El caso Assange, una severa derrota para el Reino Unido

19/08/2012
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Que un gobierno amenace con entrar en una sede diplomática acreditada en su territorio, es una grosera muestra de irrespeto y desprecio a las normas del derecho internacional. Conducta que sólo es propia de un estado acostumbrado al robo y a la barbarie, y en este caso parece que de eso se trata. El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte acumuló sus riquezas, traficando con esclavos y robando en otras tierras y en el mar.
 
Pero sus gobernantes deben comprender que esos tiempos ahora son parte del pasado. O no es cierto acaso, que gracias a los corsarios ingleses y el tráfico de esclavos, Isabel I, se enriqueció y pudo crear una poderosa armada. Y que fue en las colonias inglesas de Jamaica, y en el sur de Estados Unidos, entre otros en los Estados de Virginia, Carolina, Georgia donde alcanzó mayor densidad la población de esclavos arrancados de África. Muchos eran jovencitos y jovencitas cuando fueron arrebatados a sus padres, para que no los vieran nunca más. Aún hoy resulta horrible y doloroso imaginar ese drama humano.
 
Pero preguntémonos si es justo hablar así del Reino Unido, sin hacer la diferencia entre los gobernantes y el trabajador honrado del pueblo que paga impuestos que sirven a los que gobiernan para vivir holgadamente y mantener un sistema de gobierno que ahora es un anacronismo. Como su nombre lo indica, se trata de una monarquía. Creemos necesario hacer esta diferencia, y la prueba es que ya hay periódicos ingleses que critican la actitud de su gobierno, y que sin duda las manifestaciones de solidaridad con Ecuador y Julian Assange irán creciendo en el Reino Unido en los días que vienen.
 
El Reino Unido debería recordar que mucha de su riqueza proviene de estas tierras, y la robaron en tierra firme y en el mar. Lejos de ser malcriados y arrogantes con un pequeño país del continente, deberían estar agradecidos con Ecuador y con el resto de países de América Latina. Y si no, con que solvencia moral, ahora que la crisis económica asedia Europa, visitan Brasil buscando una ventana para estrechar relaciones con países de la América del Sur.
 
 !Se puede confiar en el Reino Unido?, si a la vuelta de la esquina de donde piden un espacio comercial (en Brasil), su actitud es la de un matón que amenaza con entrar a una sede diplomática de un hermano país. Por el contrario, nuestros países jamás les han exigido que regresen lo robado. Eso sí, les hemos dado lecciones de civismo y educación. Los pueblos de América jamás han robado en los mares, salvo William Walker, pero ese era un pirata de Estados Unidos. Nuestros pueblos jamás hicieron tráfico de esclavos, los trajeron naciones europeas, principalmente el Reino Unido, y su destino eran los EEUU.
 
El Reino Unido se equivoca con su conducta, porque lo que hacen es exhibir ante el mundo la mentalidad atrasada de quienes lo gobiernan. Pero gracias por hacernos comprender con su actitud, que los latinoamericanos debemos unir nuestras manos trabajadoras y de lucha, para rodear al pueblo ecuatoriano y su valiente presidente Correa y al pueblo argentino y su presidenta Cristina, a quien tratan de robarle las Islas Malvinas.
 
Pareciera que en el cuerpo diplomático del Reino Unido encontraremos los nombres de Samuel Bellamy, Edward Teach (Barbanegra), Sir Francis Drake, Sir Henry Morgan , Bartholomew Roberts, John Hawkins, Francis Drake, Thomas Cavendish, Walter Raleigh, Henry Morgan, Jack Rackham; pero no, esos son los corsarios y piratas que robaron para la corona inglesa. Quienes ahora se encargan de los asuntos exteriores de la corona, se supone que son un cuerpo diplomático que conoce el derecho internacional y las normas de coexistencia pacífica entre las naciones del orbe.
 
Señores diplomáticos del Reino Unido, aquellos eran matones que entraban a donde se les ocurría, a sangre y fuego, para matar, capturar, y robar; de ustedes esperamos otra cosa. Tampoco es el tiempo cuando le impusieron a China la guerra del opio, porque en lugar de pagar el té que importaban de allá, obligaron a China a recibir como pago opio proveniente de la India, sin importarles el monstruoso daño que la droga significaba para la población china. Ni es ya la época en que la South Sea Company (Compañía del Mar del Sur), se comprometió a enviar a América 4.800 negros (despectivo calificativo inglés) por año, hasta sumar un total de 144.000.
 
