Ética de la reciprocidad y educación andina
07/11/2014
- Opinión
Uno de los principios de la visión andina es la reciprocidad entre los componentes vivos de la Pachamama y el Cosmos. La reciprocidad o Ayni tiene contenido ético, dado que se exterioriza en los sujetos la intencionalidad de regir la conducta de los demás; ese regimiento perfila al Jaqi o Runa. Dicho acto ético también supone un acto educativo pues da por sentado el hecho de haber recibido educación con ética comunitaria.
“Todo lo que puede pensar, sentir, decir y hacer el ser humano, en un proceso histórico-social concreto, se debe a la educación que ha recibido”[1]; considerando la anterior cita, se puede decir que este trabajo trata de abordar la relación complementaria entre el Ayni y la educación. La tarea trajina así: primero, se parte de la comprensión de Ayni (dar-recibir-devolver) en el ámbito educacional; segundo, se explicita la educación con contenido de Ayni, y finalmente, se verifica la correspondencia entre Ayni y educación.
Así también, la propuesta básica del siguiente trabajo es la siguiente: por la racionalidad comunal que subyace a las culturas andinas, el Ayni y la educación no se encuentran parcelados, eran y son todavía prácticas permanentes en las comunidades andinas, porque la vigencia del Ayni se actualiza en el terreno de la ética y los comportamientos humanos manifiestan la educación de la cultura; es decir, la razón comunal hace a la educación de los seres humanos, las dos son inherentes y cobran vigencia en la configuración del modelo educativo alternativo de los pueblos indígenas del Estado Plurinacional.
La institucionalidad del Ayni tiene un contenido ético y moral, que se viene desplegando desde tiempos ancestrales. Hablar de Ayni supone hacer el ejercicio justo de los pensamientos, sentimientos, acciones y el uso del lenguaje. Es decir, un dar-recibir-devolver en diferentes planos de la vida comunal. Lo que toca dilucidar ahora, es cómo el Ayni puede comprenderse desde el sentido educativo. El Ayni o reciprocidad concibe una educación diferente a otras educaciones del mundo occidental moderno. Como suceso ético cotidiano presupone una educación ética. En otras palabras, la ética de la reciprocidad en su devenir también acontece a una educación con contenido ético. Entonces, el Ayni o ética de la reciprocidad se despliega junto con propia visión de la educación, ya que no está dividida.
En el plano de la argumentación ética, el Ayni se concibe como reciprocidad con y por el Otro[2], porque existe responsabilidad ética de uno por el otro y del otro por el uno. Hay relación de correspondencia entre el uno y el otro, entre los sujetos de la comunidad. Al respecto, Josef Estermann aclara desde un locus intercultural todavía europeizado, pero vale la pena rescatar y aprender lo sustancial que trae su comprensión para con la reciprocidad:
El principio de correspondencia se expresa a nivel pragmático y ético como principio de reciprocidad: A cada acto corresponde como contribución complementaria un acto recíproco. Este principio no sólo rige en las interrelaciones humanas (entre personas o grupos), sino en cada tipo de interacción, sea esta intra-humana, entre ser humano y naturaleza, o sea, entre lo humano y lo divino[3]
Con lo anterior se tiene la certeza de la existencia de una ética que rige el plano de la relación recíproca humano-naturaleza, la ética de la reciprocidad (Ayni), la que ahora piensa su contenido de educación. ¿Cómo la ética de la reciprocidad posibilita la comprensión de educación que la subyace? La educación como término adquiere un nuevo contenido desde dicha ética. La ética de la reciprocidad concibe a la educación como “enseñar-aprender a vivir bien en comunidad o sociedad”[4]. Porque dicha comprensión de educación es la reciprocidad con y por el enseñar y con y por el aprender. Un enseñar que no se separa del aprender y un aprender que no se separa del enseñar; la reciprocidad con y por el enseñar y con y por el aprender. Ese enseñar-aprender es para vivir bien en comunidad. Hasta aquí, la ética de la reciprocidad otorga una nueva comprensión de lo que significa educación y desde un punto de vista propio.
