Morir en Somalia
11/09/2011
- Opinión
Somalia es un pequeño país de África, de 637 mil kilómetros cuadrados y alrededor de 10 millones de habitantes. Hasta donde se sabe, no posee ninguna de las riquezas codiciadas en estos tiempos. Sus exportaciones conocidas son animales vivos, algunos productos de origen vegetal y pescado, los que van a países europeos y algunos africanos.
La religión oficial es la islámica, sunnitas en su mayoría, y al igual que muchos otros países africanos vivieron etapas bajo control de naciones europeas y de algunas de la región, hasta que al término de la segunda guerra mundial empezaron a avanzar hacia su independencia.
En 1960 la unión de los sectores que habían estado bajo control británico e italiano se independizaron proclamando la República de Somalia y establecieron un gobierno de carácter parlamentario que se prolongó hasta el 21 de octubre de 1969.
En esa fecha un sector de oficiales dirigidos por el general Siad Barre tomó el poder, se declararon socialistas y se acercaron a la Unión Soviética. En 1976 tropas somalíes invadieron la región etíope de Ogaden con el propósito, se dijo, de apoyar al Frente de Liberación de Somalia Occidental.
Etiopía, respaldada por Cuba y la mayor parte de los Estados africanos, rechazó la invasión y Barre optó por romper relaciones con Cuba y anular los convenios militares que había suscrito con los soviéticos.
El costo de la guerra con Etiopía, el alza del petróleo y de productos alimenticios básicos, además de una sequía entre los años 1978 y 1979 llevaron a un grupo de militares a intentar un golpe de Estado que fracasó. Barre continuó en el gobierno y en 1986 fue reelegido con el 99 por ciento.
En 1991 la oposición creó el Congreso Somalí Unido, derrocó a Barre y desde entonces Somalia no ha tenido un gobierno estable. Durante años estuvo sometida a los enfrentamientos de los llamados “señores de la guerra”, lo que ha costado muchas vidas y el país aún no logra unidad y estabilidad.
El drama humano
La falta de un gobierno central que abarque a todo el país y no sólo a regiones, ha agravado la situación que se vive en Somalia como consecuencia de esta nueva etapa de sequía y afecta a varios millones de personas.
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la FAO, estima que a fines de este año el total de personas que necesitará ayuda será de 3 millones y medio, lo que comprende al 80 por ciento de la población. Aunque esta entidad administra varios proyectos en ese país, la situación se hace más grave cada día.
Los somalíes buscan auxilio tanto dirigiéndose a la capital, Mogadiscio, como a otros lugares del país y a países vecinos, pero el problema se extiende a la región conocida como el Cuerno de África y se estima que por lo menos 12 millones 400 mil personas podrían morir de hambre.
“No hemos visto una crisis una crisis humanitaria tan grande en una generación”, dijo un funcionario del Departamento de Estado estadounidense, mientras un representante de Oxfam internacional lo calificó de “una situación sin paralelo”.
El país de esa región más afectado es Somalia y se considera que la situación va a empeorar cuando lleguen los meses de la temporada de sequía, advirtió la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU. Y a eso se agrega que la ayuda internacional ha sido lenta.
El cuadro es desolador. Familias enteras van en busca de un alivio que no encuentran. La situación de los niños es lo más impactante, como se aprecia tanto a través de lo que informan lo medios escritos como lo que muestra la televisión.
Mujeres que van en busca de ayuda con todos sus hijos y en la mitad del camino uno o varios han perdido ya tanta fuerza que no pueden seguir y ellas se encuentran en la alternativa de quedarse en el lugar al que han llegado, aunque allí no haya nada, o dejar ahí a sus hijos que no pueden seguir caminando y salvar a los otros.
La dramática elección se produce a diario y no sólo entre las mujeres, también algunos hombres han tenido que tomar esa terrible decisión que no los deja en paz y sólo uno de ellos logró saber que su hijo había podido regresar con su madre porque alguien lo recogió.
La agencia Associated Press cita a psicólogos y psiquiatras que se han referido a esta traumática situación, mientras quienes han tenido que tomar una decisión como a la que nos estamos refiriendo señalan, por ejemplo, que “Me despierto por las noches y pienso en él, me siento aterrorizada cuando veo un niño de su edad”.
Un médico experto en salud mental indicó que esa “Es una reacción normal a una situación anormal. Ellos no pueden sentarse a esperar la muerte juntos. Pero después de un mes sufrirán un desorden por estrés postraumático, lo que significa que tendrán recuerdos y pesadillas”.
El médico agregó, dice la agencia, que “La imagen de los niños a quienes abandonaron volverá a ellos y los acosará. Además dormirán mal y tendrán problemas sociales”.En Estados Unidos se estima que 29 mil niños menores de 5 años han muerto en los últimos tres meses.
En estos momentos, de acuerdo a la Unidad de Análisis de la ONU para la Seguridad Alimentaria y la Nutrición hay 750 mil somalíes en riesgo de morir en los próximos cuatro meses y 4 millones de personan se encuentran en situación crítica.
En tanto, funcionarias de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas señalaron que en el Cuerno de África hay más de 10 millones de personas afectadas por la sequía que se prolonga ya por varios años y que es la más dura de los últimos 60 años.
¿Y la ayuda?
Las críticas a la implementación de ayuda a quienes están afectados por esta terrible situación se dejan sentir en variados ámbitos y a las razones políticas que inciden en esta situación se agregan otras.
Algunas informaciones señalan que ayuda llega, pero que la falta de controles adecuados, unida a la corrupción, afecta la distribución de alimentos y por eso se demanda también que se cree una instancia de control y se investiguen las denuncias.
Por oro lado, hay críticas a la ayuda de los demás países africanos, en particular a Nigeria y Sudáfrica, que tienen una situación económica que las sitúa al nivel de potencia, señalan agencias noticiosas internacionales.
Y se justifica la crítica porque en la reunión cumbre de la Unión Africana convocada para tratar este tema, se reunieron escuálidos 351 millones de dólares, 300 de ellos aportados por el Banco Africano de Desarrollo y que son para gastarse en cuatro años.
Lo que se necesita para hacer frente a esta situación son mil 400 millones de dólares, no para solucionar el problema, sino para atender la emergencia en que se encuentran Somalia, Kenia, Djiboutí y Etiopía.
Según todas las informaciones los próximos dos meses serán decisivos para evitar la muerte de más de 12 millones de personas y la situación más grave es la de Somalia.
- Frida Modak, periodista, fue Secretaria de Prensa del Presidente Salvador Allende.
https://www.alainet.org/es/articulo/152535
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