Allende las flores y bienvenidas esperanzas

Remoción estipulada

José Toledo Alcalde

18/09/2011

Opinión

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Toda persona tiene derecho a circular libremente y

a elegir su residencia en el territorio de un Estado.

Toda persona tiene derecho a salir de cualquier

país, incluso del propio y regresar a su país.

Declaración Universal de os Derechos Humanos

(ONU, 1948 Art° 13)

En este mes del migrante no queremos dejar pasar la oportunidad de compartir algunos sentimientos y emociones encontradas. Existen un sinnúmero de investigaciones y trabajos en general en los cuales el fenómeno social denominado migración es el tema central. La intención del presente no es ahondar en estadísticas; los números hablan por sí solos. En realidad – nos parece, que la métrica – nunca llegará a reflejar el rostro que se esconde detrás de la persona estigmatizada como “ilegal”.

Las añoranzas de la tierra dejada atrás, las amistades del barrio, los sabores y olores de la ciudad natal difícilmente podrán ser reemplazadas por otros espacios. El costo psico-emocional que implica el éxodo personal y colectivo no es valorado en las frías estadísticas demográficas, las leyes migratorias como la conocida “remoción estipulada” no entiende de heridas o traumas emocionales, secuelas psico-afectivas o huellas en el alma. La pragmaticidad de la deontología migratoria acrecienta el clima de inseguridad que el colectivo de migrantes vive en el mundo entero, especialmente en espacios como los EE.UU y la Comunidad Europea (CE) donde se concentran la mayor cantidad de personas provenientes de otros contextos.

Las incoherencias de la política de migraciones , la controversial Ley de Ajuste Cubano, el tratamiento desigual que reciben los migrantes dependiendo del lugar de procedencia nos hace respaldar – a manera de introducción - lo dicho por Randy Alonso:

El tema migratorio es uno de los principales problemas globales que hoy enfrenta la humanidad. La humillación, malos tratos y vejaciones que sufren los emigrantes son denunciados constantemente. Miles de personas mueren todos los años intentando emigrar en precarias condiciones, a través de fronteras terrestres y los mares. Otros miles, que emigran fundamentalmente por razones económicas hacia los más ricos estados del Norte, son expulsados hacia sus países sin contemplaciones.

* Documento completo en PDF

- José Toledo Alcalde es Lic., en Ciencias Teológicas y Terapeuta físico.

https://www.alainet.org/es/articulo/152692