La democracia como aspiración social (V)

18/03/2015
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El vistazo veloz con que hurgamos en el proceso planetario de la democracia, desde su origen en Grecia, hasta los acuciosos análisis de Giovanni Sartori, -quien en los noventas de su existencia, aún persiste en sus investigaciones- pasando por  ajustes académicos estadounidenses e ingleses, perfeccionados al extremo por Norberto Bobbio, Habermas y Rawls, muestra que la democracia es un proceso, con mucho de utopía y pinceladas de interpretaciones, a la luz de diversas corrientes sociales.

 

Ante el fracaso claro de las formas “democráticas” que impulsan los imperios -bajo el comando del estadounidense- que están coartando las libertades de los pueblos y las capacidades de  gobernanza de sus gobiernos; en algunos sitios perfectamente caracterizados y por todos los continentes, hay gobiernos que, con el aval de sus pueblos, quienes les han elegido democráticamente, en democracias denominadas populares o simplemente democracias, opusieron y oponen su organización social con amplio apoyo social, a las presiones financieras, comerciales y en veces militares de los imperios, obteniendo pequeños o importantes avances en las luchas fundamentales de la humanidad, por la erradicación de la pobreza y la autodeterminación, nacionales.   

 

Será interesante, con la información disponible, conocer cómo se construyen esas democracias, oficialmente llamadas “repúblicas populares”. Se trata de un régimen político inscrito institucionalmente, en los autodenominados estados socialistas. Son regímenes surgidos en la Europa del Este, tras la 2ª Guerra Mundial. La definición la dio la Internacional Comunista. Según los documentos del XXII Congreso del PCUS, una democracia popular refleja “la peculiaridad del desarrollo de la revolución socialista en circunstancias en que el imperialismo se debilita y la correlación de fuerzas se modifica en favor del socialismo”. Estas alcanzan la cúspide de su desarrollo, durante el S XX, algunas sobreviven en el XXI, tras la caída del sistema socialista y del Muro de Berlín.  (1)

 

El nombre oficial de estas formas de gobierno es República Popular o Democrática. Contrario sensu de otros regímenes actuales, no liberales -que pregonan ser democráticos- amarran su argumentación legitimadora en la edificación de una sociedad socialista, que atienda a tipologías propias de cada país, siguiendo siempre los principios del internacionalismo proletario.

 

Por lo general, estos regímenes, son institucionalmente variados. Según sus críticos, en todos ellos el pluralismo es restringido o en la praxis, precario. Generalmente sólo se permite un partido político único; en otros casos coexisten dos (uno urbano, otro agrario) unidos por el Estado, pero no competitivos entre ellos. En diversos casos, existían varios partidos políticos de ideología variada, articulados en un Frente Nacional o Popular (Frente Nacional de Alemania Democrática, por ejemplo).

 

Se caracterizan por su proceso electivo, desde la base. Los habitantes se agrupan en consejos y allí designan sus representantes. Los medios de comunicación son propiedad del Estado; el partido u organizaciones afines  -sindicatos, federaciones estudiantiles- responden a la línea oficial, lo que se asocia con la nula libertad de prensa. Fuentes opositoras advierten: las entidades de seguridad, realizan vigilancia política de sus ciudadanos.

 

Para quienes igualan democracia con lo que el politólogo Robert Dahl December17-1915; February5-2014) denomina poliarquía, la utilización del término democracia por tales regímenes -la República Democrática Alemana en su momento- se considera un abuso. Sus partidarios alegan: estos sistemas son democráticos, en ellos la comunidad política es universal; no está mediada por criterios de censos; hay componentes orgánicos de participación política, influidos por el partido. Por su lado, el Estado se explica por un programa de políticas públicas: educación y cultura, salud pública etc.  (2)

 

Un caso interesante, por extraño, es Irlanda del Norte. Para nuestro continente, el tema de esta región europea, es atractivo y complejo. Pareciera que se trata de una lucha religiosa solamente y se olvidan otros aspectos que hacen luchar entre sí a los irlandeses, desde el siglo XIX; propugnando unos, su pertenencia al Reino Unido y otros con afán autonomista, por tener un Parlamento propio y autogobierno. Dicho Parlamento se aprueba hasta 1918, al término de 1ª Guerra Mundial. Para 1919 se crea el primer Parlamento irlandés en Dublín con los republicanos del Sinn Féin, sin ocupar los escaños ganados en el Parlamento Británico. Su tarea en materia de justicia, dio fuerza a dicho Parlamento y respetabilidad.

 

En diciembre de 1919 se inicia la guerra de independencia, con un atentado al vehículo del Virrey, en las afueras de Dublín. También se crea el Ejército Republicano Irlandés (Irish Republican Army conocido como IRA). En 1921 se firma un Tratado que da a Irlanda un estatus de Dominio, como por aquellos años tenían Canadá o Australia. En 1924 estalla la guerra civil. Tras diversas peripecias que ocurrieron entre 1924-36, en este último año se aprueba en el Parlamento irlandés, la Ley de Relaciones Externas (External Relations Act) por la que se abolió la autoridad de la corona británica.  (3)   

 

El partido político norirlandés en la 2ª mitad del S. XX, impulsa una Democracia Popular, en que las partes al interior de la República, buscan formas democráticas, cada vez más elaboradas a través de los años, para obtener avances en la inclusión e integración, para la reinterpretación de la democracia, hacia condiciones de negociación, flexibilizando la actitud de los líderes. Su régimen contiene situaciones suigéneris, dada la compleja relación que mantiene aún con Gran Bretaña.

 

El término "República Popular", del ruso: народная республика), se utiliza recientemente, en las protestas prorrusas en Ucrania, como apelativo de las entidades administrativas gestionadas en las áreas rebeldes (República Popular de Donetsk y República Popular de Lugansk). Estas repúblicas populares aún no tienen reconocimiento internacional, y no equivalen a la concepción política de estado, si bien usan una terminología cercana a poblaciones ex-soviéticas.(Continuará).     

 

Puebla, Pue. 15-marzo-2015.

 

Correo electrónico: v_barcelo@hotmail.com

 

Notas

(1) http://es.wikipedia.org/wiki/XXII_Congreso_del_Partido_Comunista_de_la_Unión_Soviética

(2) http://www.jornada.unam.mx/2014/02/27/opinion/025a1pol http://en.wikipedia.org/wiki/Robert_A._Dahl

(3) http://bit.ly/1LvQAXk

https://www.alainet.org/es/articulo/168303

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