Grecia y su apoyo a Israel

Un bloqueo a la libertad

15/07/2011
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La administración de Netanyahu volvió a impedir, como hace un año atrás, la llegada de ayuda humanitaria a Gaza. A pesar de su ilegalidad, los países europeos aceptan el bloqueo que Israel, con el consentimiento de Estados Unidos, impone sobre esa zona.
El Gernika, de bandera española, es custodiado por la Guardia Costera griega.
 
El Gobierno griego prohibió zarpar de sus costas a la Segunda Flotilla de la Libertad, integrada por diez embarcaciones de diversas banderas y unos 500 tripulantes. Su objetivo era llevar unas cinco mil toneladas de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.
 
Esta determinación originó que seis activistas españoles y tripulantes de la nave de bandera española Gernika, que forma parte de la Flotilla, se instalaran en la embajada de España en Grecia y comenzaran una huelga de hambre.
 
El primero de julio el ministro griego de Protección Civil, Cristos Papoutsis, ordenó, mediante un decreto de ley, la prohibición de zarpar a la Flotilla, con el pobre argumento de defender la vida de los militantes pro palestinos.
 
El decreto hace referencia a la declaración del bloqueo naval que Israel impuso a la zona marítima de la Franja de Gaza, y su amenaza de utilizar la violencia contra aquellos que intenten romper con el asedio.
 
El decreto griego se fundamenta en el reconocimiento del bloqueo, lo que va en sentido contrario al Derecho internacional y a la posición del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que, en 2008, calificó el bloqueo como ilegal.
 
Por otro lado, la prohibición de transportar ayuda humanitaria, contradice la Resolución 1860 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, de enero de 2009.
 
El segundo punto de la Resolución indica: “que se aseguren el suministro y la distribución sin trabas de la asistencia humanitaria, incluidos alimentos, combustibles y tratamiento médico, en toda Gaza”.
 
Y en el tercer punto agrega: “Acoge con beneplácito las iniciativas encaminadas a crear y abrir corredores humanitarios y otros mecanismos para la prestación sostenida de ayuda humanitaria”.
 
Para los activistas, la decisión del Gobierno griego no responde a una preocupación por preservar sus vidas sino que, tanto Israel como Estados Unidos, ejercieron una fuerte presión tanto sobre la Administración helénica, como sobre otros países europeos.
Tanto Willy Meyer, eurodiputado de Izquierda Unida y activista de la Segunda Flotilla de la Libertad; como Dimitri Plionis, portavoz de la Segunda Flotilla de la Libertad, se encargan de corroborar esta idea.
 
Meyer señaló que “durante los largos preparativos de la puesta en marcha de la Segunda Flotilla, la diplomacia de Israel desarrolló una política muy agresiva con las cancillerías de los Estados Unidos y de la Unión Europea, advirtiendo que no consentirían la llegada de ningún barco con ayuda humanitaria”.
 
Además, agregó que una vez instalados en Grecia, miembros de la Izquierda Unida se reunieron con el eurodiputado Georgios Toussas, quien les advirtió que la relación entre Grecia e Israel habían girado 180 grados, por lo que se encontraban en uno de los países de mayor afinidad a las políticas del premier Netanyahu.
 
Para finalizar Meyer remarcó: “El gobierno de Israel ha marcado el tiempo, ha marcado la política, y ha sido el que ha decidido, en connivencia con toda la política exterior de europea, el impedir que pudiéramos llegar a la Franja de Gaza”.
 
Quien también adviertió sobre las presiones que recayeron sobre el primer ministro griego, Giorgos Papandreou, es el reconocido intelectual Noam Chomsky, quien señaló dos momentos nítidamente encontrados.
 
En primer lugar, recuerda cuando en enero de 2009 Grecia se negó a que armas estadounidenses salieran de los puertos griegos hacia Israel, mientras se llevaba adelante el cruel ataque de ambos países complotados contra Gaza.
 
El segundo momento es el actual. Chomsky deja en claro que “Grecia, que ya no es un país independiente en su actual crisis financiera, evidentemente no puede permitirse tan inusual integridad”.
 
Por otra parte, tanto el Presidente como el Primer Ministro israelíes, Simon Peres y Benjamín Netanyahu respectivamente, felicitaron al presidente griego Karolos Papoulias por haber bloqueado a la flotilla internacional.
 
En una reunión que mantuvieron los mandatarios, Peres afirmó que “Grecia se sumó al bando antiterrorista y partidarios de la paz”. Y agregó: “Con esta acción han contribuido a calmar las cosas y, en última instancia, al bienestar de Gaza”.
 
Netanyahu, quien también mantuvo una reunión con Papoulias, advirtió que “el que quiera liberar Gaza debe esforzarse por liberarla del régimen de Hamas, que trata cruel y duramente a las minorías y a aquellos que buscan la paz en la Franja de Gaza”.
 
Cabe destacar que Israel mantiene el bloqueo ilegal sobre Gaza con el falso pretexto de que los activistas intentan ingresar armas para Hamas, y no ayuda humanitaria.
 
Antecedente
 
En mayo de 2010, el Ejército israelí asaltó a la Flotilla de la Libertad que transportaba ayuda humanitaria hacia Gaza y estaba integrada por seis barcos y unos 750 tripulantes.
 
El ataque dejó como saldo nueve tripulantes de la Flotilla asesinados por el Ejército israelí. En aquel momento la portavoz del Ejército, la comandante Avital Leibowitz, intentó victimizarse al asegurar que “los tripulantes abrieron fuego, trataron de apuñalar y lanzaron piedras a los soldados”.
 
Lo que no se encargó de aclarar Leibowitz es que el ataque israelí se llevó adelante durante la noche, mientras la gran mayoría de los activistas se encontraban durmiendo.
 
Y las mentiras continuaron. Daniel Carmon, representante israelí ante la ONU, señaló: “No eran activistas pacíficos ni mensajeros de buena voluntad. Utilizaron cínicamente una plataforma humanitaria para enviar un mensaje de odio e implementar la violencia”.
 
Con poco más de un año de diferencia entre los dos intentos de transportar ayuda humanitaria a Gaza por parte de la Flotilla de la Libertad, queda en evidencia el lamentable accionar del gobierno israelí, evitando que esto se pueda llevar a cabo.
 
Además de violar la Resolución 1860 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, desde la administración de Netanyahu se apela a mentiras para mantener un bloqueo ilegal, como el de afirmar que los activistas en realidad son traficantes de armas al servicio de Hamas.
 
Pero lo que también se pone en relieve es cómo países soberanos se someten mansamente a los designios de Israel y Estados Unidos.
 
Agencia Periodística de América del Sur (APAS)
https://www.alainet.org/es/articulo/151313
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