Política para el bien común (III)

11/05/2015
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En el camino de revisar ideas de grandes pensadores acerca de la política y su construcción universal, la democracia, hemos visto y anotado formas de profundización, acerca del pensamiento de Platón, Aristóteles y más cercanos Gramsci, Morin, que consideraron los acontecimientos planetarios estelares del S. XX, como elementos para el análisis logrado. Tales son: razones, inicio y conclusión de la 1ª Guerra Mundial; la Revolución Soviética contra el imperio Zarista; el Pacto falso germano-soviético (1939); caída de Francia; resistencia de Moscú en Stalingrado; todo sorprendente, hasta lo inesperado de 1989: la caída del Muro de Berlín; el colapso del “imperio” soviético; la guerra Yugoslava. Previeron prepararnos para un mundo incierto, inesperado.

 

De otras maneras se pretende dar luces acerca de la política, su interpretación multidimensional, intentado comprenderla. Así nacen  diversos tratados sobre el arte y la ciencia de la política. Siempre considerando la  toma de consciencia de los ciudadanos, en ocasiones el sentido de la vida del ser humano, su desarrollo en sociedad; los sistemas económicos que condicionan el sistema político de cada nación, la inclusión de factores ambientales que presionan a la extinción de la humanidad.

 

También se entiende a la política: como conjunto de ideas, persuasiones o actuaciones sociales, relacionadas con cuestiones públicas o con el poder. Así la política hace alusión a los gobernantes y su manejo congruente con los ciudadanos a quienes gobierna y como ejerce tal poder.

 

Los juristas denominan a la política de tres modos: combinación de actividades que desarrolla un grupo social, mismo que habilita fundar, planificar y ejercer el poder sobre otro u otros; como lucha y oposición que lleva a cabo un grupo pequeño para dominar al mayor; y, como actividad que pretende un fin definido: el bien común. En todos los casos hay  un objetivo general: alcanzar la paz, con procedimientos que alejen la violencia.

 

Existen teorías sobre política, que consideran poco importante solventar zozobras, cuya atención vigorizaría la estabilidad en la relación poder-dominio; sino maneras en que se puede entender la integración del grupo, contemplando incluso, minorías que en muchos casos, no se consideran. Para ello, conviene analizar y comprender cada una de las relaciones que se dan, entre miembros individuales como colectivos. Así obtendrá nueva definición de la palabra raera presionar a la extinción a relucir, como elementos para el aníamos nueva definición de política como: el arte de la integración que se busca hoy, nunca de la dominación, como se sostiene en los círculos del poder transnacional. Lee todo en: Definición de política - Qué es, Significado y Concepto http://definicion.de/politica/#ixzz3YRfBXHMt

 

Una de las relaciones más complejas y negativas que se dan en el ámbito de las sociales, es sin duda la corrupción. Esta afecta brutalmente a la mayoría de países latinoamericanos y caribeños –a unos más que a otros- frenando la adecuada distribución y uso del producto nacional y personal. Veamos la evolución de su concepto y como avanza en la vida política y social.

 

El pensamiento político clásico define a la corrupción como el abuso autoritario del poder, que avanza hasta ser tiránico. Tal concepción se expresa en la repetida frase de Lord Acton (10-enero-1834, 19 de junio de 1902) quien afirmaba: el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente. Este pensador italiano, católico pero de ideas liberales concluía: "Un hombre que acepte todas las decisiones del Papa en cuestión de moralidad no puede ser honesto, pues (los papas) han sido a menudo notablemente inmorales. Ni puede serlo quien apruebe el comportamiento de los Papas para acrecentar su poder, pues éste está manchado con la perfidia y la falsedad. Ni aquél que está dispuesto a alterar sus convicciones por una orden, pues su conciencia no tiene por guía principio alguno".