El verdadero crimen de Assange es el haber exhibido ante la opinión pública mundial las tropelías o ingerencias cometidas por el cuerpo diplomático de los Estados Unidos en todas partes del mundo, y los crímenes de guerra como el del camarógrafo y su asistente, de la agencia de noticias Reuters, al que llamaron daño colateral . Pero la verdad se abrió paso cuando vimos en la red el vídeo tomado por la cámara del helicóptero desde donde se le disparó al periodista, sin duda porque sus imágenes molestaban a la administración de EEUU. (Usted puede ver el vídeo en Youtube bajo el nombre Collateral Murder – Wikileaks – Iraq. Hay versiones en español)
 
El Reino Unido, que no quiso extraditar al dictador Augusto Pinochet, acusado de crímenes de lesa humanidad, ahora se empeña con mucha diligencia en extraditar a un periodista acusado de acostarse con dos chicas. Una de ellas, Anna Ardin, ligada a la CIA. Cabe la pregunta, de si acostarse con Assange era un objetivo parte de sus actividades o trabajos para la CIA y dar así un pretexto para que éste fuera perseguido. Su amiga, Sofía Wilen, de su lado, manifestó que le costó conseguir llevarlo a la cama, pero lo logró, y su acusación parece ser una venganza, depechada porque su Julian de una noche ni siquiera la llamó por teléfono al día siguiente de haberse acostado con él. Lo acusan de hacerles el amor sin usar preservativo mientras dormían. Suecia requiere a Julian Assange para tomarle declaración por estas, a todas luces, absurdas acusaciones; declaración que se podía tomar en la sede diplomática donde se encuentra, como lo ofreció Ecuador, si en verdad la declaración fuera la finalidad de la presencia de Assange en Suecia. Por otro lado, Ecuador pidió garantías de que se respetarían los derechos de Assange, pero ni Estados Unidos ni Suecia ni el Reino Unido se atrevieron a dar tal seguridad. Así, el Reino Unido demuestra al mundo ser una marioneta de los Estados Unidos; y Suecia, que algunos y algunas de quienes laboran para la justicia están al servicio del mayor postor, en este caso los Estados Unidos, y no la justicia universal, ni la de Suecia; ! Lástima, por la reputación de que antes gozaban en el mundo!
 
Ya se ha dicho en las páginas de este periódico que nos encontramos frente a una nueva guerra, ya anunciamos la operación nenúfar; ya hablamos de una silenciosa ocupación militar de Centroamérica, que lo demuestra la denuncia de la instalación de la base militar más grande del continente en la costa atlántica de Honduras, justo frente a Cuba, al lado de Nicaragua, y en línea recta de Venezuela; ya hablamos de que la información y el periodismo, cuando están al servicio de la verdad y de la justicia se encuentran en la primera línea de fuego de esta disimulada guerra mundial, que las antiguas potencias colonialistas y el imperio actual, llevan a cabo para seguir imponiendo a la humanidad un modelo económico desahuciado, apropiarse de los recursos naturales de otros países y seguir existiendo. Pues bien, el tema que nos ocupa da fe de nuestras apreciaciones.
 
A pesar de todo y afortunadamente, este es un combate en el que desde ya, los ganadores son el derecho internacional que al final saldrá robustecido, el conjunto de naciones de nuestra América Abya Yala, el periodismo, la libertad de información, y la justicia universal. Por el otro lado los perdedores, lo demostraron con un voto negativo ante una moción en la OEA para que se reunieran los cancilleres de sus respectivos países: el gobierno de Estados Unidos de generales conocidas; el gobierno de extrema derecha de Stephen Harper en Canadá con su papel al servicio del imperio, y que contradice la noble vocación de muchísimos canadienses; y el de Trinidad y Tobago mostrando su vocación de ser colonia. Se abstuvieron: Barbados, las Bahamas, Jamaica, países miembros de la Asociación de antiguos protectorados y colonias inglesas (Commonwealth), de quienes una abstención ya es un rechazo a su antiguo opresor, Panamá que al parecer sigue sometido por el canal, y por último Honduras que de nuevo mostró la naturaleza espuria de su gobierno. Los grandes perdedores son: Australia que no tiene la dignidad de defender a un hijo suyo a pesar de ser éste un símbolo mundial del periodismo libre de ataduras y al servicio de la justicia y de la libertad de expresión, y el Reino Unido que en tiempo de crisis, en lugar de buscar la integración, con sus desmanes se está aislando.
 
 Ahora, es un deber solidarizarse con Ecuador y su presidente Rafael Correa, y con el periodista Julian Assange, mediante la movilización continental de todas las fuerzas progresistas y organizaciones sociales. Solamente unidos en un solo grito de libertad, podremos parar esta grosera injusticia.
 
Víctor Regalado
El Independiente/El Salvador
 
https://www.alainet.org/es/articulo/160377
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