La rueda de prensa, que de acuerdo a sus facultades, protagonizó, hace días, la Presidenta del CNE, Tibisay Lucena –venezolana honorable autoridad doctrinal de los procesos electorales, sociólogo y músico-, pensamos es una digna respuesta, aprobada y esperada por los venezolanos que consideramos inalienables e irreductibles los derechos y la normativa electoral.

Al analizar  los discursos actuales, expresiones y aseveraciones de diputados de la oposición, gobernadores, algunos académicos,  antiguos izquierdistas conversos a la derecha, todos concertados en contra la figura de una Presidenta de un Poder Público, en este caso del Poder Electoral y su cuerpo rectoral, constatamos que, la Asamblea Nacional y la MUD es ese “imaginario del poder” y  caja de resonancia de anti-valores: desacato jurídico, privatización de las misiones sociales hasta intentar demoler el Estado-nación e imponer la supremacía del mercado.

En casi seis meses de esta microhistoria republicana, hemos visto en hechos comunicativos, han transmitido, en la voz de su Presidente, léase: vanidad, intriga, mentira, oprobios, adulancia, altivez, machismo, arrogancia, misoginia y venta de la soberanía nacional.

Ojo, es recinto y su brazo político que es la MUD, va camino a la mutación pragmática, a crear un nuevo ámbito en la comunicación con fines precisos. Una nueva faceta de la Doctrina Estratégica del Entorno Hostil –a nivel endógeno- lo representa la actual focalización al descrédito a las personas y puntales de los Poderes Públicos.

Ese es el juego perverso que encarna la retórica virulenta de la oposición, con discursos altisonantes vaciados de contenidos, “deconstrucción” asqueante de la institucionalidad, ruptura de la integridad lingüística de los venezolanos, descargando la maquinaria descalificadora. Se trata de un plan programado, que ha dado paso al imperio de la “violencia personalizada” un nuevo sub-campo lingüístico de la oposición pragmática, en su terminal faceta de diseminación psico-social, enfocada en el insulto personalizado  en forma  verbal; física; retórica; doctrinal para justificar un caos controlado que culmine en una intervención militar.

La oposición venezolana ante su propio error provocado por su embriaguez por el triunfo del 6 de diciembre, dejó a un lado la normativa legal y no hizo a tiempo la gestión del RR. Pagarán su omisión.

j.lopezmujica@laposte.net