La educación del vivir bien en comunidad o sociedad halla soporte en su pedagogía, la pedagogía ética. Dicha pedagogía comprende la relación de coincidencia entre educando-maestro a nivel formativo y vital, ya el educando y el maestro (Yatiqiri-Yatichiri) tienen una relación de responsabilidad recíproca: “El educando es con y por el maestro y el maestro es con y por el educando. Ambos son recíprocos y complementarios”[5]. Por lo tanto, la ética de la reciprocidad encuentra su contenido educativo en la relación de correspondencia de estudiante-maestro, los cuales se educan permanentemente, pues la ética de ambos procede de la Pachamama y es por el cuidado y reproducción de la misma que esto logra suceder.
La pedagogía ética dispone la práctica de la enseñanza-aprendizaje. Las tareas de enseñar-aprender están en ambas: “el contenido de enseñar es aprender y el contenido de aprender es enseñar”. Todo lo anterior quiere decir que al enseñar se aprende y al aprender se enseña.
Entonces, la ética del Ayni piensa la educación del vivir bien en comunidad, proporciona el soporte pedagógico ético y monta la didáctica emergente de las costumbres de las culturas originarias.
Así, Ayni y educación son inherentes. Porque el acto ético cotidiano supone una educación también ética. La ética de la reciprocidad hace a la educación comunitaria y la educación comunitaria hace a la ética de la reciprocidad. El Ayni formalizado a nivel ético no se separa de la educación. ¿A través de qué medios es posible el despliegue de la ética de la reciprocidad y educación en las aulas? La respuesta sugerida es la que se presenta a continuación: a través de la pedagogía recíproca, didáctica comunal y currículo por orientaciones y proyectos.
En fin, se realiza una síntesis de la proposición y las pruebas que la alimentan. La racionalidad del Ayni y la educación que la subyace son prácticas que persisten en las culturas andinas, que el Ayni se actualiza en ética de la reciprocidad y como conducta deviene en educación. La reciprocidad como suceso ético cotidiano implica la educación del enseñar-aprender a vivir bien en comunidad; la pedagogía de la reciprocidad es el soporte la nueva comprensión educativa y la didáctica de la enseñanza-aprendizaje; su accionar fáctico.
Todo esto hace que la ética recíproca y la educación sean inseparables en el mundo andino. Por lo que es urgente que se pueda desplegar una educación, pedagogía, didáctica y currículo con pertinencia cultural.
Bibliografía
Estermann, Josef: Introducción al pensamiento filosófico. Compendio de la Filosofía Occidental en Perspectiva Intercultural Tomo 1. La Paz: ISEAT, 2011.
Quintanilla Coro, Víctor Hugo: Descolonización Educativa: Pedagogía, Didáctica y Currículo Andinos y Humanismo Comunitario. Devenir Jaqi, Devenir Runa. La Paz: Carrera de Literatura- UMSA, 2008.
Quintanilla Coro, Víctor Hugo: La Colonialidad del Sistema Educativo Plurinacional. Una perspectiva intra-intercultural del proceso curricular boliviano. La Paz: AIDES, 2010. Inédito.
[1] Quintanilla Coro, Víctor Hugo: Descolonización Educativa: Pedagogía, Didáctica y Currículo Andinos y Humanismo Comunitario. Devenir Jaqi, Devenir Runa. La Paz: Carrera de Literatura- UMSA, 2008, p. 12.
[2] Es el contenido de la ética de la reciprocidad que fundamenta la educación, pedagogía de la reciprocidad, currículo por orientaciones y proyectos comunitarios. Quintanilla Coro, Víctor Hugo: La Colonialidad del Sistema Educativo Plurinacional. Una perspectiva intra-intercultural del proceso curricular boliviano. La Paz: AIDES, 2010, p.168. Inédito.
[3] Estermann, Josef: Introducción al pensamiento filosófico. Compendio de la Filosofía Occidental en Perspectiva Intercultural Tomo 1. La Paz: ISEAT, 2011, p.293.
[4] Víctor Hugo Quintanilla, op. cit. p. 165.
[5] Hace referencia a la relación recíproca entre educando-maestro atados al sujeto de la Naturaleza.
https://www.alainet.org/es/articulo/165325