El último domingo de octubre

22/10/2015
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"En una época de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario."

George Orwell

 

Veremos en esta fecha, qué tanto pesa en la vida democrática del país el sentido común y la responsabilidad ciudadana. Un sentido común que a través de una simple pregunta definió una reelección presidencial: ¿estamos mejor ahora que antes? Si la respuesta es Sí entonces resulta obvio a quien se va a votar. La responsabilidad ciudadana se determina en la medida que la reflexión pausada, seria, mesurada y la sensatez dominen esa decisión.

 

El próximo domingo tendremos los argentinos que decidir quiénes serán nuestros futuros gobernantes. Escoger entre la continuidad de un camino o rumbo propio, con imperfecciones corregibles. o un mal llamado “cambio” que no es ni más ni menos que el retorno a políticas que solo problemas le crearon al país.

 

 No se trata de meter en el mismo saco a los que quieren regresar a un pasado violento y de desmanes financieros con los que creen en falsas promesas, los desmemoriados o desagradecidos que muerden manos extendidas. Pero sí el cuestionar actitudes que consideramos importante cambiar. No existe en la faz de la tierra gobierno que no sea cuestionable ni proyecto político que no sea perfectible. Pero en una democracia ser oposición excluye todo propósito espurio de desestabilizar a un gobierno democráticamente escogido

 

Se pueden cuestionar las formas de transformar la estructura económica y la liberación de las dependencias financieras externas, como también la realización de los amplios y ponderados programas sociales emprendidos por este gobierno, pero no tratar de ocultar sus grandes beneficios para el desarrollo del país, el bienestar general y la propia estabilidad política. Se puede cuestionar la obra pública de infraestructura, en rutas y caminos, el renovado sistema ferroviario, la recuperación de la línea aérea de bandera nacional y del estratégico YPF, el vertiginoso desarrollo científico y tecnológico que hoy circunda el planeta, o lo logrado en memoria, verdad y justicia, pero no tratar de camuflar sus bondades para el país y sus habitantes. Es deber pero también obligación hablar con la verdad.

 

Es de esperar que en este último domingo de octubre que ese poder invisible que intenta gobernar mentes, moldear gustos y preferencias y provocar esa miserable indiferencia o desprecio; que levanta infundios, profiere agravios, suelta venenosos titulares y macabros comentarios y editoriales de una privatizada propaganda con el fin de sembrar descontentos y desesperanzas, no logre su cometido.

 

En cuanto a los “expertos economistas”, agoreros que desde los inicios del cambio de rumbo del país en el 2003, vienen haciendo fatales y hasta apocalípticas “predicciones” solo nos resta decir que, de todas, no han “pegado” ni siquiera una. En ese ámbito de opinión nos bastan las afirmaciones contundentes y sostenidas de connotadas figuras, nacionales y extranjeras como las de Aldo Ferrer, Paul Krugman o Joseph Stiglitz. Los ajustes son siempre necesarios pero el país va por buen camino.

https://www.alainet.org/es/articulo/173168
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