El veto a la despenalización del aborto

La autoridad de Vázquez no cesa ante la presencia soberana de nadie

14/11/2008
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“Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana.”
José Artígas

“Es evidente que las convicciones del presidente, no son las mismas que las de su fuerza política, ni las de sus senadores, ni las de sus diputados, ni las de sus votantes...”
Víctor Vaillant

Está claro que el presidente es el Primer Mandatario, pero así como es el que manda más, también es el Primer Mandatado por el pueblo para ejecutar su voluntad. Se supone que en una democracia representativa al uso, el Poder Legislativo legisla; el Poder Ejecutivo ejecuta; y el Poder Judicial juzga. Pero no es tan así, mediante el recurso del Veto, el Poder Ejecutivo también legisla.

Ayer, el presidente Vázquez vetó la despenalización del aborto que estaba incluida en la Ley de Salud Sexual y Reproductiva, legislando así en contra de la opinión de la inmensa mayoría de los diputados y los senadores de su partido, y de la de más del 60% de todos los ciudadanos. Pero no lo hizo por razones de Estado, sino en base a sus convicciones personales “filosóficas y biológicas” (como si la biología tuviera algo que ver en esto). ¡Qué lejos que está el jefe de gobierno Vázquez de aquél otro jefe de los Orientales que un día dijo “Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana”! Es que hay grandes hombres y hay hombres pequeños...

Al confundirla con la coherencia, el presidente Vázquez siempre ha hecho gala de su tozudez, y ésta no ha sido la excepción. Había prometido, sí, vetar la despenalización del aborto, pero la autoridad que le dio el pueblo no era para hacer la voluntad propia o la de una minoría, sino en todo caso la de la mayoría. El poder de Veto no fue pensado para hacer prevalecer opiniones o creencias personales, sino para cuestiones de Estado.

El poder de Veto es una rémora de la época de la Ley de Lemas, fue pensado para una realidad política en la que el presidente o su partido nunca tenían seguras las mayorías parlamentarias. Ahora es distinto, los que votaron la despenalización del aborto no fueron parlamentarios de la oposición, sino del gobierno mismo. Antes, los presidentes en minoría amenazaban con el Veto como manera de forzar una negociación. Ahora, el presidente Vázquez amenazaba con el Veto no para negociar nada, sino para lisa y llanamente imponer su voluntad (y la del Vaticano).

Pero las cosas han cambiado. Antes, todos le tenían miedo al presidente Vázquez. Ahora, todos están deseando que se vaya de una buena vez. A tal punto es ello así, que hasta sus ministros, tan firmadores por su reelección muchos de ellos, le han negado la “cobertura” que les solicitó para no perpetrar este Veto en solitario. Durante toda la tarde de ayer, circuló la especie de que el presidente había “intimado” a todos sus ministros para que firmaran el Veto junto con él. Al caer la noche, el ministro de Turismo, Héctor Lescano, negó “terminantemente” que ello hubiera sucedido.

Las dos cosas son verdad, el que anduvo ayer toda la tarde para arriba y para abajo pidiendo infructuosamente las firmas de los ministros, no fue el presidente Vázquez sino Miguel Ángel Toma junto con otros funcionarios de la Secretaría de la Presidencia. Es que luego de lograr la firma de la ministra de Salud, Vázquez decidió pedírselas al resto del gabinete para obtener mayor respaldo para su decisión. Los capitanes honorables se hunden solos con su barco, éste capitán, en cambio, quería arrastrar a todos sus oficiales con él.

Ante el fracaso de la operación, Vázquez decidió realizar un pacto con su gabinete. El veto iría sólo con la firma de la ministro de Salud Pública y no se va haría público que otros nueve ministros se negaron a acompañarlo. Ni siquiera se haría público que existió esa solicitud de firmas, y si alguien mencionara tal circunstancia, sería desmentida rotundamente por todos. Pero la mentira tiene patas cortas y se supo todo. Un asco, un verdadero asco, pero bueno, lo dicho: hay grandes hombres y hay hombres pequeños...


COMCOSUR AL DÍA - AÑO 10 - Nº 1620, 14 de Noviembre de 2008
MONTEVIDEO / URUGUAY

https://www.alainet.org/es/articulo/130855
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