#PanamaPapers y las evidencias del capitalismo offshore

05/04/2016
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La política es la extensión de la guerra por otros medios.

Parafraseando a Karl Von Clausewitz

 

ups… me tropecé con 11.5 millones de documentos filtrados del bufete Mossak Fonseca, simplemente los obtuvimos de una bondadosa fuente filántropa que anda repartiendo información para poner a temblar las estructuras del poder global”

 

La frase anterior bien podría pasar por uno de los personeros responsables de la investigación #PanamaPapers, realizada conjuntamente entre el Diario Süddeutsche Zeitung y el Consorcio Internacional de Periodistas Investigativos (ICIJ por sus siglas en inglés) pues resulta curioso a primera vista entender quién o quiénes y con qué objetivos lograron filtrar la mayor cantidad de documentos de la historia, con el plus de que dicha información ponen en el banquillo a más de 140 líderes y figuras mundiales y a miles de empresas y corporaciones globales por delitos fiscales y de manejo ilícito de capitales.

 

Pero la sorpresa es aún más grande, cuando en la investigación sorprendentemente no aparece ninguna empresa norteamericana, ningún político, ninguna celebridad de esa nacionalidad. ¿Será que el sistema norteamericano ha llegado a tal nivel de perfección que no permite que ninguna persona vuele por debajo del radar? ¿Será que existe información respecto a movimientos norteamericanos pero que no son difundidos? ¿Es acaso que los #PanamaPapers tienen un trasfondo absolutamente político y con una estrategia claramente preconcebida?

 

Creer que esta filtración es casual resulta a priori sospechoso, tal como reza el refrán: piensa mal y acertarás. Partimos de la premisa de que dentro del sistema capitalista se utilizan TODOS los recursos para defender al capital privado y el dinero de grandes grupos económicos. Hemos sido testigos de cómo con el mayor descaro las potencias mundiales decidieron realizar millonarios rescates a los bancos más grandes del mundo en medio de la crisis de 2008, y con esos mismos rescates se mantuvieron los sueldos y salarios millonarios de sus altos ejecutivos. El lobo de Wall Street deja bastante claro el nivel de corrupción que puede desatarse dentro de la bolsa de NY, que entendemos no es la única en la que pasa. Vemos como los gobiernos “democráticos” occidentales auspician sin ningún rubor a gobiernos totalitarios y evidentes infractores de los derechos humanos. Así las cosas, no hay muchas dudas, mejor dicho no queda ninguna duda, de que el capitalismo lo que menos tiene es pudor o ética. Y por eso vale la pregunta: ¿qué motivó a la fuente de los #PanamaPapers a entregarla de manera anónima cuando bien hubiese podido utilizarla como herramienta de extorsión contra los presuntos implicados?

 

Vamos a establecer algunas diferencias entre los #PanamaPapers y WikiLeaks: Los primeros arrojan un inconmensurable volumen de información, pero el diario director de la investigación se niega a entregar la documentación primaria1, se desconoce la fuente y por casualidad las miras apuntan a grupos con los que Estados Unidos, digámoslo, tiene intereses directos sean como adversarios o aliados carentes de disciplina. WikiLeaks por su parte fue diametralmente distinto pues publicó los cables mismos que evidenciaban las acciones extraterritoriales del gobierno de Estados Unidos y, aún más, los nombres más sonados, Assange y Mannign, se encuentran procesados legalmente por varios gobiernos como responsables de delitos a la seguridad del Estado. Así que aunque las denuncias de ambos casos sean reales, el modus operandi de los mismos tiene diferencias sustanciales. Veamos también el caso Snowden: la información respecto a las acciones de la CIA y la NSA ha sido fundamental para comprobar en la práctica lo que la teoría nos decía: Los Estados Unidos espían a nivel planetario.

 

Analicemos algunos casos, de líderes políticos, presentes en las papeles panameños:

 

Putin: Hace apenas unos días el portavoz del Kremlin anunciaba (¿proféticamente quizá?) “Sabemos que se prepara un ataque mediático contra Vladímir Putin”2.

 

Sigmundur Gunnlaugsson: El Primer Ministro islandés, parte del partido progresista de ese país, tienen vinculación con enriquecimiento a partir de acciones en bancos. “En 2013, ganó las elecciones con un discurso basado en negarse a pagar a los acreedores extranjeros los depósitos perdidos por los bancos.”3. Y precisamente fue Islandia el único país que tomó decisiones heterodoxas respecto a la deuda y decidió encarcelar a los directivos de bancos vinculados a la crisis de 2008. Aunque vale mencionar que no fue en su mandato.