 

Bien pueden aplicarse las palabras de Acton a la actualidad. Hoy se maneja –aunque confuso- en el discurso político, predominando como referente, el abuso del poder: para el enriquecimiento ilegal, ilegítimo de políticos o de autoridades (corrupción personal) o para favorecer ilegal e ilegítimamente a las organizaciones comerciales o sociales, con las que están asociados, aunque no se aprecie el beneficio personal (corrupción oficial), gracias a los cargos que desempeñan o sus conexiones con quienes los tienen.

 

Eso implica el manejo deshonesto de recursos públicos o los que están en torno a una gestión pública; hablando en sentido individual. La población es escéptica de que las prácticas calificadas de corruptas, no conduzcan en algunos casos a la apropiación indebida de esos recursos, en una gestión pública. Por tal, abarca conductas, no sólo de funcionarios públicos sino también privados, hacia actividades del estado. Esta apreciación exigiría descartar del concepto, la corrupción sólo en empresas o actores privados.

 

 Jurídicamente pululan matices que pretenden atraer las enmarañadas y evolutivas maneras que toma el fenómeno en L.A. a través de una variada enumeración: soborno, peculado, extorsión, concusión, tráfico de influencias, valimiento, abuso de información privilegiada y muchas más. Afirman juristas que es ineludible verificar, de paso, la propensión del actual derecho comparado, que consiste en la realización de leyes nacionales anticorrupción, de diferente tipo. La propagación de leyes que prevean y castiguen la corrupción es de una analogía tan popularizada, que hace que la corrupción no sólo sea política, en cuanto estén envueltos políticos, sino porque los políticos no pueden omitir el crear normas contra ella, sabedores de que adoptan enérgicas restricciones al actuar político.

 

 El estado de honestidad o deshonestidad, de lo justo o injusto, no se acaba en textos legales, aunque estos busquen envolverlo. El concepto corrupción siempre tendrá una mayor magnitud. Habría que insistir en la inseparable “interfaz” entre agentes privados versus agencia o agentes públicos. Por ello, tanto en la literatura analítica sobre corrupción como en la expresión popular (reportajes de prensa, reprimendas éticas) se señala la intervención de actores privados. Estos comparten con los públicos, la misma o más carga en el acto de corrupción. http://www.mercaba.org/FICHAS/Capel/corrupcion_politica.htm

 

 En los hechos, la vinculación entre corrupción y política es más honda de lo que quisieran los ciudadanos y los políticos estaríamos resueltos a aceptar. (Njaim 1995). La corrupción no sólo es un acto delictivo, también, núcleo de influencia política con ventajas frente al convencimiento, incluso a la coerción. Los actores políticos, en casos de corrupción oficial y no personal, no muestran disposición a desistir del todo, de esta forma de influencia. Si impera en la política interna, con  mayor razón se aplica en lo internacional.

 

Por lo general en el ámbito internacional, simples operaciones comerciales están inscritas en luchas de poder. Cada estado o grupo de ellos, busca su espacio en la competitividad y la globalidad. Son empresas –transnacionales por lo general- que tienden sus tentáculos e incorporan a su corrupción a pequeñas o medianas corporaciones nacionales, con frecuencia devoradas por ellas, terminando con la capacidad de decisión nacional y participación privada, en cada vez más ramos de vida económica y social de las naciones.

 

En transacciones de armamentos y ramos parecidos, en que “entran en juego” enormes y crecientes sumas de dinero, las cosas son aún peores. Por ello los analistas latinoamericanos del fenómeno de la corrupción, entran a este terreno, con las debidas precauciones y en una atmósfera con densas condiciones de cinismo, hipocresía, que obligan a apreciar en su justa medida, decisiones “arrancadas” a sus autores, por la fuerza de los hechos. A veces, acciones distractoras, sin grandes compromisos para quienes tienen la obligación de aplicarlas. ¿Cuánto de lo dicho hasta ahora, se habrá considerado y actuado, en la aprobación del Sistema Nacional Anticorrupción de México?. (Continuará)

 

Correo electrónico: v_barcelo@hotmail.com Puebla, Pue. 10-mayo-2015.

https://www.alainet.org/es/articulo/169521?language=en
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