Razón de más

Guantánamo, reducto de una era superada

27/07/2015
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 guantanamo
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Sí, están quienes quieren dar

marcha atrás al reloj y redoblar

la política de aislamiento.

 

Pero ya es más que hora

de que nos demos cuenta

de que este enfoque no funciona…

cierra las puertas de Estados Unidos

al futuro de Cuba y sólo empeora

las vidas del pueblo cubano.

 

Barak Obama

 

Fue Estados Unidos, y no Cuba, el que en 1961 decidió la ruptura de relaciones diplomáticas con el gobierno revolucionario de la Isla mayor del Caribe.

 

Más de cincuenta años después, el Presidente Barak Obama realiza esfuerzos para dejar sin efecto el embargo impuesto a Cuba, con medidas administrativas que, a dos años del término de su administración, con medidas administrativas intenta eludir las leyes de aislamiento que sólo el Congreso, con mayoría de oposición republicana, podría derogar.

 

Guantánamo, el pequeño enclave militar de dos mil kilómetros en la bahía de Guantánamo al sureste de Cuba, podría ser cerrada como prisión a falta de la posibilidad legal de devolverla a la soberanía de la Isla, vigente como está el acuerdo firmado en 1903 por los presidentes Teodoro Roosevelt y José Estrada Palma, el primero en ocupar el cargo después de la independencia de Cuba del coloniaje español.

 

Fue una independencia condicionada por la aceptación de la enmienda propuesta por el senador Orville H. Platt y aceptada por el gobierno de Cuba, mediante la cual Estados Unidos se reservaba el control de la Isla, en compensación por su ayuda a la emancipación de España conseguida en 1898. El convenio mediante el cual Estados Unidos detentaría ese control no fue cancelado sino hasta 1934, cuando el negociador cubano Manuel Márquez Sterling –el mismo que vivió los últimos días del asesinado presidente mexicano Francisco I. Madero en 1913—logró la aceptación del gobierno de Franklin D. Roosevelt para darla por terminada.

 

Pero en la azarosa relación entre Cuba y Estados Unidos quedaba la existencia de la base naval de Guantánamo, concedida a perpetuidad al dominio de la Unión Americana por el tratado de 1903 y hoy reclamada por Cuba como una de las condiciones para la total normalización de las relaciones con Estados unidos después de que el pasado 20 de julio se dio el primer paso al declarar la apertura de sendas embajadas en Washington y La Habana.

 

La normalización total de las relaciones entre los dos países tiene por delante un arduo camino por recorrer. El presidente Barak Obama demanda para ello el pago de las indemnizaciones de las empresas norteamericanas expropiadas por el gobierno de Fidel Castro desde el principio de la Revolución triunfante en 1959, así como una serie de reformas políticas conforme a su concepto de democracia. Cuba, por su parte, demanda, además del cese del bloqueo de más de medio siglo impuesto a la Isla, el pago de los daños causados a su economía por el aislamiento al que ha sido sometida, plantea también la devolución de la Base Naval de Guantánamo, cuyo cierre Obama intenta lograr como lo que sería un preludio para la restitución, para lo cual enfrenta una tenaz oposición de los congresistas republicanos y de una parte de los sectores de la población.

 

De acuerdo con sondeos exhibidos por el gobierno de Obama, en este momento el 73 por ciento de los norteamericanos se muestra a favor del restablecimiento de las relaciones con Cuba y, consecuentemente, con la suspensión de la política de aislamiento. No obstante esa evidencia, subsisten en la Unión Americana las presiones de los sectores más conservadores y de pequeños grupos de la emigración cubana y sus descendientes que se oponen a la apertura.

 

La política preconizada por Barak Obama en vísperas de las campañas para la renovación de la presidencia se apoya en ese parecer manifiesto de la mayoría de la población que aprueba la reanudación de las relaciones con el gobierno de Cuba. Obama busca también el respaldo de algunos sectores empresariales que han contemplado la conveniencia económica de abrir las puertas al intercambio y los negocios con el país situado a sólo noventa millas de sus costas.

 

Los esfuerzos de Obama y la disposición del gobierno revolucionario de Cuba deberán pasar por encima de esa oposición, para el comienzo de una nueva era en la relación entre los dos países, cuya significación es importante para la convivencia en América Latina, el Caribe y el mundo.

 

Gazapos, Prefijos. Aislar es uno de esos verbos provistos de un prefijo a, cuyo significado tiene que ver con el concepto de isla: una porción de tierra rodeada por el mar. Vivir en una isla es estar aislado físicamente, aunque no por necesidad desconectado del resto. El prefijo y su comprensión conviene para la comprensión de fin del aislamiento al que Cuba ha estado sometida durante más de medio siglo y que ahora se acerca a su fin por el entendimiento y la razón.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/171337?language=en
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