El ocaso del imperio Gamarra por el poder del ‘made in China’
- Opinión
La Sociedad Nacional de Industrias advierte que más del 96% de importadores en Perú habrían traído más de 100 millones de prendas por debajo del costo real que llegan al mercado informal principalmente. Gamarra es una de las zonas comerciales más afectadas al no poder competir con los precios bajos de las prendas subvaluadas. Especialistas advierten que, de no replantearse su modelo económico, el emporio desaparecería en pocos años. ¿Podrá resurgir de sus cenizas Gamarra?
Diógenes Alva es dirigente de Gamarra, lleva más de 45 años en el lugar. Todavía recuerda aquellas épocas en las que solo habían tres pequeñas tiendas, pues en esas cuadras del distrito de La Victoria prevalecía la prostitución y delincuencia. Con los años, la situación mejoró y la zona fue denominada el gran Emporio Comercial de Gamarra, era el principal punto de venta de ropa en nuestro país, incluso exportaban a Latinoamérica. Es el antes y después de un imperio que ha quedado destronado por el ‘made in China’. Los datos dejan poco espacio para la duda: 1855 importadores (96% del total) habrían traído 111, 161,339 prendas subvaluadas, durante el año 2015, según la Sociedad Nacional de Industrias (SNI). Ahora para estos comerciantes como Diogénes, la firma del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) ha supuesto la estocada final ya que prioriza al mercado internacional y abandona la producción nacional.
“Se ha cambiado la confección por la importación”, dice Víctor Oyola, gerente del Comité de Confecciones de la SNI. El especialista agrega que los indicadores que están utilizando en Aduanas para detectar el ingreso de prendas al mercado, deben replantearse porque no funcionan. “Nosotros estamos haciendo una propuesta para implementar otros indicadores que hagan evidente que se están ingresando prendas subvaluadas”, enfatiza Oyola.
111, 161, 339 prendas subvaluadas se trajeron a Perú, durante el año 2015
Desde la SNI han identificado que 264 importadores declaran valores menores a US$5.07/kg, monto menor al valor declarado por Kg de la tela sintética importada de similar origen, lo cual quiere decir que no se está considerando el proceso de transformación de la tela a prenda terminada, pues el costo es cero. Dichas empresas atienden mayoritariamente al mercado informal ubicado en Mesa Redonda, la avenida Grau y en los jirones Ayacucho, Montevideo y Andahuaylas. Alfredo Sotelo y Américo Chávez, comerciantes de Gamarra, señalan que -por las noches- grandes camiones llegan a dichas zonas, donde comerciantes informales acuden para comprar la ropa y luego revenderla en Gamarra.
“Ahí está la responsabilidad del Estado, son ellos los que, mediante Aduanas o Sunat, deben controlar el precio que los importadores están facturando. Esos organismos del Estado no están cumpliendo su rol”, cuestiona Chávez. Entre los principales importadores de riesgo, la SNI reconoce a los 13 siguientes, que en conjunto han importado más de 15 millones de prendas durante el 2015:
Fuente: Sociedad Nacional de Industria
El ocaso de Gamarra
El dirigente Diógenes Alva recuerda que fue durante el Gobierno de Alberto Fujimori cuando se empieza a abandonar la micro y pequeña empresa. En el año 1998 los comerciantes del emporio realizaron una marcha contra el contrabando y la venta de ropa coreana usada. Pero, fue durante el año 2009, en el segundo gobierno de Alan García, que se firmó el Tratado de Libre Comercio entre Perú y China. “Nosotros estuvimos de acuerdo con el tratado, pero no con las negociaciones que habían hecho ellos, porque las hicieron bajo la mesa”, señala. “Es difícil competir cuando tenemos una competencia desleal; por ejemplo, muchos empresarios no estamos en contra del producto chino, pero sí estamos en contra de la forma en la que se están importando las prendas de allá”, comenta Américo Chávez.
“Es difícil competir cuando tenemos una competencia desleal”, Américo Chávez, empresario de Gamarra.
Gran Angular se comunicó con el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) para tener la versión oficial respecto a las prendas subvaluadas y su relación entre el TLC Perú-China, pero no aceptaron brindar una entrevista desde el Viceministerio de Comercio Exterior. Sin embargo respondieron vía correo electrónico: “se observa un aumento en las importaciones textiles, en su mayoría son partidas excluidas del Tratado de Libre Comercio Perú-China por lo que no existe relación directa entre la entrada en vigencia del TLC y el aumento de las importaciones en ese sector”.
El economista Bruno Seminario realiza una crítica a los comerciantes de Gamarra, pues considera que fueron “ciegos” al utilizar telas chinas para elaborar sus prendas, lo cual “fue su propio colapso”, ya que hizo que se quedaran sin la ventaja de competitividad porque ya no había diferencia entre los productos nacionales e importados. “Han abaratado su producto, encima el chino es más barato. Antes la diferencia era de fibra de alta calidad, ahora ofrecen lo mismo”, explica Seminario.