 

Xi Jinping: Los #PanamaPapers vinculan al presidente chino con la creación de empresas pantalla en paraísos fiscales4

 

Al Asaad: La investigación revela nexos entre familiares del presidente Sirio con compañías proveedoras de suministros de guerra5 Incluso se señala que los dineros de las empresas vinculadas las “utilizó para bombardear y matar a miles de sus propios ciudadanos”6

 

Cameron: Los datos vinculan al padre del Premier Británico, David Cameron, con acciones de blindaje de capitales mediante el uso de empresas offshore en paraísos fiscales.7

 

Y así la lista continúa… Con una excepcional cobertura mediática que no ha dejado de poner a los #PanamaPapers en las portadas de los rotativos más importantes e influyentes del mundo, o al menos de occidente. Una lista que además incluye a muchas personalidades de los más variados ámbitos y escenas. Digámoslo así, personas que tienen cuenta de twitter con más de un millón de seguidores y que se sabe manejan recursos que superan las 8 o 9 cifras.

 

América Latina tampoco podía estar exenta de poseer sus figuras en tan “honorable” lista y se presentan una serie de nombres vinculados con gobiernos latinoamericanos.8

 

Ahora bien, lo disímil, plural y variado de la lista es un hecho novedoso, pues deja ver que hay una gruesa capa de porquería debajo de los tapetes de muchas personas y compañías, reiterando que parece ser que en Estados Unidos la lucha contra los ácaros no les permite tener tapetes donde esconder nada.

 

Seguramente los despachos de relaciones públicas registrarán en estos días sus picos de trabajo en años, y los relacionistas estarán pensando que las situaciones de House of Cards son cosa de niños frente a lo que les tocará defender en el corto plazo.

 

Es por eso que las filtraciones de #PanamaPapers, con certeza serán el motivo de mesas redondas, investigaciones periodísticas y coparán los platones televisivos durante algún tiempo; en menor medida los datos revelados provocarán dimisiones -si es que existen políticos dispuestos a dimitir por corrupción, que nos es muy habitual-. Y esperamos que los datos de arrojados permitan construir plataformas ciudadanas y colectivos organizados que hagan de la transparencia su bandera y exijan una transformación severa de las estructuras de administración pública, y que además como ciudadanos podamos incursionar en el control social de las corporaciones y empresas que bajo las leyes del libre mercado han actuado a sus anchas, con los resultados ya conocidos.

 

Sin embargo, es preciso dudar respecto a las intenciones de los #PanamaPapers y observar detenidamente la posición del hegemón global respecto a los nuevos reportes. Pues tal como sucedió con #FIFAGate las denuncias que posteriormente han sido comprobadas no solo han golpeado a sus involucrados directos sino han sido también parte de una jugada maestra de la geopolítica para hacer de la política una continuación de la guerra a favor de los Estados Unidos.

 

Queda claro que los #PanamaPapers no serán ni las primeras ni las últimas filtraciones de denuncia de la forma en que la corrupción ha permeado en las diferentes esferas del poder global, no obstante también queda claro que en tiempos en los que la guerra también se escribe posterior al # y que los hashtag tienen repercusiones globales, la estrategia de denunciar la corrupción, pero “solo la corrupción de los malos” es una estrategia para profundizar la ya existente crisis de legitimidad del poder, enterrar cualquier forma de voz crítica a los intereses de Estados Unidos, y sumir al mundo en la incertidumbre propia de necesitar al Capitán América.

 

Finalmente y ocupando la menor porción de estas líneas, pero la idea fundamental que motivó a escribir este artículo: la hipocresía del sistema global respecto a los negocios offshore parece que mira el árbol olvidando el bosque. Lo que realmente está offshore es el sistema capitalista global, que hoy parece ser una dócil víctima de la corrupción generalizada, olvidando que el capital es el gran corruptor, tal como mencionaba Marx: “Si el dinero, como dice Augier, viene al mundo con manchas de sangre en una mejilla, el capital lo hace chorreando sangre y lodo, por todos los poros, desde la cabeza hasta los pies”9.

 

- Diego Vintimilla Jarrín es Secretario de Relaciones Internacionales, Partido Comunista Ecuatoriano

@diego_vintimill

 

9Marx. El Capital.

https://www.alainet.org/es/articulo/176524?language=en
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