural con la presencia de más de 400 activistas de 40 países que luchan contra la presencia de las bases militares extranjeras en sus países. Durante la conferencia se destacaron los impactos negativos de dichas bases sobre la soberanía, la democracia, la naturaleza y los derechos humanos, especialmente de los pueblos indígenas y de las mujeres y niñas. El articulado aprobado por la Asamblea Constituyente sin duda representa un aliento y esperanza para las personas y organizaciones que luchan por la soberanía, la auto-determinación, la dignidad y la vida en todos los países del mundo.

En el Ecuador, desde que se firmó el convenio para el uso de la Base de Manta con Estados Unidos en 1999, diversas organizaciones han luchado por la salida de los militares estadounidenses de Manta. Desde que asumió el cargo en 2007, el Presidente Correa ha reiterado su compromiso de no renovar el convenio que vence en 2009, lo cual ha sido acogido positivamente por la población ecuatoriana y manabita. No obstante, en las últimas semanas, el Alcalde de Manta, el social-cristiano Jorge Zambrano, ha declarado que quiere convocar a un referéndum en Manta para definir el futuro de la presencia de los militares estadounidenses en Manta, aunque más del 55% de la población se ha pronunciado en contra, según encuestas de la Fundación Regional de Derechos Humanos INREDH. Esta pretensión ha tenido fuerte oposición no solo en Manabí, sino en el resto de la población del Ecuador, que considera que esto es una cuestión de soberanía nacional. Sin embargo, el artículo aprobado hoy deja sin piso la intensión del Alcalde de Manta, por cuanto claramente estipula que Ecuador no podrá ceder bases militares nacionales a fuerzas armadas o de seguridad extranjeras.

Luego de la violación de la soberanía de Ecuador por la incursión militar del ejército colombiano el primero de marzo de 2008, la Asamblea Constituyente solicitó que se realice un seguimiento de los hechos, lo cual fue encargado a la Mesa de Soberanía, Relaciones Internacionales e Integración Latinoamericana. Una de las principales resoluciones que informó hoy la Presidenta de la Mesa, la Asambleísta María Augusta Calle, es solicitar una auditoría inmediata de la Base de Manta y del Puesto de Operaciones de Avanzada (FOL, por sus siglas en inglés), considerando los insistentes rumores sobre la participación de este reparto militar estadounidense en los hechos del 1 de marzo.

Un comunicado de la Coalición No Bases que circuló la semana anterior, destacó que las “actividades que realizan los militares estadounidenses desde Manta ponen en riesgo al país. Las Fuerzas Armadas del Ecuador tienen serias dudas sobre la ayuda que pudieron proporcionar los aviones Awac para los bombardeos del 1 de marzo en la frontera con Colombia. Las Fuerzas Armadas del Ecuador también se están preguntando qué hacía el avión HC130 que despegó de Manta en la noche del bombardeo y regresó al siguiente día.” Todo esto será motivo de la investigación que se lleva adelante desde la Asamblea Constituyente.

Hoy las organizaciones de nuestro país celebran que Ecuador es un territorio de paz y que nunca más albergará militares extranjeros en suelo ecuatoriano. Hoy el movimiento mundial por la paz, la desmilitarización y la abolición de las bases militares extranjeras tiene un motivo de celebrar, junto a los ecuatorianos y ecuatorianas, la posición digna que permitirá construir un mundo de equidad, justicia, paz y solidaridad. Y por esto es necesario reconocer el aporte de los y las Asambleístas que han colocado este artículo en la nueva Constitución, que sin duda es un ejemplo a seguir por otros países del mundo.

Quito, 1 de abril de 2008.