Si bien uno de los factores de la caída de las ventas de Gamarra es la competencia desleal entre productos nacionales y de importación, también es cierto que los mismos comerciantes han tenido una errada visión de negocio, pues el consumidor de hoy en día ya no solo busca precio, sino que también pide comodidad, limpieza y seguridad. Factores que también han generado que las ventas de Gamarra disminuyan drásticamente. Comerciantes aducen que la disminución de sus ventas ha sido de más del 40%.
Víctor Oyola señala que de los 5 mil 500 talleres de confección que habían durante el 2013, solo quedan 4500: “Si no se toman medidas en el corto plazo, Gamarra va a ser una zona netamente de comerciantes, no de confeccionistas”, dice. Además, opina que al ser galerías “muy apretadas, sin ventilación ni comodidad, mucho menos seguridad”, los consumidores están optando por comprar en otros lugares como las grandes tiendas por departamento ubicadas en los centros comerciales.
Ventas de comerciantes de Gamarra han disminuido en más del 40%.
“Si yo voy con mi familia a comprar, prefiero ir a un centro comercial, con más comodidad, limpieza y seguridad. Tienes juegos para niños, patios de comida, aire acondicionado. El enfoque de negocio que han tenido en Gamarra se agotó y debe ser replanteado”, advierte Oyola. Su declaración va a acorde a estudios realizados en la consultoría Arellano Marketing, los que evidenciaron estas preferencias: en el año 2012, el 41% de personas consultadas manifestó comprar en Gamarra, mientras que en 2014 la cifra bajó a 23%. Centros comerciales como Plaza Norte subieron en las preferencias de 19% a 31% y Mega Plaza de 33% a 38%.
El empresario Américo Chávez reconoce a dos tipos de importadores: personas que traen prenda subvaluadas de baja calidad y tiendas por departamento que traen ropa a precios bajos. No obstante, reconoce que los factores anteriormente mencionados (poca seguridad, escasa limpieza y desorden) contribuyen a la caída de Gamarra: “Todo eso quita la ventaja que podría tener Gamarra porque aquí hay un gran potencial que puede ser explotado”, expresa.
Gamarra contra el TPP
En el año 2013, Indecopi aplicó -gracias a un primer estudio- medidas contra la competencia desleal (antidumping) a cinco tipos de prendas chinas (polos, camisas, pantalones y shorts, ropa interior y medias), porque se consideró que su importación afectaba a la producción nacional. Sin embargo, en junio del 2015 se revocó tal medida, pues la institución concluyó que una nueva investigación detectó errores en la primera indagación.
Ese fue el segundo golpe para Gamarra, pues tras la firma del TLC, las medidas contra la venta a pérdida (antidumping) eran su única salida a la caída libre que vienen afrontando: “Entran prendas a 0.04 centavos de dólar, cuando con ese dinero no puedes comprar ni siquiera una aguja de coser. Nos está ahogando la ropa china, sobre todo la subvaluación. Yo no estoy en contra de la importación de ropa china, pero queremos que vengan en las mismas condiciones con las cuales nosotros trabajamos”, señala Sotelo, quien agrega que hace 15 años en el emporio vendía US$2 mil millones anuales, actualmente solo llegan a poco más de US$1200 millones.
Alva evidencia otro de los problemas de la venta de ropa subvaluada: “Estamos reclamando porque también quita la mano de obra al Perú. Los confeccionistas prefieren comprar ropa hecha que confeccionarla, y esa mano de obra se queda sin empleo, ese es el problema”, indica.
“El enfoque de negocio que han tenido en Gamarra se agotó y debe ser replanteado”, Víctor Oyola, SIN
Pues se estima que a finales del 2013, había 5500 talleres en Gamarra, la cifra al terminar el 2015, había descendido a 4500. Las 170 galerías que tiene albergan alrededor de 70 mil trabajadores, en temporada de mayor producción llegan a 100 mil trabajadores.
“Tal y como está Gamarra, si es que no se reestructura, en 10 o 15 años va a desaparecer. Antes tú denunciabas y el Indecopi ponía barreras compensatorias, ahora no”, comenta Seminario y recomienda a los comerciantes, diferenciar el textil y no limitarse a elaborar prendas con telas chinas.
“Tal y como está Gamarra, si es que no se reestructura, en 10 o 15 años va a desaparecer”, Bruno Seminario.
Pero esos no son todos los problemas que aquejan a Gamarra, pues en febrero de este año, la ministra Magali Silva, quien preside en Mincetur, firmó el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), para los empresarios de Gamarra este acuerdo hundiría más a la producción textil nacional debido a que prioriza la importación en lugar de la exportación.
“Debemos valorar lo que producimos en Gamarra y crear una identidad de los empresarios para beneficiar al país. De hecho que se necesita trabajar con la autoridad municipal y también con el gobierno central, deben asumir su responsabilidad. Estoy convencido de que es algo que se puede hacer para que Gamarra no termine liquidado”, finaliza Chávez.
Link del reportaje: http://goo.gl/lbvpXz
Fuente: Gran Angular